Eli-fic
EPILOGO
Con lo sentimientos bullendo en todo mi ser a un ritmo estrambótico la cual ha formado un bloqueo tan grande en mì que me ha privado de todo acto y gesto que un ser humano pueda poseer. Atrapada en mis impresiones apenas si puedo sentir como unos grandes brazos me apretaba como si quisieran protegerme de algo.
Escucho ruidos embotellados por todas partes, gentes que entran por aquel iluminado portón y se llevan arrastras a Neal y a Terry como si hubiesen sido unos criminales que atracan una casa y hacen daños a alguien. El hombre…Albert dice algo que escucho en la lejanía mientras yo, entre sus brazos y tirada en el suelo con las piernas extendidas a cada lado, solo soy una espectadora.
De pronto, todo se tiñe de negro y las voces se van apagando a tal nivel que me quedo sumergida en el silencio.
*-*-*-*-*
Aquí en esta enorme habitación me hallo postrada, mirando cuan larga y hermosa es, claro, lo que la vista y la posición en la que me encuentro me lo permiten.
Una persona entra en la estancia, a lo mejor es el médico conducido por una mucama para checar mi estado de salud; mis ojos fijos se quedan tal cual: no se mueven ni hacen nada, solo se quedan mirando a ese mismo punto como desde hace un buen tiempo lleva haciéndolo. No se cuanto tiempo llevo asi, cosa que me hace sentir incomoda, cansada y algo ansiosa.
El hombre toma una de mis manos, revisa mi pulso para luego mirar algo a su costado, supongo que su mano donde lleva su carísimo reloj el cual le indicara el ritmo en que va mi corazón. Mientras hace uno de esos exámenes rutinario, a mi mente llega el recuerdo de ese fatídico dia donde todo comenzó, el cual hizo de mi vida un verdadero infierno.
"Necesito otra historia
Algo para desahogarme
Mi vida se vuelve un poco aburrido
Necesitas algo que puedo confesar..."
Flash back
No era consciente de lo que hacia, digo la verdad. Tan solo quería una vida “normal”: hacer una familia y nada más. Mientras veía que todos a mi alrededor menos yo eran felices, mi estabilidad emocional se fue apagando de apoco, mientras una sensación desconocida me fue arropando cual manto hasta dejarme en completo desequilibrio.
La envidia y el codiciar algo que no me pertenecía, eran dos sentimientos que apenas si conocía y no precisamente porque lo hubiera sentido antes, mas bien, había sido espectadora de todo aquello; siempre me había rondado hasta que me tocó, según crei.
Leer los periódicos y verlos juntos en cada uno de ellos hacia que ese sentimiento hiciera mella en mi, hasta dejarme sin las ganas de trabajar o de cualquier cosa, dejándole más trabajo a mis compañeros con los cuales se convirtió una costumbre mantener una discusión que subían de tono haciendo uso de improperios en cada encuentro.
Hasta con Albert mantuve una discusión la cual provoco una breve enemistad entre nosotros.
Huyendo de mis problemas, uno de esos días, cuando el tiempo decide imitar el estado de ánimo de alguien, en este caso el mío, me refugie debajo de un techo que tenia un letrero algo particular y empapada como estaba entré a ese lugar del que jamás, en mis cincos sentidos, acudiría, pero como estaba el tiempo, la necesidad de un techo que me protegiera de la lluvia y la extraña fuerza de atracción que me empujaba a entrar allí fueron mas fuerte.
Al abrir la puerta esta tocò unas campanilla como dando aviso de que un cliente había llegado. Una mujer ataviada de una colorida vestimenta y de joyas resplandecientes y dueña de unos bellos ojos color aceituna salió presentando una sonrisa de comercial.
-Te estaba esperando- fue la respuesta de la señora quien cerrando sus ojos y colocando sus manos delante de mi y moviéndola de una manera poco particular, me dijo-: Oh, tú no estás bien. Ven, querida, acércate por aquí- tomando mi ante brazo y conduciéndome hasta una sala de estar para luego ofrecerme una silla.
Mi reacción de perplejidad era más que evidente como las ganas de salir corriendo al ver tantos frascos con líquidos de diferentes colores y figuras disecadas y algo mas, los cuales ordenaban una fila de estárteres, los cuales estaban por todo la estancial, al menos en el espacio en el que me encontraba.
-Toma esto y te hará sentir mejor-pasándome un frasco pequeño, el cual tenía forma de gota.
Al principio dudé en tomarla, pero aquellos ojos enigmáticos me condujeron a hacerlo. Reí un poco, ya que sentía que la situación era un poco ridícula, para luego tomarme de una envestida el liquido. El sabor no me fue indiferente, cosa que me sorprendió al tiempo de que sentía que me liberaba de un gran peso. La mujer me sonreía con esa expresión de satisfacción y seguridad de una persona que sabia lo que hacía.
-¿Qué tal ahora, querida? ¿Mucho mejor?-me vio asentir-Bien.-ansiándose la blusa-Solo te comunico que todo eso que te envolvía era un poco normal…
-¿Normal?- frunciendo el entrecejo la interrumpí. La vi afirmar con un movimiento de cabeza-Explíqueme.
Una extensa sonrisa se dibujo en su rostro al tiempo que se animaba en satisfacer mi curiosidad.
Ella me explico que de un modo u otro siempre había sido egoísta con todo aquel que me rodeaba; pero ahora, al verme sola, excluida de casi todo, fui reconociendo y aceptándolo sin ser consciente todo aquello.
