Buenas tardes, espero que estén disfrutando de esta bella guerra florida, las invito a leer mi fic.
Lo comenzase a subir en el festejo de los 20 años del Foro Rosa,en el mes de junio del año pasado. Les dejo los enlaces de los tres primeros capítulos para que la lean completa.
capítulo 1
capítulo 2
Capítulo 3
Comenzamos
CONOCIÉNDONOS UN POCO MÁS
Después de aclarar cualquier malentendido Stear condujo a Nicky con sus amigos, la presentó a cada uno de ellos, de inmediato los jóvenes supieron que esa era la chica que buscaba el pelinegro, porque su alegría era desbordante y sus ojos tenían un brillo diferente, los chicos la acogieron de buen agrado.
Por su parte Nicky se sintió muy cómoda, el grupo de amigos de Stear eran de lo mejor, la incluían en las conversaciones y bromeaban con ella haciéndola reír hasta sentir que la barriga le dolía, uno de los jóvenes le susurró al oído para que no lo escuchara Stear.
-Sabes Nicky, eres un regalo divino para mi amigo Stear, de un tiempo para acá andaba con un genio de los mil demonios y al encontrarte todo en él es diferente.
- ¿Por qué? No entiendo.
- ¡Míralo!, está súper contento, ríe como loco, siento que mi amigo encontró su casa. –El joven le brindó una gran sonrisa a la chica. Nicky quedo un poco sorprendida y desconcertada por sus palabras, lo que la llevo a reflexionar y llegar a la conclusión de que se sentía bien estando al lado de Stear,un sentimiento la inundaba, su corazón y su alma se llenaban de emoción, un mar de mariposas revoloteando en su estomago,como había señalado el amigo del pelinegro "encontró su casa".
Después de un rato, disimuladamente se despidieron para dejarlos solos, antes de marcharse John se comprometió con Nicky para encontrar su motocicleta, le pidió todas las características, número de matrícula, color etc., observaron las dos carreras que faltaban por llevarse a cabo cuando estas terminaron poco a poco las personas comenzaron a retirarse del lugar, la chica encaminó sus pasos hacia la ciudad.
- ¿A dónde crees que vas? -Le preguntó el pelinegro a la chica.
-Pues a mi casa.
- ¿Sabes que es peligroso caminar sola a esta hora?
- No lo creo.
-Vamos Nicky, te llevo a tu casa. ---La chica se mostraba renuente a subirse en la motocicleta con Stear. ---Vamos no muerdo, además al paso que vas nunca llegarás.
La chica observo al pelinegro “es tan guapo, como podré controlar mis nervios, se va a dar cuenta en el momento que lo toque” murmuraba su voz en su mente. Comenzó a morder su labio inferior muy suavemente como reflejo de su inquietud.
- ¡No hagas eso!, solo sube y vamos. – le sugirió Stear.
Le tomó por sorpresa la manera en que Stear le habló, sin vacilar se subió en la moto, observo que no había de donde sujetarse dudo, pero solo tenía que rodear la cintura del joven, preguntó preocupada.
- ¿Y los cascos?
-Lo siento Nicky, alguien tomo mi casco, como solo traía uno… y pues ahora no hay ninguno, tendremos que marcharnos así.
La chica dijo con nerviosismo. -- Y si nos pesca la policía, ¿qué vamos a hacer?
-No te preocupes ¿Dónde vives?
-En Palo alto 1821 Wavevley. - Stear meditó hacia dónde dirigirse.
-Bien para no exponernos a la policía iremos por caminos alternos hasta llegar a las calles de la universidad, no estamos muy lejos, llegamos hasta al estadio cruzaremos por el embarcadero Rd, tomamos la avenida Alma y unos pocos metros llegamos a tu casa.
-Se dice fácil, pero es un recorrido largo, ¿no crees?
-Bueno pienso que a camino largo buena velocidad ya verás, solo disfruta del viaje y relájate.
- ¡Entonces vamos!
Ambos disfrutaron el contacto de sus cuerpos, la trayectoria fue terriblemente corta para ambos, al llegar Stear como todo un caballero acompañó a Nicky hasta la puerta de su casa.
-Bueno ¡llegamos! –comentó Stear.
-Muchas gracias por traerme, si no hubiera sido por ti, me hubiera tocado caminar un buen tramo.
-A sido un placer, dime Nicky ¿vives sola? – la pregunta del pelinegro extraño a la chica.
-Lo que se dice sola, sola, no… vive conmigo la señora Robinson, la designó mi padre para que me cuidara, ella se encarga de atenderme, lleva todo lo referente a la casa, sabes me consiente mucho, puedo ir y venir a mi antojo es mi cómplice, le informa solo lo necesario a papá. ¿Por qué la pregunta?
- Relativamente vives cerca de la universidad, en un barrio aceptable y bonito, pero por comodidad ¿Por qué no tomaste una habitación en la residencia dentro de la universidad es más seguro?
