- EL FANTASMA
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- Aquí hay un fantasma. –dijo la mucama a una de las cocineras que acababa dellegar a la gran mansión.
No era la primera en decirlo, ni la primera en escucharlo a mitad de la noche, de hecho muchas chicas habian renunciado por la misma causa. Ahí habia un fantasma.
Durante varios años en esa gran casona, Martha se quedaba sola durante los viajes de su esposo, desde que su hijo habia sido mandado al colegio pasaba los días aburrida, prácticamente no salía porque no era algo bien visto de una dama salir sin compañía y odiaba ir con alguna dama de compañía pues no podia divertirse y terminaba volviendo hastiada. Entonces paso algo maravilloso, un fantasma llego a visitarla.
Ese dia se habia despertado con la noticia de que habia un fantasma en la casa, las empleadas la vieron y no le prestaron la minima atención, nadie habia escuchado nada, pero con los días supieron que si pasaba algo.
Durante la noche escuchaban cadenas por los pasillos y se veía una sombra negra bajar las escaleras, arañaban las puertas y amanecían las cosas en diferentes sitios, aparecían huellas que desaparecían en las paredes y una vez incluso una cruz en medio de la sala de estar con la palabra “sigues tu”…
- Aquí hay un fantasma. – le repetia la mucama a la nueva cocinera que habia sido contratada. – Y no uno, tal vez sean varias almas en pena lasl que rondan en la Mansión.
Mientras que todas morían de miedo, cerraban sus puertas, dormían con las biblias en la mano y rezaban toda la madrugada, Martha se reia de ellas mientras planeaba de que forma asustaría a su personal cada noche para no morir de aburrimiento.