Buenas noches bellas lectoras y guerreras de este bello y muy entretenido forito, aquí les dejo la continuación de la historia No Me Dejes, abajo les dejo el link del capítulo anterior por si gustan leerlo de nuevo, de antemano les agradesco por seguir la historia.
Feliz noche!
"NO ME DEJES"
By: Lady Lumont
Capítulo 10
Susana caminaba inquieta de un lado a otro en la sala de estar de la casa, sentía que esta vez sí se le habían salido fuera de control sus planes.
–¡Susana! ¿Por qué estás tan inquieta? –dijo Nicole bajando las escaleras del segundo piso.
–¡Oh Nicole! –dijo Susana preocupada.
–¿Qué pasa, que tienes? –preguntó Nicole.
–¡pasa que esa mujercita se ha convertido en un dolor de cabeza para mí!,...¡no sé por qué diantres Candy tiene apagado el teléfono!.
–tranquila tal vez está durmiendo, aún es temprano –le dijo Nicole sentándose en el sofá.
–¡no Nicole!, algo está mal y no responde mis llamadas desde anoche, seguramente esa Candy está tramando algo.
–Susana, no hagas conclusiones antes de tiempo.
–Nicole estoy segura que apagó el teléfono porque nos está evitando.
–puede ser, ayer Candy salió muy molesta de aquí.
-oh Nicole, y si esa impostora decide contarle toda la verdad a Terry!,...qué haremos? arruinará todos mis planes!...pero ya no puedo esperar más, voy a su casa a averiguarlo –dijo decidida Susana y por lo cual Nicole salió tras ella.
–Candy, tu teléfono aun sigue apagado, espero que todo esté bien, me dirijo a la dirección que me dijiste ...¡ya quiero verte! – dijo Terry dejando un audio de voz al móvil de la ojiverde.
Mientras tanto Candy se despedía de Patty, la rubia había decidido pasar algún tiempo con su madre en Nueva Jersey.
–¡Patty! ¿Qué haces en casa? dijiste que no querías estar cuando yo me fuera -dijo Candy
–lo sé, es que no me gustan las despedidas pero no me aguanté y quería decirte algo antes de que te marcharas. -dijo Patty
-¿Qué cosa? - preguntó Candy muy curiosa.
–en algunos días tendré tiempo libre y te visitare en Nueva Jersey -le dijo Patty
–¡oh Patty que alegría!, y yo te estaré esperando allá, sabes que eres mi única y gran amiga y siempre será bueno tenerte cerca -dijo Candy muy feliz.
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Mientras tanto en Lakewood Karen angustiada conversaba con su madre.
–todo terminó madre, mis sueños de ser una profesional ya no podrá ser ahora mi padre me obligará a casarme con Leo -dijo Karen rompiendo en llanto.
–tranquila querida, no pierdas las esperanzas sé que podemos encontrar una solución -le dijo Olivia consolándola.
–pero tú vistes como él reaccionó, no madre se acabó…que voy hacer ahora -dijo Karen
Olivia no sabía qué más decirle a su hija para consolarla, solamente la abrazó para hacerla sentir que no estaba sola.
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En Nueva York, Susana y Nicole caminaban por una zona residencial buscando la dirección donde vivía Candy y de pronto Susana vio pasar un auto y reconoció al chico que lo manejaba.
–¡mira Nicole es el chico que vimos el otro día! -dijo Susana
–¿y qué está haciendo aquí? -dijo Nicole sorprendida.
Al verlo estacionar Susana y Nicole se escondieron detrás de un auto para observar hacia dónde él se dirigía, y cuál fué su sorpresa al ver al chico bajar del auto y dirigirse hacia una chica que venía saliendo de un edificio, luego la besó en los labios y la estrechó en sus brazos.
–¡es Candy! -dijo Susana sorprendida y molesta.
–entonces…¿él es Terry? -dijo Nicole sin poder creerlo.
–qué es lo que intenta hacer -dijo Susana enojada al ver que Terry subía una maleta de Candy al auto y luego verlos marchar juntos.
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Albert había llegado a la casa de Karen para hablar con el padre de ella.
–Buenos días señor James,..tenemos que hablar de la situación de su hija -dijo Albert al hombre cuando éste le abrió la puerta, luego se dirigieron a la sala de estar donde se encontraban Karen y Olivia.
–mire joven esta es la situación,...tengo una deuda muy grande con el señor Smith el padre de Leo, desafortunadamente no tengo el dinero para pagar esa deuda, y como Leo está enamorado de Karen, el señor Smith dice que si ellos se casan la deuda quedará saldada.
–Señor en qué siglo cree que vive, cómo es posible que puedan seguir haciendo matrimonios por contrato.
–así funciona aquí joven y ellas lo saben son nuestras tradiciones, las chicas tienen que estar dispuestas a casarse por el bienestar de su familia y sus padres.
–¿Y usted le ha preguntado la opinión a su hija o qué es lo que quiere?
En ese momento alguien tocó a la puerta y fueron interrumpidos por Leo
–de nuevo estás aquí Arlay -dijo Leo con una mirada amenazadora.
–Así es, y no me iré hasta resolver esta situación -respondió Albert mirándolo fijamente a los ojos.
–Leo por favor debes de irte tengo que hablar con el joven, después iré a verte cuando termine -dijo James nervioso.
-espero que sea algo breve -dijo Leo molesto y se marchó.
