Cautivada por tu Amor
Por Mayra Exitosa
Capítulo Tres
Virtuosa y Apasionada
Para las Terryfans que leen esta historia, no crean que Terry desempeña un papel antagónico y por ser Albertfan, voy a quemar al protagonista, eso no se hace. No se dejen llevar por las apariencias, esto es así por una razón. La época en la que se desarrolla, tener una concubina de un Duque era un honor, más aquí la historia el Duque de Grandchester tiene sus planes y al momento que leen, revisen porque lo hace y desarrollen su detective interior, ¿Cómo responde?, ¿Por qué la esconde?, no se dejen llevar por lo que están pensando al momento de que haré algo malo, el carácter aquí de él y sus procedimientos son por su forma muy personal de hacer las cosas a su manera, la historia realmente lo dice el título “Amor” no por obligación y espero vean el porque ella esta Cautivada por él. Sé que muchas son nuevas, para ver la historia desde el comienzo, la línea abajo las lleva a los aportes de este año y los de Terry son anunciados como Terry.
…ella se encontraba en un trance delicioso, sentía marearse y caer en suaves nubes, cuando la realidad estaba cayendo en las sabanas de la cama enorme de su nuevo dueño. El Duque la miraba y se deleitaba al saberla suya, le despojaba de sus prendas hasta dejarla sin ninguna y se atrevía a mirarla sola, aun no estaba completamente dormida, sonreía soñadora y no podía dejar de apreciarla, él se liberaba al igual de sus prendas y hacía que lo viera, que se expresara sin tapujos, su ruborizado natural y sus palabras lo engrandecían sobre manera.
--- ¿Le gusta lo que ve, mi lady?
----¡Por Dios! ¡Está usted desnudo! -
-- Usted me lo pidió y no negaré que estoy complacido de brindarle todas mis atenciones de manera exclusiva. Terry se acercaba y le besaba el rostro resbalando hasta su cuello y la miraba intensamente como ella adormilada lo observaba de manera fija, y con una sonrisa besaba las puntas de sus pezones, sin dejar de observarla, para luego continuar con lo que ella debía escuchar, -
-- usted será mía y solo mía, ¿lo oye? Jamás permitiré que se vaya de mi lado, mucho menos que alguien más ose tocarla, es usted perfecta, única y solo para mí, ¡recuérdelo! Si me traiciona quedaría muy decepcionado de usted. -
--¡Mi Lord!
Ella caía en un letargo, sentía su cuerpo pesado, calidez y la respiración de alguien cercano. De pronto abría los ojos y tocaba lo que tenía al frente, el rostro rasposo de una barba naciente de un hombre, y al hacerlo solaba un alarido ahogado de sorpresa, luego se veía a si misma completamente desnuda y su cuerpo pegado al de ese hombre… el Duque de Grandchester, para el que ahora trabajaba. ¿Cómo había llegado hasta ahí? ¿Qué habían hecho? ¡Por Dios!
--- Por fin despertó mi Lady, debe estar muy agotada, no me ha dejado descansar en toda la noche, es usted… apasionada. -
-- ¿yo? ¿Qué hice? -
-- ahora es usted mi mujer, como lo hablamos anoche, desde hoy será solo mía y si se atreve a engañarme con alguien más, le cortaría la cabeza.
---¿Qué ha dicho? -
-- Siendo tan virtuosa, ahora que ya hemos yacido en mi lecho, estoy más que complacido con usted. Y por nada del mundo dejaré que alguien le haga daño. -
-- ¡Mi Lord! -
-- Le dije que conmigo usted puede expresarse libremente cuando estemos a solas y gemir apasionadamente cuando yacemos aquí en mi habitación, desnudos y deseosos de pertenecernos.
Ella se quedaba asustada tratando de separase, pero su pierna estaba detenida por él encima de su cuerpo y se sentía muy extraña, ella se había entregado a él, y no recordaba absolutamente nada, ni siquiera sabía como había llegado a su cama.
--- Tengo que detenerme, usted me provoca volver a tomarla, pero ya es de día y no quiero abusar de su virginal cuerpo mi dulce doncella, este será desde hoy nuestro secreto. -
---¿Secreto? -
-- Si, nadie en el palacio sabe que usted se encuentra en mis habitaciones, ve ese espejo, es una puerta secreta entre nosotros, cada que me desee podrá pasar por esa puerta hasta aquí, a mi lecho, pero recuerde completamente desnuda, el plan que haremos será solo entre nosotros dos, nadie sabrá nada de nuestras relaciones amatorias nocturnas y apasionadas. Candy abría enormes sus ojos, meditando que se le había entregado al Duque y ahora era su amante o concubina, ¿secreta? -
-- Si por la voluntad de Dios la he dejado preñada, no se preocupe, a nuestros hijos nada les faltará, usted es y será la única como me lo propuso, no le daré otra oportunidad a ninguna mujer y usted tendrá que defenderme y cuidarme, tal como lo haré yo.
---¿Defenderlo? -
-- Ya le contaré mas tarde, ahora debemos bajar a desayunar, no quiero que nadie más sepa que casi no ha dormido por estar yaciendo conmigo nuestras… bajas pasiones. Es usted la mujer más deliciosa y realmente mire como me deja, pero debe estar dolida y no quiero abusar más de nuestros encuentros.
Candy se cubría asustada con las sabanas, mientras él sin ningún pudor se levantaba completamente desnudo frente a ella y comentaba, ---- Dijo que ¿cada noche? Aceptaré eso, mi Lady, solo con usted, cada noche. Se iba hasta un sillón y tomaba su bata de seda, para cubrirse y luego se iba hasta ella la tomaba en sus brazos levantándola cual pluma ligera, entrar por la puerta del espejo y abrir otra, también de espejo. -
-- Esta es su habitación, nadie debe saber que estamos unidos, y que nos entregamos apasionadamente, ve la puerta al exterior, tiene cerrojo puesto, no han entrado aun los sirvientes, y cada noche será igual, le traeré sus ropas, destienda su cama, que piensen que pernoctó aquí usted. Y… sobre nuestro futuro, lo hablaremos después de sus atenciones para mi sobrina, cuando estemos solos en el jardín interior.
Ella solo asentía, se quedaba en shock, conmocionada ignorando lo que sucedía, había yacido y ahora era mujer del Duque de Grandchester, y exclusiva y… de ninguna mujer, ¿¿Qué tenía que defenderlo? ¿De quién se suponía que debía protegerlo? Con cuidado su cuerpo continuaba pesado y dolorido, mareada y así abría el cerrojo de la puerta de sus servicios y ahí yacía una tinaja con agua caliente, entraba en ella tal cual dejando caer su bata, cerraba los ojos y recordaba solo retazos de imágenes, había bebido de más con el Duque, y él la besaba desde su rostro hasta su cuello, y besaba su cuerpo, incluso sus pechos…. ¡Por Dios! Estaba intrigada por lo que había realizado y ahora no recordaba absolutamente nada. Se apuraba secando su cuerpo, y mirando sus bustos, aun podía ver su rostro sonriente y cercano. Aturdida se cubría y salía para vestirse.
Continuará...