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- En que momento la maldad se apodero de ti? En que momento decidiste que era mejor lastimar a ser lastimado? En que momento... dejaste que el entrara en tu interior...
- Buena pregunta Candy, buena pregunta, pero no sabes acaso la respuesta? no, no entro en mi, yo siempre fui yo pero tu fuiste quien dio pie a que saliera de mi cascaron. No sabes acaso que intente ser mejor? No sabes acaso que fui sincero? y ahora... ahora tambien lo soy pero en otro nivel.
- Neal, por favor, por favor dime que no fuiste tu quien ...
- Quien soy? si lo sabes no preguntes si fui yo o no... como esta Albert? ya cayo en la desesperacion? ya esta al borde de la locura.
- Entonces lo que dijo es verdad?
- Si no lo es, que haces aqui?
- Yo... yo no le crei...
- Bien, puedes creerle.
- Si es cierto lo que dices, si es cierto lo que el me cuenta yo... yo me quedare a tu lado, yo hare lo que quieras para que los dejes en paz.
- Ah, claro, por supuesto, yo lo dejare en paz. Pero dime, para que te necesito? crees que te quiero a mi lado ahora que puedo tenerlo todo? Que equivocada estar Candy, ya no eres lo que quiero y tu tambien pagaras las consecuencias de no haber aceptado estar a mi lado cuando yo te lo pedi.
- Neal, debes despertar, debes volver a como eras.
- Yo no me dormido Candy, es ahora que despierto y no puedo volver a como era pues antes no era nada al parecer, todos me pisoteaban y se reian de mi... bueno, quien quiere volver a ser un patetico alfeñique.
*-*-*-*-*-*-*-*
Neal habia escuchado que Candy venia a verlo, sabia bien que Albert seguia hablando de lo que habia visto y de las cosas que el le hacia ver. Cierto era que desde aquel dia en el que se habian encontrado Albert tenia horribles visiones de la muerte de los suyos y la misma propia, al inicio guardaba todo para el pero poco a poco entre delirios comenzo a contar detalles y gritaba de terror puro en las noches.
Cuando Candy se entero fue a cuidarlo y durante dias estuvo intentando hacerlo reaccionar, todo era su imaginacion, Neal no era asi, debia estar tranquilo. Asi se entero de las visiones que tenia, asi se entero de como Neal lo torturaba.
"el lo hace porque tu no te casaste con el... el piensa que lastimandome a mi te lastimara mas... el nos matara a todos Candy, vete, vete lejos... "
Decia entre sus delirios, por ello Candy habia ido a ver a Neal. Cuando vio la mansion de lejos supo que algo no estaba bien, por alguna razon comenzo a rezar pero su rezo se atoraba donde mismo y no podia recordar lo que seguia, Eliza la recibio con una sonrisa malefica, siempre habia odiado la sonrisa sarcastica de Eliza pero en esta ocasion mas que odiarla la hizo temblar, apreto el crucifixo que le habia dado la srita. Ponny, quien por cierto se encontraba sumamente enferma y camino temblando mientras Eliza seguia riendo y diciendo... Al fin sabras lo que te espera huerfana.
El hecho de ver a Neal sentado en una silla digna de un rey con aquel traje negro y aquel baston la hizo temblar aun mas.
*-*-*-*-*-*-*
- Que quieres que haga entonces?
- Nada, no quiero que hagas nada, ahora que haz venido puedes quedarte. Eliza necesita una doncella. -dijo a modo burlon.
Candy trastabillo al verlo y dio la vuelta para partir. Lo cierto era que Neal ni Eliza la siguieron pero Candy ya nunca pudo salir de ahi.
Poco a poco fueron desapareciendo los rastros de su existencia, su familia, sus amigos, su historia en la memoria de las personas que la habian conocido, en realidad nadie supo lo que paso con ella, solo Neal y Eliza sabian que ella habia caido en el abismo, uno profundo del cual ellos provenian y del cual nunca volveria salir.
Albert fue el unico que sabia todo, su muerte estaba predicha, cuando Candy partio aquel dia supo que ella nunca volveria y supo que su destino habia quedado sellado aquel dia en el cual aquel compromiso habia sido roto. Si, habia visto su fin pero lo que mas le aterro fue que este no fuera inmediato a pesar de sus intentos y que ademas durante todos los años de su existencia seguiria siendo atormentado por los demonios.
En aquella Mansion, lleno de riquezas y poder seguian viviendo Neal como gran señor y Eliza como su fiel servidora, pero cualquiera que osara a entrar a enfrentarlos terminarian en un abismo sin fin, tal vez por ello nadie se acercaba y pretendia siquiera enfrentarse a aquel hombre que con el tiempo mas que desaparecer, se convirtio en una leyenda...
FIN..
¿Qué le pasó a Candy? 
Nos deben un epílogo... 
