Continua el maratón de capitulos
Redención
CAPITULO VIII
POV TERRY
El frio de la noche se ha instalado en mi alma... siento que mi existir es como este crudo invierno donde el sol no se vislumbra. Ella mi luz, mi pedacito de sol se ha ido... dejando mi vida en una oscuridad profunda.
En su habitación, Susana se mantiene protegida bajo colchas sustentando su calor corporal... su mirada acuosa perdida en el decorado floreado del edredón y apenas la levanta cuando ingreso, luego que su madre pidiera le haga compañía por esa noche
-¿Como te sientes Susy?, - deberías tratar de dormir un poco - La veo tan pálida que asusta (bueno si debo ser sincero, desde el accidente se ha convertido en mi pesadilla)
-Terry, eres tan gentil, yo... bueno si me tomas la mano tal vez pueda hacerlo, me siento segura a tu lado -
Extiende su brazo en un ademan amistoso, pero no puedo más que estremecerme al sentir esos dedos fríos enlazarse a los míos, cual garra que apresa sin compasión... Tan diferente a los cálidos y tiernos de mi pecosa...
Mi Candy ¿porque ha tenido que ser así, por qué?... nos amamos... te hice mi mujer, nos entregamos sin reservas... la separación duele más porque tu sabor me impregna, tu tacto está grabado en mi... No sé si tendré el valor de estar al lado de Susana, de corresponder a su cariño... Una desagradable sensación recorre mi mejilla, como el de una babosa paseando por mi rostro _Me sobresalto al notar que es Susana acariciándome
-Terry – su voz es un suspiro -En verdad aún me cuesta creer que estas a mi lado y juntos vamos a formar el hogar con el que siempre soñamos. Sonríe ampliamente mientras las náuseas se forman en mi interior.
¿¿Un hogar?? ¡¡¡Dios no podre con esto!!! - Intento forzar una sonrisa
– Primero tu recuperación, es lo importante. – ya tendremos tiempo para lo demás.
Me acomodo lo mejor que puedo en esa pequeña silla esperando que ella cierre sus ojos, inconscientemente pido que no los habrá más... ser libre para unirme a la única mujer que anhelo y deseo con desesperación.
La espalda duele, por lo que me incorporo haciendo ligeros ejercicios de estiramiento luego de estar cerca de una hora en una posición molesta, me asomo a la ventana viendo como la oscuridad abarca el entorno, la nevada esta más densa. Apoyo la frente sobre el frio ventanal mientras veo caer los copos blancos, me gustaría que mi vida fuera igual... así de efímera para que el dolor se deshaga, se pierda sin dejar huella...
Estoy tan ensimismado que no he notado como la puerta se abre y una cálida vocecita me llama quedamente
-Terry ?? - No, yo debo estar soñando, es imposible que... Siento como su pequeña mano toma la mía tímidamente mientras me hace dar vuelta. Nuestras miradas se encuentran y siento la vida volver a mi ser. -¡¡Ella no se ha marchado!!!
-Ven, debemos hablar – Me lleva suavemente hacia la puerta. Yo la seguiría hasta el fin del mundo con tal que no me deje... A la que dejamos bajo los efectos de los calmantes y bajo la supervisión de una enfermera es a Susana.
En el pasillo se encuentra ... - No, esto no es verdad - ¡Que hace EL AQUÍ!!!
-¡Calma Terry! - Es tu padre, merece tu respeto. – No es tu enemigo, al contrario, te ama más de lo que puedes imaginar...
-Si, claro - Siempre ha manifestado su “amor” controlando mis pasos
-Bien Duque -Ha venido solo para echarme en cara que soy un inepto que no es capaz de construir su propio destino... que solo trae desgracia...
- ¡Basta Terry! - Candy se pone en jarras frente a mi -Si no controlas tu temperamento con tu padre, no tiene sentido esta reunión y bien puedes regresar junto a Susana y cuidar de ella. -La miro atónito, mi Pecosa endemoniada está jugando con mis emociones, solo ella es capaz de frenar mis impulsos.
Arthur, el hombre de confianza de mi padre se acerca, hablándole en susurros al entregar una carpeta marrón. El Duque se vuelve hacia nosotros
- Es necesario que me escuches hijo, sé que no soy digno de tus afectos, que tienes todo el derecho de rechazarme... me lo merezco...
-Duque por favor!! - Candy interviene acercándose a él tomándolo de la mano en un gesto de apoyo - Terry puede parecer un necio arrogante, mas también es poseedor de un corazón bondadoso y noble.
Ante esas palabras dichas con tanta sinceridad, no puedo más que claudicar y acepto seguirlos hasta una pequeña sala que nos da la privacidad requerida
CONTINUARA....
