Linda noche.
Capítulo 6
Terry no está
_ ¿Qué pasa? ¿Acaso quién tiene tanta prisa de localizarte? ¿Tú madre, o tú hermana? ¿O, alguna amiga solitaria que quiere contarte sus penas? Susana se incorporó de su regazo.
_ ¿Vamos cuál es el problema porque no quieres contestar? ¿Ni siquiera estando aquí conmigo puedes estar desconectado? Y a estas horas de la madrugada ¿quién puede ser tan irrespetuoso?_ Kristian miraba a Susana con molestia.
_ ¿ Quieres que le conteste?_ Volteó el móvil y Susana vio que era Joseph. Quedando mudá. El teléfono se apagó y luego sonó el de ella.
Susana solo miró, y dejó que replicará hasta que se colgó.
El moreno harto le devolvió la llamada, una normal para que no viera que estaba en casa de Terry.
_ Hola, Joseph, ¿no tienes sentido del tiempo? ¿ Por qué me llamas a estas horas de la madrugada? El rostro de Kristian se quedó serio y pálido mientras escuchaba a su primo al otro lado del teléfono, mientras Susana lo miraba sin entender.
_ No…puede ser._ Dijo entre los dientes.
_ Repítelo._ Kristian puso el altavoz.
_Te estoy diciendo que no se cómo pero perdí a Terry, llevé toda la noche tratando de recuperar su señal pero solo no existe, no me puedo comunicar con él, no sé si algo pasó, solo sé que sus coordenadas siguen activas de forma muy débil por el auricular por suerte está unido a los latidos de su corazón, pero no sé más, no tengo forma de comunicarme con él._ Susana tenía sus manos en su boca con sus ojos sumamente abiertos tratando de ahogar cualquier sonido, ya que Joseph sabría que estaban juntos.
_ ¿Puedes hacerlo volver?_ preguntó Kristian tratando de sonar tranquilo.
Después de un corto silencio y un largo suspiro se oyó.
_ No sin el reloj, no se como, debe tener el artefacto para hacerlo regresar._ Sonó derrotado.
Terry se quedó pasmado, al escuchar que Candy lo llamó por su nombre.
Al estar la puerta entreabierta Dorothy se acercó.
_ ¿Candy dijiste algo? Preguntó.
_ Nada Dorothy, que estoy bien, ¿puedes cerrar la puerta que deseo descansar?_ Candy le dio una cálida sonrisa en muestra de estar bien. La empleada miró a Georges y éste después de ver a Candy mejor asintió en que la dejara sola.
La ojiverde no era tonta y sabía que la tenían vigilada; así que tomó su diario y pluma y escribió.
_ ¿Quién eres Terry? Terry sin acercarse mucho leyó, y se quedó mudo sin saber qué responder. ¿O si solo dejaba que Candy creyera que era producto de su imaginación?_ Se cuestionó.
_¿Quién eres y qué quieres de mí?_ Escribió la rubia insistente a un consternado Terry.
Candy señaló de nuevo algo molesta por no recibir respuesta.
_ No tenemos tiempo, las personas creen que estoy loca por tu culpa, así que explícame que pasa._ Eran las palabras escritas por Candy de nuevo ante la mirada del castaño.
Terry finalmente se acercó al oído de Candy.
_ No tengas miedo, solo quiero ayudarte._ Candy se turbó ante las palabras suaves que escuchó en su oído. Tapando su boca para ahogar un gemido descubriendo que él era real.
_ ¿Qué pretendes? Dijo Candy confundida en voz baja.
_ Nada señorita Candy solo darle el medicamento que le receto el médico._
Dorothy entraba en esos momentos al cuarto con un frasco de gotas y un vaso de agua.
Terry se retiró de la cama y Candy vio como donde se hundió el colchón por Terry poner su mano para hablarle se levantó de nuevo.
_ Señorita Candy, Todo está bien el médico le mandó reposó para que llegue bien a su casa._ Fueron las palabras de su amiga.
Candy se rehusó pero al ver a Georges en la puerta asedió. Lo tomó y Georges se dio media vuelta para dar instrucciones a los jóvenes que harían turno en el día.
En el momento en que la empleada descargaba la Charola y Candy boto el contenido en una planta que tenía al lado de su cama.
Dorothy se sentó a su lado. Con cara de cansancio y preocupación.
