Hola chicas vengo con otro ataque sorpresa, muchas gracias a todas por seguir mis locuras ¡hahahaha!
SOBRE MI TRABAJO:
FIC DE CAPÍTULOS CORTOS.
TEMÁTICA YAOI = AMOR, ROMANCE, EROTISMO, SEXO ENTRE CHICOS.
ADVERTENCIA:
ESTE ESCRITO ES DE CONTENIDO ERÓTICO.
SI ERES SENSIBLE A ESTE TIPO DE TEMAS NO LO LEAS.
SI NO TE GUSTA EL CONTENIDO BOY LOVE, NO LEERLO.
PARA MAYORES DE 18 AÑOS.
AMPLIO CRITERIO.
NOTA: NO ME HAGO RESPONSABLE DE LOS POSIBLES DERRAMES NASALES QUE LLEGUEN A MANCHAR LAS PANTALLAS DE SUS DISPOSITIVOS, LLAMESE CELULARES, TABLETAS O COMPUTADORAS.... JAJAJAJAJAJA, QUIEN ENTENDIO PUES ENTENDIO.
PARTE 2
No hay duda que los demonios se aparecen frente a ti de la manera más aterradora posible y cuando menos lo esperas. Terry estaba recargado en la barra del bar que visitaba habitualmente, tomo el vaso de Tanqueray con hielos y lo paso por su frente para refrescar su piel ardiente con el vapor condensado en el exterior del vaso, se sentía algo embrutecido por el alcohol que había entrado en su cuerpo, una joven y sensual mujer se acercó a él al darse cuenta de que era un buen prospecto de cliente el cual seguramente le podría dejar una muy buena propina por sus servicios.
- Quieres compañía – dijo la hermosa chica de ojos azules.
- Si quisiera compañía ya me habría ido con alguien más experimentada, ¿no crees? – respondió Terry al darse cuenta de que esa chica era nueva en dicho lugar.
- ¿Puedo aprender contigo? - no desistirá de su intento de seducir al atractivo joven – además no creas que no tengo experiencia – la chica se acercó a él, comenzó a subir y bajar su mano por la pierna del chico.
- Eres interesante – Terry sujeto la mano de la joven para detener el recorrido hacia su entrepierna – pero no eres lo que estoy buscando – la soltó con brusquedad.
- Lo que tienes ahí – señalo con la mirada la pelvis del joven – debe ser tan pequeño que te da pena mostrarlo – dijo de manera más agresiva para ver si podía provocar una reacción en él.
- Lo que tengo aquí – dijo Terry llevando su mano al frente – tu nunca lo disfrutaras – sonrió con malicia – es solo para personas especiales - tomo una sugerente postura para hacer gala de su masculinidad – así que no lo probaras – dejo muy en claro que quería estar solo, la chica apretó los labios de coraje y se fue con una pose muy digna por el rechazo que había recibido, Terry volvió a su antigua postura tomo el vaso de nueva cuenta y dio un sorbo a su ginebra que al contacto con su garganta hizo que esta ardiera - ¿Qué diablos me pasa? – se mordió el labio inferior, se recargo el barra llevando su mano con el vaso cerca de sus labios y miro la contra barra donde estaban exhibidas las botellas, sus ojos aguamarina se clavaron en una botella de cristal color verde y como un destello de luz vino a su mente lo ocurrido cuando la directora del internado entro al salón de clases con “esa persona” – ¿de tantos internados que hay en Londres tenía que venir precisamente a este? – se cuestionó para sus adentros. De eso ya había pasado una semana y durante esos días no volvió a ver a “esa persona” hasta ese día el cual era su cumpleaños, como todos los años su padre solo le enviaba una caja de finos chocolates y una jugosa cantidad de dinero, no tenía ganas de estar encerrado en su habitación así que decidió ir al bosque a esa pequeña colina desde donde se podía apreciar la vista de la ciudad, llevo consigo la caja de chocolates y el sobre, se sentó bajo la sombra de un árbol – veamos duque en cuanto está valorada su compañía el día de mi cumpleaños – dijo socarrón mientras abría el sobre - ¡fiuuu! – silbo al ver la cantidad de billetes que había dentro y luego en su rostro se dibujó una sonrisa de oreja a oreja – que generoso – abrió la caja de chocolates – espero al menos tengan un poco de licor – observo cada uno de los bombones y acto seguido saco una cigarrera de plata maciza tenía las orillas redondeadas, finamente cincelada y en el centro un hermoso sello correspondiente a la empresa que la fabrico, la abrió y saco un cigarrillo, luego la cerro saco el encendedor y lo prendió, dio una gran fumada para que sus pulmones se llenaran de esa sustancia que le producía una sensación de bienestar y satisfacción, tomo un chocolate y se lo llevo a la boca – al menos tienen licor – se dejó caer sobre el césped – iré a celebrar mi cumpleaños como lo merezco – dio otra fumada segundos después expulso el humo por sus labios, estaba tan aburrido que lo único que se le ocurrió fue hacer círculos con el humo, era algo que había aprendido en los bares de esos barrios bajos a los cuales acudía – con esto iré a un lugar de categoría – ya estaba planeando a donde ir gastar el dinero que le había enviado el duque – tengo tanta fogosidad guardada – pensó mientras cerraba los ojos y volvía a fumar pero esta ocasión la absorción del cigarro fue profunda y cuando expulsó el humo este salió en gran cantidad, en ese momento escucho una voz gritar.
