Vamos a girar la ruleta, y que sea ella quien nos diga quién será la privilegiada de ser presentada en este primer día aguerrido.
Hace un año ya, sí, un año, en que he aprendido a conocerlas, ¿de qué manera?, esa es otra historia, sólo digamos que identifico, palmo a palmo, las fortalezas y debilidades de cada una (de algo debía servirme mi profesión ).
Para arrancar este primer día de Guerra, presento ante ustedes a una colegiala que es bastante ambigua, se podría decir que hay dos personalidades dentro ella, una es el lado A, como si de un antiguo casette se tratara, lado que le permite ser educada, refinada, obediente, en otras palabras, toda una dama de sociedad, tal cual lo exige el Real Colegio.
La seriedad es algo que la caracteriza, aún cuando se impone en su caminar por los pasillos del Saint Paul, con sus prominentes atributos físicos.
El lado B la hace ser la otra cara de la moneda, alegre y bromista, capaz de experimentar cosas nuevas, curiosa por naturaleza, al grado de ir rompiendo un poco las reglas sin que otros se puedan dar cuenta.
Sólo sus amistades cercanas pueden conocerla como en realidad es y no juzgarla. Con ella queda probado que: nada es lo que parece.
Cómo no iba a ser parte de las Rebeldes, si es así por naturaleza, lo trae en la sangre… Fue precisamente su forma tan sutil de romper las reglas, lo que la llevó a la celda de castigo. Esta es su anécdota, contada por ella:
FLASH BACK
Como todos los días que hay clases de gimnasia, me retiré muy discretamente del aula, argumentado un leve dolor de cabeza.
No me gusta hacer mucho ejercicio así que prefiero ir a dar paseos por el bosque del colegio con la esperanza de ver, una vez más, a ese inglés tan guapo, dicen que es un rebelde, y aunque desee poder tener un encuentro más cercano cercano él, me conformo con verlo de lejos, ya que tengo apariencias que guardar. Si me descubren ¡estoy perdida!
Una vez más vienen los pensamientos de pesar, no quería venir a este colegio, me siento muy sola, no puedo ser en realidad quien soy.
Por distraerme en mis pensamientos, no me percaté por dónde iba, así que caí de lleno sobre un campo de narcisos amarillos, en otro momento lo hubiera apreciado, no ahora, pues me lastimé un tobillo al grado de no poder caminar.
Las monjas me encontraron de noche y me ayudaron a levantarme, sigo sin poder caminar muy bien; ahora sé lo que me espera, me van a castigar.
Es así como llegué al cuarto de castigo, esperando pasar una fría y solitaria noche, pero al ingresar, con real asombro veo que ¡¡¡hay más de una muchacha ahi!!! Lo cual significa que me esperan nuevas aventuras con personas parecidas a mí, si están aquí, seguramente llevan sangre rebelde…
Creo que en realidad todos escondemos algún secreto dentro de nuestro corazón y es hora de un poco de diversión.
FIN DEL FLASH BACK
¿Otras chicas? ¿Coincidencia o destino? Pronto lo sabrán.
Ella es PASHCA GRAHAM, la chica curiosa, disfrazada de sutileza. Conoce sus escritos dentro de algunos minutos.