–ahora esto va a empeorar joven, Leo le va a decir a su padre que usted estaba aquí y…
–llamale al señor Smith y dígale que me busque de inmediato –dijo Albert poniéndose de pie para marcharse.
–Karen no te preocupes, yo provoqué todo esto y lo voy a solucionar quedate tranquila -dijo Albert luego le dijo a James que fuera con él, el rostro de karen cambió de una tristeza profunda que sentía en su corazón a una gran felicidad y un nuevo sentimiento se apoderaba en ella.
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–Terry, gracias por ofrecerte a llevarme a casa de mi madre, pero no te hubieras molestado yo me hubiera ido en un taxi. -le dijo Candy
–no es molestia Candy, para mi es un placer hacerlo además no voy a permitir que mi novia ande en taxi -dijo Terry sonriendo y colocando su mano sobre la de Candy.
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En una cafetería en Lakewood estaban reunidos Albert, James, Leo y el señor Smith.
–ya el señor James me habló de la deuda que tiene con usted, vayamos al grano yo le pagaré todo ese dinero y usted dejará de insistir sobre el matrimonio con Karen -dijo Albert
–escúchame bien Ar…-interrumpió inmediatamente muy molesto Leo, pero su padre lo detuvo y luego dijo.
–esto ya no se trata de una deuda Albert, ahora es una cuestión de honor, cómo le explicaré al pueblo que ahora resulta que Karen ya no se casará con mi hijo, esto afectará mi reputación.
–bueno señor eso debieron pensarlo desde antes, acepte mi oferta…porque si se niega a aceptarla ya no podré comprarle su propiedad, y mejor haré negocios con las personas que tienen propiedades aquí y su lote perderá valor y nadie lo comprara -dijo Albert dejando pensativo al hombre.
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Susana y Nicole decidieron caminar por el muelle para calmarse un poco.
–ugg esa Candy ignoró mis órdenes, ahora no me quedará de otra que acabar con ella, le dije que terminara la relación con Terry y mira lo feliz que se ve la muy -dijo Susana furiosa.
–si esa chica fué demasiado lejos –dijo Nicole.
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Albert y James llegaron nuevamente para hablar con Karen.
–adelante señor Ardley, pase siéntese está usted en su casa -dijo James abriendo la puerta amablemente.
James llamó a su hija y Olivia a la sala, ya que estaban todos juntos Albert empezó.
–Karen, solo quería decirte que hice un trato con el padre de Leo, van a cancelar tu matrimonio tu padre les contará el resto ahora tengo que irme -dijo Albert sonriéndole a Karen.
–¡madre por fin ya soy libre, soy libre! -dijo Karen feliz corriendo abrazar a su madre, Olivia no podía estar más feliz al ver que su hija sonreía nuevamente.
Después de un rato Karen se dirigió al hotel donde se hospedaba Albert, y al verlo que él se dirigía hacia el elevador corrió y lo llamó.
–Señor Ardlay! perdon que lo moleste, pero es que no pude agradecerle por lo que hizo por mí -le dijo Karen
–no es necesario que lo hagas -dijo Albert
–claro que sí, me salvó de tener una vida miserable -dijo Karen
–bueno, espero que me busques cuando llegues a Chicago y no dejes de estudiar haz que tus sueños se hagan realidad -le dijo Albert
–muchas gracias señor Ardlay -dijo Karen arrojándose a sus brazo –bueno será mejor que me vaya cuidese mucho -le dijo Karen y se marchó.
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Candy y Terry llegaron a Nueva Jersey, la rubia al ver que se acercaban a la casa de su madre, le pidió a Terry que se estacionara y mejor caminaran un poco.
–si te soy sincero no me gustó que este viaje se pasara tan rápido, porque sé que son los ultimos minutos de este dia que pasamos juntos -dijo Terry un poco triste.
–sí todo debe llegar a su fin -respondió Candy tristemente.
–¿Candy porque hablas como si fuera una despedida?
–no Terry, no fué así,...mira creo que ya debo de irme, mi madre me espera -dijo la rubia esquiva.
–déjame llevarte hasta tu casa -le dijo el castaño deteniendo su andar para luego tomarle las manos.
–no, primero debo de solucionar algo sola -le dijo inmediatamente Candy.
–Gracias Terry por todo, fueron los mejores días de mi vida -agregó Candy después.
–Fue el comienzo de nuestro futuro juntos, nos vemos pronto -dijo Terry luego se abrazaron fuertemente que no querían separarse, luego se vieron a los ojos por un momento para después terminar con un profundo y largo beso.
–¡Oh, casi olvido darte esto! -dijo de pronto Candy, sacando la carta de su bolso.
–toma léela cuando estés en casa sí
–Está bien lo haré -le dijo Terry dándole un último beso de despedida.
Miriam Marlow estaba feliz de ver quien estaba frente a la puerta de su casa en cuanto la abrió.
–¡Susana, bienvenida hija, ven ven a darme un abrazo! por fin llegaste estas hermosa -dijo la mujer a una Susana que no era de su gusto estar ahí sino por obligación.
Mientras tanto en otra residencia el corazón de otra madre se llenaba de felicidad.
–¡sorpresa! -exclamó Candy en cuanto su madre abrió la puerta.
–¡hija, bienvenida! cuanta falta me has hecho mi niña, ya te extrañaba mucho -dijo Roselyn la madre de Candy.
Continuará……