CLASE ESPECIAL AQUELARRE ANDREW
GUERRA FLORIDA 2016
GUERRA FLORIDA 2016
UES
ANTES DE QUE NOS CIERREN AQUÍ LES DEJO EL PENÚLTIMO CAPITULO DE ESTE FIC EN CONJUNTO CON CANDICE LEDEZMA
PERDON POR DEJARLO INCONCLUSO PERO LO SUBIRE EN MI MURO GRACIAS
PERDON POR DEJARLO INCONCLUSO PERO LO SUBIRE EN MI MURO GRACIAS
DISCLAIMER: Los personajes de Candy Candy no me pertenecen. Son propiedad de Mizuki & Igarashi. Este fic se realizó sin fines de lucro. Para la Guerra Florida 2016. Historia alterna. Por Candice Ledezma & Sahra Mc Cartney “Gràdhdauphin”
AMOR INESPERADO EN NAVIDAD
Capitulo NUEVE
Se puso el abrigo y salió
Albert pensaba que no iba a salir pero cuando la vio sonrió. Esperanzado en arreglar las cosas con ella. Ella lo miro, quería correr a sus brazos como si nada hubiera pasado, añoro los días en París y su bella sonrisa dedicada enteramente a ella.
-Candy, te he echado de menos. Me alegro de haberte encontrando.
Acercándose y tratando de tomar sus pequeñas manos entre las suyas.
Candy bajo la mirada dando un paso atrás, como pudo. Candy trato de sonar tranquila y serena.
-Mira Albert, deberías estar en casa, con tu novia, y,,, es todo, pero te deseo lo mejor y no me busques más, no quiero ser la burla de ¡nadie!
-Eso es lo que menos quiero, ¡escúchame! ¡Por favor!
-¡No! Albert! Por favor vete.
Su negativa era firme.
-¡Es por ese tipo verdad! Subiendo el tono de voz y perdiendo el control cosa que era muy raro en él. Celos, es lo que sintió Albert al ver que ella se negaba a todo
-¡El que te trajo ¿ya tan pronto encontraste a otro?
Candy se puso roja de coraje se acercó y con su corazón dolido… mirándolo directamente a los ojos, esos bellos ojos que una vez la miraban con ternura, ahora la veían con cierto reproche.
-¡vete con tu novia, o mejor dicho ¡tu mujer! que espera a tu hijo y a mi ¡déjame en paz!
Albert la tomo de los brazos…
-¡No! ¡No me iré!
La acercó más, ella forcejeaba y cuando menos lo esperó Albert le plantó un beso, un beso desesperado con ansias, ella ¡se resistía! No quería caer, pero no pudo más y se dejó llevar disfruto de las sensaciones que extrañaba, cuando sus sabios se tocaban, cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo ¡reacciono!
Como pudo se separó y lo vio, él le sonrió y ¡pas! le dio ¡una cachetada! Dándose la vuelta entró corriendo a su casa, por fin dejo caer las lágrimas que ya amenazaban con salir.
Mientras Candy lloraba desconsolada y confundida, un atribulado Albert la vio alejarse sin querer provocarle más dolor se alejaba pensativo pero no derrotado, ya que el beso aunque fue robado sintió todas las emociones esperadas en él.
Cuando Candy entro llorando se encerró en su habitación.
-¡Candy! ¡Abre! ¿Qué paso? ¿Qué te hizo?.. Por favor
-¡No te preocupes! Después hablamos..
Kaira al escucharla decidió dejarla sola.
- Este bien amiga…
-¿Cómo es posible? ¿Cómo? ¿Quién demonios se cree? al venir y…. ¡Besarme! Y yo… que no puedo más que derretirme entre sus brazos y sus besos Soy tan débil… y eso ¡no lo aguanto! Él va a tener un ¡hijo! y ese lazo es algo en lo cual no puedo ni quiero intervenir. ¡Cómo es posible que te amé tanto! Que soy capaz de todo, hasta de dejarte mi amado Albert…
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Sentada en su cama, Kaira revisaba unos paquetes que habían quedado rezagados y olvidados después del viaje, -tantos recuerdos…. Parece mentira que ya hayan pasado varios días y aun duele como si hubiera sido ayer. Como es posible que me haya ¡engañado! Pero…. No parece ser de ese tipo de hombre. Soy una ¡IDIOTA! Ni siquiera le di oportunidad de explicarme nada y ¿si……? Uff…. Talvez debí haberlo escuchado pero ahora no sé qué pueda pasar, ya que para estos momentos William debe pensar lo peor de mi. Me deje llevar por mis miedos y al pensar que él también me había engañado igual que……..el. Solo espero que todo se arregle entre todos nosotros.