La pecosa después de cinco minutos comenzó a bostezar de forma constante y a entré cerrar los ojos. Después de un largo bostezo miró a su mucama y le dijo.
_ Estás cansada, tu noche no fue buena al igual que la mía. Yo quiero dormir, ver a descansar. No me levantaré, si necesito algo los empleados me ayudarán o te llamarán.
Su amiga la observó y vio que las gotas que Candy ingirió ya estaban haciendo efecto.
_ Bien, será solo un par de horas, pero si me necesitas no dudes en llamarme._ Dijo una cansada Dorothy.
_Claro, estaré bien, confía. Candy apretó las manos de su amiga.
La mucama se puso en pie y tomando la temperatura de Candy y viendo que estaba bien salió del camarote.
Candy al verse sola se sentó en la cama de nuevo.
_ Terry, Terry._ Susurro. Para que nadie entrará.
Terry que seguía cada pasó de la jovencita se acercó.
Candy sin decir palabra con su mano palmeó el borde de su cama diciéndole que se sentará.
Terry que iba a tomar asiento en la silla al ver que la joven no le temía, a diferencia suya que está aterrado se sentó con suavidad.
Candy aspiró hondo su aroma.
La rubia sentía un aliento suave contra su cara, su corazón latía fuerte, más que tener temor estaba encantada, su cuerpo vibraba y sentía un cosquilleo en su vientre. Sensaciones nuevas para ella. _¿Estoy loca?_ Se preguntó. Pero loca o no, quería vivir lo que sentía en ese momento. Entré cerrando los ojos, y Terry que estaba fascinado viendo minuciosamente cada detallé de la rubia, en su mente pensaba que las antiguas fotografías no le hacían justicia a semejante belleza. Al ver que Candy lo sentía y no rehuía acercó más su cara contra la suya.
Pero una imagen le perturbó su cabeza.
_ ¡Susana!_
Kristian llegaba al laboratorio a toda prisa con la esposa de Terry.
_Señor esper…_ La secretaria fue cayada con un gesto de “no te metas” de Kristian y una Susana tras él molesta y preocupada.
_ ¿Tendrás que explicarnos qué es la tontería que me dijiste por teléfono?_ Kristian volteó a su primo que estaba frente a las pantallas tratando de hallar una respuesta.
Susana tras él vio a un Joseph candado, con ojeras y bastante preocupado.
_ Terry desapareció, y por más que trató no logró hacer contacto con él.
Kristian y Susana se miraron perturbados.
_ ¿Mu… murió?_ Susurro ella.
_No, por alguna razón siento sus palpitaciones, está vivo, parece que el audífono aún lo tiene, pero lo que está cada vez más lejos de él es el reloj, y así solo lo puedo monitorear, pero por más que trató de buscar como mandarle una señal a través de su audífono es imposible._ Dijo el hombre derrotado.
Joseph pasó sus manos por el rostro con desesperación.
_ Susana, cómo lo siento._ Dijo el pelinegro mirando con angustia a la mujer.
_ ¿Quieres decir que está detenido allá y no podrá regresar?_ pregunto ella.
_ No lo sé, solo aún no sé cómo tráelo._ El ingeniero volvió sus cansados ojos a la pantalla.
_ Yo lo obligue a qué me apoyará en esta aventura._ Joseph bajó su cabeza.
_ No, de hecho lo hicimos todos. Pero no te culpes, los accidentes pasan._ Susana puso su mano en su hombro.
Susana se veía tranquila ante el desconcierto de ambos primos.
_ Susana tiene razón, tú no hiciste nada malo, cuéntanos que pasó._ Kristian acercó una silla a Susana y tomó otra más para él.
_ ¿Dinos cómo pasó? ¿qué ocurrió? Kristian le pidió a Susana que le sirviera un café a su primo.
_ No lo sé, hablaba con él, ya llevaba algunas horas en el barco._
_ ¿El barco? ¿Qué barco?_ Susana preguntó mientras le entregaba la bebida oscura.
_El quería un barco en especial, de inicio de 1.900._ Contestó el joven.
_ ¿Un barco? Me estás diciendo que el viajo al Titanic, tal vez y se hundió con él._ Susana se alarmó.
_ Cómo pudiste Joseph ponerlo en peligro._ Kristian se veía sorprendido, mientras Susana no salía de la sorpresa.
