Queridas amigas lectoras, hoy, con mucha alegría y también, algo de nostalgia, me toca decirles que nuestro querido proyecto grupal encuentra su fin. A quienes día a día nos han seguido y brindado hermosas palabras de aliento, MILLONES DE GRACIAS!!! A mis coautoras, quienes lo hicieron posible... Citlalli, Amanecer, Chica Zafiro, Vero, Blangisell, Fany, Phoenix... ha sido un verdadero HONOR trabajar codo a codo con ustedes!!
El Ruiseñor Encantado
Capítulo 17 FINAL by Milser
Capítulo 17 FINAL by Milser
Un brillante resplandor se abrió paso entre las espesas nubes que cubrían el cielo, disipándolas por completo como por arte de magia, al tiempo que una brisa suave y tibia se colaba traviesamente alborotando los cabellos de los enamorados que seguían enfrascados en su romántico embeleso.
- Así está mucho mejor… - la risueña voz femenina los sobresaltó consiguiendo que, tanto Candy como Terry desbarataran el beso abruptamente y centraran toda su atención en quien acababa de interrumpirlos.
- ¿Quién eres tú? – Candy fue la primera en reaccionar, dirigiéndose a la mujer que tenía enfrente con cierto recelo y, a la vez, maravillada por la blanca presencia y el pacífico semblante que portaba… tan diametralmente opuesta a la oscura bruja que acababa de evaporarse para siempre…
- ¿Quién soy yo? – sonrió con dulzura la dama blanca. - ¿Acaso no me reconoces, Candy? – le preguntó sin mover siquiera los labios, dejando que su voz llegara hasta su protegida llevada por el viento. - ¿Tú tampoco puedes hacerlo, príncipe Terry? – cuestionó de la misma mágica manera volviéndose hacia el perplejo muchacho.
- No realmente, sin embargo… - el joven titubeó, como si repentinamente se diera cuenta de algo. – Tu voz… es tan familiar… ¿Tú eres quien me trajo hasta aquí, cierto?
- ¿Eres la voz que yo escuchaba cada vez que venía al bosquecillo? – intervino Candy también asombrada.
- Sí, queridos míos – la mujer volvió a hablar con sus propios labios. – Rosemary, ese es mi nombre y soy, desde hace siglos, la creadora y guardiana de estos bosques. Al igual que Susana lo era del Monte Marlowe y sus alrededores. Aunque ahora, y gracias a ustedes, la eterna disputa ha concluido y, no habiendo más que temer, ha llegado la hora de partir… porque sé que dejaré mi bello paraíso en las mejores manos.
- ¿Partir? Pero, ¿cuándo? ¿dónde irás? – inquirió Candy con preocupación.
- ¿En que manos dejarás este lugar? ¡No puede haber mejores que las tuyas! – preguntó Terry al mismo tiempo.
- Bella Candy… - como un suspiro, la dama llegó al lado de su protegida y le acarició el rostro con maternal ternura. – He pasado en este mundo más tiempo del que puedo recordar, cuidando de este bosque, esperando a que tú y Terry estuvieran listos para liberar esta tierra de los crueles designios de Susana. Ahora que finalmente lo han logrado, es mi tiempo de descansar. ¿Adonde iré? No lo sé. Sólo puedo decirte que algunos lo llaman Cielo – concluyó dedicándole un guiño travieso que la hizo sonreír. – En cuanto a tu pregunta – agregó volviéndose hacia Terry. - ¿Qué mejores manos que las de aquellos que han sabido derrotar el mal con tan solo un beso? Si han sido capaces de eso, ¡no puedo siquiera imaginar todas las cosas hermosas que lograrán a partir de ahora!
- Entonces… - el apuesto rostro de Terry mostró un dejo de tristeza – deberé regresar y, finalmente, aceptar el puesto para el que he nacido destinado.
- Así es – asintió Rosemary. – Pero no olvides, querido príncipe, que ahora tendrás a tu princesa a tu lado y, además, ¿quién puede decirle a un príncipe cómo vivir su vida? – preguntó la dama con picardía. – ¡Anímate muchacho! Que mientras seas un soberano justo y un valiente protector de tu pueblo, puedes hacer de un árido y tenebroso monte una verde y próspera colina– hizo un ademán hacia el Monte Marlowe, el cual, como un milagro, revivió reverdeciendo ante los ojos atónitos de los expectadores; - de una simple cabaña de guardabosque, un cómodo palacio – señalando hacia el lugar mencionado y, para aumentar el asombro, hizo lo que mencionaba; - e incluso, transformar este pequeño bosquecillo en el jardín de tus sueños – finalizó abriendo los brazos de par en par, abarcándolo todo… sólo que esta vez, y debido la belleza que ya de por sí los rodeaba, ninguna transformación fue necesaria.
