Candy y Annie ocuparon la habitación que compartieron cuando vivieron en el orfanato.
Era la primera vez que se separaban de sus esposos, estaban tan acostumbradas a ellos que no podían dormir y ni qué decir del castaño y del elegante Archie. Terry caminaba dentro de la habitación como un tigre enjaulado, no le gustaba estar separado de Candy para nada ni siquiera a pocos metros de ella.
—Tranquilo, Terry, de tanto caminar vas a hacer un hoyo en el piso.
—Ojalá y lo que dices se cumpla, para escapar a los brazos de Candy.
—También quisiera estar junto a Annie, la extraño.
—Quién iba a tan siquiera pensar que algún día íbamos a estar ocupando una habitación, mi elegante compadre.
—En el colegio no nos podíamos ver ni en pintura, mi arrogante compadre.
Las chicas estaban cerca de la puerta con sus oídos pegados a ella para escuchar algo de lo que hablaban sus esposos.
—Es inútil, Annie, no se puede escuchar absolutamente nada.
—Oye, Candy, ya quiero que sea mañana para preguntarle a Archie qué es eso del compadrazgo que tiene con tu esposo.
—Yo también al mío, pero me alegra saber que se llevan bien y que se volvieron amigos.
–Sí, respondió la pelinegra–.
Ya que no podemos dormir pongámonos a leer algo.
—En estos momentos solo tengo conmigo el diario de la señorita Pony.
—Tú crees que se moleste si me cuentas el contenido.
—No creo. Ella me dijo que no se avergüenza de nada de lo escrito aquí –señaló el diario.
Querido diario,
Han pasado 7 años años desde que Jackson, Alika, Aimyv, Zack y Rony viven con nosotros en la hacienda.
Alika y Jackson ya saben leer y escribir.
Mi padre no se opuso a que les enseñara porque su historia lo conmovió
Mi padre, que es de mente liberal, siempre ha dicho que la educación es el mejor legado para los hijos y qué mejor que sus padres pongan el ejemplo.
Aimy y yo tenemos 15 años y gustos diferentes. Yo quiero ser maestra y ella quiere ser una artista famosa, una dibujante. Ese es su gran sueño porque se le da muy bien, plasma en papel hermosos trazos que sus ojos captan. En cambio, Zack quiere ser músico porque dice que lo lleva en la sangre. Rony tiene 7 años y él es feliz jugando con los demás niños en la granja.
Cuando mis padres se van de viaje nos reunimos para hacer tertulia, contar historias y escuchar la música africana que entonan Jackson y Zack. Alika mueve sus caderas al compás de un tambor que fabricó su esposo y Zack hizo unas maracas.
Según ellos, así como aprendieron a leer y escribir, ahora tengo que bailar esos ritmos, pero no se me da ni será fácil. Todo esto lo hacemos a escondidas de mi padre porque esa fue la Única condición de no dejarme llevar por las costumbres de nuestros protegidos.
Estoy nerviosa porque hoy será el primer baile que tendré con mi amigo Joseph, tenemos muchas cosas en común, le gusta leer, le encanta la poesía como a mí.
Él es mi vecino. Lo conozco desde que teníamos 5 años de edad, he empezado a experimentar sensaciones raras cuando lo veo, no sé por qué hay ocasiones en las que prefiero mejor que no me hable porque me pone muy nerviosa.
La luz de las velas danzaban en los ojos de Joseph mientras él miraba a Pony con una mezcla de admiración y amor.
CONTINUARÁ EN WATTPAD
*CRÉDITO DEL ARTE: BETTY GRAHAM
Última edición por BettyJesse el Miér Mayo 01, 2024 12:23 am, editado 2 veces