Linda noche.
Capítulo 9.
Duerme conmigo
La muchacha estaba con su cabello suelto y mojado, era una fantasía para él.
_ Confió en tí. Se que un ángel no romperá su palabra._ Ella le sonrió.
Terry casi de inmediato cerró sus ojos, a pesar de la curiosidad que tenía, él era un hombre casado y ella era alguien imposible para él.
Pasados algunos minutos Terry sintió cerca de él a Candy.
_ Puedes abrirlos._ Terry abrió sus ojos de a poco y vio a la ojiverde frente a él, mirándola fijamente, era hermosa. La mirada de Candy trataba de ver lo que no se podía, ella trataba de descifrar lo que sus dedos le enseñaron y veía en sus sueños. Terry cada vez se sentía más deseoso de ella.
_ ¿Qué clase de persona soy? _ se reprocho.
_ Ve y acuéstate, aún estás débil._ Dijo él sintiéndose nervioso.
_ Me siento de maravilla._ La chica le hizo un guiño.
_ Vamos si soy el ángel que te cuida me obedecerás._ Fue la voz susurrante de Terry en sus oídos.
_Estoy cansada de estar en cama._ Protestó ella hacía un puchero.
Terry tomándola de la mano la dirigió hasta su cama.
_ Ven, si alguien llega te llamarán la atención. _ Dijo.
_ Candy se acostó y él se puso en su cabecera acariciando su cabello húmedo.
_ ¿Cuéntame cómo es allá? ¿De dónde vienes? ¿Por qué me cuidas?, ¿acaso corro algún peligro? ¿Quién te mandó, acaso Anthony? ¿Cómo está él? Candy miraba hacía dónde creía que estaba su rostro.
Terry la miraba sin saber cómo responder.
La puerta se abrió y Dorothy entró y detrás Georges y el doctor que vino a revisar a la joven Adlay.
Terry se levantó y el vaso de agua que estaba en la mesa al lado de la cama cayó.
Poniendo todos la atención en ello. Terry se quedó perplejo al igual que Candy. Todos vieron como el vaso solo cayó sin tener a nadie cerca.
_ ¡He! yo moví la almohada y cayó, lo lamento._ Candy se excuso.
La mucama se agachó a levantar y limpiar.
_ No sé preocupen esto es un barco, tal vez estaba mal puesto y un pequeño movimiento lo tiró. Dijo Georges tratando de ignorar lo ocurrido.
Terry no movía músculo, estaba aterrado ya que Dorothy estaba limpiando casi en sus pies.
Pero cuando Dorothy casi lo rozaba y descubre algo físico ahí.
_ Dorothy ayúdame con mis almohadas._ Interrumpió Candy.
La empleada se levantó y la ayudó. Terry se retiró de a poco contra la pared haciéndose en una esquina.
Terry miró como a la chica la revisaban, encontrándose mejor. El semblante de Candy había cambiado ya tenía color en sus mejillas, sus ojos eran vivaces y sonriendo.
Terry miraba a la joven que cada vez lo tenía más cautivado, y a las demás personas, su forma de hablar e interactuar, todo le parecía muy fascinante, puso especial cuidado en las especificaciones que hacía el médico, la dejó levantarse, tomando lo ocurrido como un ataque de pánico.
Le recomendó reposo en este día, ya que al día siguiente en horas de la tarde llegarían a Londres, Candy aceptó y les dijo que el medicamento la tenía algo somnolienta y quería descansar.
El médico y Georges aceptaron salir pero en esta ocasión Georges pidió que su dama de compañía se quedará.
Candy al darse por vencida aspecto, luego la convencería de que la dejara sola.
La chica se adentro al cuarto a limpiar un poco y poner orden mientras Candy dormitaba.
Candy al ver que estaba sola, con su mano llamó a Terry y este en un silencio total fue a ella. Candy le escribió en el cuaderno.
_ Tengo sueño acuéstate a mi lado que ella tardará en irse, y vigila mis sueños, Terry._
El castaño acercando su boca a su oído habló.
_ ¿No te da miedo? Dijo él en un susurro.
Candy tomando el cuaderno escribió.
_ Estás aquí por mí, ¿No? Viniste a cuidarme no tengo miedo de que te acuestes a mi lado. _Fueron las palabras de Candy escritas.
