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LA TANGUUTA ROJA
PARTE 2 FINAL
Las “4KACP”
es el grupo de WhatsApp que la mujer de Albert creó para estar en contacto con sus amigas: Candy, Annie y Patty.
El mensaje decía lo siguiente
Reunión URG.
MOTIVO: Hombre infiel.
HORA: 3 p.m.
LUGAR: El de siempre Dulce&Kremoso.
—Karen, qué sucede. Por qué has citado a esta reunión urgente, qué pasa con ese motivo de reunión —preguntó una Cand asustada.
—¿Acaso se trata de uno de nuestros esposos? —susurró Annie, pensando en Archie.
—¡Es Albert, es Albert!, mi esposo
—señaló llorosa.
—¿¡Quééé!?
—respondieron las tres al mismo tiempo.
—Tiene que haber un error. Estás segura —dijo una serena Patty.
Albert y Karen se enamoraron desde la primera vez que se vieron. En una de las tantas funciones que presentaba la compañía interpretaba el papel de Cleopatra cuando ese rubio se quedó hipnotizado por sus coquetos movimientos de cadera y su mirada sexy y sensual. Desde ese día, ella se convirtió en la mujer perfecta con labios de fuego.
Su boda fue solo con los amigos y familiares cercanos, ajena del mundo del espectáculo.
A Karen no no solo le apasionaba el teatro, también el mundo de los negocios, por eso no se le hizo difícil renunciar y trabajar junto al rubio en sus empresas.
¡Ah!, también porque era una mujer celosa y cuidaba lo suyo. Como ella siempre bromeaba, soy la versión femenina de Terry.
—Hallé esta tanga roja en el coche de mi esposo, en el asiento del copiloto y mía no es. Próximamente exesposo, por cierto. Tengo una larga lista de sospechosas y es todo un ¡fandom!, encabezado por
• Shalova
• Lady Letty
• Noelia Graham
• Marlene White
•Astrid Grahamm
• Evelyn Rivera
•Ximena Torres
• Lorena
• Letis
• Go Eun
¡Uff! La lista es enorme, pero lo negaron. Aunque pude leer en la mirada que una de ellas, cuál canción de Paulina Rubio, me decía: mía esa tanga es mía.
—¿Una tanga roja?
—dijeron las chicas riéndose.
—Sí. Aquí está el objeto del delito y no se rían.
Karen llevaba la tanga roja guardada en una funda de plástico. Annie, colocándose una mascarilla y unos guantes, le pide la prenda para revisarla.
—Karen, te has fijado que esta braga es nueva, no ha sido utilizada y cabe la posibilidad de que podría ser tuya.
—Mía no es. Por qué lo dices.
—Porque tiene un diseño exclusivo de nuestras creaciones con Archie. Fíjate bien es un diseño de un águila y con dos pequeñas letras que son la KA, Karen Ardlay.
—Ay, no —dijo ella.
—Por qué ese ay no. Si la prenda es tuya Eso significa que Albert no te ha sido infiel.
—Estoy frita. Después de haberle lanzado la secadora de pelo, las 2 planchas, perfumes, vasos de cristal, la vajilla completa me advirtió que él no era infiel y que cuando me lo demostrara me iba a arrepentir y no había vuelta atrás.
—Annie, haz las investigaciones con tu equipo y nos reunimos mañana a esta misma hora y en este mismo lugar, ¿estamos chicas?
—dijo Patty
—Sí.
Uno de los meseros que había atendido la mesa de las 4 mujeres escuchó todo y se decía para entre sí, este lugar ya no es Dulce&Kremoso, sino dulce y chismoso.
Al día siguiente estaban reunidas una Karen nerviosa, esperaba los resultados que su amiga Annie le iba a mostrar.
—Y, efectivamente, esta tanguita roja es un exclusivo diseño para ti, tú lo escogiste —le indicaba la pelinegra de ojos azules.
—Habla con Bert —la alentaó la Pecosa— es un hombre comprensivo y te va a entender.
—No es tan fácil mi querida Candy, tú conoces la faceta de Albert como amigo, pero yo lo conozco como hombre y sé por qué te lo digo.
En un bar había una reunión de Caballeros que estaban al tanto de todo lo ocurrido.
—Patty se quedó boquiabierta con esa lista inmensa que tiene Karen de sospechosas, porque aún no la descarta del todo
—dijo Stair.
—Las sospechosas, qué, solo era una dijo asombrado el rubio.
—Sí, aquí están los nombres: Shalova, Lady Letty, Noelia, Marlene, Astrid, Ximena, Letis, Go Eun, Evelyn...
—enumeraba un divertido Archie.
Stair nota el ceño fruncido en Terry y le pregunta —qué te pasa, amigo, por qué estás así.
—Todas estas chicas que has nombrado son las presidentas en sus países de mi club de fans, no puedo creer que Karen sospeche de tan bellas mujeres. Estoy celoso ja, ja, ja.
—Que no te escuche Candy que es otra celosa —se burló Albert.
En Dulce&Kremoso
—Hay que buscar una manera para reconciliarlos —dijo Patty.
—Sí, pero cuál.
—El escenario del teatro —agregó Candy emocionada. Terry me confesó que si pudiese montaría una obra de teatro con esta historia, pero por lealtad a sus amigos no lo hará.
—Claro, una función. Seré la protagonista de esa obra para así alcanzar su perdón.
Terry aceptó la propuesta de montar en escena ese monólogo en donde Karen es la protagonista principal.
Candy se encargaría de convencer y llevar a Albert al teatro.
El teatro estaba a reventar, al público le llamó mucho la atención de qué se trataba esa obra y sobre todo porque se había mantenido oculto el nombre de la protagonista.
Terry da la bienvenida y llama al escenario a una mujer con un vestidito rojo del público.
Karen sube al escenario y Albert intenta marcharse, pero es detenido por Candy y se queda a escuchar la función. Cuando se resuelve el problema de quién es la verdadera dueña de la tanguita roja, Álbert se levanta dispuesto a salir, una asustada Karen no le queda más que improvisar y empieza a decir
—Y a esa mujer por ser tan necia no le queda más que pagar su culpa sacándose prenda por prenda.
Al escuchar esas palabras de la mujer de labios de fuego, Albert se detiene porque sabe que Karen es capaz de quedarse en ropa interior y en dos zancadas está en el escenario, le quita la tangguita roja de las manos, le empieza a besar para luego decir la siguiente escena está restringida, no es apta para el público porque la concluiremos en nuestra cama.
FIN