- Gracias, Rosemary – una llorosa Candy rompió el silencio. – Esto es… demasiado…
- No, niña. Nada es demasiado para ustedes – sonrió la dama. – Y ahora… ya es tiempo… - anunció dando un paso hacia atrás, presta a despedirse.
- ¡Espera! – la detuvo la joven en tono de súplica. - ¿Qué pasará con él? – inquirió yendo junto al cuerpo caído de Anthony. – Este no puede ser el fin para él. No después de todo lo que hizo por nosotros…
- Ni lo será, dulce Candy – respondió Rosemary hincándose junto al muchacho. – Hermoso Anthony… - suspiró. – Mi bello ruiseñor… tú también eres libre – musitó colocándole una mano sobre el pecho. – Cumpliste con tu palabra de protegerlos aún a costa de tu preciosa vida… Y no creas que yo he olvidado mi promesa. Jamás lo hice, querido mío – se inclinó y le besó la frente. – Tú también encontrarás a tu amor verdadero y yo voy a decirte cómo. Sólo debes ir y buscar a… - el resto de lo que dijo Rosemary, fue inaudible para los oídos de los enamorados, ya que fue pronunciado en secreto al oído del fiel protector.
Segundos después, Rosemary y Anthony se desvanecieron en un resplandor cegador de luz, dejando como única prueba de su presencia un adorable y persistente aroma a flores silvestres.
- ¿Y bien? – preguntó el príncipe Terry tomando de la mano a su adorada princesa Candy. - ¿Cómo se supone que vamos a seguir con todo esto?
- Esa es una pregunta con una respuesta muy simple, su alteza – respondió Candy con fingida autosuficiencia.
- ¿Y cuál es esa respuesta tan simple, mi princesa pecosa?
- ¡Juntos! ¡Siempre juntos! – anunció la muchacha con alegría, lanzándose a los brazos de su amor quien la recibió más que dispuesto a sellar con un nuevo beso el inicio de lo que sería una larga, próspera, maravillosa y feliz historia.
- Así está mucho mejor… - la risueña voz femenina los sobresaltó consiguiendo que, tanto Candy como Terry desbarataran el beso abruptamente y centraran toda su atención en quien acababa de interrumpirlos.
- ¿Quién eres tú? – Candy fue la primera en reaccionar, dirigiéndose a la mujer que tenía enfrente con cierto recelo y, a la vez, maravillada por la blanca presencia y el pacífico semblante que portaba… tan diametralmente opuesta a la oscura bruja que acababa de evaporarse para siempre…
- ¿Quién soy yo? – sonrió con dulzura la dama blanca. - ¿Acaso no me reconoces, Candy? – le preguntó sin mover siquiera los labios, dejando que su voz llegara hasta su protegida llevada por el viento. - ¿Tú tampoco puedes hacerlo, príncipe Terry? – cuestionó de la misma mágica manera volviéndose hacia el perplejo muchacho.
- No realmente, sin embargo… - el joven titubeó, como si repentinamente se diera cuenta de algo. – Tu voz… es tan familiar… ¿Tú eres quien me trajo hasta aquí, cierto?
- ¿Eres la voz que yo escuchaba cada vez que venía al bosquecillo? – intervino Candy también asombrada.
- Sí, queridos míos – la mujer volvió a hablar con sus propios labios. – Rosemary, ese es mi nombre y soy, desde hace siglos, la creadora y guardiana de estos bosques. Al igual que Susana lo era del Monte Marlowe y sus alrededores. Aunque ahora, y gracias a ustedes, la eterna disputa ha concluido y, no habiendo más que temer, ha llegado la hora de partir… porque sé que dejaré mi bello paraíso en las mejores manos.
- ¿Partir? Pero, ¿cuándo? ¿dónde irás? – inquirió Candy con preocupación.
- ¿En que manos dejarás este lugar? ¡No puede haber mejores que las tuyas! – preguntó Terry al mismo tiempo.
- Bella Candy… - como un suspiro, la dama llegó al lado de su protegida y le acarició el rostro con maternal ternura. – He pasado en este mundo más tiempo del que puedo recordar, cuidando de este bosque, esperando a que tú y Terry estuvieran listos para liberar esta tierra de los crueles designios de Susana. Ahora que finalmente lo han logrado, es mi tiempo de descansar. ¿Adonde iré? No lo sé. Sólo puedo decirte que algunos lo llaman Cielo – concluyó dedicándole un guiño travieso que la hizo sonreír. – En cuanto a tu pregunta – agregó volviéndose hacia Terry. - ¿Qué mejores manos que las de aquellos que han sabido derrotar el mal con tan solo un beso? Si han sido capaces de eso, ¡no puedo siquiera imaginar todas las cosas hermosas que lograrán a partir de ahora!
