Una seductora sorpresa
Candy después de haber renunciado a Terry por causa de Susana, tuvo que regresar entre lagrimas y un corazón hecho trizas. Todos trataron de ayudar a Candy, los días pasaban y ni sus amigas y amigos no podían sacarla dela terrible depresión, en su habitación caminaba de un lado hacia el otro envuelta en lagrimas; su amado ahora ya no estaría mas con ella, su camino se había desviado en el intento y ahora seria de Susana en que momento se le ocurrió dejarle ese lugar donde solo era para ella y nadie mas que ella.
Los días transcurrieron y no había noticias de su amado donde había apenas un dejo de esperanzas de que el se hubiese arrepentido y fuera a buscarla; sin embargo sus esperanzas era solo un anhelo de su roto corazón. Los diarios eran retirados para que nunca fuese a llegar la información que de seguro le darí la estocada final. Desgraciadamente un descuido o tal vez no tanto descuido pues los hermanos Leagan se encontraban de visita, de forma extraña el diario de ese día apareció en la puerta de la habitación de Candy.
New york times
En primera plana se anunciaba con una fotografía que no esperaba.
Este diario se complace en anunciar, próximamente el día 2 de Noviembre se llevara a cabo el enlace matrimonial de Susana Marlowe y Terruce Graham, quienes por motivos personales había sido retrasada la boda; sin embargo juzguen ustedes a esta feliz pareja que hoy por una deuda de honor esta se cumplirá al fin. Palabras dichas por la afortunada novia en cuestión, la celebración se ha mantenido en oculto aun; sin embargo es un placer para este medio informativo felicitar a la pareja por las proximas nupcias,
El hecho de haber leído la noticia y con los ojos de Candy, aguados por las lagrimas y lavados en la imagen de Terry a un costado de la silla de ruedas una Susana de sonrisa triunfante, ¿Qué mas podía pasar si lo peor ya lo estaba viviendo, Annie al entrar a su habitación vio a su amiga nuevamente sumergida en el llanto, era increíble como nuevamente se veía esa chica fuerte y jovial, ahora tan delgada y pálida. Todos pondrían de su parte para poderla sacar de esa situación. Lo primero fue un viaje por lo que Albert de manera oportuna programó un viaje a la Florida, ahí Paty tenia una bella casa cerca de la playa, el mar, los amigos y el arena le harían mucho bien. Los días transcurrieron y cada vez esa paz que le inyectaba la playa sanaban sus heridas, Su corazón se llenaba de cálidos momentos al mismo tiempo que sanaba las heridas.
Después de un tiempo prudente, todos querían regresar a su vida habitual; sin embargo Candy, fué la única que se negó a regresar, no quería regresar a ese lugar que solo le traería dolor y sufrimiento, para ella era mejor quedarse en ese lugar. De regresar, sería abrir nuevamente una herida que aun estaba muy fresca. Alberth, entendió lo que su pequeña le decía, y por tal motivo no se opuso ante esa decisión. Alberth, giro instrucciones a su fiel amigo George Johnson de conseguir a Candy un apartamento cómodo para ella, así como un lugar en el hospital mas cercano. Cuando ella se sintiera fuerte nuevamente, estaría lista para regresar y retomar el camino del cual, por ahora solo huía.
Un año mas tarde, al llegar el diario a su oficina de Alberth en Lakewood y leer las noticias de sociales, encontró una nota que no esperaba, dicha nota era un obituario donde se daban las condolencias a Terruce Graham por el fallecimiento de su esposa Susana Marlowe, Alberth al ver esta situación no dudo y preparó un viaje para buscar al que también había sido y era, su gran amigo Terry.
Después de unas horas de incomodo viaje, llegaba a Chicago donde sabia fue su ultima residencia. Llegando a la casa de la que tenia la dirección proporcionada por uno de sus investigadores, Alberth toco la puerta saliendo una señora regordeta de tez blanca pero de facciones muy amables. Janine la ama de llaves, al no conocerlo preguntó si a caso buscaba a alguien, ahí comenzó una charla que le daría muchas respuestas, y a la vez le ayudaría a tal vez, solo tal vez, ver las condiciones en las que estaba su amigo.
— Buenas tardes joven ¿le puedo ayudar en algo?