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Albert se había quedado un momento afuera de la casa pensando en lo que había pasado, sabía que si le explicaba todo con más calma ella entendería. Pero al verla tan dolida y tan linda, no pudo más que besarla era lo que el más deseaba desde que se fue de Paris. Sumido en sus pensamientos, se percató de la llegada de un auto estacionarse enfrente de la casa, y descender de él, un joven muy elegante pero con un aire ¡antipático! No perdió ni un detalle del susodicho, al verlo con unas rosas y tocar el timbre… Candy al escuchar el timbre ni se movió no quería ver a nadie después de un rato salió Kaira y abrió la puerta. Su sorpresa fue tal que se quedó inmóvil… esta sorpresa ya era demasiado, y Erick le dio un beso en la mejilla aprovechando su ¡confusión! al sentir el beso fue como una descarga la cual la devolvió a la realidad.
-Erick ¿qué?
-hola Kai ¿cómo estás? ¿Puedo pasar?
Vacilo unos segundos y -Ehhh…. Si….
Así los dos entraron, dejando a Albert con varias dudas, el teléfono de William sonó y al ver que era Albert no tardo en contestar..
-Albert, ¿Qué paso…? ¿Cómo estas…?
-William como ya lo creía, era una farsa, Eliza me engaño ¡Pero eso se acabó! Lo que te tengo que decir es mucho más importante… William dime ¿en verdad ya no te interesa Kaira? ¡Dímelo!
-Albert me dolió que no me creyera y que ni siquiera me haya escuchado…
-Hermano te interesa ¿Sí o no?
-Claro que ¡sí! Pero ¿por qué tantas preguntas?
-Bueno porque simplemente parece ser que no somos los únicos interesados en ellas… Por casualidad encontré a Candy y pues la seguí a su casa y Candy llego con un tipo muy arregladito Y Kaira…
-Kaira ¿qué?
¡Levantando la voz!
.Pues otro tipo antipático llego y...
-Y ¿Qué? ¡Dímelo ya!
-Está ahorita con ella en su casa William sintió como se le subía el coraje y aventó el celular…
-¡William! ¡William!
Albert decidió esperar a su hermano y platicar con él para arreglar las cosas. Ya que lo conocía muy bien y sabía que él se dirigiría para allá. Ya que le había enviado la dirección.
William confundió y acelerado tomo sus llaves y se fue al estacionamiento. En cuanto se subió al auto, fue lo más rápido posible, no creía que ella fuera capaz de salir tan rápido con alguien más. Siguiendo la dirección que le envió Albert llegó muy rápido.
Adentro Kaira no sabía cómo rayos deshacerse de Erick, su sola presencia la incomodaba
Candy en su cuarto oía a su amiga hablar con alguien, limpio sus ojos y salió a ver que sucedía, Kaira estaba muy alterada. De por si su humor era malo esta mañana, en estos momentos parecía como si quisiera matar a ¡alguien! salió y para su sorpresa era ¡Erick!
-¿Que hace el aquí?
-¡Vino a que hablemos! - Erick en su externa actitud de confiado y arrogancia al extremo
-Solo quiero hablar, y que me disculpes por todo lo sucedido hace ya tiempo, sé que no fui un gran tipo…pero ahora es diferente.
- Le he dicho que no quiero volver a verlo y no hay nada de qué hablar
Mira eso ya quedó atrás, no creo que puedas ser nada mío, ¡ya no se puede! Así que retírate por favor.
-¡Si! y no molestes más!- Dijo Candy que sonó más a berrinche que amenaza.