Candy le abrió espacio y Terry se acostó a su lado hacía el rincón ya que no era más seguro para él. Boca arriba tratando de no traspasar límites con la joven, al parecer ella no tenía ni idea de lo que la intimidad que estaban compartiendo hacía en él. De hecho lo normal para él era tener su espacio incluso con Susana su esposa, ya que no era muy afecto a los abrazos, su cama era de más de dos metros de ancho para tener su espacio más que suficiente, al igual que su esposa, y con las pocas mujeres que tuvo alguna experiencia sexual no fue en su casa, menos su cama, y la interacción física duraba mientras tenía relaciones sexuales. Luego se alejaba y no interactúa de forma cariñosa con la mujer, cordial sí, y mientras compartía con ella pero no íntima de ninguna manera.
Terry era muy solitario y receloso en ese aspecto, de hecho no supo ni cómo Susana pasó la primera noche con él, era la primera vez que no recordaba nada de lo vivido en una noche de copas, pero Susana estaba a su lado desnuda durmiendo y dándole la espalda, pero ni él ni ella se abrazaban, de hecho no era lo normal en las parejas de su tiempo tener esa complicidad, si ya de por sí el matrimonio era algo obsoleto y la familia tradicional era cosa del pasado. Terry mientras trataba de estar en sus pensamientos para no sentir todo lo que la rubia a su lado que se revolvía en ese pequeño camarote del barco lo estaba haciendo sentir. La sintió revolverse en su cama y volvió a su mente de un hombre de siglo y medio adelante. Por alguna razón estaba en el apartamento de su mejor amigo Kristian esa noche.
En su cama y con Susana a su lado. La cabeza le dolía muy fuerte y al ponerse en pie vio que la chica a su lado, la cual él creyó que era algo especial de su amigo, y ella estaba dormía a su lado.
Salió del cuarto y al estar en la sala vio a él moreno en el sofá de su apartamento, el castaño mirándolo no supo qué decir, estaba avergonzado con su amigo se sentía como el peor de los traidores, no sabía si huir o dar la cara. Cerrando los ojos respiró hondo sentándose a su lado bajo sus hombros.
_ Kristian amigo._ Dijo el castaño con pena en las palabras que decía.
El moreno que abrió los ojos con dificultad por la luz del día vio a Terry a su lado con rostro de preocupación y vergüenza.
_ ¿Amigo estás bien?_ Kristian se incorporó y le preguntó a Terry que solo lo miraba.
_ Que… ¿Qué pasó ayer? Porque estoy aquí y con…_ Terry bajó su cabeza.
_ Ella y tú… son…_ El castaño estaba apenado.
_ Lo lamento, no debería considerarme tu amigo._ Terry procedió a levantarse.
_ ¡Oye! ¿Amigo estás bien? No pasa nada, yo siempre supe que ella al que en verdad amaba era a tí, y yo no quiero interponerme en la felicidad de ambos._ Dijo el moreno con rostro de comprensión.
_ Vamos, solo se dejaron llevar por lo que sentían, ayer vi la pareja más enamorada que nunca vi. ¿Cómo competir con eso?_ Kristian lo miró casi con admiración.
_ ¿ Enamorados?_ Terry arrugó su frente con sorpresa.
_Eso le dijiste ayer, frente a mí, en la pista de baile. De hecho la raptaste y no la dejaste sola ni un minuto._ El joven Leagan lo miró pícaro y luego abrió sus ojos con fingida molestia.
_¡NO! ¿No me digas que todo ésto lo hiciste para llevarla a la cama? Terry eso es lo más bajó, Susana es una joven que quiere entregarse a un hombre por amor no por deseó por eso ayer pasó la noche contigo. ¿Tú la engañaste para aprovecharte de ella? No puedo creer tal bajeza._ Kristian lo miró con reproche.
_ Pero yo no recuerdo nada._ Dijo Terry apretando sus ojos tratando de recordar.
_ ¿Esa es tú excusa? ¿Qué tomaste y no recuerdas nada? Terry me hice a un lado por tí, jamás tendría oportunidad con ella porque ella te ama, ¿y tú la usaste?_ reclamo él con decepcionado.
_ No claro que no. Solo… no recuerdo qué pasó, yo no recuerdo sino el primer tragó que tomé en la noche y luego…_ Terry sostuvo la cabeza algo desesperado.
_ Te desconozco Terry, no le harás esto a Susana._ Declaró Kristian.