— ¡Buenas tardes buena dama! Busco a mi amigo Terry.
— ¡¡haaa!! El señor Terruce, pase esta en el estudio.
Los días transcurrieron y no había noticias de su amado donde había apenas un dejo de esperanzas de que el se hubiese arrepentido y fuera a buscarla; sin embargo sus esperanzas era solo un anhelo de su roto corazón. Los diarios eran retirados para que nunca fuese a llegar la información que de seguro le darí la estocada final. Desgraciadamente un descuido o tal vez no tanto descuido pues los hermanos Leagan se encontraban de visita, de forma extraña el diario de ese día apareció en la puerta de la habitación de Candy.
New york times
En primera plana se anunciaba con una fotografía que no esperaba.
Este diario se complace en anunciar, próximamente el día 2 de Noviembre se llevara a cabo el enlace matrimonial de Susana Marlowe y Terruce Graham, quienes por motivos personales había sido retrasada la boda; sin embargo juzguen ustedes a esta feliz pareja que hoy por una deuda de honor esta se cumplirá al fin. Palabras dichas por la afortunada novia en cuestión, la celebración se ha mantenido en oculto aun; sin embargo es un placer para este medio informativo felicitar a la pareja por las proximas nupcias,
El hecho de haber leído la noticia y con los ojos de Candy, aguados por las lagrimas y lavados en la imagen de Terry a un costado de la silla de ruedas una Susana de sonrisa triunfante, ¿Qué mas podía pasar si lo peor ya lo estaba viviendo, Annie al entrar a su habitación vio a su amiga nuevamente sumergida en el llanto, era increíble como nuevamente se veía esa chica fuerte y jovial, ahora tan delgada y pálida. Todos pondrían de su parte para poderla sacar de esa situación. Lo primero fue un viaje por lo que Albert de manera oportuna programó un viaje a la Florida, ahí Paty tenia una bella casa cerca de la playa, el mar, los amigos y el arena le harían mucho bien. Los días transcurrieron y cada vez esa paz que le inyectaba la playa sanaban sus heridas, Su corazón se llenaba de cálidos momentos al mismo tiempo que sanaba las heridas.
Después de un tiempo prudente, todos querían regresar a su vida habitual; sin embargo Candy, fué la única que se negó a regresar, no quería regresar a ese lugar que solo le traería dolor y sufrimiento, para ella era mejor quedarse en ese lugar. De regresar, sería abrir nuevamente una herida que aun estaba muy fresca. Alberth, entendió lo que su pequeña le decía, y por tal motivo no se opuso ante esa decisión. Alberth, giro instrucciones a su fiel amigo George Johnson de conseguir a Candy un apartamento cómodo para ella, así como un lugar en el hospital mas cercano. Cuando ella se sintiera fuerte nuevamente, estaría lista para regresar y retomar el camino del cual, por ahora solo huía.
Un año mas tarde, al llegar el diario a su oficina de Alberth en Lakewood y leer las noticias de sociales, encontró una nota que no esperaba, dicha nota era un obituario donde se daban las condolencias a Terruce Graham por el fallecimiento de su esposa Susana Marlowe, Alberth al ver esta situación no dudo y preparó un viaje para buscar al que también había sido y era, su gran amigo Terry.
Después de unas horas de incomodo viaje, llegaba a Chicago donde sabia fue su ultima residencia. Llegando a la casa de la que tenia la dirección proporcionada por uno de sus investigadores, Alberth toco la puerta saliendo una señora regordeta de tez blanca pero de facciones muy amables. Janine la ama de llaves, al no conocerlo preguntó si a caso buscaba a alguien, ahí comenzó una charla que le daría muchas respuestas, y a la vez le ayudaría a tal vez, solo tal vez, ver las condiciones en las que estaba su amigo.
— Buenas tardes joven ¿le puedo ayudar en algo?
— ¡Buenas tardes buena dama! Busco a mi amigo Terry.
— ¡¡haaa!! El señor Terruce, pase esta en el estudio.
—¡gracias!
Caminaron por un pasillo largo donde se detuvieron hasta una puerta de madera de caoba, la cual despedía un delicioso aroma. Tocaron dos veces la puerta toc.. toc..
