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Hola chic@s 
Les traigo este pequeño songfic de la canción:
Nothing's Gonna Stop Us Now Espero les guste 
Ahora nada nos detendrá
Estoy parado al pie de las escaleras mirándote desde lejos. Veo que eres feliz atendiendo esa clínica, que a su vez lleva el nombre de “Clínica feliz”.
Albert está parado a un lado mío y coloca una mano en mi hombro, diciéndome que me de cuenta, que tu estás tratando de seguir adelante, que imite tu ejemplo, pero algo en mi corazón me grita que no, que vaya detrás de ti.
Y sin hacer caso a lo que me dice Albert, bajo de prisa esas escaleras, y gritó tu nombre, para que me puedas escuchar.
Te quedas paralizada, cuando me ves correr hacia a ti.
Llegó frente a ti, te tomó de las manos y
Mirando en tus ojos veo un paraíso,
este mundo que encontré
es demasiado bueno para ser verdad.
Aquí parado a tu lado,
quisiera tanto darte
el amor que siento por ti en mi corazón.
- ¡Candy por favor! ¡Vuelve a mí! – Te suplico con mi voz entrecortada.
Con lágrimas corriendo por tus mejillas, asientes con la cabeza. Te es difícil pronunciar palabras, aún sigues impactada al verme frente a ti.
Pero no temas pecosa, todo lo que digo es verdad. Te quiero a mi lado, no quiero estar más separado de ti.
Déjales que digan que estamos locos,
no me preocupo por eso.
Dame la mano cariño,
ni siquiera mires atrás.
Deja que el mundo a nuestro alrededor se despedace,
cariño, podemos hacerlo si estamos juntos.
Aún dudosa me preguntas:
¿Y podemos construir este sueño juntos,
aguantando con fuerza para siempre?
- ¡Claro que si mi amor! ¿Me amas?
- ¡Con todo mi corazón! – Me respondes y me abrazas colgándote de mí cuello.
- Estamos juntos en esto pecosa y
Ahora nada nos va a detener.
Y si este mundo se quedara sin amantes,
todavía nos tendríamos el uno al otro.
Nada nos va a detener,
ahora nada nos va a detener.
Te invito a caminar juntos y tu me pides un momento, para ir a avisarle a el Dr. Martin, que me presentas, cuando sale de la clínica al lado tuyo.
- Así que tú eres el motivo, por el cuál mi enfermera favorita, suspira diariamente, ¿eh? – Me dice el Dr. Martin, guiñándome un ojo.
- ¡Dr. Martin! – Lo reprende en un grito de reclamo, mi amada pecosa.
- No te molestes amor, al igual que tú, yo no hago otra cosa más que pensar en ti- Tomo su mano, para atraerla hacia a mí, y poder abrazarla.
Candy sonrojada, se despide del Dr., y nos alejamos de la clínica.
Nos detenemos, cuando Albert se para frente a nosotros. Y nos mira seriamente.
- Albert yo… - Dice Candy en voz baja.
- ¡Tranquila pequeña! ¡Ve con él! Sabes que siempre estaré aquí para ti y te apoyaré en lo que necesites.
- ¡Gracias Albert! – Extiendo mi mano y el me corresponde apretando fuertemente. El asiente con la cabeza y nos dice, que nos espera más tarde, en el departamento, para hablar de algunos asuntos que nos conciernen a ambos.
Caminamos tomados de la mano, lanzándonos miradas llenas de amor. Llegamos a un parque y buscamos una banca. Nos sentamos en ella, para poder platicar sin que nadie nos moleste.
Me miras de frente y tomas mi rostro entre tus manos y me dices:
Estoy tan contenta de haberte encontrado.
- ¡Y yo tan feliz de que me hayas aceptado! – Te digo y busco tus labios para besarlos, esperando no ser abofeteado como esa primera vez.
Sonrío de felicidad, al ver que me correspondes.
No voy a perderte.
Cueste lo que cueste, estaré aquí contigo.
En los buenos tiempos, y en los malos.
Cueste lo que cueste, es lo que voy a hacer.
- ¿Y que dirán los demás? ¿Susana? ¿Su madre? – Me preguntas con un temor en tu voz.
Te miro a los ojos para decirte firmemente:
Déjales que digan que estamos locos,
qué saben ellos.
Abrázame cariño, no lo dejes pasar.
Deja que el mundo a nuestro alrededor se despedace,
cariño, podemos hacerlo si estamos juntos.
- ¡Tienes razón amor! – Respondes emocionada.
Y podemos construir este sueño juntos,
aguantando con fuerza para siempre.
Ahora nada nos va a detener.
Y si este mundo se quedara sin amantes,
todavía nos tendríamos el uno al otro.
Nada nos va a detener, nada nos va a detener.
Me abrazas y confías en mí, devolviéndome el beso y yo siento ese sabor de tus dulces labios, acariciando los míos, entregándome con esa caricia todo ese amor, que creía haber perdido.
Y entre beso y beso aún pegado a tus labios, susurro
Oh, todo lo que necesito eres tú,
todo lo que alguna vez necesité.
Y todo lo que quiero hacer,
es tenerte, siempre, para siempre jamás.
Te separas de mis labios, colocas tu cabeza sobre mi hombro, sin soltarme de la mano. Y platicamos de nuestros planes, con la promesa de no separarnos nunca más.
Un mes después, nos encontramos caminando juntos, saliendo de la iglesia, tu luciendo hermosa en ese vestido blanco y yo sintiéndome orgulloso de ti.
Y mirándonos a los ojos juntos pronunciamos con convicción:
Y podemos construir este sueño juntos,
aguantando con fuerza para siempre.
Ahora nada nos va a detener.
Y si este mundo se quedara sin amantes,
todavía nos tendríamos el uno al otro.
Nada nos va a detener, nada nos va a detener.
Nada nos va a detener, ahora nada nos va a detener.
FIN
