ACOSADO
FANART. Genesi Carmesí
-- Terry...yo. -- la emoción que sentía en su pecho no la dejaba hablar, sentía que el corazón le iba a estallar de alegria.
-- Pecosa, ¿en verdad, creíste que no iba a reconocerte con este antifaz? -- sonrió -- jamás he olvidado tus hermosos ojos -- concluyó quitandoselo.
La observó detenidamente, como si estuviera guardando cada detalle de su rostro en su mente, y sonrió.
Eres tan hermosa Candy -- acarició su rostro -- Abrázame -- no era una orden, era una súplica. Ella, obedeció, e inmediatamente lo rodeó con sus brazos. -- Soy tan feliz, si esto es un sueño, no quiero despertar. Dime que esto es real Candy.
-- Para mí también lo es -- respondió la joven rubia -- Y claro que es real.
Terry bajó lentamente su cabeza hasta chocar sus frentes, después depósito un tierno beso en la punta de su pecosa nariz y luego rozó sus rosados labios.
-- Con que un admiradora secreta ¿eh? -- le susurró al oído.
-- Yo sólo quería que nuestro encuentro fuera algo romántico y divertido -- le respondió ella -- ¿me perdonas?
-- No tengo que perdonarte nada, Candy -- le susurró él al oido.
-- Me creerías si te digo que la primera vez que leí esa nota anónima, deseé con todo corazón que aquellas palabras fueran tuyas, pero luego, sentí mucho miedo de leer aquellas mismas palabras en cada nota anónima que recibí.
-- ¿Por qué? -- preguntó ella divertida.
-- Porque creí que las notas eran de mi casera .
Candy comenzó a reír, pero la sonrisa se borró de sus labios
-- Pero luego de pensar las cosas con detenimiento aún cuando no estaba tan convencido, deseché esa loca idea tras leer una y otra vez lo escrito en aquellas notas. Aquellas palabras eran tan profundas, que por un momento temí sentir algo por muy mínimo que fuera, por otra persona que no fueras tú, la única mujer que amo -- confesó.
-- ¡Eh! -- los ojos de Candy se abrieron como platos por dos razones. La primera, cuando planeó todo aquello con Charlie, karen y Eleonor, jamás imaginó que lo escrito en aquellas notas anónimas causarán tal efecto en él. La segunda, escuchar de labios de Terry que ella era la única mujer a quien amaba la dejó sin habla -- Yoooo -- comenzó balbucear Candy haciendo una pausa -- Yo tampoco he amado a nadie más que a ti Terry -- confesó al fin.
-- Cuando dejaste Nueva York aquella noche, mi corazón se fue contigo -- confesó Terry dejando correr libremente dos lágrimas por sus mejillas.
-- Y tú, mocoso engreído te quedaste con el mío. -- confesó Candy poniéndose de puntillas para rozar los labios de él.
Permanecieron así en silencio unos segundos, escuchando únicamente los latidos de sus corazones hasta que Terry rompió este.
-- No deseó una separación más, nuestros corazones no pueden seguir separados y como no pienso devolvértelo en los años que me restan de vida, haré lo que tenía planeado hacer aquella noche de estreno -- Terry tomó su rostro -- Candy, antes de que atravesemos esa puerta quiero sellar mi promesa de nunca nos separemos más -- se arrodilló frente a ella, sacó una cajita de terciopelo que lo acompañaba a todas partes que iba, la abrió y sacó de esta un anillo -- Suspiró profundamente; finalmente aquel anillo reposaria en el dedo de su dueña -- Pecosa ¿ aceptas ser mi esposa ?
Al ver la mirada llena de amor del único hombre que amaba y quien a su vez era el único que la había besado, la joven rubia no pudo evitar recordar todas esas veces en que soñaba con ese momento. Ella también ahora empezaba a creer que los sueños si se cumplían, si se pedian con fe.
-- Si, Terry, mil veces si -- respondio emocionada -- acepto ser tu esposa.
-- Te amo Candy -- El joven actor buscó los labios de ella para fundirse en un largo beso, que comenzó siendo tímido para convertirse después en uno lleno de pasión.
Ni el ruido de los invitados que se escuchaban afuera los hizo salir de ese momento de ensueño. Permenecieron conversando de todo un poco y compartiendo besos y risas cómplices.
Ella le platicó la razón por la cual había hecho todo aquello y de la manera como había convencido a Eleonor, Karen y Charlie para que le ayudaran con aquel loco plan.
-- ¿Y las rosas ? -- Preguntó él con curiosidad -- visité cada una de las floreros de la ciudad y nadie pudo decirme una sola palabra al respecto, acepto que ellos no tenían ese tipo de rosas .
-- Ah bueno -- sonrió ella -- no había manera que supieran nada sobre ellas, ya que no están a la venta.
-- ¿ Como fue entonces que las conseguistes?
-- Te lo diré si prometes no ofenderte -- dijo ella recordando lo molesto que solía ponerse cuando escuchaba el nombre del creador de dicha rosa.
-- Tienes mi palabra de caballero Inglés -- alzó la mano derecha.
-- Antes que nada debes saber que el nombre de la rosa que recibías cada día es Dulce Candy y la razón por la cual no hay manera que ninguna florería la tenga, es porque solo se dan en los rosales de la Mansión Ardley, y fueron creadas exclusivamente para mí el día de mi cumpleaños por ... -- se mordió los labios.
-- Anthony -- completó Terry.
-- Si -- respondió la joven rubia un tanto sorprendida de su tranquila reacción.
-- Debo admitir que verdaderamente tenía muy buena mano.
-- Si
Retomaron su charla sobre lo que cada uno había vivido durante el tiempo que estuvieron separados, evitaron a toda costa tocar un tema que los llevará a hablar sobre la muerte de Susana, después de todo, tendrían tiempo para tocar ese y otros temas.
El reloj que se encontraba allí, sonó en ese momento haciendo que Candy se sobresaltara y se levantará del sofá en el que estaban sentados, se dio cuenta que había transcurrido un largo tiempo y le recordó a Terry que había una fiesta en otra parte de la casa.
-- Estoy tan emocionado que deseo gritar a todos sobre nuestro compromiso. ¡Mmm! Aunque tengo la sensación de que ya no será necesario comunicarles nada a ese grupo de conspiradores .
-- Terry le guiñó un ojo a Candy tras escuchar un ruido proveniente del otro lado de la puerta, la cual provocó que a la rubia se le escapará una pequeña risita.
-- ¿Te molesta que estuviera siguiéndote tus pasos? -- preguntó Candy con fingida preocupación.
-- Para nada, creo que siempre lo supe mejor no podría ser. -- la observó a los ojos y le depósito un beso en los labios.
-- Eres un mentiroso Grandchester, dile que estabas paranoico -- dijo Karen ingresando al lugar seguida por Charlie y Eleonor.
-- Si, si, lo confieso -- Terry soltó una carcajada y tomó a su prometida de la mano para salir del lugar y poner de este modo punto final al asunto de la admiradora secreta o mejor dicho " La Acosadora Secreta "
-- Espera, Terry -- Candy lo detuvo a medio camino.
-- No te he felicitado aún -- Sonrío -- no cabe duda que lo que los críticos dicen es cierto, eres el mejor Hamlet de todos los tiempos.
-- Se acercó más a él y propósito un suave beso en sus labios -- Te amo, Terry.
-- Y yo a ti mi Tarzán Pecosa...
FIN..
Muchas Gracias por leerme