- Algo se quema – una aguda y chillante voz lo hizo reaccionar, fue entonces que sintió como de su mano era arrebatado lo poco que quedaba de cigarro.
- ¿Qué crees que haces? – alguien le grito – no vez que puedes ocasionar un incendió – los ojos de Terry se abrieron tan grandes al ver que frente a él y mirándolo desde arriba se encontraba “esa persona”.
- ¡No! – Terry al fin reacciono y se puso de pie de manera abrupta - ¿Tú que crees que estás haciendo? – quiso arrebatarle el cigarrillo.
- Este es mi lugar preferido y está prohibido fumar aquí – dijo con voz reclamante “esa persona”.
- ¡Vaya, vaya!, ¿A quién tenemos aquí? – Terry se cruzó de brazos y se mofo de su acompañante – nunca había visto un mono con tantas pecas – comenzó a reírse.
- ¿A quién llamas mono? – grito quien estaba delante de Terry, este se irguió tal cual alto y atlético y miro que su visitante inesperado era mucho de menor estatura que él.
- A ti – Terry lo miro altivo con esos profundos ojos aguamarina, esos ojos verde esmeralda no se intimidaron ante el chico.
- ¿Cómo te llamas? – cuestiono Terry mientras sacaba de nueva cuenta la cigarrera, la abría y tomaba otro cigarrillo, ante esos incrédulos ojos verdes - ¡Ah creo que ya recordé! – se llevó el cigarro a los labios, saco el encendedor - te llamas Ca… - no termino de hablar cuando sintió de nueva cuenta como le arrebataban el cigarro de la boca, esas verdes esmeraldas lo miraban retadores e inquisidores.
- Te dije que no fumes aquí – dijo entre dientes queriendo contener su rabia, Terry estaba sorprendido pues era la primera vez que alguien se atrevía a contradecirlo y retarlo, el sentirse regañado como si fuese un chiquillo era algo que lo ponía de mal humor y esta ocasión no era la excepción.
- ¿Cómo te atreves tú a interrumpir mi privacidad? – Terry golpeo el tronco del árbol, para su sorpresa y la de su acompañante había adoptado una postura un poco intimidante, Terry tenía encarcelado el pequeño y menudo cuerpo de “esa persona” entre sus largos y fuertes brazos y el macizo tronco del árbol.
- ¿Qué haces? – respondió “esa persona” con voz asustada.
- ¡Tienes miedo! – Terry pudo percibir la tensión en esas pequeñas y delgadas manos, acortó la distancia entre ellos.
- ¡Claro que no! – empujo al joven noble tratándose de salir de esa prisión en la que se encontraba.
