⭐️⭐️⭐️ "SEÑORA" CAP. 19 ⭐️⭐️⭐️

Cherry Cheddar escribió:

CAPÍTULO 19

Pasadas las horas Candy recupera el conocimiento, al abrir sus ojos se encuentra en la estancia al señor Grandchester, quien observa por la ventana absorto en sus pensamientos. Ella se lleva una mano al rostro y descubre que tiene una vía puesta y por el movimiento sintió un poco de dolor. Siente la cabeza embotada y no está muy segura si está soñando o a acaba de despertar de una pesadilla. 




-Señora Andrew… al fin ha despertado. 


-Se-señor Grandchester… ¿Qué… qué ha pasado? 


-Toma un poco de agua, mientras tanto iré a llamar al doctor. 




Dice para evitar dar explicaciones, y tras entregarle la bebida sale. Minutos después entran los dos caballeros en compañía de Elroy; el especialista comprueba los signos vitales y le da la triste noticia de la pérdida, Candy derrama lágrimas y se refugia en los brazos de su tía, ella la consuela pues sabe qué tan devastador es enterarse que pierdes a un hijo, lo conoce de primera mano. 




Terry se disculpa y decide dejar a las damas a solas para que puedan conversar en privacidad, siente que no puede hacer más en ese lugar. 




-Candy hija, lamento mucho por lo que estás pasando. Descansa un poco, lo necesitas. 


-Gracias. 




Le expresa la joven y accede en intentar dormir un poco, se siente débil y cansada. 








Pasados los días la señora Andrew va recuperando fuerzas y la visita de su familia y amigos le animan, incluso Albert había llegado al país preocupado por la situación que estaba pasando. Finalmente le dan el alta a Candy por lo que los hermanos Corwell y Elroy la acompañan de regreso a casa, su tía se esmera en consentirla y cuidarla mucho para que sus heridas emocionales y físicas sanasen pronto. 




Lastimosamente las cosas no se podían seguir postergando más y el asunto del divorcio se debía aclarar, Anthony había mostrado impaciencia sobre ello, por lo que Albert le cita en la biblioteca de su antigua residencia. 




Cuando el rubio llega es dirigido hasta la estancia, toma asiento mientras espera a que su tío aparezca; pasados los minutos hace su entrada Albert seguido de George, Elroy, Archy y Candy. 




-Gracias por haber venido Anthony. Todos saben la razón por la que estamos reunidos aquí hoy, espero que podamos aclarar las cosas y encontrar una solución. 


-Tío, todo esto me parece innecesario. Yo sólo quiero que Candy firme el acuerdo y poder estar al lado de la madre de mi hijo… 


-¡Niño insensato! ¿Cómo puedes decir eso frente a tu esposa? 


-Porque es así tía, después de pensarlo mucho he llegado a la conclusión que es lo mejor. 




Albert se pasa una mano por los cabellos para drenar un poco el estrés que esa situación estaba generando. 




-Pero ¿Pedir el divorcio? ¡Es una locura! Lo que debiste hacer es haber estado y puesto del lado de tu esposa siempre, no al de esa fulana. 


-Locura la vuestra, por atreverse a ofrecerle dinero a Annie para que se aleje de mí y casi provocarle un aborto. Eso ha sido el colmo, no puedo dejar que sigan lastimándola y de paso también a nuestro bebé. 


-Veo que has decidido ponerte del lado de esa mujer, pero ¿Has pensado en tu esposa en algún momento? El daño que todo esto le está causando. 


-Albert, las cosas no habrían llegado a éste punto si no se hubiesen empeñado en su venganza. 




Señala a la vez que posa su mirada cargada en odio en Candy, ella lo observa silenciosamente pues medita si debe sentir dolor u odio por ese hombre que una vez amó, más no emite palabra alguna. El cabeza de los Andrew ve que muy poco se puede hacer por hacerle cambiar de opinión. No le queda más remedio que dirigirse a ella para saber qué es lo que realmente desea. 




-Candy… ¿Tú… qué quieres? 


-Está bien, voy a firmar los papeles del divorcio. 


-Candy hija, ¿No estarás hablando en serio? 


-Hablo muy en serio tía, antes tenía una razón, una esperanza por la cual seguir adelante y luchar por mi matrimonio, pero ya no. 


-Pero Candy… 


-Tía, por favor no insista… entiendo muy bien a Candy. Sé que todo lo que ha pasado ha sido muy duro y difícil, no la mortifique más. 




