Terryfic
Cautivada por tu Amor
Por Mayra Exitosa
Capítulo cuatro
La niña duquesa
Cautivada por tu Amor
Por Mayra Exitosa
Capítulo cuatro
La niña duquesa
Candy almorzaba con mucha propiedad, estaba muy fuera de sí, todavía no podía asimilar todo lo que había pasado en unas horas y como que su mente se negaba a aceptar lo sucedido, aun habiéndolo visto completamente desnudo, no podía dejar de verlo en su mente, le aparecían imágenes pero la más real y constante era ese cuerpo desnudo con su miembro erecto, diciéndole que no la tomaría después de haberla tomado tantas veces por la noche y ella no recordaba nada, lo cierto es que si sentía pesado su cuerpo, pero algo en su interior se negaba a aceptar y solo se decía una y otra vez para sí, si no lo recuerdo es que ¡no paso! ¡y no paso!
La pequeña aparecía y ella dejaba su plato para recibirla, extendiéndole ambos brazos, la niña corría hasta ella y saludaba moviendo la falda como ella le había enseñado cuando se vieron la primera vez, eso no pasaba para quien observaba a ambas en su conversación y seguía almorzando, levantando una ceja y viendo como se comportaba su malagradecida sobrina que lo evadía diciéndole demonio.
--- ¡Oh querida! Qué bello vestido eligió usted hoy.
--- Me dijo que, si me vestía bien y me portaba bien, usted no se iría de aquí.
--- Así es mi cielo, no me iré, no podría teniendo a una preciosidad como tú, no podría irme.
--- Y me defenderás de la bruja Duquesa de Gran…chess té.
Quien estaba comiendo tosía y soltaba la comida casi ahogándose por lo que escuchaba, este molesto intervenía,
--- ¿Quién es la bruja Duquesa de Grandchester?
La niña corría escondiéndose tras el vestido de Candy y ella la protegía molesta respondía,
--- Mi apreciado Duque de Grandchester, mi querida niña, solo esta respondiendo lo que le han inculcado, ella es una dama, no miente. Al escuchar la niña lo que decía, se salía asombrada abriendo sus ojos y como si fuera un bicho raro, giraba su cabeza ladeándola y mirándola a ella.
---¿No miento? La duquesa de Gran chess, dijo que me internaría en las mazmorras hasta que le dijera bien su título, es una mujer muy fea, y quiere encerrarme, no me vas a dejar con ella. La niña soltaba las lágrimas y Candy molesta se bajaba hasta quedar a su altura respondiendo,
--- Usted si eres una duquesa, y aunque le temes a tu tío, el nunca permitiría que una bruja te encierre. Como si le hubieran leído el pensamiento el confirmaba,
--- Así es, esa bruja quedara en el suelo pisada por la verdadera futura Duquesa de Grandchester.
Las dos damas que estaban consolándose giraban a verlo. Y este afirmaba, --- Mi pequeña, la futura Duquesa es quien se ha tomado la molestia de venir a ayudar a cuidarte, es mi prometida y ella no permitirá que Lady Susana te vuelva a atormentar cuando no me encuentre en casa. No comprendo porque no me lo comentaste en cuanto me viste llegar.
--- Porque usted llego muy molesto, gritaba que lo estaban obligando y que no se iba a dejar pisotear por nadie.
--- Vaya, tienes una mente muy privilegiada, recordaste todo eso, pero no sabes pronunciar mi título Duque de Grandchester.
La niña fruncía la boca, molesta porque era cierto no lo podía pronunciar correcto, más se ofendía si alguien le hacía esa observación, ignoraba a su demonio de tío y se dirigía de nuevo a quien le había dicho que la ayudaría en todo hasta ser una dama,
--- Ella me va a cuidar, como si fuera mi mamá.
En esos momentos Candy le puso ambas manos en sus hombros y su tío que miraba como sus pequeños ojos tenían lagrimas de miedo porque lo pensaba de lado de Susana, todas esas veces que la trataba con cortesía, para ella se había convertido en el enemigo, ahora lo comprendía.
--- Mi querida sobrina, le informo que tengo un compromiso con mi prometida Candice y que Lady Susana no podrá rebatir, ya que el padre de mi prometida Candy futura Duquesa de Grandchester, me la concedió desde hace mucho tiempo, solo que Lady Susana desconoce a mi duquesa, porque ella no se encontraba aquí, para defender su lugar.
Ambas parecían un par de niñas mirándolo con una inocencia natural, tanto su hermosa damisela a la que había gozado la noche entera al verla desnuda y haberla tenido en su habitación, como su endemoniada sobrina que ahora se comportaba como un ángel, ante la segunda o tercera ocasión que se encontraba con esa hermosa dama de corazón puro.
Candy al ver que las observaba y ya no agregaba nada, pedía permiso para salir al jardín y que la pequeña tomara el sol, a lo que ambas salían y leyéndole un libro la pequeña en un sillón colgante se quedaba dormida, siendo su nana, la correspondiente de llevarla a descansar un rato, antes de la hora de la comida.
--- Me alegro de que me haya esperado aquí, quedamos de hablar a solas y este es el lugar perfecto,
--- Aun no comprendo todo lo que ha pasado mi Lord, pero le agradeceré que me explique lo que se espera de mí.
--- Lo que mencione con seguridad frente a mi sobrina, deseo que lo crea fielmente, a tal grado que tome ese papel frente a quien venga o indague, usted esta comprometida conmigo desde su nacimiento, es la futura Duquesa de Grandchester, está en trámites su documentación.
--- Tomar el papel de un título puede ser un delito que se castiga con la horca o el desprendimiento.
--- Usted se lo dirá a quien venga aquí, no a la reina de Inglaterra. ¿Estamos de acuerdo?
--- Entonces en esta casa para todos soy su futura Duquesa y prometida actualmente, ¿Quién es esa mujer que amenazó a la niña?
--- Yo lo ignoraba, es amiga de uno de los Duques de Windsor, se aprovecha de su amistad para que llegue a la reina y me obligue a casar con ella, pero ya he mandado papeles de que estoy comprometido desde hace tiempo, así que solo dependo ahora de usted, además me aseguré de que no pueda huir de mi.
--- ¿Huir de usted? ¿Por qué lo haría?
--- Bueno las mujeres de esta familia le han puesto en evidencia su falta de fidelidad, todas ellas han estado con varios hombres, siendo infieles de manera privada y muy escondida, ahora que, usted dormirá todas las noches conmigo y… gracias a su sugerencia, acepte que me protege, me cuide y usted me ofreció su cuerpo como parte del trato si la conservo conmigo. Lo que, si es que, si llega a estar preñada, usted me dará a mi heredero como lo prometió.
--- Perdóneme mi Lord, no recuerdo nada de lo que acordamos anoche.
--- Que conveniente, ahora esta claro, también me pondrá usted a un amante para serme infiel.
--- ¡No! Yo nunca le haría eso, mi Lord. Le comento que no recuerdo nada de lo que paso anoche, si el acuerdo es que me haga pasar aquí en su palacio, por su prometida, para mi es un honor, es solo que, yo… me… podría decir todo lo que hicimos anoche.
--- ¡Es usted una traviesa! Pero esta noche no beba vino y le recordaré todo lo que hicimos varias veces.
Continuará...