Hola chic@s aquí les traigo la 3ra parte de este songfic Gracias por leer Art. Betty Graham
Solamente tú
Parte 3
Terry se puso de pie y fue directo a buscar a Susana, la tomó del brazo para levantarla bruscamente del suelo, donde Candy, la había dejado tirada y de la misma manera, como ella gritó, Terry levantó la voz, para que todos escucharan lo que diría.
- ¡Escúchenme todos! Esta mujer, acaba de ser la causante de arruinar mi vida, pues gracias a su engaño, he perdido a mi verdadero amor ¡Ahora si apláudanle a esta arpía, ya que es la peor de todas!
Terry soltó del brazo a Susana, el cual lo tenía tomado con fuerza, que, al momento de soltarla, hizo que Susana cayera de nuevo al piso.
Terry tomó el anillo, arrebatándoselo a Susana de la mano, y señalándola con un dedo a la cara, le gritó:
- ¡Te prohíbo que te acerques de nuevo a nosotros! ¡Si te vuelvo a ver cerca! ¡Me veré obligado a tomar medidas drásticas y sabes que no estoy jugando!
Susana, tembló ante el pánico, que le ocasionaron esas palabras, ya que sabía que Terry era un abogado de prestigio, que contaba con muchos aliados y gente de poder.
Se levantó rápidamente y salió huyendo del restaurant, ante la mirada despreciativa de todos los presentes.
Terry, colocó el anillo de nuevo el estuche y lo guardó de nuevo en el bolso de su saco, salió del restaurant, bastante decaído, pero él no se daría por vencido. Lucharía por su amada pecosa, hasta poder explicarle, como realmente sucedieron las cosas y así conseguir su perdón. Ella era su razón de vivir y no descansaría hasta tenerla de nuevo a su lado y al fin poder unir sus vidas ante Dios.
Y así lo hizo, tenía más de un mes, luchando por su perdón, y ahora que por fin Candy había escuchado su versión de los hechos, rogaba, para que creyera en él, y así demostrarle, lo mucho que la amaba y extrañaba.
- ¡Pecosa di que me crees, por favor yo te amo! - Le rogaba Candy a Terry.
Terry notó como Candy aún dudaba y se hincó para tomar su mano y recitarle:
Perdona es que yo caminaba por aquí y en tu alcoba vi la luz
Perdona mi actitud quizá debí llamar y no presentarme así
Perdona la ocasión, así lo decidió y de vuelta estoy aquí
Creo que me equivoqué
Que bella que te ves
Ya no puedo seguir
Mi vida eres tú y solamente tú
Tratando de explicar su mano le tomé
Y la intenté besar
Mi vida eres tú y solamente tú
Abrázame y veras que aún en nuestro ser
Hay fuego que apagar
No sabes que tan mal lo puede uno pasar ausentándose de ti
Cada día yo traté de conseguir tú perdón y de nuevo fracasé
Ya vez hoy regresé con mi vergüenza estoy cara a cara frente a ti
Si me quedo dímelo y si tengo que partir perdona es que aún
Mi vida eres tú y solamente tú
Abrázame y veras que aún en nuestro ser
Hay fuego que apagar
Mi vida eres tú y solamente tú.
Candy lo miraba, con sus ojos empapados en lágrimas. Lo tomó de la mano, para que se levantara, y se colgó de su cuello, para unirse a él, con un beso ansioso y desesperado, demostrando con él, lo mucho que lo había extrañado.
Terry animado por la respuesta, aprisionó con sus manos, fuertemente la cintura de Candy, para pegarla más a su cuerpo.
Cuando el beso terminó, por la falta de aire en ambos. Terry limpió con sus pulgares, las lágrimas que corrían por las mejillas de su pecosa.
- ¡Te amo tanto Candy! No sabes la agonía que he pasado en estos días sin tenerte a mi lado.
- ¡También te amo Terry! He sufrido mucho, al creer, que me habías cambiado por esa arrastrada. Me dolió mucho pensar, que después de tanto haber planeado unir nuestras vidas en matrimonio algún día. Habías decidido, unirte a esa mujer, que tantos problemas nos ha causado.
- ¡Jamás mi amor! ¿Cómo pudiste dudar de mi amor por ti? ¿Qué acaso no te he demostrado, lo mucho que te amo?
- No mucho, necesito más pruebas. - Dijo Candy, tomando su mano, para invitarlo a entrar a su recamara.
Terry entró gustoso, y se giró para cerrar muy bien la ventana y cortinas, pues lo que sucedería en esa habitación, solo era cosa de dos personas, que se amaban locamente, y estaban en plena reconciliación.
Continuará.....