Anthony entorna los ojos por el asco que está sintiendo, ante la familia se comporta como la victima cuando realmente se había comportado como un verdugo. Es verdad que todo eso estaba pasando por un error de él, por su aventura extramarital, por lo que tenía pensado darle una indemnización económica para que pudiera seguir con su vida en otro lado, de paso hacerle sentir lo que le hicieron a Annie. 




-Me parece estupendo, que firme los documentos y luego recibirá una pensión con la cual podrá… 


-Alto ahí jovencito. Una cosa es que como cabeza de familia acepte vuestro divorcio, pero no será bajo los términos que tú has dispuesto. 


-¿A qué te refieres tío? 




Inquiere él mientras ve que le hace una señal a su asistente y Archy, quienes proceden en hacerle entrega de unos documentos, Corwell se lo da a Candy y se queda a su lado para decirle a su primo. 




-De ahora en adelante yo seré el representante legal de la señora Andrew en todo éste asunto del divorcio, y te puedo asegurar que no descansaré hasta dejarte en la ruina. 




Anthony tuerce sus labios en una sonrisa de mofa, le hace gracia ver a su primo queriendo ponerse en papel de serio, cree que realmente no tiene nada que hacer. Pero su gesto se borra cuando escucha las palabras de Albert. 




-Como estás decidido en seguir adelante con esto, te informo que estás relegado de tu puesto de director en la oficina de los Andrew en Chicago. Tus acciones pasan a Candy, los bienes que hayáis adquirido en todo éste tiempo que duró el matrimonio será dividido en ambas partes y… 


-¡¿Cómo?! ¿Me quitas mi puesto en la empresa? ¿Por el que me he esforzado tanto tiempo? 


-Sí, así es. 


-Eso me parece injusto. ¿Está es tu estrategia para que no te abandone Candy? 


-Ella no tiene nada que ver, es una decisión mía. Y lo hago velando por los intereses de la empresa. 


-Pero tío, eso no es necesario. Hasta ahora he cumplido con mi deber intachablemente, he cubierto las expectativas y requerimientos que exige ese puesto. 


-Es algo que no ignoro, y como trabajador, el consorcio Andrew te entrega una suma de dinero en agradecimiento a tus servicios todo éste tiempo. Además, ya tengo a alguien que estará en tu lugar. 


-¿Y quién estará en mi puesto? 


-Neil Legan. 


-¡¡¿Qué?!! Esto debe ser una broma, ¿Ese mindundi de cuarta en mi puesto, uno tan importante en la empresa? 


-Es lo que he decidido. No tienes nada que alegar pues no cambiaré de opinión. Lo hago para proteger la empresa, no quiero volver a enterarme que se hacen negocios infructuosos con el señor Brither. 


-Pero… 


-Además, considéralo como un favor. Tu primer matrimonio fracasó porque tuviste que dedicarle mucho tiempo al trabajo, no querrás cometer el mismo error dos veces, más ahora que vas a ser padre. Estoy seguro que la señorita Brither estará muy agradecida de que su futuro esposo pueda pasar tiempo con ella. 




Candy se molesta por las últimas palabras dichas por Albert, por lo que procede inmediatamente a firmar el documento y entregarlo a Archy; Anthony hace lo mismo también disgustado por cómo se habían llevado las cosas; además, al ver con la rapidez que lo hacía ella pensaba que era por la satisfacción que la desbordaba al saber que los Brither no podrían sacar provecho de ésta situación. 




Sin tener nada más que añadir se levanta de su asiento y abandona el lugar, no veía la hora de volver con Annie para contarle que finalmente se iba a separar de Candy. 




Por unos minutos nadie era capaz de decir palabra alguna no era fácil encontrar algo que sirviera de consuelo.  




-Archy, agradezco que seas tú quien me represente en el proceso, lo dejo en tus manos, haz como mejor te parezca. 


-De acuerdo Candy. 


-Señor Johnson, sería tan amable de organizar todo para un viaje, necesito salir alejarme por un tiempo. 


-Candy hija ¿estás segura? 


-Sí.




Responde afirmativamente la joven a la mujer, parecía muy determinada en su decisión, Johnson observa a su jefe y éste le contesta con un asentimiento de cabeza para autorizarle a proceder en lo que pide la dama, no había otra opción. 




-De acuerdo señora Andrew, así lo haré. 




Acto seguido ella abandona la sala para ir a preparar su equipaje. Elroy por su parte sentía que los nervios le estaban destrozando, no podía creer que las cosas estuviesen tomando ese rumbo. 




-Ay no… no me lo puedo creer ¡Un divorcio! ¡Un divorcio en la familia! 


-Tía por favor no se altere. 


