CUARTO APORTE – PELOTON PECOCITAS
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Este es mi cuarto aporte como Subteniente del Pelotón Pecocitas.
Espero que disfruten esta mini historia de Albert que he escrito para este personaje. Espero lo disfruten. Los personajes de Candy Candy pertenecen a sus creadores Kyoko Mizuki y Yumiko Igarashi respectivamente. Todo se ha escrito sin fines de lucro, solo para entretenimiento; lo que se presenta son simplemtne ideas de una serividora y se ha escrito para la GF 2020
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.Saludos a todas mis compañeras del Pelotón Pecocitas, especialmente a mi querida amiga y compañera Nerckka Andrew por ayudarme a preparar todos los años los regalos para todas ustedes y a mi querida amiga Maravilla121 de Fanfiction quien siempre me apoya leyendo mis borradores. Gracias, amigas, de verdad les agradezco todo su apoyo.
Un Cambio de Destino
Capítulo - 1
La tarde era fresca, el verano había llegado, una joven rubia caminaba pensativa a su casa, un joven rubio tenía días ocupando su mente y corazón. El viento ondeaba su cabello. Suspiró profundo, no sabía ni cómo, pero algo estaba cambiando en su corazón. Aquella desilusión que sufriera en Nueva York había quedado atrás. Hoy le sonreía a la vida, un nuevo amor florecía en su joven corazón.
— Albert —, musitó brevemente, tenía prisa por llegar.
Lejos de ahí, un joven rubio bajo pensaba en ella. El joven sin pasado se había enamorado de su joven enfermera, sin darse cuenta su joven corazón transformó el agradecimiento que sentía por Candy por un desenfrenado y apasionado amor, que trataba de callar por miedo a perderla. Suspiro enamorado, se armó de valor y se animó a buscarla, salió del departamento a encontrarse con ella. Aunque sabía que el corazón de su dulce pequeña le pertenecía al joven inglés, prefería tenerla cerca a perderla. Prefería ser su eterno amigo, un simple enfermo, un hombre sin pasado.
Candy queriendo llegar pronto a su casa decidió apresurar su paso esquivando ágilmente a los transeúntes que encontraba. La rubia volteó inmediatamente al escuchar el escandaloso ruido causado por una vieja carcacha. Detuvo su andar al ver un grupo de cuatro jóvenes riendo felices dentro del aquel viejo vehículo que causara el escandaloso ruido. Recuerdos de tiempos felices con seres queridos llegaron a su mente.
—Anthony, Stear —, musitó débilmente, unas lágrimas rodaron su rostro. Así eran ellos cuando vivián en Lakewood, felices ajenos a los golpes de la vida. Recordó con dolor que ni siquiera pudo estar en el velorio de Stear ni en el de Anthony. ¿Por qué la vida le había quitado tanto? No le dio padres y le quitó esos seres tan maravillosos que le dieron una familia. Llorando se giró y comenzó a correr entre la gente mientras imágenes de sus paladines junto a ella en tiempos mejores inundaban su mente. Sin mirar el tráfico cruzó la calle.
Escuchó gritos, un fuerte rechinido de llantas, ella volteó y entre sus lágrimas miró un vehículo muy cerca. Se quedó paralizada viéndolo acercándose rápidamente hacia ella. Cerró los ojos esperando el golpe, así de trágico terminaría su triste vida. La cara de Albert fue su ultimo pensamiento
Cuando entreabrió los ojos se encontró con unos ojos celestes y protegida entre unos fuertes brazos. Ella solo atinó a sonreír, seguramente estaba en el cielo con ángeles, volvió a cerrarlos.
— Candy, ¿mi amor estas bien? Candy por favor contéstame, mi vida despierta —, la abrazó desesperado mientras un mundo de curiosos se acercó a ayudar a la pareja. El conductor del vehículo se acercó temblando. Estuvo a punto de atropellar a la jovencita, la rubia se había aparecido de la nada. Cuando menos acordó la tuvo frente a su automóvil. De inmediato trató de ayudarlos, necesitaba saber si la joven estaba viva.
— Háblame mi amor por favor dime que estas bien —, le seguía diciendo angustiado mientras besaba su pálido rostro.
Atontada por la caída la joven seguía desmayada, el desesperado joven comenzó a revisar su cuerpo que mostraba pequeños raspones.
Albert la había salvado del accidente, venía caminando para encontrarla cuando horrorizado miró cuando la joven cruzó la calle sin mirar el tráfico. Corrió desesperado hacia ella y evitó que la joven fuera arrollada. Gracias a su acción, ambos solo habían salido con pequeñas heridas causadas por la fuerte caída.
Ajeno a lo que pasaba a su alrededor, el rubio joven seguía tratando de reanimar a su amada. Mientras tanto, el accidente de Candy había ocasionado un paro en el flujo de automóviles. Todos los automóviles tuvieron que detenerse ante la muchedumbre que bloqueaba la transitada carretera.
Dentro de un elegante vehículo, una furiosa mujer preguntaba furiosa al chofer la causa de la interrupción del tráfico.
— ¿Qué es lo que está sucediendo Edward?
El hombre tragó seco ante la pregunta de su distinguida patrona, Madame Elroy no admitía demoras, ella tenía una cita con los líderes del clan.
— Lo siento Madame Elroy, al parecer, hubo un accidente.
Continuará
Última edición por stormaw el Dom Abr 26, 2020 2:46 am, editado 2 veces