RETO
EL GUARDIAN
Desde hacia un tiempo soñaba con símbolos, símbolos brillantes que parpadeaban a su alrededor, sin significado alguno, sin motivo, sin razón. Solo aparecían en su mente o al menos asi fue al principio.
Neal tenia tiempo sin poder dormir, desde aquel dia en que habia llevado con engaños a Candy a aquel cuarto en aquel lugar apartado, la vio saltar y nadar alejándose y el se quedo maldiciendo una y otra vez su suerte.
“Seras mia aunque tenga que vender mi alma al diablo” …-le grito cuando ella ya no podia escucharla.
No contaba con que alguien mas lo habia hecho y que incluso habia tomado por cierta su petición, fue cuando sus sueños fueron invadidos por aquellos símbolos, primero en sus sueños y despues en su vida cotidiana. Aparecian apenas sin notarlo al inicio, cuando aun no estaban grabados en su mente, luego fue común verlos e incluso notar como brillaban prácticamente a su alrededor.
Simbolos, símbolos, símbolos por doquier, necesitaba conocer su significado, necesitaba buscar la razón de que solo el podia verlos, ni Eliza, ni su madre, ni sus amigos, solo el.
Aquella noche además de las imágenes ya recurrentes en su mente una voz cavernal llego a sus oídos haciéndolo despertar de aquel letargo que apenas podia llamarse sueño pero aun con los ojos abiertos en medio de aquella oscuridad volvió a escucharla.
- Ya he venido por ti, ya he venido por tu alma. –dijo la voz.
Neal se levanto asustado y salio del cuarto, pero aun asi escucho la voz detrás de el.
- No puedes irte lejos, ya eres mio, vamos ahora a tu nuevo hogar, se mi guardian.
Neal se tapo los oídos para no escuchar mas, Eliza corrió al escucharlo gritar y lo encontró incado con los oídos tapados pero parecía no escucharla.
Cuando abrió los ojos lo hizo en aquel lugar, era un lugar en penumbras, el vestia una túnica con aquellos símbolos tan conocidos para el y que apenas cobraban significado en su existencia, eran cadenas de las que no podría deshacerse jamas, miro a los ojos de aquel que habia arrancado su alma del mundo de los vivos y que le habia arrastrado hasta ese lugar donde tendría que pasar una eternidad vigilante.
- El trato no es justo dices? –pregunto la voz burlona al ver a los ojos de Neal.
- Nunca la tuve.
- Y no tenias que tenerla, el solo deseo de obtenerla, de vender tu alma es lo que te trajo a mi, no necesito ofrecer nada, ni dar nada a cambio de tu alma, solo necesito saber lo dispuesto que estas para que esta sea mia. Pero alégrate, no estaras junto a aquellos –dijo señalando un lugar de almas dentro de un rio de fuego.- tu seras uno de mis guardianes, solo aquellos que piensan que pueden obtener amor por su alma son dignos de ello.
Neal observo esos ojos, no podia ver mas, agacho la cabeza y tomo la espada que unas manos oscuras le ofrecían y no dijo ni una palabra mas.
Eliza observo a su hermano, respiraba pero no respondia, algo habia pasado en su interior, a partir de ese dia vivio encerrado en su cuarto y en su mente sumergido en tinieblas cuidando que nadie mas entrara o saliera de ese lugar.