ROMEO Y JULIETA
By Gezabel
La ciudad era algarabía, por primera vez se realizaba un festival patrocinado por la familia Andley, quienes agradecidos con el pueblo por su apoyo brindado en los tiempos malos, festejaban a lo grande con aquella verbena. En la mansión, las cosas no eran tan diferente, excepto que organizarían una fiesta de disfraces como una excentricidad que se le había ocurrido a Archie y fue secundado por los demás para aprovechar y festejar a Candy, quien aunque ya no era parte oficial de la familia, seguía siendo amiga y compañera de sus habitantes, claro que tenía que ser de disfraces porque no era muy conveniente que la Tía Abuela se diera cuenta o Elisa o Neal, bueno en realidad la fiesta era el pretexto, el festejo era el secreto entre ellos.
Era como recordar viejos tiempos, Candy al escuchar de la fiesta y recibir la invitación por parte de Albert saco de inmediato de debajo de su cama una caja que guardaba celosamente, estaba algo polvorienta, no es que lo hubiera cargado desde Inglaterra sino que Annie se la hizo llegar recién regresaron del viejo continente junto con otras cosas que había dejado atrás durante su escape del colegio San Pablo.
El lugar lucia maravilloso, desde la entrada a la propiedad las flores parecieron darle la bienvenida, pues las rosas lucían en todo su esplendor, no pudo estar más feliz de volver al que por muy poco tiempo fuera su hogar, pero donde logro juntar tantos recuerdos bonitos. Vestida de Julieta, con algunos arreglos el traje logro que aquel vestido de antaño le quedara a la perfección, con su peluca castaña y aquel antifaz que cubría su rostro nadie podría reconocerla, excepto claro, quienes eran sus amigos. Lamento que ahora solo fueran tres, Annie, Archie, Albert, en el pasado había bailado con Stear y buscado la forma de juntar a Patty con aquel chico de anteojos, era una bonita forma de recordar sus días de juventud.
Tuvo la oportunidad de pasear por el jardín a su antojo, subió a la que fue su habitación para encontrarse que seguía igual que antes, el cuarto del último piso le seguía pareciendo abominable, pero era bonito volver a recordar. Cuando escucho la música que comenzaría el baile oficialmente se acercó al salón principal, entonces ante el asombro de todos vio llegar a Terry, el único Romeo que ella conocía, parado en la entrada miraba a todos lados y supo que no eran los únicos del Colegio San Pablo que decidieron revivir esos momentos, sonrió y cuando lo hizo capto la mirada de él observándola, sin preocuparse en saludar a nadie más camino hasta su Julieta para iniciar juntos el primer baile.