Un nuevo día comienza en esta GF y con este, les traigo una nueva entrega de nuestro proyecto grupal, esta vez, con mi humilde aporte. Esperamos que lo disfruten!!!
El Ruiseñor Encantado
Capítulo 4 by Milser
Capítulo 4 by Milser
Candy no había conseguido pegar un ojo en toda la noche. Su dulce Clint, compañero de grandes aventuras, jamás se había apartado durante tanto tiempo de su lado, ni aún en sus más prolongadas ausencias gatunas. Sin embargo, y por más que había buscado, era el segundo día de ausencia felina y ya la preocupación estaba haciendo presa de la muchacha. El único consuelo que había obtenido durante la larga noche en vela, había sido el persistente y armonioso canto del ruiseñor que parecía querer transmitirle un mensaje de esperanza.
Así que, al despuntar el alba, la joven decidió que era hora de salir nuevamente en busca de su gran amigo. Durante horas caminó y recorrió cada sitio del pequeño poblado, con sus ojos verde esmeralda paseándose incansablemente entre tejados, ventanas, portales y recovecos… pero no hubo éxito. Comenzó a aventurarse más allá, hacia el bosquecillo, intentando vislumbrar entre las ramas de cada árbol con la esperanza de que su brillante y peluda mota blanca apareciera. Pero nada.
Llegado el mediodía, con los ánimos bastante caídos y el cuerpo exhausto, decidió que era hora de tomarse un respiro. Llegó así a la orilla de un lago cristalino y se dejó reposar bajo la sombra de un frondoso árbol.
- Clint, querido… - suspiró con pesar. – ¿Dónde estás mi pequeño esponjoso?
Como respondiendo a su plegaria un tímido “Miau” se dejó oír desde las alturas.
- ¡Clint! ¡Ahí estás! – chilló la rubia con felicidad cuando logró enfocar al escurridizo felino en lo más alto del árbol bajo el cual se encontraba sentada. – Baja de ahí, niño travieso… - lo riñó pero, al no obtener resultados, decidió trepar para buscarlo por sí misma.
Curiosamente para esa hora del día, el famoso ruiseñor dejó oír su canto. Al mismo tiempo en que la audaz rubia subía ágilmente por las ramas, un joven con ojos de zafiro observaba atónito la escena que se desplegaba ante él. No era común que una jovencita fuera tan habilidosa en esos menesteres… y, para colmo de males, esa tan poco usual actitud temeraria, había frustrado completamente sus planes de transformarse en el caballero que asistiría a la damisela en desgracia.
Sin pensarlo siquiera, el guapísimo leñador dejó que sus pasos lo condujeran bajo el árbol. Un minuto después, la valiente muchachita con su extraviado felino en brazos, caía de un salto justo frente a él. En ese instante, los ojos verdes y azules se encontraron.
Otra vez, y como por arte de magia, volvió a oírse el canto del ruiseñor. Pero, esta vez, mucho más fuerte que nunca.
Así que, al despuntar el alba, la joven decidió que era hora de salir nuevamente en busca de su gran amigo. Durante horas caminó y recorrió cada sitio del pequeño poblado, con sus ojos verde esmeralda paseándose incansablemente entre tejados, ventanas, portales y recovecos… pero no hubo éxito. Comenzó a aventurarse más allá, hacia el bosquecillo, intentando vislumbrar entre las ramas de cada árbol con la esperanza de que su brillante y peluda mota blanca apareciera. Pero nada.
Llegado el mediodía, con los ánimos bastante caídos y el cuerpo exhausto, decidió que era hora de tomarse un respiro. Llegó así a la orilla de un lago cristalino y se dejó reposar bajo la sombra de un frondoso árbol.
- Clint, querido… - suspiró con pesar. – ¿Dónde estás mi pequeño esponjoso?
Como respondiendo a su plegaria un tímido “Miau” se dejó oír desde las alturas.
- ¡Clint! ¡Ahí estás! – chilló la rubia con felicidad cuando logró enfocar al escurridizo felino en lo más alto del árbol bajo el cual se encontraba sentada. – Baja de ahí, niño travieso… - lo riñó pero, al no obtener resultados, decidió trepar para buscarlo por sí misma.
Curiosamente para esa hora del día, el famoso ruiseñor dejó oír su canto. Al mismo tiempo en que la audaz rubia subía ágilmente por las ramas, un joven con ojos de zafiro observaba atónito la escena que se desplegaba ante él. No era común que una jovencita fuera tan habilidosa en esos menesteres… y, para colmo de males, esa tan poco usual actitud temeraria, había frustrado completamente sus planes de transformarse en el caballero que asistiría a la damisela en desgracia.
Sin pensarlo siquiera, el guapísimo leñador dejó que sus pasos lo condujeran bajo el árbol. Un minuto después, la valiente muchachita con su extraviado felino en brazos, caía de un salto justo frente a él. En ese instante, los ojos verdes y azules se encontraron.
Otra vez, y como por arte de magia, volvió a oírse el canto del ruiseñor. Pero, esta vez, mucho más fuerte que nunca.
Acceso a capítulos anteriores:
Capítulo Intro by Estrella: https://www.elainecandy.com/t20980-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-intro-by-estrella
Capítulo 1 by Chica Zafiro: [url= https://www.elainecandy.com/t21023-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-1-by-chica-zafiro] https://www.elainecandy.com/t21023-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-1-by-chica-zafiro[/url]
Capítulo 2 by Amanecer Grandchester: https://www.elainecandy.com/t21035-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-2-by-amanecer-grandchester
Capítulo 3 by blangisell: https://www.elainecandy.com/t21053-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-3-by-blangisell