Caminas confiado por algún lugar, sin siquiera
pensar que tu vida será cercenada de un tajo
y entonces, disfrutare de tu dolor y sangre,
desatando un infierno que solo motivara
un poco mi vida aburrida y cansada
Pago Final
Capítulo cinco.
El vehículo de color negro sale del hangar del aeropuerto que está destinado para el avión particular de los Ardley, Elroy le da la orden al chófer para que se dirija a la quinta avenida de la gran manzana. Albert ve de reojo a su madre admira la gran templanza y serenidad que refleja las facciones de su rostro, le dice contrariado.
—¡Madre no entiende tu terquedad de irte a tu casa! Quédate unos días conmigo.
—Albert, este viaje duro más de lo que teníamos planeado. Tengo que arreglar unos asuntos que deje pendientes.
—Y no me digas que desde mi casa no los puedes arreglar. —Agrego el rubio con un poco de sarcasmo.
—¡Por supuesto que no! Entiende, son cosas de mujeres que tú no entenderías además en tu casa me siento como una prisionera.
—No digas eso mamá, mi casa no es una cárcel. Elroy ignoro el comentario de su hijo y le indico al conductor del auto que la llevara a la avenida Madison específicamente a la boutique de Giorgio Armani. Albert sabía perfectamente que cuando su madre se portaba de esta manera es porque no quería replica a sus decisiones.
Mientras su madre realizaba sus compras el rubio saco su dispositivo móvil y comenzó a analizar la situación que se presentaba en tiempo real en la bolsa de valores. Después de un rato al ver que su madre no tenía prisa en salir del lugar comenzó a explorar sus redes sociales y se encontró con una publicación donde la imagen principal era el rostro de Dorothy seguida de otras niñas, también encontró la imagen con el rostro de Cami, todas esas fotografías tenían la leyenda “desaparecidas” Albert sintió una sensación de miedo que lo invadió por completo, imágenes como un déjá vu vinieron a su mente de ambas chicas.
A ambas las vio en ocasiones diferentes cojeando y con golpes en los brazos y cara, las chiquillas minimizaban sus heridas diciendo que se habían caído o que habían tenido una riña con alguien conocido, en aquel entonces Albert se ofreció a ayudarlas, pero ellas se negaban tajantemente.
Cuando dejo de ver a Dorothy en la casa de su madre, ella le dijo que simplemente se fue sin decir nada y fue lo mismo con Cami y entonces vino como un flash a su mente, el día que tuvo un encuentro con la persona que les daba mantenimiento a los prados de la casa.
—Señor tiene que contratar a alguien que venga a dar limpieza a los drenajes que vienen a dar al jardín trasero, uno de los prados tiene un agua que huele muy mal.
—No te preocupes contratare a alguien a la brevedad posible. Cuando Albert mando a la compañía que se encargaría del trabajo, su madre los despacho diciendo que el problema estaba resulto. El joven no quedo convencido, entonces acudió a la casa de su progenitora, la busco por todos lados y no la encontró, sin darse cuenta llego hasta el sótano de la casa. En ese momento supuso que no estaba y pensó en retirarse, pero comenzó a escuchar sonidos raros en el lugar; crujidos fuertes de algo que se rompe, como si fuera un molino que está triturando algo muy duro. Toco la puerta varias veces y llamo a su madre, el sonido ceso y no escucho nada más; volvió a tocar un par de veces más, llamo a su madre de nuevo, pero no obtuvo una respuesta.
Entonces recordó que en la salita de descanso de Elroy, dentro de un cajón de una cómoda hay un juego de llaves de todas las puertas de la casa, encamino sus pasos hasta el lugar y comenzó a buscarlas, estaba tan entretenido en su labor que no escucho cuando su madre entro en la habitación.
—No te parece que es de muy mal gusto husmear y meter la nariz en casas ajenas.
—¡Madre! Me ha metido un susto tremendo. —Asevero el rubio tocándose el pecho. —¿a qué hora entro que no la vi?
La mujer no le contesto, visiblemente trataba de controlar su ira —¿Qué buscas?
—Es que yooo… no la encontraba por la casa y entonces escuche unos ruidos raros en el sótano y… —Elroy sonrió fríamente y su contestación fue ecuánime.
—No te preocupes por eso, había un problema con las tuberías que ya arreglaron. Lo que escuchaste tal vez sea un golpe de ariete*.
—Tiene razón pudo haber sido eso. — Albert se acercó a su madre para saludarla, cuando la iba a besar en la mejilla vio una mancha en el cuello de su blusa. —¿Qué tiene aquí madre, parece sangre?
De un manotazo Elroy alejo la mano de su hijo, con molestia se dirigió al él —Sangre ¡estás loco! Debe de ser un poco de labial.
La explicación de su madre en ese momento sonó lógica para Albert, pero ahora, hay algo instintivo hace que se comunique a la línea de teléfono que hay al final de la publicación, palpo la pantalla de móvil y se enlazo la llamada.
Después de un par de horas Albert espero pacientemente a que su madre termina con sus compras, la llevo a comer a un buen restaurante de la zona y hablaron de los proyectos que se pudieron concretar con el viaje. La presencia de Elroy fue de vital importancia para cerrar favorablemente las negociaciones.
Ya estaba oscureciendo cuando el automóvil de los Ardley se enfilo por las avenidas de la ciudad en dirección a la casa de Elroy. La calle donde está ubicado el domicilio, esta desierta cosa que no es raro en el vecindario. El portón eléctrico se habré y entra el vehículo a la casa, entonces Elroy se da cuenta que su casa esta atestada de policías, hay vehículos de investigación criminal y forense. La mujer baja del auto hecha una furia tratando de obtener una respuesta, los detectives Neil Leagan y Terry Granchester se acercan a ella y se presentan respectivamente.
Terry procede a recitarle sus derechos y le informa sobre la situación, —Elroy Ardley queda usted detenida por el asesinato en primer grado contra las niñas Dorothy Johnson y Cami Smith. Puede permanecer en silencio porque todo lo que diga puede ser utilizado en su contra en un tribunal. Puede solicitar un abogado, sino puede costearlo, se le proporcionará asistencia legal pública. —mientras Neil le colocaba las esposas.
—¡No me toque barbaján! ¿sabe con quién está tratando? ¿Qué haces Albert? —Elroy mira a su hijo que no mueve ni un solo dedo —¡detén a estos hombres! ¡Que no me toquen! —grita la mujer fuera de sí. Albert solo bajo su mirada y un suspiro lleno de dolor salió de él.
—No puedo madre, —la miro, sus ojos razados de agua. Con voz firme agrego —Debes de responder por tus acciones y acerté responsable de tus actos.
—¡No Albert! ¡nooooo! ¡Que no me lleven, hijo por favor!
—No madre, usted siempre me inculco valores y principios; una moral basada siempre en la verdad y la justicia, un camino recto y sin mancha, ¡¿recuerda!? No me pida que haga lo contrario.
Esa tarde cuando la llamada fue enlazada con el detective Terrence Granchester, Albert se enteró de las atrocidades que cometió su mamá y entonces decidió que él entregaría a su madre a la justicia para que pagara por sus crímenes.
FIN.
*Golpe de ariete: Aumento repentino en la presión causada por un cambio rápido en la velocidad del caudal de la tubería.
Espero que hayan disfrutado de la lectura.
Gracias por acompañarme en este maravilloso viaje.
Última edición por Inez Ruiz el Miér Mayo 03, 2023 10:01 pm, editado 1 vez