Lo habia adquirido en uno de sus tantos viajes, era un aparato extraordinario, una invencion unica que muy pocos podian obtener, es cierto que ya se veian en mas lugares pues no era un aparato del todo Nuevo pero aun asi el que el tenia era de una edicion especial.
Lo llevo a casa pensando que seria la alegría del hogar, sin embargo al llegar aquel dia se encontró escondiéndolo en su estudio, no porque no quisiera compartirlo, fue el hecho de que cuando llego nadie estuvo para recibirlo, vio a sus hijos planeando sabra Dios que travesura y a su esposa dando ordenes a las sirvientes sin apenas un saludo para el.
Lo puso en su escritorio y se sento a observarlo pensando, no en el, si no en el tipo de familia que tenia. ¿De verdad era tan mal hombre que no merecia ser recibido con alegría despues de un viaje tan largo?
Paso la tarde intentando guiar sus pensamientos a otro sitio, enfocándose en armar el aparato, una pieza aquí, otra aca y ya cuando lo tuvo completo coloco un primer disco, una melodía de Bethoven se escucho saliendo de aquel cono enforma de flor, tomo asiento, cerro los ojos y disfruto aquella melodía una y otra vez sin cansarse, sin escuchar que tocaban a su puerta para llamarlo a comer, sin darse cuenta que la noche llegaba y habia que dormir, solo escucho mientras las lagrimas corrian por sus mejillas al darse cuenta que no era feliz, aquella mujer que tanto habia amado no le amaba y el lo muy bien y tambien que sus hijos eran tan frívolos que para ellos no importaba si el estaba o no en casa, sabia que estaba cansado de esa vida pero tambien que era su deber como padre de familia, miembro de la sociedad, empleado ejemplar y parte de la sociedad continuar siendo fuerte y dando lo mejor de si.
Despues de ese dia, llegaba de la oficina a su despacho a encerrarse, poco a poco fue adquiriendo mas discos, Sarah se dio cuenta que algo pasaba y empezó a prestarle mas atención obligando tambien a sus hijos a salir a recibir a su padre cuando llegaba del trabajo o de viaje, llego a pensar en que su esposo tenia una amante y no podia permitir que otra le quitara lo que con tanto esfuerzo habia logrado. Mientras tanto la música invadia la casa en un suave ronroneo al caer la tarde.