- Entonces… - el apuesto rostro de Terry mostró un dejo de tristeza – deberé regresar y, finalmente, aceptar el puesto para el que he nacido destinado.
- Así es – asintió Rosemary. – Pero no olvides, querido príncipe, que ahora tendrás a tu princesa a tu lado y, además, ¿quién puede decirle a un príncipe cómo vivir su vida? – preguntó la dama con picardía. – ¡Anímate muchacho! Que mientras seas un soberano justo y un valiente protector de tu pueblo, puedes hacer de un árido y tenebroso monte una verde y próspera colina– hizo un ademán hacia el Monte Marlowe, el cual, como un milagro, revivió reverdeciendo ante los ojos atónitos de los expectadores; - de una simple cabaña de guardabosque, un cómodo palacio – señalando hacia el lugar mencionado y, para aumentar el asombro, hizo lo que mencionaba; - e incluso, transformar este pequeño bosquecillo en el jardín de tus sueños – finalizó abriendo los brazos de par en par, abarcándolo todo… sólo que esta vez, y debido la belleza que ya de por sí los rodeaba, ninguna transformación fue necesaria.
- Gracias, Rosemary – una llorosa Candy rompió el silencio. – Esto es… demasiado…
- No, niña. Nada es demasiado para ustedes – sonrió la dama. – Y ahora… ya es tiempo… - anunció dando un paso hacia atrás, presta a despedirse.
- ¡Espera! – la detuvo la joven en tono de súplica. - ¿Qué pasará con él? – inquirió yendo junto al cuerpo caído de Anthony. – Este no puede ser el fin para él. No después de todo lo que hizo por nosotros…
- Ni lo será, dulce Candy – respondió Rosemary hincándose junto al muchacho. – Hermoso Anthony… - suspiró. – Mi bello ruiseñor… tú también eres libre – musitó colocándole una mano sobre el pecho. – Cumpliste con tu palabra de protegerlos aún a costa de tu preciosa vida… Y no creas que yo he olvidado mi promesa. Jamás lo hice, querido mío – se inclinó y le besó la frente. – Tú también encontrarás a tu amor verdadero y yo voy a decirte cómo. Sólo debes ir y buscar a… - el resto de lo que dijo Rosemary, fue inaudible para los oídos de los enamorados, ya que fue pronunciado en secreto al oído del fiel protector.
Segundos después, Rosemary y Anthony se desvanecieron en un resplandor cegador de luz, dejando como única prueba de su presencia un adorable y persistente aroma a flores silvestres.
- ¿Y bien? – preguntó el príncipe Terry tomando de la mano a su adorada princesa Candy. - ¿Cómo se supone que vamos a seguir con todo esto?
- Esa es una pregunta con una respuesta muy simple, su alteza – respondió Candy con fingida autosuficiencia.
- ¿Y cuál es esa respuesta tan simple, mi princesa pecosa?
- ¡Juntos! ¡Siempre juntos! – anunció la muchacha con alegría, lanzándose a los brazos de su amor quien la recibió más que dispuesto a sellar con un nuevo beso el inicio de lo que sería una larga, próspera, maravillosa y feliz historia.
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Capítulo 1 by Chica Zafiro: [url= https://www.elainecandy.com/t21023-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-1-by-chica-zafiro] https://www.elainecandy.com/t21023-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-1-by-chica-zafiro[/url]
Capítulo 2 by Amanecer Grandchester: https://www.elainecandy.com/t21035-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-2-by-amanecer-grandchester
Capítulo 3 by blangisell: https://www.elainecandy.com/t21053-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-3-by-blangisell
Capítulo 4 by Milser: https://www.elainecandy.com/t21068-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-4-by-milser
Capítulo 5 by Chica Zafiro: https://www.elainecandy.com/t21079-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-5-by-chica-zafiro
Capítulo 6 by Phoenix: https://www.elainecandy.com/t21109-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-6-by-phoenix
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Capítulo 8 by Phoenix: https://www.elainecandy.com/t21162-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-8-by-phoenix
Capítulo 9 by Estrella: https://www.elainecandy.com/t21168-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-9-by-estrella
Capítulo 10 by Milser: https://www.elainecandy.com/t21175-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-10-by-milser
Capítulo 11 by Vero: https://www.elainecandy.com/t21194-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-11-by-vero
Capítulo 12 by Fany: https://www.elainecandy.com/t21202-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-12-by-fany
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