- Eres muy hermos…. – Terry sintió un golpe en su estómago que lo hizo retroceder, se llevó la mano al abdomen y se dobló un poco, “esa persona” aprovecho para escapar de las garras de ese hambriento lobo en que se había convertido el aristócrata – me las vas a pagar – apretó los dientes con un poco por el dolor y otro tanto por la rabia, de reojo observo como su acompañante se alejaba lo más rápido posible perdiéndose en el bosque. Terry regreso a su realidad, aun se sentía irritado por lo sucedido esa tarde – será mejor que me vaya – se dijo para sí mismo de manera amarga, ya se sentía bastante mareado por los efectos del alcohol, dejo varios billetes sobre la barra junto al vaso vació y abandono el recinto de excesos y placer, la chica que se le había acercado con anterioridad lo miro salir tambaleante, hizo un puchero de decepción por no poder haber pasado una noche exquisita con semejante hombre. Terry brinco la barda que daba al bosque, a pesar de su torpe andar trato de ser cuidadoso para no ser descubierto por las monjas, cuando llego al edificio subió por el gran árbol que estaba frente a la habitación ya que una de las ramas estaba cerca del balcón, con un solo estirón alcanzo el barandal, casi resbalo pero lo poco que le quedaban de reflejos le ayudo a sujetarse, termino de subir el balcón, estaba por abrir el ventanal cuando noto que una tenue luz iluminaba el interior de la habitación pues las cortinas estaban entre abiertas, fue entonces que cayó en cuentas que tal vez se había equivocado de edificio y no tardó mucho en descubrir que sus sospechas eran verdad pues alguien salió del baño, se ocultó para no ser descubierto - ¡mierda! – dijo para sus adentros al darse cuenta que se había equivocado, quería irse de ahí cuanto antes pero así como estaba de ebrio lo más probable era que se terminara cayendo fue que decidió esperar a que la luz se apagara, de golpe le llegó la curiosidad de querer descubrir de quien estaba dentro del dormitorio - ¡no debo! – una ráfaga de calor invadió su cuerpo de manera inexplicable – apretó los puños como queriendo contener esas ganas de asomarse pero… - ¿Qué es esta sensación que recorre mi cuerpo? – se preguntó mientras cuidadoso se asomaba al interior del dormitorio – sus ojos aguamarina ser abrieron ante la sorpresa de saber de quién era esa habitación, en el interior alguien estaba en la orilla de la cama, secando su cuerpo, subiendo la toalla de manera muy sugestiva desde la punta de los pies seguida de la pantorrilla hasta llegar a las piernas y muslos – es “esa persona” – no podía creer lo que veía, aquel cuerpo le pareció perfecto como tallado por el mismo miguel ángel, con delicadas líneas que se dibujaban con tal naturalidad sobre aquella blanca y tersa piel, Terry sintió que el corazón se le aceleraba de manera violenta, no pudo apartar la vista cuando “esa persona” se giró y mostro su hermosa espalda, con esa larga y delicada línea que se marcaba de manera sublime hasta llegar a los confines de… - Terry se sorprendió de sus propios pensamientos y deseos, no pudo más con lo que estaba sintiendo así que sin importarle si se daba un buen golpe o era descubierto dio un salto a la rama del árbol y se fue lo más rápido posible a su habitación. Cuando al fin se vio dentro de su cuarto se quitó el saco y desabotono la camisa pues sentía que la piel le quemaba - ¡no, esto no me está pasando a mí! – se dijo mientras se tumbaba en la cama, su larga y castaña cabellera se derramo sobre la almohada, la camisa se abrió dejando mostrar sus bien formados pectorales, llevó el dorso de su brazo a su frente como queriendo ocultar sus atrevidos pensamientos – es tan… - pensaba – sus piernas son tan finas y su caderas… podría aferrarme a ellas con facilidad – comenzó a sentir calor – su espalda es preciosa – quito su mano de su frente y fue bajándola por su rostro, hasta llegar a su boca para acariciarla con sus dedos - ¡que ganas de probar sus labios! – se mordió el labio inferior, para ese momento empezaba a transpirar – bajo su mano por su cuello y prosiguió su recorrido, acaricio sus pectorales para luego bajar hasta su abdomen, cerró los ojos y por su mente pasaron aquellas imágenes que lo estaban haciendo perder la cabeza, desabotono el pantalón para dejar el libre paso de su mano hacia su bajo vientre - ¿Qué me hiciste? – susurro mientras tomaba con su mano esa parte de su cuerpo que para ese momento se había tornado tensa, comenzó a frotar con suaves movimientos que fueron incrementando su intensidad hasta llegar al punto querer estallar en un jubilo glorioso que nunca antes había experimentado – Ca…. Ca… - quiso decir el nombre de “esa persona” pero apretó los labios para no gritar por el torrente eléctrico que recorrió su cuerpo cuando alcanzo el éxtasis que comenzó a desbordarse entre sus propias manos…
CONTINUARA…
SOBRE MI TRABAJO:
FIC DE CAPÍTULOS CORTOS.