CAPITULO VII
Redención
REDENCIÓN
CAPITULO VIII
POV TERRY
El frio de la noche se ha instalado en mi alma... siento que mi existir es como este crudo invierno donde el sol no se vislumbra. Ella mi luz, mi pedacito de sol se ha ido... dejando mi vida en una oscuridad profunda.
En su habitación, Susana se mantiene protegida bajo colchas sustentando su calor corporal... su mirada acuosa perdida en el decorado floreado del edredón y apenas la levanta cuando ingreso, luego que su madre pidiera le haga compañía por esa noche
-¿Como te sientes Susy?, - deberías tratar de dormir un poco - La veo tan pálida que asusta (bueno si debo ser sincero, desde el accidente se ha convertido en mi pesadilla)
-Terry, eres tan gentil, yo... bueno si me tomas la mano tal vez pueda hacerlo, me siento segura a tu lado -
Extiende su brazo en un ademan amistoso, pero no puedo más que estremecerme al sentir esos dedos fríos enlazarse a los míos, cual garra que apresa sin compasión... Tan diferente a los cálidos y tiernos de mi pecosa...
Mi Candy ¿porque ha tenido que ser así, por qué?... nos amamos... te hice mi mujer, nos entregamos sin reservas... la separación duele más porque tu sabor me impregna, tu tacto está grabado en mi... No sé si tendré el valor de estar al lado de Susana, de corresponder a su cariño... Una desagradable sensación recorre mi mejilla, como el de una babosa paseando por mi rostro _Me sobresalto al notar que es Susana acariciándome
-Terry – su voz es un suspiro -En verdad aún me cuesta creer que estas a mi lado y juntos vamos a formar el hogar con el que siempre soñamos. Sonríe ampliamente mientras las náuseas se forman en mi interior.
¿¿Un hogar?? ¡¡¡Dios no podre con esto!!! - Intento forzar una sonrisa
– Primero tu recuperación, es lo importante. – ya tendremos tiempo para lo demás.
Me acomodo lo mejor que puedo en esa pequeña silla esperando que ella cierre sus ojos, inconscientemente pido que no los habrá más... ser libre para unirme a la única mujer que anhelo y deseo con desesperación.
La espalda duele, por lo que me incorporo haciendo ligeros ejercicios de estiramiento luego de estar cerca de una hora en una posición molesta, me asomo a la ventana viendo como la oscuridad abarca el entorno, la nevada esta más densa. Apoyo la frente sobre el frio ventanal mientras veo caer los copos blancos, me gustaría que mi vida fuera igual... así de efímera para que el dolor se deshaga, se pierda sin dejar huella...
Estoy tan ensimismado que no he notado como la puerta se abre y una cálida vocecita me llama quedamente
-Terry ?? - No, yo debo estar soñando, es imposible que... Siento como su pequeña mano toma la mía tímidamente mientras me hace dar vuelta. Nuestras miradas se encuentran y siento la vida volver a mi ser. -¡¡Ella no se ha marchado!!!
-Ven, debemos hablar – Me lleva suavemente hacia la puerta. Yo la seguiría hasta el fin del mundo con tal que no me deje... A la que dejamos bajo los efectos de los calmantes y bajo la supervisión de una enfermera es a Susana.
En el pasillo se encuentra ... - No, esto no es verdad - ¡Que hace EL AQUÍ!!!
-¡Calma Terry! - Es tu padre, merece tu respeto. – No es tu enemigo, al contrario, te ama más de lo que puedes imaginar...
-Si, claro - Siempre ha manifestado su “amor” controlando mis pasos
-Bien Duque -Ha venido solo para echarme en cara que soy un inepto que no es capaz de construir su propio destino... que solo trae desgracia...
- ¡Basta Terry! - Candy se pone en jarras frente a mi -Si no controlas tu temperamento con tu padre, no tiene sentido esta reunión y bien puedes regresar junto a Susana y cuidar de ella. -La miro atónito, mi Pecosa endemoniada está jugando con mis emociones, solo ella es capaz de frenar mis impulsos.
Arthur, el hombre de confianza de mi padre se acerca, hablándole en susurros al entregar una carpeta marrón. El Duque se vuelve hacia nosotros
- Es necesario que me escuches hijo, sé que no soy digno de tus afectos, que tienes todo el derecho de rechazarme... me lo merezco...
-Duque por favor!! - Candy interviene acercándose a él tomándolo de la mano en un gesto de apoyo - Terry puede parecer un necio arrogante, mas también es poseedor de un corazón bondadoso y noble.
Ante esas palabras dichas con tanta sinceridad, no puedo más que claudicar y acepto seguirlos hasta una pequeña sala que nos da la privacidad requerida
CONTINUARA....
CAPITULO VII
Última edición por Pitufa terriana el Lun Abr 29, 2024 7:49 pm, editado 1 vez