Eso ya había sido suficiente. Todo había terminado para ellos. Candy entro a su habitación molesta con todo lo que les estaba pasando, después de una plática un tanto accidentada finalmente Erick comprendido esto. Se despidió de Kaira con un abrazo ella, sintió que por fin cerraba ese ciclo de su vida. Al momento que salía, un auto se estacionaba frente a la casa, William observó salir a Erick mientras este ajeno de quien lo observaba. Albert salió de su auto y se encontró con su hermano evitando cualquier ¡posible problema! Hablaron un instante y después de ponerse al día con lo que paso decidieron que lo mejor que podían hacer era que William debía ir a la casa a hablar con ella se acercó a la entrada donde escuchaba a las chicas hablar.
-Kaira, ¿estás bien? ¡Nena contesta! por favor
-Sí, Candy, es solo que, ya todo se acabó, pero aun así, pues se siente algo mal, ¿no crees?
-Claro que ¡sí!
-Estas más tranquilita!
-¡Si!
Y William se decidió a tocar la puerta
-¡Ahora que! - Candy irritada se fue a encerrar a su habitación.
Kaira no quería abrir pero volvieron a tocar así que no tuvo más opción que levantarse, y arrastrando sus pasos abrió…
Y nada, nada la tenía preparada para verlo. Ahí parado ¡del otro lado de la puerta! Se veía tal cual lo recordaba. Alto, guapo y sus bellos ojos azules había deseado lazarse a sus brazos y besarlo, ¡lo extraño tanto! Al verse a los ojos parecía que el tiempo se detuvo el, la observo y la vio un poco ojerosa se veía cansada y triste, se odio por ser la causa de su tristeza al fin se animó a hablar.
-Hola ¿Podemos hablar? Por favor. Solo será un momento
Ella no pudo decir nada de la impresión que le causo pero… el la vio indecisa
-Por favor, William, no quiero problemas con tu novia, ni que tú los tengas…
-De eso es lo que hay que hablar…
Albert se fue a casa después de que William tocara y abrieran la puerta cansado y un poco frustrado.
-No tardare mucho, ¡solo escúchame!
-Está bien William solo un momento.
Él se acercó a ella y le tomo su mano se sintió tan bien el roce de sus manos, tan familiar.
Candy encerrada en su cuarto, pensando y recordando el besó…
William y Kaira estaban sentados en la sala, se quedaron en silencio
-Kaira- Dijo William sin saber cómo empezar y armándose de valor, trataba de hablar y luchaba para que fueran las palabras correctas y poder recuperar a la mujer que estaba enfrente de él. ¡Pero Dios que difícil es a veces encontrar o plasmar un sentimiento con palabras!
Por fin se decidió a hablar -Siempre me ha gustado ser muy honesto con lo que siento así que escúchame, primero quiero que sepas que me dolió mucho el que no me dejarás explicarme y ¡no! confiaras en mí aunque sea un poco, después… ¡después de lo que pasamos juntos!
-Es que tú me ¡mentiste! ¡Tienes novia te vas a casar y… la besaste yo lo vi Yo te vi…Yo también pensé que había algo más yo… yo…- Las lágrimas brotaron.
William la sujeto de su brazo, atrayéndola y la abrazo fuerte para reconfortarla.
-Escúchame, si por favor
Beso su cien -Entre esa mujer y yo no hay ¡nada! todo lo tramo ella, hace unos pocos meses nosotros tuvimos una relación, pero ya está terminada. ¡Lo juro!
Lo escuchaba y deseaba que fuera verdad deseaba estar con él otra vez ella puso su cabeza en el pecho de William respirando su aroma, escuchando atenta su voz mientras el disfrutaba sentirla así de cerca
-Di algo por favor demonos ¡otra oportunidad! ¡Di que me crees! Kaira levanto la vista y miro fijamente a William, se reflejaba en sus ojos azules. Él se le acerco y tomó su cara entre sus manos se acercaba tan lentamente y la beso suave y tierno. Cuando se fueron sintiendo más cómodos empezó a ser más demandante entre respiraciones entrecortadas se abrazaron disfrutando el momento se dieron la oportunidad de platicar y arreglar los malos entendidos.
