Dirty Dancing
Baile Candente
Por Mayra Exitosa
Capitulo Uno
Mi cuerpo se enciende
Había estado sirviendo bebidas toda la noche, los hombres en el bar pedían y se relajaban, las chicas siempre llegaban tarde, pero eran las que provocaban que todos estuvieran ahí, vestían sexys y contoneaban sus caderas, en la barra solo era tocar el tubo y no había quien las detuviera, al bailar parecían transformarse y sus cuerpos sudaban de manera natural, cuando por fin James les había colocado aquella regadera, fue espectacular, porque el baile de Susan era increíble, abría las piernas como si los invitara y provocaba a todos tocándose lentamente su cuerpo imitando lo que esperaba de un hombre, meter su mano bajo la tanga era que algunos de ellos se echaran la copa encima y se veían deplorables, como monos en la selva, sus ojos parecían salirse, estaban ahí con la boca semi suelta, los labios gruesos casi babeaban, por ver como ella en ese movimiento parecía masturbarse desesperada, el baile les incitaba, ella les aseguraba que estaba ardiendo y colocarse en el tubo como si fuera uno de ellos subiendo y bajando tal cual si estuviera teniendo sexo en una pared deteniéndose con agilidad de una mano y con la otra en su cuello acariciándose, para luego deslizar uno de sus dedos por encima de sus pechos, estaban gritando enloquecidos, ella abría y cerraba los ojos con cierta somnolencia, como si estuviera en el acto y casi a punto de culminar, así en el tubo aceleraba la velocidad de sus caderas y muchos gritaban como si ellos estuvieran frente a ella llevándolos a todos al extremo dela locura.
Era un profesional para el baile erótico y yo ni cuerpo, ni tanta experiencia como quisiera, más no la envidaba, siempre salía con un tipo diferente y dependiendo de que tanto dinero le ofreciera el cliente. Muchas ocasiones les había dicho James que eso ahí dentro no lo permitía, más ella pregonaba que solo bailaba y que fuera de ahí, ella sabía lo que hacía. Me propuse a bailar y cada año incrementaba mejores pasos, no era que deseara bailar erótico, pero al menos en mi mente lo hacía varias veces, no tenía el novio adecuado, i la pareja perfecta para gozar de esas cualidades que Susan siempre lograba llevarse a los mejores hombres del bar, al menos no iban cayéndose de borrachos y sin un centavo en sus pantalones, después de haber terminado de tomarse hasta lo que su cartera les permitía. James siempre la había apreciado y muchas ocasiones le pedía que fuera su novia, que con él nada de le faltaría, pero lo veía como un hermano y eso en su mente no podía sacarlo, para ella James siempre eso sería.
La noche era larga y la mañana el descanso gritaba, pero la hora de ir al salón de danza no podía faltar, pues ella les daba clase a los pequeños del lugar y con eso ella no tenía que pagar sus clases de danza de salón que cada día se daba mejor, ahora había un concurso internacional y muchos estaban ahí, eligiendo bailarinas, se llevaban a todas, porque sus cabellos eran fáciles de ajustar y ella nunca lo lograba como ellos lo deseaban, pero ni de loca pensaba en cortarse su melena, era lo que ella la definía, porque así le gustaba estar, con su algodonado cabello rubio, que al sudar parecía humedecerse y lograr bailar en los giros, con una simpleza coquetería, sus cabellos le adornaban no una todas las ocasiones, porque así ella disfrutaba de la danza que soñaba en ocasiones.
Todas las chicas habían sido elegidas, como parejas y se irían a ver sus trajes con cada caballero que formarían para el baile de salón formal. Ya estaba casi sola, ella cerraba sus ojos y bailaba recordando a Susan en el tubo combinando con sus pasos de salón se deslizaba por el arco de la pista de madera y en tacones se sentía la diva de ese lugar, giraba los pequeños pasos y sus caderas y de un lado a otro lograba afinar aquellos detalles que cuando estaban todas no había podido lograr.
El estaba molesto, su pareja lo traía enloquecido, no tenía deseos de continuar batallando con una indisciplinada chica que no sabía cumplir para sus compromisos, ya estaba inscrito y ella no había asistido, tenía que inscribir a una mujer, y subía al salón de danza de madame Polet, y al entrar vio a una mujer bailando con agilidad, sus tacones la hacían verse imponente era muy baja, más con los ojos cerrados ella lo lograba y se equilibraba tal como si fuera una danzadora profesional, se iba hasta ella y la tomaba de la cintura, ajustándola para seguir el baile que la música de fondo le estaba dando, era maleable y fácil de guiar y con la sorpresa de haberla tomado no se había inutilizado, solo la tomaba y sabía que podía girarla y ella como si nada parecía seguir con toda facilidad, le daba movimientos y la hacía moverse la ajustaba y estrechaba, para luego soltarla y darle con su toque el movimiento de donde iba, ella no se inmutaba solo seguía sin rechistar y al finalizar la pieza, con una sonrisa no pudo evitar darle un beso enorme en su apetecible boca y decirle --- ¡Eres mía! Como si eso fuera posible, ella después de ese beso, solo se quedaba tiesa, esperando que su sueño desapareciera, más el alzaba la voz y madame Polet salía de su oficina y con una sonrisa comentaba, --- ¡Vaya elegiste a mi pupila la más difícil de elegir! --- ¿Por qué difícil? Si es perfecta, es lo que estaba buscando, así te dejare a Roberta que le encuentres a otro estúpido que la inscriba en el baile, yo no estaré esperando a que juegue conmigo, desde hoy, ella será mi pareja. --- ¿Cómo te llamas preciosa? --- Candy. --- Perfecto, yo soy Albert, tu nueva pareja de baile.
CONTINUARA...
Última edición por Mayra Exitosa el Sáb Abr 03, 2021 2:04 pm, editado 2 veces (Razón : edicion)