CIRCLES
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 4
Candy miraba con tristeza las copas de los árboles mecerse por el aire desde la ventana, ya habían pasado 5 días desde que vió por última vez a Albert, le parecía que todo había sido un sueño del que tuvo un muy duro despertar. Cuando se vio sola en su habitación por la mañana y posteriormente al encontrar la carta donde él se despedía de una forma inesperada confesandole que había recuperado la memoria y que por eso debía partir... ella se quedó estupefacta, al grado que tuvo que pellizcarse para cerciorarse que no estaba dentro de un mal sueño.
Lamentablemente todo era real, pero a pesar del dolor de lo que parecía otra experiencia más de abandono para ella, se aferró a las palabras que su amor le había dejado por escrito rogandole confiara en él y esperara su regreso.
Algo en su dolido corazón la hacía aferrarse al valor de esa promesa, por lo que con entereza se preparó para irse a trabajar a pesar de que le dolía cada centímetro de su cuerpo y espíritu. Se obligó a no permitir que ningún pensamiento de duda o incertidumbre se anidara, y era tal su lealtad que se enfocó en trabajar sin descanso doblando turnos y haciendo más de lo que en su lista de deberes diarios se le indicaba. Cuando se encontró a si misma pensando que quizá debió ir al dichoso ferrocarril se enfureció y corriendo salió hacia el jardín del hospital para subir en acto instintivo de escape al árbol más alto donde se permitió llorar por el desconsuelo y la incertidumbre.
Ese día vio llegar ya casi a punto de salir de su jornada a Annie, Patty y Archie, quienes llegaron con una expresión de felicidad que a ella la tomó por sorpresa. Patty llevaba un telegrama donde se le informaba que Stear venía de regreso del frente occidental, Candy la abrazó llena de alegría e invitadas por Archie fueron a una cafetería para platicar y celebrar el regreso de su querido hermano. Una vez que se acomodaron la charla se diversificó hasta que Annie tomó la palabra.
-Candy, platicanos, como está el señor Albert, ya ha mejorado su amnesia?
Candy se quedó en silencio y los ojos se le anegaron de llanto. Archie hizo una mueca de angustia, por el rostro de su querida amiga algo muy malo debía estar pasando con ese hombre.
-Pero que pasa ahora, Candy? Se puso grave o que pasó? Por favor dinos amiga, nos preocupas!! Patty miraba acongojada a la rubia que no sabía ni por donde empezar.
-Ay, muchachos, yo... no se ni que decir... él, Albert, él se fue hace casi 1 semana...
-Ay Candy, no llores linda, dijo Annie poniendo su mano en el hombro de la inconsolable chica,- El debe estar bien, aunque tenga problemas con su memoria es un hombre fuerte, no debes preocuparte!
-Es que él ya recuperó la memoria...
-Con mayor razón, mi vida! interrumpió Patricia acercándose a ella y poniendo su brazo sobre su hombro para hacerle sentir su cariño y apoyo.- Lo que pasa es que eres muy sensible y preocupona, por favor no cargues con vidas ajenas, el señor Albert es un adulto y como tal puede resolver sus propios problemas, si gustas y no te incomoda, puedo quedarme esta noche contigo para que no estés sola, y así te sea sencillo pasar este mal momento. Vamos, te llevamos a que descanses, pronto estará Stear de regreso y todas las cosas tristes se iran borrando poco a poco, cuentas con nosotros. No es así chicos?
-Por supuesto Candy, somos tus amigos y tu familia. Contestaron al unisono Annie y Archie.
Candy los miró comprendiendo que no podía decirles nada de lo que había pasado por ser incorrecto ante la sociedad la intimidad que ya había ocurrido con él. Optó por sonreír y afirmar con la cabeza a todo lo que ellos le dijeron.
Albert por su parte esos días los utilizó para buscar por todos lo medios legales, civiles, políticos y económicos la forma de hacer regresar a su sobrino y no paró hasta conseguir el salvoconducto junto con la respuesta del alto mando norteamericano apostado en Francia de que Alistear estaba a bordo de un buque con dirección a Nueva York. Sería cuestión de días que él estaría de vuelta con su familia, y estaba decidido a hablar con él una vez regresara para convencerlo de que concluyera sus estudios y se enfocara en desarrollarse como un miembro más del clan. Cuando tuvo esa certeza, se presentó ante la tía abuela Elroy con el documento, para la anciana fue una sorpresa que llenó de alegría su cansado corazón. Poder abrazar a su sobrino después de meses de incertidumbre fue un regalo del cielo para ella y mas cuando recibió de sus labios la noticia de que Stear venía de regreso a salvo de la guerra.