Ellos ahí se quedaron después de un rato por fin, lograron estar por fin en paz, y el sueño los envolvió así abrazados después de estar separados saben que ahí es donde pertenecen. Después de unas horas de estar así abrazados y dormidos empezaron a sentir la incomodidad del sofá sin pensarlo mucho lo invito a su habitación y volvieron a dormir abrazados pero más cómodos el sentimiento de angustia se desvaneció.
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Albert llego muy cansado a su casa después de tantos momentos difíciles del día gracias al cielo, Elisa ¡no estaba embarazada! Lo que no entendía era porque hizo semejante cosa… Ahora tendría que hablar con Candy, tendría que escucharlo y si después de eso ella no le creía., aunque fuere difícil la dejaría por la paz, con ese último pensamiento cerro los ojos y se entregó al cansancio de su cuerpo. Una noche fría paso muy rápido para unos y lenta para otros.
William acostumbrado a madrugar se despertó y sintió a alguien a su lado recordó donde estaba y sonrió. La abrazó con más fuerza y beso su cabello Kaira sintió los brazos de William apretando su cuerpo haciéndola despertar.
-Linda, tengo que irme hoy trabajaré unas horas en la oficina y después regreso.
-Está bien, quieres algo para desayunar ¿un café?
-¡Un café si, por favor!
Se levantaron más a fuerzas, hubieran querido seguir juntos un rato más Kiara fue al baño a arreglarse un poco salió y se dirigió a la cocina puso en marcha la cafetera, tostó un pan y picó un poco de fruta. William salió de la habitación y se dirigió a dónde se oía un poco de ruido, vio como preparaba el café sonrió como ensoñado. Al oír tanto ruido Candy despertó y se dirigió a la cocina a ver lo que estaba pasando. Se detuvo en la puerta sorprendida de la escena que encontró Willam y Kaira abrazados tomando el desayuno. Le dio gusto verla tan alegre después de los malos días que tuvo. Pero luego se molestó
-¡Cómo es posible! ¡Él está con otra! Por Dios ¿que estas pensado? Te mereces más que esto
Kaira manteniendo la calma se levantó.
-Candy ¡cálmate! Escúchame por favor. Ya aclaramos las cosas, todo lo que paso fue culpa de esas dos, ellos ya no están juntos!
-¿Segura?
-¡Si! ¡Confió en él, estoy bien, estaré bien!
Al verla tan segura.
-Ok, ok me alegró por ti, que todo les vaya bien. Sonrió a la pareja y las amigas se abrazaron, William observaba a las chicas desde su lugar vio el enojo de Candy, pero era más preocupación por su amiga que otra cosa.
-¿Quieres desayunar?- le pregunto Kaira
-No, mejor me voy a dormir otro ratito
-Ok
Candy salió de la cocina apenada por su reacción ya a solas una lágrima traicionera se asomó. Ella jamás se metería en medio de un hijo y sus padres. Ese bebé ocuparía un lugar muy importante para él y también ¡su madre!
William y Kaira terminaba el desayunó.
-¿Oye y se casara Albert con la mamá de su Bebé?
-No se nena. No he hablado con él ¡de eso! ayer la llevo con el médico pero no me ha dicho nada y en realidad no hubo tiempo
William no le dijo nada acerca de la mentira, quería que Albert se lo dijera primero a Candy.
-No quisiera pero tengo que irme. Dame tu número y te marco más tarde
Lo anotó en el celular de él, lo acompaño a la puerta, se besaron y desearon un buen día lo observo marcharse se despido con na mano antes de entrar al carro. Kaira cerró la puerta con una sonrisa de oreja a oreja
Abrió la puerta de Candy y la escuchó sollozar, no preguntó sólo la abrazo hasta que se durmió. La comprendía a veces ser fuerte siempre es difícil.
En la mansión Andrew, Albert se despertaba apenas había dormido estaba desanimado por fin se libró de ella y sus mentiras pero Candy no quería nada con él... No me quiere escuchar- pensó- lo entiendo pero -¡Algo tengo que hacer!
