Capítulo 7
_ ¿Quién es esa tal Candy White Adlay? Y porque dices que Terry fue en su búsqueda? ¿Acaso le diste una aventura con una mujer del pasado?_ Los ojos de Susana ardieron en furia y enojó.
_ Ya Susana, suéltalo. Kristian tomó las manos de su amante y la quitó del cuello de su primo mirándola con enojo.
_ Además parece que no prestaste mucha atención de cómo funciona este viajé.
_ ¡TÚ! amado Terry no pueden verlo._ Kristian señaló a la cápsula de viaje. El no puede hacer nada allá que te perturbe, aquí lo importante es cómo hacerlo volver, ya que te da tanto miedo perderlo._ El moreno pasó a su lado y la miró con desprecio. Al tiempo en que Susana bajó su cabeza al ver su molestia.
_ Tranquila Susanita tú querido esposo no te está siendo infiel, el no es de esas clase de personas de las que traicionan._ Kristian la miró a los ojos con ellos entrecerrados, y está con su cabeza baja cerró sus ojos sintiéndose una tonta.
_ Yo solo quiero ayudar, pero si no me requiere me retiro._ Kristian procedió a dejar el lugar.
_ Espera, te necesito._ Susana lo retuvo y le dijo esto en un susurro y con mirada suplicante.
Joseph ante este gesto hizo una negativa con su cabeza.
_ Susana. No pienses mal, tú esposo te ama y mis conclusiones es porque…_ Joseph se quedó pensando.
_ Claro, el proyecto vacacional, Candy White Adlay. Así que le pusiste como…_ Kristian se puso la mano en su entrecejo tratando de recordar.
_ La joven que enloqueció y luego desapareció por esos años sin saberse nada de ella, la historia que me contaste._ Concluyó el moreno.
_ Pero porque decidiste ponerle ese nombre, no sería mejor, nuestro apellido o el de ambas familias si Terry lo financia?_ Propuso el joven Leagan.
_ Incluso el mío._ Intervino Susana.
_ Tú no entiendes hace unos días visité a mi abuelo y me estuvo hablando de su padre, y cómo su padre antes de ir a la guerra y ser prisionero en ella por más de un año, al terminar la guerra volvió a ver a su prima y él de primera mano vio todo lo que sufrió su prima y luego su desaparición. En su homenaje tras no saber más de ella una de las cosas que él quiso hacer para no dejarla morir o que quedara en el olvido su vida fue escribir todo lo que supo de ella desdé que la conoció hasta su desafortunada desaparición. Contarlo todo aquí en este cuaderno._ Joseph lo levantó.
Habla de ella desde que era una niña y de cómo se hizo parte de su familia, incluso aquí dice de cómo la amo en secreto, y llegó a un punto que la tristeza lo llevó a alistarse en el ejército para olvidarla. De cierta manera lo logró, al menos se resignó, ya que primero estaba su primo de por medio y al faltar, su propio hermano le confesó que planeaba cortejarla._ Joseph hizo una pausa.
_ Debe ser duro amar así._ Dijo meditándolo.
_ Cuenta cómo tras la muerte de su primo más cercano como si fuera un hermano para él. Candy se alejó volviendo al lugar donde vivió su niñez. Luego fueron mandados a Londres a estudiar, y conoció a la madre de mi abuelo, él dice que ella era su amor verdadero, y con el tiempo lo confirmó.
La joven fue pero por poco tiempo a Londres, y luego volvió a estudiar en América Enfermería ya que no estaba cómoda allí. Y al volver a verla en Londres después de la guerra ya no era la misma, todo era diferente en Candy.
Todos estuvieron muy preocupados por ella. Pasaba largos ratos a solas en una colina pero parecía estar con alguien más, y la veían constantemente hablando sin ver a nadie, reír, cosas que no hacemos normalmente.
Según dice mi bisabuelo en el diario, no sabe en qué momento se volvió así, pero el encargado de ellos dijo que todo comenzó en el viaje de Mauritania. _
Kristian y Susana se miraron intrigados.
_ Luego le llevaron médicos, y en la casa de Londres pasaron cosas muy extrañas con su llegada y ya no querían tenerla ya que los rumores eran; que ella tenía al diablo adentro. Todo fue un misterio alrededor de esa jovencita.
_ Tal vez solo tenía una enfermedad mental._ Comentó Susana.
_ Los rumores eran que tenía encuentros carnales en el establo. una de las jóvenes de la casa alegaron que ella tenía encuentros prohibidos, y manipulaba los caballos, "y el diablo la poesía". _ Joseph hizo un guiño con sus manos.
_ La cosa es que la muchacha se convirtió en un problema para todos, y la única opción que vieron era internarla en un hospital mental._ Joseph seguía ojeando las hojas.
La joven se escapó, y nadie sabe cómo volvió a Estados Unidos, sola sin dinero y siempre la vieron viajando sola, y evitaba a las personas, fueron los testimonios que recogió el hombre que estaba a cargo de ellos El administrador Georges, el cuál le siguió la pista.