_ ¿Hacerme qué?_ Interrumpió Susana, apenas con una sábana, ella se veía frágil y asustadiza.
_ Vamos Terry dile a Susana lo que me decía hace un momento._ Terry miró a la rubia ahí de pié con una mirada llena de ilusión.
_ Vamos dile que piensas de lo de anoche._ Continuó el moreno.
_ Nada Susi, solo que no me lo esperaba._ Apenas y habló el castaño .
_ ¿ Te arrepientes?_ Los ojos de Susana se apagaron.
_ No, jamás me arrepiento de lo que hago. Ve y vístete te invito a desayunar._
Desde ese día inicié una relación con Susana Marlowe, ella decía que me había esperado, que me amaba y debo valorar esa entrega de Susana así no recuerde nuestra primera noche. Pero nunca ambos, ninguno de los dos transgredió el espacio del otro, incluso cuando supieron qué aquella noche dio el fruto de un embarazo sorpresivo, y a pesar de las dudas, acepte desposarla, pero jamás me sentí cómodo en la cama con ella, ni con ninguna otra mujer. e
Esta era una experiencia nueva para él, el calor de Candy a su lado en esa pequeña cama lo estaba volviendo loco. Terry estaba quieto no quería mover un músculo ya había tenido demasiados acercamientos con ella. Y la verdad no debía defraudar a su amigo Joseph, ni a mi esposa y menos a ella.
Era alguien muy diferente a las mujeres de su tiempo, tal vez era eso lo que lo tenía tan fogozo.
Pero la jovencita volteando hacia donde él estaba acostado ya parecía dormitar lo abrazó y le montó su pierna en las suyas. Este hecho lo dejó perplejo. Era cálido y cómodo el calor de ella en su cuerpo, le excitaba aún más, pero más allá de eso era un calor tan agradable y acogedor que lo confundía. Jamás sintió ese vínculo con su esposa en el año que llevaban de casados.
Y esta chica se refugiaba en su cuerpo con tanta libertad, tanta familiaridad, su cabeza metida en el hueco de su cuello. Su pierna sobre las suyas y su mano rodeaba su cintura._
¿Será que ya ha tenido este nivel de intimidad antes? ¿O solo es una pequeña ingenua que no sabe dónde poner límites con un hombre?_ Se preguntaba.
_Cómo sea, debo hablar con ella y aclarar las cosas. ¿Pero como lo are? Está situación ya es por demás irreal o difícil de creer, tal vez y solo es una programación que tengo en mi cabeza y estoy dormido en la cápsula, solo debo esperar a que Joseph me despierte._ Terry sentía como la respiración de Candy se sentía más suave cada vez, el sueño la dominó al fin en sus brazos.
Dorothy que salió después de recoger algunas cosas del cuarto de baño y limpiar el agua que cayó del vaso, miró a Candy que dando la espalda hacia él interior del camarote parecía dormir.
La miró se veía dormir algo extraño, con su pierna algo levantada, tal vez y puso una almohada entré sus piernas se dijo, pero al ver tranquila al fin a la rubia sintió alivio.
Se sentó, para cuidar de la joven que era su amiga.
Terry estaba también cansado la noche y las horas del día que había pasado eran largas, y estaba tan cómodo que finalmente siguió a Candy en sus sueños. Quedando dormido profundamente abrazando a la rubia por la cual él estaba ahí.
Dorothy por unos momentos quiso bordar, pero la verdad era un arte que no era mucho de su agrado, prefería escribir, su mente en todo momento estaba creando escenas y situaciones. Tomó un cuaderno que tenía ahí que había dejado para leerle unos escritos a su amiga.
Los ojos de Dorothy se abrieron al ver la letra de Candy diciéndole a alguien.
_ ¿Terry porque estás aquí? Tú nombre es Terry lo sé._
En la siguiente página vio como le decía.
Tengo sueño acuéstate a mi lado que ella tendrá que irse y vigila mis sueños, Terry.
Luego con sus ojos abiertos leyó.
_ Estás aquí por mí, ¿No? Viniste a cuidarme no me da miedo que te acuestes a mi lado._ Dorothy soltó el cuaderno con espanto. Mirando a la rubia en la misma posición y observando como parecía que abrazaba a alguien, pero no había nada ahí. El miedo perforó cada poro de Dorothy que salió en busca de Georges de inmediato.
Última edición por Carmín Castle el Miér Abr 24, 2024 7:55 pm, editado 1 vez