Llego William a casa sonriente y vio a su tía Elroy sentada en el jardín la saludo muy ¡animado! al verlo tan alegre no era tan raro para su tía ya que ella y Albert eran los únicos que realmente lo conocían tal cual. Corrió a ver a su hermano quería saber cómo seguía y compartir su felicidad, ya que quería que su querido hermano y Candy se ¡arreglaran! y así poder seguir con los planes que tenía para ellos.
-¡Albert Albert! ¿Puedo pasar? Albert tenemos que hablar
-¡Vaya! No tengo que preguntarte como te fue ¿verdad?
-Vamos Albert dime ¿qué paso?
-Nada. Lo que ya te había dicho fue una mentira Y con Candy pues ya sabes ¡no quiere ni verme!
- Tranquilo hermano ya todo acabo. Así ya me siento más cómodo de poderte platicar que Kaira y yo hemos arreglado ¡todo!
-No que no te importaba? jajaja ¡ya vez!
-Pero, como no me iba a importar. Si desde que ella se alejo era como sentirme perdido y ¡vacío! Pero bueno eso ya paso además no le iba a dejar el camino libre a ese… que viste Ahora te toca a ti. ¡Arreglar las cosas! Y lo mejor es que tiene que ser ¡ya! Porque después de haber regresado con ella no pienso dejarla más. Así que esta tarde me la voy a llevar. Para que tú puedas estar a solas con Candy y arreglarse después de todo tienes las pruebas para convencerla de ¡tú inocencia!
Mientras, en la casa de las amigas. Kaira le llevaba algo de comida a Candy ya que quería explicarle su proceder con más calma.
-Candy mira te traje algo de fruta.
-Gracias, pero ¡no quiero!
-Vamos come así tendrás animo
De mala gana comió un poco de fruta.
-Vamos así está mucho mejor pronto te sentirás bien
- ¿Si? y ¿para qué? .... ¡Para ver como se casa con esa mujer!
-No amiga ¡Para que hables con el! Tienen que hablar y.....
- ¡No! No voy a hablar con él. No tiene caso
-Y si solo hablaras con él... Si después de hacerlo todavía piensas igual pues no te seguiré insistiendo.
-¡Bah! Lo dices porque tú y William ya se ¡arreglaron! Ya hasta paso la noche aquí o ¿me equivoco?
-No! No te equivocas Solo hablamos no pasó nada entre nosotros
-Pero su situación no era tan mala ¡Él no va a ser padre!
-Entonces ¿qué piensas hacer?
-Ahorita ¡no se! ¡Quiero estar sola!
A los pocos minutos Kaira recibió la llamada de William.
-¡William! ¡Hola!
-¿Hola? ¿Esa es la forma de saludar a tu novio? Jajaja ¡No es cierto! Hace poco tiempo que estamos lejos y ¡ya te extraño! ¿Ya hablaste con Candy?
-¡Si! Y la verdad está muy triste además también se enojó por...
-¡Por mí! ¿Verdad?
-Si! No sé qué hacer! Me da tanta tristeza verla así que ni siquiera me animo a demostrarle lo feliz que estoy.
-Espera no te desesperes hable con Albert y ¡todo se arreglara! Ya lo veras por eso te hablo quiero invitarte esta tarde a un lugar que significa mucho para mí! Y así poder darles una oportunidad ¿Qué te parece?
-¡Mm! Me parece bien solo espero que sirva y que Albert sepa aprovechar la oportunidad si no. ¡Te juro que soy capaz de algo!
Tranquila todo va a salir bien Además tu y yo no vamos a dejar de apoyarlos
-¡Tienes razón! Y ¿a qué hora nos vemos?
-Paso por ti a las 4.
-Mejor me recoges en la cafetería de la esquina.
-Está bien ¡como quieras! No olvides que ¡te amo!
-Y yo también. ¡Te adoro! Hasta al rato ¡Besos -Besos!
Ya con un plan en mente ayudarían a que Candy y Albert volvieran a estar juntos. Después de la mentira.