Las palabras de aquella mujer fueron captando mi atención de una manera poco sutil; asentía a cada palabra esbozada y me fui reconociendo mientas iba evocando-mediante sus palabras-parte de mi vida.
La manera en la que me negaba a dejar el hogar de Ponny negándole ese espacio a nuevos chiquillo que en verdad si lo necesitaba; las acciones que hice para que Anny aceptara que era una niña mas del hogar y que toda esa fachada de niña rica que llevaba solo era mera apariencia, ya que de algún modo quería vengarme porque por culpa de sus berrinches yo no pude ocupar ese lugar que ella, en la actualidad, tiene.
Lo egoísta que fui con Flammy al no dejarla que ella descansara para que al otro dia pudiera ocuparse de sus labores con tanta eficiencia como solo ella sabia hacerlo; mi atrevimiento de pedirle favores que me liberaran de un compromiso para salir corriendo detrás de un hombre que no estaba segura si me recibiría, cargándola a ella y a todas mis compañeras de trabajo los cuales se me habían asignado.
Otro episodio fue con la tia Elroy: señora que solo quería educarme y ser una especie de abuela para mi, renunciando a una pequeña porción de su vida que bien podía ocupar en otra cosa; ¿Y que hice yo? Solo me jugaba a la interesada en esas cosas para complacer a un señor que ni siquiera conocía para luego cambiar de opinión e irme porque simplemente sentía que nada de eso era para mi, para luego-mucho tiempo después-codiciar la posición.
Todo esos y otros recuerdos formaron un torbellino en mi cabeza, el cual extraía mi oxigeno privándome del mismo. Sentí desfallecer ahí mismo, al punto de caerme a un lado y llevarme conmigo la silla que ocupaba. La señora fue a mi auxilio, mientras me levantaba me iba diciendo que yo también era humana, y por lo tanto me tenía que permitir no ser perfecta.
Tomo mi rostro y se quedó mirando mis ojos una porción de segundo, mientras sonreía esbozó unas palabras que no pude entender.
-Estas enamorada-dijo muy convencida de lo que decía-Pero algo te impide estar con èl. Egoísmo y la envidia de los que si pueden.
Ahí estaba otra vez esas palabras que me atemorizaban. Si,era egoísta conmigo misma también, a mi misma me castigaba ¿Cómo podía ser alguien tan cruel? El no permitirse ir con la persona amada solo porque era mejor que èl estuviera con otra que no quería, con la que èl se negaba estar y yo le había convencido, de alguna manera, que estuviera, privándole de la felicidad que èl mismo se había creado conmigo. Pero, también hubiera sido egoísta el no permitirle la felicidad a esa persona que casi diò su vida por salvarlo a èl y a la cual hoy ENVIDO.
“Oh Dios mío, que dilema”.
La mujer parecía estar consciente de como me auto castigaba por que la escuche decir algo con esa sonrisa de comercial mientras sus accesorios de la mano hacían ruido cada vez que ella las movía.
-¿Quieres ser feliz, verdad?-sosteniéndome la muñeca y mirándome fijo.
-Si. Pero seria egoísta de mi parte…-la vi negar.
-Cualquier decisión que tomes será un acto egoísta, querida-con esa voz tan segura y suave.
Pensándomelo un poco y queriendo ser cuidadosa con lo que decía, esboce:
-Solo quiero una persona que me ame…Que sea uno, una persona que solo piense en mi y que sea para mi.
-¿Un hombre o dos?
Me sonroje al escucharla.
-Dos hombre en uno-riéndome por lo bajo, siguiéndole de un modo u otro el juego de palabras que habíamos creado,y poniéndome de pie mientras tomaba mi bolso, desee aquello, el inicio de todo.
-¿Estas segura de lo que dices?-poniéndose en pie y colocando ambas manos sobre la mesa, mientras que su rostro adoptaba un gesto malicioso. Asentí-Debes tener mucho, pero mucho cuidado con lo que deseas, querida mía.
Haciendo caso omiso a lo que decía, le pague la tarifa que estaba en un letrero, sonreí y me retire.
END FLASH BACK
Nuca imagine las consecuencias que tendrían esas palabras, hasta ahora. Siempre pensé que aquello solo era un cumulo de sentimientos que necesitaba liberar con una persona que me escuchara, que todo aquello que me callè me estaba envolviendo. Esa mujer me hizo creer que me entendía, la creía una de esas charlatanas que anda vendándole los ojos a las personas al decir que posee poderes, mientras que le daba “pócimas” y los escuchaba; ya que las personas merecemos ser escuchada, porque a veces (solo a veces) lo necesitamos para liberar todo aquello que nuestro día a día provoca y ella, al igual que yo, lo sabia.
Hoy, aquí postrada en una cama, envuelta en una parálisis de realidad (shock), en la cual me interne desde aquel día que fui testigo del peor acto de egoísmo jamás hecho, privada de movimiento alguno y con atenciones medica ( que como parte de la familia Andrew me merezco) hasta el momento, puedo decir: que hay tener mucho cuidado con lo que deseamos y con las palabras y a quien se las profesamos, porque podemos ser víctimas de las mismas y arrastrar a otros sin quererlo, quedado en medio de aquello, sufriendo y lamentándonos de lo que ya no tiene remedio.
"De toda la verdad que he dicho
Lo consigo honestamente, te lo juro
Creì que me viste guiñar el ojo, no
He estado a punto, asi que..."
Gracias!
Isa(cilenita) tenia razon!!!
Isa(cilenita) tenia razon!!!
ESPERO VERLAS POR ACA EN AGOSTO CELEBRANDO EL CUMPLEAÑOS DE MI AMORCITO