Al volver llegó al hogar donde creció y parecía estar bien, tranquila, pero muy triste. Joseph se cruzó de piernas y tomó su café.
_ Hablan de que tuvo un tiempo bien, de hecho retomó sus estudios de enfermería, lo que sí había en ella era una tristeza muy profunda todo el tiempo.
Se graduó de enfermería, vivió un tiempo con su padre sin saberlo, él jamás le conto quien era en verdad hasta tiempo después, y él tampoco sabia parecía que tuvo un accidente con perdida dé memoria temporal._ Joseph se alzó de hombros.
_ ¡¿Qué?! Dijeron ambos.
_ No lo sé, es complicado, yo solo cuento lo que dice aquí. El pelinegro levantó el cuaderno.
_El hombre, el señor William, vio de primera mano que ella a pesar de parecer ella estar bien y ser una buena enfermera parecía anhelar algo o alguien. Anthony tal vez. Era lo que todos creían. Pero tomaron una decisión, aún no se tiene claro quien; casarla con alguien más de su familia, mi bisabuelo y su hermano ya estaban comprometidos, y un día le anunciaron que se casaría con un miembro más de tu familia. Joseph señaló a Kristian.
_ ¿Mi familia? ¿Quién?_ Preguntó el arrugando el ceño.
_ ¿Adivina quién era su nuevo prometido? El pelinegro lo miró divertido.
_No lo sé, qué tontería dirás ahora. Resopló el moreno.
_ Tú bisabuelo, Neil Leagan. Justo él. Dijo su primó el inventor.
_ Y luego de eso, y de ella negarse, y saber quién era su padre adoptivo en verdad, ya que se lo ocultaron mucho tiempo, fue triste para ella ya que se refugió en él contándole lo más íntimo como amigo, era la persona en la que mas confiaba y parecía que para él no era igual. se escapó como era su costumbre, huir de todo, su empleada dice que dejó una nota que iría unos días al hogar de pony su antigua casa y jamás nadie supo más de ella, no llegó, el patriarca fue a buscarla pero no estuvo ahí y no hubo rastro de ella._ Terminó Joseph cerrando el cuaderno.
_ ¿Qué piensan?_ A Joseph le entusiasmaba contar está historia.
_ Que bueno que el bisabuelo Leagan no se casó con una enferma mental._ Concluyó Kristian.
_ Aún me parece absurdo que le pongas el nombre de una mujer que no ha hecho nada por esta familia y aparte estaba loca._ Comentó Kristian molesto.
Lo hago porque si no lo has notado todas las funciones de los Adlay llevan su nombre, al menos las más antiguas, la ponía la cabeza de la familia, Williams Albert Adlay. Que la buscó hasta el día de su muerte, pero al final sus últimas palabras fueron que Candy le habló años atrás, que no sufriera por ella, que estaba en paz, la escucho. Pero sentía una culpa enorme de no haberla podido ayudar. Y yo solo quiero seguir la tradición. Concluyó el pelinegro.
_ No me convences._ Dijo el moreno tomando el cuaderno.
_ Y eso que tiene que ver con que Terry haya viajado a ese tiempo?_ Susana decía esto cuando una antigua fotografía cayó al piso. Kristian la recogió y miró al igual que Susana.
_ ¿Es…? ¿Ella?_ Preguntó Kristian y Susana se la arrebató para verla mejor.
_ Sí, lo es._ Respondió el Joseph.
_¿Tu le mostrarte esto? Preguntó Susana con su rostro serio.
_ Sí, y le conté la historia. ¿por qué?_ Indaga el inventor.
_ Ya te dije, deja los celos por tú esposo, es bonita pero creo que aquí no se nota mucho que tan guapa sea. Lo único que tenemos seguro es que la fotografía no tiene filtros ni retoques, como las tuyas. _ Kristian tomó la foto y sonrió.
_ Además tú esposo no creo que esté allá. _ El moreno ojeó el cuaderno.
_ ¿Cierto Joseph? Lo miró.
_ Bueno. La verdad es que el viajé si se hace con el cuerpo y todos sus sentidos, y no debo dar mucha información ya que es mejor por privacidad, la idea del viaje es un vistazo al pasado, pero si alguien quiere cambiar algo o hacer algo que no es correcto o legal yo de inmediato los sacaré._ Joseph cayó.
Solo que Terry está fuera de mi radar y es libre de cambiar o hacer a su voluntad._ El rostro del pelinegro se tornó serio.
Susana y Kristian miraron a Joseph con una mezcla de sorpresa y molestia.
_ ¿Qué estás diciendo Primó?_
_ Terry es libre de hacer lo que quiera?_ Reclamo Susana.
Pasado.
De repente Candy dejó de sentir el cálido aliento, Terry alejaba su cara de la jovencita, se sintió fatal, estaba allí para entender lo que le pasaría a ella más adelante, y así tal vez decirle a su amigo el lo ocurrido y finalmente el misterio de su desaparición tuviera un final. En lo posible informar, por si podían hacer algo para ayudarla. Pero recordó que Joseph siempre fue muy claro en decirle que nada, nada podía cambiar, que era una de las reglas que no se podían romper bajo ningún motivo.
