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Dirty Dancing
Baile Candente
Por Mayra Exitosa
Capitulo Cuatro
Mi cuerpo reacciona
Dirty Dancing
Baile Candente
Por Mayra Exitosa
Capitulo Cuatro
Mi cuerpo reacciona
Durante años la vida le había sido muy exigente, sus estudios escolares apenas había podido sobre salir, seguir estudiando no le convenía en ningún sentido y de becas, ni hablar, ella no tenía grandes promedios para ganarse una oportunidad, así fue que poco a poco se fue haciendo de trabajo, la vida le dio oportunidades tranquilas y amigos que la apoyaron, al comienzo pensó que desinteresadamente, en otras la violencia de sus sentimientos florecían, pero no los de ella, por lo que no daba oportunidad a relacionarse con un hombre que no le atraía o no le daba la seguridad que ella deseaba.
Así pues, esa noche, que ya finalizaban las clases y verlo frente a ella, con la seguridad de que era suya, su boca tomarla con posesividad y darle un beso inesperado, ser un reclamador innato de su persona, fue lo que la fue conquistando, la que le hizo por primera ocasión seguir ese instinto dormido, hasta dejarse llevar por él, y no iban a su departamento, sino al de él, eso le causaba cierta incertidumbre, ya era una adulta, debía saber que es estar con un hombre, más no se había dado la ocasión y él estaba tocándola de tal manera que la hizo desear hacerlo y darse por fin esa oportunidad que creía que algún día tendría más no había llegado y él hablaba con esa seguridad de poseerla, de usar un preservativo, y ahora que medio dormida le había dicho que si lo deseaba, solo que no poseía experiencia, se había arrepentido casi de inmediato, sería vergonzoso explicar eso, más solo guardo silencio y é lo hizo todo,
--- Si lo deseas, lo haremos lento, no te haré daño.
--- Si, te deseo y mucho, solo que, no sé hacerlo y no quiero verme mal ante ti.
--- Al contrario, preciosa, verás que no te arrepientes de darnos esta oportunidad, estoy seguro de que podemos hacerlo bien, solo que estaba medio dormido y, no quiero hacerlo con prisa.
--- Como desees, pero por favor, hagámoslo.
--- ¡Si!
Los besos fueron exhaustivos, la piel de ella parecía reaccionar a cada caricia, él agonizaba por tenerla y le dio de si mismo, toda su paciencia, nunca había poseído a una princesa en su primera vez, y ella le decía que no lo había hecho, eso era algo inesperado para él, más con todo cuidado se tomaba el tiempo de prepararla, sus caricias fueron de menos a más y ella gozaba cada una de ellas con total agonía, sus manos tomaron sus pechos de nuevo para girarla y luego besarlos, sus manos, siguieron en caricias en todo su cuerpo, en detalles que no esperaba, al ser tocada con cierta pericia y dejarse inducir a lo que él la adaptaba, sus dedos fueron la gloria de ese amanecer y dejarse guiar por él fue sentirse libre y sensual a la vez, flotar en una sintonía y una melodía diferentes, desear más y querer moverse sin poder detenerse a pensar, su cadera cobraba movimientos solitarios en su mano que parecía seducirla de una manera que sus dedos entraban en su cuerpo y fungían con agradables movimientos, no podía parar deseaba más de lo que le estaba haciendo, deseaba más internamente, mucho más de lo que no entendía, pero por fin explotaba al llegar y el la abrazaba orgulloso y deseoso de lograr humedecer aquello que serviría para poder realmente poseerla.
--- ¡oh Dios!
--- Tranquila, todo está bien, ¿te gusto?
--- ¡Mucho!
--- Puede que te lastime un poco, pero prometo ser cuidadoso. Y él colocaba su preservativo para acomodarse en ella, a lo que fue introduciéndose lentamente y ella lo aceptaba lánguida y perezosa, aun reponiéndose de lo que había sentido, más un choque inesperado la hería y el se abrazaba con fuerza a ella, quedándose quieto le acomodaba sus piernas en su cadera y besaba su frente, su nariz y sus labios, con una ansia de moverse y en espera todavía conteniéndose, para no lastimarla, iniciaba tan lento que ella no lo entendía, pero se sentía mejor de lo que creía, ahora se sentía completa y colmada, mucho más que sus dedos, su miembro entraba.
--- ¡Oh! ¡Si!
El escuchaba su satisfacción y de besos lentos a movimientos suaves, se fue dando la persecución, una agitada arremetida que iba en un vaivén ansiado, y que le hacía un efecto de resistencia, que el sabía que debía superar, hasta que ella volvió a sentir ese anhelo por moverse fue que ella se chocaba con la cadera de él, agitada por hacerlo velozmente.
No tuvo que esperar más, porque el deseaba más que nuca hacerlo, y fue moverse completo casi quemándose en su intento, ella ahora lo ajustaba de sus caderas y deseaba que siguiera por más tiempo, así la hizo disfrutar un orgasmo más fuerte más intenso y él la imitaba alcanzándola en la cima, pegando con fuerza su cadera encima con espasmos fuertes que culminaban en deseos de placer intermitentes.
--- ¡Oh Dios! Ella gritaba y se mordía ansiosa su mano, chocando con él las caderas al final abrazados culminaron.
--- Eres hermosa y muy apasionada, Candy, siento tu cuerpo con un deseo desbordante,
--- ¡Fue tan bello! que siento volar en mi mente.
--- Tuvimos orgasmos querida, eso lo podemos realizar frecuentemente, teniéndome siempre podrás contar conmigo. Cada que desees hacerlo de nuevo.
--- ¡Si! ¡Si!
El reía y la abrazaba, levantándola de la cama encima suyo, para tomar su boca a besos, orgulloso de ser el primero en su mujer.
Candy ahora besaba más, estaba feliz de que él le hiciera el amor, no podía creer que lo hicieran, pero se sentía internamente tan feliz, que podía seguir ahí, por horas si él quisiera.
El rubio no la soltaba, sus besos fueron por todo su rostro, era un placer maravilloso tenerla en sus brazos definitivamente era algo que no esperaba, más se sentía tranquilo, porque ella lo había deseado, lo anhelaba y lo había aceptado completo, tanto como su pareja de baile, su amante y estaba yendo rápido más no se arrepentía de nada, por el contrario, esperaba ser mucho más para ella de lo que necesitaba.
Continuará...