-Pero William ¿Es que no lo ves? Esto es un completo desastre, una mancha en el apellido, una tragedia en la familia. 


-Tía, no puede ser tan alarmista, peores cosas han pasado y aquí seguimos. Con el tiempo la gente se olvidará de todo esto. 


-Mira William, es normal que un hombre tenga una que otra aventura extramarital, su cana al aire, como quieran llamarlo, pero nunca eso ha sido razón para terminar un matrimonio, si así fuese siempre ¿A dónde iremos a parar? ¿Dónde quedan los valores morales? La sociedad se corrompería si los matrimonios se desechan como papel… 


-Por favor no dramatice tanto, entiendo perfectamente lo que dice. Pero recuerde que ya hace mucho que se ha dejado que la estabilidad social esté ligada a los matrimonios concertados. Si mal no recuerdo accedí a que Anthony se casara porque estaba enamorado, ahora accedo a su divorcio porque debe cumplir como hombre a la señorita Brither. 


-¡Qué tonterías dices! Su obligación es para con Candy, ella es su esposa. Lo prometió en el altar “En las buenas y en las malas” … pero no, lo que se le ocurre es ir tras la oportunista esa. 


-Tía, me temo que ahora está más obligado con esa mujer, su deber es estar al lado de su hijo. Es mejor hacer esto ahora, ambos son jóvenes y podrán rehacer su vida. Mire el lado bueno de las cosas, finalmente tendrá ese nieto que tanto le pedía. 




Le dice socarronamente a la vez que se levanta de su asiento para ir a tender los negocios. La señora se queda lamentándose. 




-Ay, qué disgustos… qué disgustos me dan estos niños… 




Por su parte Candy está con Lucia terminando de hacer su equipaje a la espera que aparezca George con los billetes de su viaje. Ya es media tarde cuando llega y le entrega el pasaje para que aborde un crucero, pensó que sería lo más conveniente para el caso. Él se ofrece a llevarla a la estación que la acercará al puerto en Nueva York. 




Cuando llegan al lugar se le acerca el señor Grandchester quien se había enterado de la noticia de su partida. 




-Buenas tardes señora Andrew ¿Se va de viaje? 


-Señor Grandchester, no esperaba verlo por aquí. 


-Sí… bueno… digamos que no podía dejarla ir sin verla una última vez… y… y comprobar que estuviese bien. 


-Es muy amable por su parte… además, quería agradecerle que me hiciera compañía cuando estuve ingresada. 


-No tiene por qué, es lo menos que podía hacer. 


-Ha sido mucho la verdad, no me lo esperaba. 


-Lamento por todo lo que está pasando, y deseo que éste viaje le sirva para sanar sus heridas y vuelva como una mujer renovada. 


-Muy considerado por su parte, espero que nos volvamos a ver algún día. 


-Esperare con ansias ese momento. 




Le dice a la vez que deposita un beso en su mano y luego la ve subir al tren. 




 
Los días pasan y una aparente calma reina en el lugar. William regresa a Londres y el trámite de divorcio sigue su rumbo, Archie está empecinado en proteger los intereses de su representante quien sale muy beneficiada económicamente de todo esto. Acto seguido Anthony decide empezar con los preparativos de su boda con Annie. 




 
Ella estaba feliz de poder convertirse en la nueva señora Andrew, deseaba poder gritarlo a los cuatro vientos con una boda despampanante, pero la señora Elroy no lo iba a consentir. 




-De ninguna manera, la ceremonia será sencilla y discreta. No pienso consentir que el apellido de mi familia sea la comidilla de la sociedad con un chisme tan horrendo. 


-Pero tía… 


-¡Ni se te ocurra llamarme así! ¡No soy tu tía! Para ti siempre seré la señora Elroy. 


-Pero tía… 


-No insistas Anthony, no estoy de acuerdo en esto. No lo estuve con tu divorcio ni menos con ésta boda. 




Espeta molesta la mujer a su sobrino, él deja de insistir por mantener la paz. Annie se contiene, debe disimular el disgusto que tiene por las palabras de ella, le estaba fastidiando sus planes. A la pareja no le queda más remedio que dejar que la boda se realice tal como considera Elroy. 




Finalmente, el día tan ansiado llega y un juez proclama marido y mujer a Anthony quien sostiene las manos de Annie, tras el beso son presentados como los esposos Andrew. 




El joven intenta llevar a su esposa de luna de miel, pero debieron regresar pronto porque debido a los síntomas del embarazo no lo estaba pasando bien. 


-Bienvenida a tu nuevo hogar.