Terry se puso en pie de nuevo, Candy sintió como él se alejó.
_ ¿Qué pasa?_ La mirada color esmeralda de Candy brillaba con intensidad y sus pupilas palpitantes tratando de verlo.
Un suspiro cansado se dejó oír de la nada. Estaba triste de ver a la joven así, él solo quería ayudarla de alguna forma, sentía que era lo que debía hacer lo correcto, pensó, en qué daño podría hacer salvar una simple vida la de ella.
Y al ver lo vivido en esa noche y el día, se sentía responsable de la rubia y de que estuviera así.
_ Solo quiero que sepas que no estás loca, que yo soy real, no un producto de tú cabeza._ Terry quiso acariciar su mejilla mientras ella miraba a la nada.
_ Lo sé, y ahora sé que yo soy la única que te puedo sentir. ¿Por qué? ¿Quién eres tú?_ preguntó ella.
_¿Eres un ángel?_ Él sonrió ante la pregunta.
_ No. No lo soy. Solo soy un hombre que quiere hacer lo correcto._ Dijo.
_¿Lo correcto sobre qué? ¿Sobre mí?_ El tono de Candy subió un poco.
_¡Sihhh! Guarda silencio que te escucharán.
El picaporte de la puerta se movió y Candy se recostó y cerró los ojos y fingió estar profundamente dormida.
El hombre que estaba de guardia asomó su cabeza y al verla dormir dijo.
_ Tal vez son pesadillas._ Cerrando la puerta de nuevo. Después de unos minutos de ver que ya no entraría de nuevo.
_ Abre los ojos._ Fue la dulce voz a su oído.
Candy mientras los abría vio un leve destello de dos luces azules que se desvanecen al momento que sus ojos recobraron la luz.
_ ¿Quién eres Terry? ¿Puedo tocarte?_ Candy levantó su mano para llevarla hasta donde sentía que estaba su rostro.
El castaño al principio estaba algo inquieto pero al ver que sus delicados, delegados y suaves dedos acercarse a su mejilla, cerró los ojos y dejó que el primer contacto físico se diera.
Candy sintió como una corriente recorrió su cuerpo al finalmente sentir el rostro del hombre que desde hacía unas horas la acompañaba.
Terry al sentir suavemente los dedos de Candy en su mejilla sintió como su corazón comenzó a palpitar con una intensidad desconocida para él. Su piel se erizó y dejó que los dedos de Candy jugarán con su cara, su cabello, Candy parecía un ciego viendo con el tacto. Ambos estaban fascinados con el momento. Terry disfrutando cada Caricias y Candy, recreando en su cabeza la imagen del hombre que vio en sueños en la mañana. Ambos con los ojos cerrados no vieron cuando Georges abrió con cuidado y vio a Candy con sus ojos cerrados acariciando el viento. Esto lo dejó perplejo, cerrando con cuidado y yendo en busca de Dorothy. Vio a la mujer dormida, entendió que estaba agotada volviendo al camarote de Candy y está lo sintió, así que cortó el vínculo con Terry y volvió a su posición de dormida.
Georges y el hombre abrieron la puerta de nuevo y vieron como Candy estaba profundamente dormida.
Habían pasado solo unos pocos minutos.
_ Señor yo he estado pendiente, y la joven parece susurrar cosas pero está dormida, es normal, hay personas que tienden a hablar mientras duermen o son sonámbulas._
Georges no le quiso decir nada de cómo la vio minutos atrás. Trato de no darle mucha importancia.
_ Iré a llenar unos documentos, estaré en el camarote del lado, cualquier cosa me avisas. Despierta a Dorothy en un par de horas._ Ordenó.
_ Como diga señor._ El administrador cerró la puerta y se retiró con un semblante serio y cansado al camarote del lado.
Candy no quería abrir los ojos ya que Terry acariciaba su rubio, ondulado y abundante cabello. La embargaba una agradable sensación.
_ Estás dormida pecosa._ Candy abrió los ojos arrugando su naricita con molestia. Terry la acarició haciendo círculos en la punta de su nariz con su dedo meñique. Luego fue él quién comenzó a acariciar su rostro. Sus mejillas, ojos y mentón, su frente terminando en la raíz de su cabello. Cada vez más fascinado con la mujer. Candy casi por instinto levantó su cabeza y la puso en sus piernas como almohada, era increíble la forma en que Candy lo sentía. Terry se paralizó y dejó de tocar su rostro. El contacto que tenían era muy íntimo y su cuerpo estaba relacionado.
_Tal vez no es consciente de lo que hace._ Se dijo. Candy buscó su mano de nuevo y la llevó asta su cara y llevando sus dedos a sus labios los olió los roso en su boca y luego los besos.
Terry era un volcán de fuego a punto de salir. Y Candy ¿era consciente? ¿o no?