Albert y William se disponían a irse a la oficina. Albert ya sabía lo que tenía que hacer con Candy hablarían otra vez gracias a la idea de su hermano, En cuanto de fueran ellos el llegaría, por ahora había muchos papeles que debía revisar, nuevos contratos por aprobar…
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Kaira se arreglaba para ir a ver a William y convenció a Candy de que se levantara que comiera una vez más
-Candy mejor come algo, yo voy a salir a arreglar algunos pendientes ya vez que con esto de las vacaciones y de todo lo demás, no hemos podido hacer nada así que mejor comes, te arreglas porque regresare por ti a las 6 para salir a dar un paseo y despejarte un rato,
-Está bien, aquí te espero.
Mientras William y Kaira salían para darles oportunidad de que Albert y Candy se arreglaran. William decidió llevarla a cenar a un lindo lugar en medio de un jardín, donde podrían disfrutar la tarde juntos.
El timbre sonó a las 5 pm, Candy casi terminaba de arreglarse y no dudo en abrir la puerta, encontrándose con un hermoso ramo de rosas blancas y detrás de ese hermoso regalo, un joven sostenía su corazón y todas sus esperanzas en esa noche.
-¡Albert pero que haces aquí!
-¿Acaso no crees que vale la pena hacer hasta lo imposible por recuperar tu amor?...
-Pero ya hablamos y no hay nada que hacer.
Cubriéndose la cara con sus manos para ocultar su tristeza
-No, no llores por favor… ¡no puedo soportar verte triste!... ¡Escúchame! Tengo que decirte que…. Todo fue una vil mentira de esa ¡arpía!..... ¡Mira! Aquí están los resultados de los análisis!
Mostrándole los resultados, ella los tomo, no podía leer el resultado debido a las lágrimas, el ya no podía soportar tenerla tan cerca y no demostrarle cuanto la amaba, la abrazo con todas sus fuerzas acercándola más y más susurrándole al oído, con esa dulce y tierna voz que parecía apaciguar todo el dolor y angustia antes sentida.
-Candy, ¡TE AMO! Como jamás pensé amar a alguien. Te amo desde la primera vez que te vi, desde la primera vez que me sonreíste! NO QUIERO NI PUEDO VIVIR SIN TI!
Candy sin poder decir nada solo escuchaba a un Albert tan sincero y amoroso, que ya no pudo hacer más que soltar los papeles y abrazarlo.
-Albert yo…
Ya no pudo terminar por que Albert la tomo con ternura y acercándola lentamente.. Le dio un beso, temiendo que lo rechazara una vez más…. pero ¡no fue así! Sintió como Candy le respondía al dulce beso los dos sentían como lentamente el amor, el cariño y por qué no, la pasión se iba haciendo cada vez más latente
Abrazados después de tan anhelado beso mirándose fijamente Albert comenzó a hablar.
-Candy solo quiero saber si me crees. Me amas tanto como yo te amo.. ¿Verdad?
-Si Albert te ¡AMO! No puedo negarlo más… ¡este hermoso sentimiento que siento dentro de mí ser! Te quiero y también quiero que sepas que yo tampoco puedo vivir sin ti sin escuchar tu voz, sin verme reflejada en tus hermosos ojos, sin sentirme amada por ¡ti!
-Candy mi amada Candy!! ¡Te amo!.....
Una vez más las palabras no fueron necesarias! Los dos se confesaron sus más íntimos sentimientos y secretos. Haciendo planes para un futuro juntos. Sentados en el sillón alumbrados por una luz tenue, Albert aprovechaba cada momento para demostrarle a Candy su amor. Entre besos. Y abrazos…
-Querida Candy, que piensas si… ¿pasamos el año nuevo juntos?
Candy sonriendo pregunto.
-¿En dónde?
Albert divertido
- Esa será ¡una sorpresa!
-Está bien. Y ¿cuándo nos iríamos?
-Mira, yo creo que hoy para preparar todo.
-¡Hoy!? –
-Si pequeña. ¡Hoy!
-¿Nos vamos?
Candy no podía creerlo…
Sonrió
-¡si! ¡Si me voy contigo!
CONTINUARA…