_ Tal vez ya está muerto._ Dijo Susana, y Kristian la miró.
_ Adiós proyecto vacacional._ Pronunció Kristian con pena, ante la mirada de Susana. Y un silencio lleno el lugar.
_ ¿Por qué? yo soy su esposa y si Terry falleció yo puedo reclamar su fortuna._ Susana acarició la mano de Kristian que la miró con dulzura.
_Pe… pero, ¿no entienden? Aquí lo importante es lo que le pasa a Terry. ¡“Tú esposo”! Joseph miró a una esposa incómoda.
_ Y recuerda que es tu mejor amigo._ Reclamo a ambos.
_ No decimos que no sigas con la búsqueda, pero si quieres ayudarlo lo harás sacando el proyecto adelante, y será invirtiendo Terry en él._ Propuso Kristian.
_ Pero, ¿cómo? necesito su financiación, sin él será imposible continuar con ésto. Además es nuestro amigo, tú esposo._ El pelinegro reclamó a ambos.
_ ¿No les importa acaso?_ Joseph estaba frustrado.
_ Tranquilo primó, solo tomaremos la riendas de sus negocios en su ausencia. Yo puedo hacerlo, y así podremos continuar._ Kristian puso sus manos en sus hombros.
_ ¿Estás loco? Jamás te dejarán tomar las riendas de los negocios de los Grandchester, recuerda que su familia es muy poderosa, incluso fueron de la realeza._ El inventor hizo una negativa con su cabeza.
_No, si Susana firma un poder que en ausencia de Terry yo estaré al frente de sus negocios y sus proyectos, incluyendo el tuyo._ Kristian apretó los hombro de Joseph.
_El tuyo sería el primero en la mesa, tendrás prioridad, y así podrás invertir recursos en encontrarlo. El pelinegro miró los ojos fríos de su primo.
_ No creo que puedas hacer eso, además tiene una junta directiva que no aceptara que seas tú, y no uno de ellos._ Dijo mirándolo con tristeza.
_ Yo soy su esposa y como tal puedo tomar su lugar._ Habló Susana con supremacía.
Kristian miró en dirección a ella y sonrió.
_Es verdad ella como su esposa puede hacerlo._ Kristian le guiñó un ojo y volvió su mirada a su primo.
_ ¿Vez que todo tiene solución? Ya cálmate, quizás Terry solo quería estar desconectado de todos y solo guardó el reloj en un lugar seguro, si tú dices que su latidos aparecen está vivo. Disfrutando de los deleites de los locos 20. _Jajaja Kristian se burló.
_ ¿ No hablas de 2020? Preguntó Susana con intriga.
_Para nada, habló de la prehistoria 1920. El moreno le sonrió.
_Tal vez y quería ir y estar presente en la década en la que la mujer se liberó y quiere vivir de primera mano lo que es una mujer ansiosa de tener libertad sexual. Kristian veía como el rostro de Susana se transformaba en uno de molestia.
_No fue a… 1920, fue un par de años atrás. 31 de octubre de 1918 en el barco Mauritania exactamente._
Joseph se quedó pensando. Sacó un cuaderno que tenía en su poder y comenzó a buscar algo que le llamó la atención. Buscaba y ojeaba hojas ante la mirada de extrañeza de ambos acompañantes.
_ ¿Será posible?_ Se dijo y se quedó pensando.
_ ¿Posible que?_ Preguntó Susana.
_ No, debe ser solo una casualidad._ Se respondió de nuevo ignorando la pregunta de la mujer.
_ Pero… ¿Porque eligió ese lugar en específico? ¿A quién viste Terry?_ Murmuraba él.
_ Ya vasta, Joseph cuéntanos qué es lo que sabes. Susana lo obligó a que la mirara.
_ Nada, solo que ahora entiendo por qué el ir a ese tiempo. Y tal vez pueda seguirle la pista, o eso espero._ El inventor siguió ojeando el antiguo cuaderno.
_No entiendo primo, debes ser más claro, todos aquí queremos saber el paradero de Terry y qué pasó con él._ inquirió Kristian tratando de verse preocupado.
Joseph cerró el cuaderno y miró que estaban ansiosos por saber una respuesta.
Creó que deben saber qué pasó con Candy White Adlay.