TEMÁTICA YAOI = AMOR, ROMANCE, EROTISMO, SEXO ENTRE CHICOS.
ADVERTENCIA:
ESTE ESCRITO ES DE CONTENIDO ERÓTICO.
SI ERES SENSIBLE A ESTE TIPO DE TEMAS NO LO LEAS.
SI NO TE GUSTA EL CONTENIDO BOY LOVE, NO LEERLO.
PARA MAYORES DE 18 AÑOS.
AMPLIO CRITERIO.
NOTA: NO ME HAGO RESPONSABLE DE LOS POSIBLES DERRAMES NASALES QUE LLEGUEN A MANCHAR LAS PANTALLAS DE SUS DISPOSITIVOS, LLAMESE CELULARES, TABLETAS O COMPUTADORAS.... JAJAJAJAJAJA, QUIEN ENTENDIO PUES ENTENDIO.
PARTE 2
No hay duda que los demonios se aparecen frente a ti de la manera más aterradora posible y cuando menos lo esperas. Terry estaba recargado en la barra del bar que visitaba habitualmente, tomo el vaso de Tanqueray con hielos y lo paso por su frente para refrescar su piel ardiente con el vapor condensado en el exterior del vaso, se sentía algo embrutecido por el alcohol que había entrado en su cuerpo, una joven y sensual mujer se acercó a él al darse cuenta de que era un buen prospecto de cliente el cual seguramente le podría dejar una muy buena propina por sus servicios.
- Quieres compañía – dijo la hermosa chica de ojos azules.
- Si quisiera compañía ya me habría ido con alguien más experimentada, ¿no crees? – respondió Terry al darse cuenta de que esa chica era nueva en dicho lugar.
- ¿Puedo aprender contigo? - no desistirá de su intento de seducir al atractivo joven – además no creas que no tengo experiencia – la chica se acercó a él, comenzó a subir y bajar su mano por la pierna del chico.
- Eres interesante – Terry sujeto la mano de la joven para detener el recorrido hacia su entrepierna – pero no eres lo que estoy buscando – la soltó con brusquedad.
- Lo que tienes ahí – señalo con la mirada la pelvis del joven – debe ser tan pequeño que te da pena mostrarlo – dijo de manera más agresiva para ver si podía provocar una reacción en él.
- Lo que tengo aquí – dijo Terry llevando su mano al frente – tu nunca lo disfrutaras – sonrió con malicia – es solo para personas especiales - tomo una sugerente postura para hacer gala de su masculinidad – así que no lo probaras – dejo muy en claro que quería estar solo, la chica apretó los labios de coraje y se fue con una pose muy digna por el rechazo que había recibido, Terry volvió a su antigua postura tomo el vaso de nueva cuenta y dio un sorbo a su ginebra que al contacto con su garganta hizo que esta ardiera - ¿Qué diablos me pasa? – se mordió el labio inferior, se recargo el barra llevando su mano con el vaso cerca de sus labios y miro la contra barra donde estaban exhibidas las botellas, sus ojos aguamarina se clavaron en una botella de cristal color verde y como un destello de luz vino a su mente lo ocurrido cuando la directora del internado entro al salón de clases con “esa persona” – ¿de tantos internados que hay en Londres tenía que venir precisamente a este? – se cuestionó para sus adentros. De eso ya había pasado una semana y durante esos días no volvió a ver a “esa persona” hasta ese día el cual era su cumpleaños, como todos los años su padre solo le enviaba una caja de finos chocolates y una jugosa cantidad de dinero, no tenía ganas de estar encerrado en su habitación así que decidió ir al bosque a esa pequeña colina desde donde se podía apreciar la vista de la ciudad, llevo consigo la caja de chocolates y el sobre, se sentó bajo la sombra de un árbol – veamos duque en cuanto está valorada su compañía el día de mi cumpleaños – dijo socarrón mientras abría el sobre - ¡fiuuu! – silbo al ver la cantidad de billetes que había dentro y luego en su rostro se dibujó una sonrisa de oreja a oreja – que generoso – abrió la caja de chocolates – espero al menos tengan un poco de licor – observo cada uno de los bombones y acto seguido saco una cigarrera de plata maciza tenía las orillas redondeadas, finamente cincelada y en el centro un hermoso sello correspondiente a la empresa que la fabrico, la abrió y saco un cigarrillo, luego la cerro saco el encendedor y lo prendió, dio una gran fumada para que sus pulmones se llenaran de esa sustancia que le producía una sensación de bienestar y satisfacción, tomo un chocolate y se lo llevo a la boca – al menos tienen licor – se dejó caer sobre el césped – iré a celebrar mi cumpleaños como lo merezco – dio otra fumada segundos después expulso el humo por sus labios, estaba tan aburrido que lo único que se le ocurrió fue hacer círculos con el humo, era algo que había aprendido en los bares de esos barrios bajos a los cuales acudía – con esto iré a un lugar de categoría – ya estaba planeando a donde ir gastar el dinero que le había enviado el duque – tengo tanta fogosidad guardada – pensó mientras cerraba los ojos y volvía a fumar pero esta ocasión la absorción del cigarro fue profunda y cuando expulsó el humo este salió en gran cantidad, en ese momento escucho una voz gritar.