Llegado el momento, Albert le narró lo que había ocurrido después de su accidente y ella escuchó asombrada que la persona que se había hecho cargo de cuidar de él cuando fue confundido con un espía extranjero fue nada más ni nada menos que Candy White, aunque al principio le chocó el hecho de que estuvo viviendo a solas con ella, la forma como él le narró que ella se había hecho cargo de su cuidado, su altruismo y comprometido apoyo a pesar de las opiniones adversas fue tan convincente, que terminó agradeciendo la intervención de la irritante joven. Una vez que Albert consideró ver un atisbo de simpatía, se aclaró la garganta y se preparó para entrar en un terreno escabroso.
-Tía, tengo otra noticia algo particular que decirte al respecto. Deseo solicitarte que antes de responder cualquier cosa una vez que me escuches, medites en ello primero y después me digas lo que gustes.
Elroy lo miró con desconfianza pero lo animó a hablar.
-Muy bien, los meses que viví con Candy y en los cuales ignoraba completamente mi pasado, yo desarrollé sentimientos muy fuertes por ella. El rostro de Elroy se descompuso, mas él continuó hablando,- Yo estoy enamorado de ella y se que Candy me corresponde...
-William...!!!!
-Por favor, tía, déjame terminar... Elroy parecía al borde del desmayo, sin embargo él no estaba dispuesto a marcharse sin comunicarle su decisión a la matriarca de la familia.- No fue algo que yo haya planeado y mucho menos ella. Candy ignora quien soy, si hay una inocente y víctima de mi conducta y mis decisiones esa es Candy. En mi afán de vivir libremente yo me hice pasar por un vagabundo y de esta forma viajé y me relacioné con ella, por esa razón cuando me encontró me ayudó sin esperar nada a cambio. Yo ignoraba mi pasado y mi filiación legal con ella cuando mis sentimientos se volvieron amor y compromiso. Tía, me tengo que casar con ella...
-No, William, eso no puede ni debe ser...
-Tía, entienda, ME TENGO QUE CASAR CON ELLA. Albert fue enfático en la última frase y por la forma como miró a los ojos a su tía, ella entendió a la perfección a que se refería, Elroy comenzó a temblar de coraje e indignación, casi al borde del llanto.
-Es que me niego a creer que algo así pueda pasar en la familia, William, si ella no respetó su lugar como miembro de los Andrew eso es indigno...Es una vergüenza, una catástrofe!!
-Tía por favor, se lo ruego, no haga de esto un drama. Ella será mi esposa y lo menos que deseo es que se le trate de una forma que no se merece.
-Pero que dirá la gente, que dirán los demás miembros de nuestro clan? Donde quedaré yo? Seré señalada por lo mal que te eduqué. Ay por mis ancestros, esto es demasiado para mi!
-Entonces no te importa lo que ella hizo para salvarme? No piensas considerar su ayuda, su generosidad?
-Pero es que tener una relación sin el lazo matrimonial con un hombre que no estaba a su altura...
-Tía, estuvo conmigo, no con un vagabundo, y yo no sabía quien era, por favor, necesito su apoyo, por que no quiero problemas. Pero si no lo acepta, lo haré aun en contra de su voluntad y ahora si me marcharé para siempre y no volverá a verme. renunciaré a mi derecho familiar como miembro de los Andrew.
-No William, por favor, no!! Elroy comenzó a llorar y Albert se sintió el hombre más miserable de la ciudad, deseando que un rayo entrara por la ventana del despacho en ese preciso momento y lo borrara de la faz de la tierra. Se arrodilló ante su tía y tomó su mano entre las suyas.
-Tía, creame que la entiendo. Ojalá nada de esto hubiera pasado, ojalá mi amnesia no hubiera ocurrido, me duele verla así, pero me duele más la mujer que me ama y a quien no puedo fallarle. Por favor, serénese y medite en lo que acabo de decirle. Yo quiero cumplir con mi responsabilidad en todos los sentidos, con mi familia, con usted, y con Candy.
Elroy miró la seriedad del rostro de su sobrino, se dio cuenta de que era todo un hombre, noble, decidido y ahora al parecer, enamorado de una chiquilla que a ella le causaba incomodidad y desconfianza, pero no estaba dispuesta a perderle de nuevo. Con renuencia movió su cabeza de forma afirmativa.
-Está bien, William, haremos los arreglos necesarios para que tú y Candy formalicen su... su relación.
CONTINUARÁ
Agradezco a mi querida amiga Pollifrodi por permitirme usar su bello arte para aderezar esta historia!
CAPÍTULO 5
Última edición por Maga Cafi el Vie Mayo 15, 2020 3:54 pm, editado 1 vez