— Adelante Janine, pero ya le dije que no quiero comer nada por ahora.
— Joven lo busca ese otro joven.
Terry se dio la media vuelta, soltando un viejo libro que atesoraba como la joya mas valiosa, “ROMEO Y JULIETA” sin titubear Terry se arrojo a los brazos de Alberth, como aquel niño que no hubiese visto a su padre durante muchos años, Alberth, estaba sorprendido ante tal acción, esperaba que lo recibiera con emoción, pero no con tal efusividad, esto lo confundía, pues Terry lloraba, ¿habría amado a Susana en este tiempo? Después de unos minutos de desahogarse, por fin incorporado, Terry le ofreció sentarse en un mullido sofá que tenia dentro de su despacho.
— ¡Vamos Terry ¡ ¿Qué pasa amigo?
— Alberth, no tienes la idea del infierno que viví a lado de Susana, nunca pude tocarla me daba asco, cumplí como lo había prometido a Candy pero jamás pude sentir por ella nada.
— ¿Entonces qué pasó?
— Al no tener contacto con ella, decidió entregarse a otros hombres donde ella contrajo una enfermedad que le causó la muerte, ella no sabía pero estaba embarazada no sé ni de quién pero también ese bebé se fue con ella.
— ¡Vamos Terry ¡ ¿Qué pasa amigo?
— Alberth, no tienes la idea del infierno que viví a lado de Susana, nunca pude tocarla me daba asco, cumplí como lo había prometido a Candy pero jamás pude sentir por ella nada.
— ¿Entonces qué pasó?
— Al no tener contacto con ella, decidió entregarse a otros hombres donde ella contrajo una enfermedad que le causó la muerte, ella no sabía pero estaba embarazada no sé ni de quién pero también ese bebé se fue con ella.
Alberth estaba boca abierta, no podía creerlo, su amigo estaba sufriendo ahora por causa de un capricho, del que había de todo, menos amor. Entonces, ¿qué posibilidad había para que él se volviera a encontrar con Candy?. ¿Sería buena idea? Antes de cualquier pregunta Terry lo cuestionó directo y sin tapujos.
— Alberth, como mi amigo que siempre haz sido quiero preguntarte algo, ¿Candy, donde está? ¿Se casó? ¿Dónde vive?
— Vamos amigo son muchas preguntas ¿no crees?
— Empecemos, no Candy no se ha casado, tampoco tiene novio, y vive un poco lejos, y creo que la pregunta que más te carcome el corazón. Creo que te sigue amando de la misma manera de siempre, pero ella no sabe que Susana murió, ella cree que eres Feliz casado con ella. Hace tiempo, guardaba en su corazón una la esperanza que la buscaras, y que no hubieses hecho caso a esas tontas promesas, que en un momento se habían hecho. Desgraciadamente, nunca regresaste como ella tenía la esperanza, palideció y dejó de comer hasta el grado de adelgazar más de lo habitual.
Terry, prestó atención a todo lo que Alberth le relataba. En su interior se sentía culpable, porque había hecho desgraciadas a dos mujeres, una por obstinada, y la otra su verdadero amor a la que nunca podría olvidar, porque ella era como su mismo corazón. Pero ahora, está noticia representaba una excelente oportunidad, poder rehacer su vida como debió haber sido desde un principio. La charla ya llevaba un rato, por lo que sin darse cuenta Alberth se moría de hambre, como magia el apetito de Terry había aparecido. Desde que se había casado, hasta la muerte de Susana, casi no comía, a veces se quedaba en la casa de su madre y otras solo llegaba a encerrarse en una recamara donde dormía solo. Ahora sería diferente, los errores que había cometido en alguna ocasión, no los volvería a cometer; Alberth, ya tenía fraguado un plan para esta ocasión; así que se pusieron de acuerdo y en breve se volverían a ver, muyestaba seguro que no regresaría sin casarse con Candy.
Continuará........
Agradezco su tiempo y espero les guste esta apasionada historia que la sopresa está por venir, no te la pierdas te sorprenderá
Esta historia fué escrita por la inspiración de una escritora especial para mí.
Gracias por confiar en mi guerreras
Todas al grito Baile Valkiries!!
Let's go go the Valhalla!