- Algo se quema – una aguda y chillante voz lo hizo reaccionar, fue entonces que sintió como de su mano era arrebatado lo poco que quedaba de cigarro.
- ¿Qué crees que haces? – alguien le grito – no vez que puedes ocasionar un incendió – los ojos de Terry se abrieron tan grandes al ver que frente a él y mirándolo desde arriba se encontraba “esa persona”.
- ¡No! – Terry al fin reacciono y se puso de pie de manera abrupta - ¿Tú que crees que estás haciendo? – quiso arrebatarle el cigarrillo.
- Este es mi lugar preferido y está prohibido fumar aquí – dijo con voz reclamante “esa persona”.
- ¡Vaya, vaya!, ¿A quién tenemos aquí? – Terry se cruzó de brazos y se mofo de su acompañante – nunca había visto un mono con tantas pecas – comenzó a reírse.
- ¿A quién llamas mono? – grito quien estaba delante de Terry, este se irguió tal cual alto y atlético y miro que su visitante inesperado era mucho de menor estatura que él.
- A ti – Terry lo miro altivo con esos profundos ojos aguamarina, esos ojos verde esmeralda no se intimidaron ante el chico.
- ¿Cómo te llamas? – cuestiono Terry mientras sacaba de nueva cuenta la cigarrera, la abría y tomaba otro cigarrillo, ante esos incrédulos ojos verdes - ¡Ah creo que ya recordé! – se llevó el cigarro a los labios, saco el encendedor - te llamas Ca… - no termino de hablar cuando sintió de nueva cuenta como le arrebataban el cigarro de la boca, esas verdes esmeraldas lo miraban retadores e inquisidores.
- Te dije que no fumes aquí – dijo entre dientes queriendo contener su rabia, Terry estaba sorprendido pues era la primera vez que alguien se atrevía a contradecirlo y retarlo, el sentirse regañado como si fuese un chiquillo era algo que lo ponía de mal humor y esta ocasión no era la excepción.
- ¿Cómo te atreves tú a interrumpir mi privacidad? – Terry golpeo el tronco del árbol, para su sorpresa y la de su acompañante había adoptado una postura un poco intimidante, Terry tenía encarcelado el pequeño y menudo cuerpo de “esa persona” entre sus largos y fuertes brazos y el macizo tronco del árbol.
- ¿Qué haces? – respondió “esa persona” con voz asustada.
- ¡Tienes miedo! – Terry pudo percibir la tensión en esas pequeñas y delgadas manos, acortó la distancia entre ellos.
- ¡Claro que no! – empujo al joven noble tratándose de salir de esa prisión en la que se encontraba.
