Enamorarse, grave error nunca sabes a donde te puede llevar el amor o la obsesión.
Capitulo 3
Mi tropiezo en la vida comenzó desde el momento exacto en que me dijo su nombre: Stear, Stear,Stear su nombre no dejaba de rondar por mi mente, era como una hermosa música en mis oídos. Pero, ¡qué gran mentira! Yo hice lo propio, él no me preguntó por mi nombre pero así me presenté:
—Bueno, Stear debo decir que es un gusto conocerte, —dije mirándolo seductoramente— mi nombre es An —me presente ofreciéndole mi mano a la cual él apenas rozó con cortesía y asintió con la cabeza.
Después de eso no hubo mucha más platica, nos dedicamos a seguir bailando, la música era muy pegajosa y movida.
No estaba pensando en lo que estaba haciendo pero me deje llevar, por la emoción, la adrenalina, ¿el amor? Quien sabe, pero poco a poco me empecé acercar a su cuerpo hasta romper la barrera del decoro.
Me deje llevar por las sensaciones que recorrían mi cuerpo al igual que él, siento sus manos deslizarse sobre mis piernas, caderas y pecho, sus exploraciones eran cada vez más desinhibidas, un fuego nace en mi vientre esparciéndose por todo mi cuerpo, la excitación que nos envuelve es calcinante y adictiva, siento su falo crecer justo en mi trasero, solo sentirlo me hace enloquecer al saber que el esta así por mi, mi mente quedo en blanco y me olvido de todo, para mi ya no hay nadie a mi alrededor, solo eramos él y yo, sin pensar en lo que hacia me voltio y lo tomo de la cara y me lanzo a besarlo con frenesí era un beso lleno de lujuria y supongo que también de “amor”. El tira de mi mano y me saca de la discoteca, camina apresurado y yo no pongo resistencia, nos dirigimos hacia el estacionamiento, nos detenemos frente a un porshe color negro, me mira y me besa con un impetu, nos separamos cuando el aire nos empieza a hacer falta y solo me dice: subete. Obedezco sus órdenes, me tiene totalmente hipnotizada por su encanto y ese no se que, que me vuelve loca. Me olvido completamente de mis amigas y de todo el mundo, solo me importa en este momento estar con él.
Nos dirigimos a un hotel de lujo, cuando él hace el check in escucho que dice a nombre de Archie Cornwell, pero era tanta la excitación del momento, que no le tome importancia.
Tomamos el elevador y llegamos al piso tres, nos dirigimos a la habitación 333, apenas la puerta se cerró yo me abalanzo sobre él, nos devoramos a besos, sus labios y los míos parecen no querer despegarse, de repente, sus besos empiezan a ser algo más bruscos, me muerde y aunque al principio me asusta sentir ese dolor tambien me excita.
Sigue besando por todo el cuerpo, pero esta vez también empieza a mordisquear uno que otro lado, hasta llegar a mis pechos, no puedo evitar sentirme excitada, aunque algo dentro de mí me dice que algo no está bien, que mi primera vez no debería ser de esta manera.
Así es, soy virgen, jamás he estado con un hombre ni se como actuar en esta situación, no se como parar, no soy una experta en esto, de hecho, el va hacer mi primera relacion sexual, asi que si, yo fui una estupida que se dejó llevar por el momento aunque me quise hacer la experta, fui una estúpida, lo sé, a pesar de eso, me digo que no importa, intento desvestirlo con movimientos torpes, el me tira a la cama sin compasión alguna, apenas estoy recuperándome de la impresión cuando él se desviste completamente y ante mis ojos queda a la vista su miembro viril listo para la acción, no tengo tiempo de reaccionar él me jala de las piernas y sin piedad alguna se introduce en mi, lanzo un grito de dolor, siento como si me hubiesen encajado mil agujas, las lágrimas bañan mi rostro y por más que suplico que pare a él no le importa y sigue embistiendo cada vez más fuerte hasta que logra correrse dentro de mí, Cae sobre mi y me susurra al oído—Gracias por tan precioso regalo, nunca había estado con una virgen.
Abro la boca desconcertada, si él sabía que yo era virgen ¿porque me trato así?
Intenta besarme pero me resisto, así que me toma del cuello y me dice mirándome a los ojos
—Tu me perteneces y de ahora en adelante eres y seras solo mia y tendrás que hacer lo que yo diga, ¿me entendiste?
Al mirarlo a los ojos veo que habla en serio y siento un enorme miedo que me recorre de pies a cabeza, solo atino a asentir, y sin mas preambulo vuelve a tomarme sin miramiento alguno, se vuelve a introducir en mi, no le importa mi dolor, ni mi sufrimiento, y yo solo quiero que acabe esta pesadilla que estoy viviendo. [url=[/url]