Hola hermosas, continuando con nuestro fic grupal, hoy toca turno del capítulo 15 de mi autoria, espero que les guste. ¡Últimos capítulos!
EL RUISEÑOR ENCANTADO
Capítulo 15 by Chica Zafiro
Todo el miedo que sentía Terry, se evaporó al reconocer que se trataba de la mujer que lo atemorizaba en sus sueños cuando era pequeño. Mas, el temeroso sentimiento fue reemplazado por un resentimiento y odio profundo. Tomó sus manos como si tuviera peste y apartándolas irguió todo su glorioso cuerpo, haciendo sentir a Susana pequeñita.
- ¿Tuyo?... Te equivocas. Yo no te pertenezco y quien te haya prometido tal cosa, te vio la cara, porque no hace falta nadie más que yo para decirte que te aborrezco y que, con tus apariciones, lo único que lograste alimentar poco a poco un profundo odio hacia ti.
Susana abrió los ojos como platos. No daba crédito. Ella estaba segura que al entrar en sus sueños, despertaría en él el amor y que, al verla por fin en persona, la tomaría en brazos y le profesaría su amor y devoción. Se puso fúrica. No comprendía. ¿Cómo era posible que después de tanta dedicación y esfuerzo que hizo para que él la amara como ella a él, la rechazara de ese modo?
- ¡No! ¡Eso es mentira! ¡Tú me amas, tienes que hacerlo!
- ¡No lo es! ¡¿Cómo amar a alguien tan malévolo como tú, que persigue, acosa y perturba los sueños de un niño?!
- Tú, ¡maldita! – chilló volviéndose hacia Candy. - Tú eres la culpable. Te tenías que interponer entre nosotros. Por tu culpa él no me reconoce y no sabe lo que dice. ¡Él es mío! y si no está conmigo, no lo estará con nadie y menos con alguien tan insignificante como tú.
Candy estaba hecha un mar de lágrimas, sabía que se trataba de la profecía y comprendió que Terry y ella eran los que, por medio de su amor, enfrentarían a la bruja. Pero su temor más grande radicaba en que sabía que uno de los tres moriría. Y, como ella estaba dispuesta dar su vida para proteger a Terry, se armó de valor y rodeó el cuerpo del joven, para quedar frente a frente con Susana:
- Te equivocas. Yo no me interpuse entre nadie. Y sí: tal vez, soy insignificante. Pero amo con todo mi corazón a este hombre y por él soy capaz de todo para que esté a salvo.
Terry estaba sorprendido de la valentía y entereza de Candy, pero lo que más le sorprendió y alegró fue saber que su amor era correspondido y que la muchacha no dudaría en defenderlo con uñas y dientes.
- ¡Por favor! – se burló la bruja. - Tú a mí ¿qué me puedes hacer?
- ¿Se te olvida la profecía? – cuestionó Candy de manera calmada. - Siete veces trece años se cumplirán… – agregó con suavidad.
Y sólo esa frase fue suficiente para helarle la sangre a Susana.
EL RUISEÑOR ENCANTADO
Capítulo 15 by Chica Zafiro
Todo el miedo que sentía Terry, se evaporó al reconocer que se trataba de la mujer que lo atemorizaba en sus sueños cuando era pequeño. Mas, el temeroso sentimiento fue reemplazado por un resentimiento y odio profundo. Tomó sus manos como si tuviera peste y apartándolas irguió todo su glorioso cuerpo, haciendo sentir a Susana pequeñita.
- ¿Tuyo?... Te equivocas. Yo no te pertenezco y quien te haya prometido tal cosa, te vio la cara, porque no hace falta nadie más que yo para decirte que te aborrezco y que, con tus apariciones, lo único que lograste alimentar poco a poco un profundo odio hacia ti.
Susana abrió los ojos como platos. No daba crédito. Ella estaba segura que al entrar en sus sueños, despertaría en él el amor y que, al verla por fin en persona, la tomaría en brazos y le profesaría su amor y devoción. Se puso fúrica. No comprendía. ¿Cómo era posible que después de tanta dedicación y esfuerzo que hizo para que él la amara como ella a él, la rechazara de ese modo?
- ¡No! ¡Eso es mentira! ¡Tú me amas, tienes que hacerlo!
- ¡No lo es! ¡¿Cómo amar a alguien tan malévolo como tú, que persigue, acosa y perturba los sueños de un niño?!
- Tú, ¡maldita! – chilló volviéndose hacia Candy. - Tú eres la culpable. Te tenías que interponer entre nosotros. Por tu culpa él no me reconoce y no sabe lo que dice. ¡Él es mío! y si no está conmigo, no lo estará con nadie y menos con alguien tan insignificante como tú.
Candy estaba hecha un mar de lágrimas, sabía que se trataba de la profecía y comprendió que Terry y ella eran los que, por medio de su amor, enfrentarían a la bruja. Pero su temor más grande radicaba en que sabía que uno de los tres moriría. Y, como ella estaba dispuesta dar su vida para proteger a Terry, se armó de valor y rodeó el cuerpo del joven, para quedar frente a frente con Susana:
- Te equivocas. Yo no me interpuse entre nadie. Y sí: tal vez, soy insignificante. Pero amo con todo mi corazón a este hombre y por él soy capaz de todo para que esté a salvo.
Terry estaba sorprendido de la valentía y entereza de Candy, pero lo que más le sorprendió y alegró fue saber que su amor era correspondido y que la muchacha no dudaría en defenderlo con uñas y dientes.
- ¡Por favor! – se burló la bruja. - Tú a mí ¿qué me puedes hacer?
- ¿Se te olvida la profecía? – cuestionó Candy de manera calmada. - Siete veces trece años se cumplirán… – agregó con suavidad.
Y sólo esa frase fue suficiente para helarle la sangre a Susana.