-Pues…me gusta disfrutar de mi espacio, no me gusta tener a las personas pisándome los talones, es decir no me gusta la gente molesta, que se inmiscuye en mi vida privada, además me trasladé muy tarde.
A Stear lo sorprendió su respuesta sabía que le estaba ocultando algo, no la quiso presionar, solo le dirigió una sonrisa de medio lado asentando con la cabeza.
-Está bien, entonces me despido. ---En el momento que se giraba para retirarse Nicky dio unos pasos, alcanzó a tomarle la mano, la chica recargó su frente en su hombro, el joven sintió un calor que le recorría todo el cuerpo.
- ¡Espera Stear! ¡perdóname! no lo quise decir de esa manera, pero me resulta difícil abrirme con las personas, confiar en alguien.
-No sé ¿cuál sea el motivo de tu desconfianza? pero confía en mí, sabré escucharte y entenderte.
-Es que yo… siempre las personas me dan un trato diferente al saber de dónde vengo, mi familia… no me gusta que me traten de esa manera. --Comenzó a cambiar el tono de su voz, el joven de inmediato supo que estaba llorando, sin soltar su mano muy suavemente Stear se giró hacia ella, la chica tenía la mirada dirigida al piso, con su mano libre el chico la tomó del mentón, levantó su rostro, lágrimas corrían por sus mejillas, el pelinegro sintió una punzada en su pecho.
- Patricia a mí no me interesa en lo más mínimo tu familia, me interesas tú…¡ solo tú!.
Se lo dijo de una manera tan tierna, mirándola a los ojos, en ese momento quería besarla, pero sabía que no era lo apropiado.
- ¿De verdad? -- Le contestó la chica sin romper el hechizo de sus miradas.
-Sí, de verdad, siento que te conozco de toda la vida.
-Yo siento lo mismo, como sí nos hubiéramos conocido antes, en otra vida -- de pronto una sonrisa iluminó el rostro de la joven, lo que descoloco al pelinegro --- pero ¿por qué me dices Patricia? me gusta más Nicky ya te lo había mencionado.
-Pero a mí me gusta más el nombre de Patricia, déjame llamarte así por favor.
Por unos segundos lo dudó, pero quería complacer al chico. --- Pero en la universidad sigo siendo Nicky. ---Le sonrió.
-De acuerdo, pero dime Patricia ese rubio oscuro ¿es el tono natural de tu cabello?
La pregunta que Stear le hizo la sorprendió mucho. ---No, el tono natural de mi cabello es castaño claro, pero con el paso del tiempo lo he cambiado.
-En clase te he visto usar anteojos, ahora no los traes ¿Por qué? --la interrogaba el pelinegro.
-Me extrañan mucho tus preguntas ¿qué pasa?
-Nada, solo respóndeme, luego me puedes preguntar lo que quieras.
-Si uso anteojos, ahora traigo lentes de contacto, al igual que tú supongo.
-Tienes razón uso gafas, para correr en la moto es mejor usar los de contacto.
- Esa es la razón por la que no te conocí el día que llegué tarde a la clase, llevabas puestas las gafas, te ves diferente.
- ¡Me veo más guapo! —Dijo entre risas el joven.
- Diría que más inteligente—sonrió la chica.
- En algún momento, me gustaría verte con tu color natural de cabello, te verías más hermosa de lo que ya eres.
Las mejillas de Patricia se ruborizaron, comenzó a morder suavemente su labio inferior, ese movimiento volvió loco al joven, sin pensarlo Stear se abalanzó sobre ella, la besó de una manera posesiva, Patricia quiso apartarlo, pero cayó rendida a su contacto, sus labios eran tan suaves, su beso demandante, nunca nadie la había besado de esa manera.
Cuando sus labios se separaron por falta de aire, sus corazones latían rápidamente, sus miradas se encontraron estaban conectados, hablaban sin decir una sola palabra, a través de sus manos que estaban unidas sentían un vínculo fuerte basado en el afecto sincero del amor puro, sus dedos entrelazados auguraban pasión y una fuerte conexión entre ambos, se sentían uno parte del otro, el hilo rojo del destino comenzaba a disminuir la distancia.
Por primera vez en mucho tiempo Stear tenía una sensación de pertenencia, se sentía pleno y completo al lado de Patty… en su corazón el hielo que lo rodeaba poco a poco se fue desquebrajando y renació el fuego que se había apagado hace mucho tiempo cuando murieron sus padres y su hermano, el vacío que no lograba llenar con nada ahora ya no lo sentía, el sentimiento llamado amor floreció nuevamente en su ser.
CONTINUARÁ….
Espero que la lectura haya sido de su agrado.
Defensora de todos
amante de uno.
Última edición por Inez Ruiz el Mar Abr 07, 2020 2:44 pm, editado 1 vez