- Eres muy hermos…. – Terry sintió un golpe en su estómago que lo hizo retroceder, se llevó la mano al abdomen y se dobló un poco, “esa persona” aprovecho para escapar de las garras de ese hambriento lobo en que se había convertido el aristócrata – me las vas a pagar – apretó los dientes con un poco por el dolor y otro tanto por la rabia, de reojo observo como su acompañante se alejaba lo más rápido posible perdiéndose en el bosque. Terry regreso a su realidad, aun se sentía irritado por lo sucedido esa tarde – será mejor que me vaya – se dijo para sí mismo de manera amarga, ya se sentía bastante mareado por los efectos del alcohol, dejo varios billetes sobre la barra junto al vaso vació y abandono el recinto de excesos y placer, la chica que se le había acercado con anterioridad lo miro salir tambaleante, hizo un puchero de decepción por no poder haber pasado una noche exquisita con semejante hombre. Terry brinco la barda que daba al bosque, a pesar de su torpe andar trato de ser cuidadoso para no ser descubierto por las monjas, cuando llego al edificio subió por el gran árbol que estaba frente a la habitación ya que una de las ramas estaba cerca del balcón, con un solo estirón alcanzo el barandal, casi resbalo pero lo poco que le quedaban de reflejos le ayudo a sujetarse, termino de subir el balcón, estaba por abrir el ventanal cuando noto que una tenue luz iluminaba el interior de la habitación pues las cortinas estaban entre abiertas, fue entonces que cayó en cuentas que tal vez se había equivocado de edificio y no tardó mucho en descubrir que sus sospechas eran verdad pues alguien salió del baño, se ocultó para no ser descubierto - ¡mierda! – dijo para sus adentros al darse cuenta que se había equivocado, quería irse de ahí cuanto antes pero así como estaba de ebrio lo más probable era que se terminara cayendo fue que decidió esperar a que la luz se apagara, de golpe le llegó la curiosidad de querer descubrir de quien estaba dentro del dormitorio - ¡no debo! – una ráfaga de calor invadió su cuerpo de manera inexplicable – apretó los puños como queriendo contener esas ganas de asomarse pero… - ¿Qué es esta sensación que recorre mi cuerpo? – se preguntó mientras cuidadoso se asomaba al interior del dormitorio – sus ojos aguamarina ser abrieron ante la sorpresa de saber de quién era esa habitación, en el interior alguien estaba en la orilla de la cama, secando su cuerpo, subiendo la toalla de manera muy sugestiva desde la punta de los pies seguida de la pantorrilla hasta llegar a las piernas y muslos – es “esa persona” – no podía creer lo que veía, aquel cuerpo le pareció perfecto como tallado por el mismo miguel ángel, con delicadas líneas que se dibujaban con tal naturalidad sobre aquella blanca y tersa piel, Terry sintió que el corazón se le aceleraba de manera violenta, no pudo apartar la vista cuando “esa persona” se giró y mostro su hermosa espalda, con esa larga y delicada línea que se marcaba de manera sublime hasta llegar a los confines de… - Terry se sorprendió de sus propios pensamientos y deseos, no pudo más con lo que estaba sintiendo así que sin importarle si se daba un buen golpe o era descubierto dio un salto a la rama del árbol y se fue lo más rápido posible a su habitación. Cuando al fin se vio dentro de su cuarto se quitó el saco y desabotono la camisa pues sentía que la piel le quemaba - ¡no, esto no me está pasando a mí! – se dijo mientras se tumbaba en la cama, su larga y castaña cabellera se derramo sobre la almohada, la camisa se abrió dejando mostrar sus bien formados pectorales, llevó el dorso de su brazo a su frente como queriendo ocultar sus atrevidos pensamientos – es tan… - pensaba – sus piernas son tan finas y su caderas… podría aferrarme a ellas con facilidad – comenzó a sentir calor – su espalda es preciosa – quito su mano de su frente y fue bajándola por su rostro, hasta llegar a su boca para acariciarla con sus dedos - ¡que ganas de probar sus labios! – se mordió el labio inferior, para ese momento empezaba a transpirar – bajo su mano por su cuello y prosiguió su recorrido, acaricio sus pectorales para luego bajar hasta su abdomen, cerró los ojos y por su mente pasaron aquellas imágenes que lo estaban haciendo perder la cabeza, desabotono el pantalón para dejar el libre paso de su mano hacia su bajo vientre - ¿Qué me hiciste? – susurro mientras tomaba con su mano esa parte de su cuerpo que para ese momento se había tornado tensa, comenzó a frotar con suaves movimientos que fueron incrementando su intensidad hasta llegar al punto querer estallar en un jubilo glorioso que nunca antes había experimentado – Ca…. Ca… - quiso decir el nombre de “esa persona” pero apretó los labios para no gritar por el torrente eléctrico que recorrió su cuerpo cuando alcanzo el éxtasis que comenzó a desbordarse entre sus propias manos…
CONTINUARA…
Última edición por astareth el Miér Abr 10, 2019 6:12 pm, editado 1 vez