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Hola chicas! hoy verán un par de presentaciones más del querido Terry! espero que las disfruten y díganme cuál les gustó más, ¿Romeo o...? no se pierdan cuál será el otro personaje al que interpretará nuestro camaleónico actor! 
Y de paso, espero que les guste el bailecito que les dejé por ahí 
Capítulo 5: Teatro y más...
-¡Candy! ¿Qué haces? –sintió que una mano se posaba en su hombro y ella se volteó- ¿Dónde estabas? Te estuve buscando
-¡Stear!, me perdí entre tantos estudiantes
-Trata de no separarte de nosotros, tienes suerte de que te haya visto, eres algo pequeña
Ella frunció el ceño y los labios, Stear le sonrió en son de broma y se rascó la cabeza.
-Bueno, eres más bajita que nosotros… y ya sabes, ¡mira! Allá viene Archie
-¡Candy! –exclamó el hermano menor mientras se acercaba a ellos
No venía solo, otro muchacho lo acompañaba.
-Él es nuestro primo, Anthony –presentó el mayor- recién va incorporándose al San Pablo, y va a compartir aula con ustedes
-Tú eres Candy –afirmó el rubio mientras la miraba fijamente- Archie ya me estuvo contando sobre ti
La muchacha le sonrió y agitó su mano a modo de saludo. En lo que quedaba de la jornada escolar, los cuatro se dedicaron a pasear por algunos talleres para ver las presentaciones que habían organizado. Al concluir el día, se despidieron y Candy se dirigió a su habitación para descansar. Cuando estuvo en la cama, nuevamente recordó un par de ojos, aquellos que pertenecían a quien se había atrevido a llamarla “pecosa”, pensando en ello, se quedó dormida.
A la mañana siguiente, Candy tuvo curiosidad por ir a ver el taller de teatro. Ya habían pasado por el de música y fotografía.
-Hoy entraremos a los de baile, teatro, dibujo y pintura, , ¿a cuál quieren ir primero chicos? –preguntaba Stear
-Me gustaría ir al de teatro –dijo Candy
-Claro que sí, vamos para allá
Juntos se dirigieron hasta llegar a su destino y no tuvieron que esperar mucho para ver la interpretación que brindarían los integrantes del taller.
-Grandchester va a hacer su gran actuación –bufó Archie
Todo el lugar quedó en silencio y en completa oscuridad, hasta que las luces alumbraron al escenario, en esta ocasión se veía a un Terry en el rol de Romeo. Sobre el estrado habían acomodado una pequeña torre y en la parte alta se encontraba una muchacha interpretando a Julieta, mientras Romeo estaba al pie de esta y levantando la mirada para dirigirla hacia ella, comenzó a hablar.
-¡Se burla de las llagas el que nunca recibió una herida! Pero, ¡silencio!, ¿qué resplandor se abre paso a través de aquella ventana? ¡Es el oriente, y Julieta el sol! ¡Surge, esplendente sol, y mata a la envidiosa luna, lánguida y pálida de sentimiento porque tú, su doncella, la has aventajado en hermosura! ¡No la sirvas, que es envidiosa! Su tocado de vestal es enfermizo y amarillento, y no son sino buenos lo que lo usan. ¡Deséchalo! ¡Es mi dueño! ¡Oh, es mi amor! ¡Oh, si ella lo supiera!... Habla… más nada se escuchar, pero ¿qué responderé? Soy demasiado atrevido. No es a mí a quien habla. Dos de las más resplandecientes estrellas de todo el cielo, teniendo algún quehacer, ruegan a sus ojos que brillen en sus esferas hasta su retorno. ¿Y si los ojos de ella estuvieran en el firmamento y las estrellas en su rostro? ¡El fulgor de sus mejillas avergonzaría a esos astros, como la luz del día a la de una bóveda celeste unos rayos tan claros a través de la región etérea, que cantarían las aves, creyendo llegada la aurora!... ¡Mirad cómo apoya en su mano la mejilla! ¡Oh! ¡Quién fuera guante de esa mano para poder tocar esa mejilla!
El intercambio de palabras, los diálogos que salían de los labios de Romeo, dejaba embelesado a su público, las muchachas presentes sentían que el corazón se les aceleraba al ver a Terry declamando tales palabras de amor, cada una deseaba estar en el lugar de aquella que interpretaba a Julieta. La escena culminó cuando se despedía de la dama y se retiraba, el telón se cerró para que luego la sala quedara completamente iluminada. Los aplausos se oían en todo el lugar.
-Tampoco es para tanto, ¿No Stear? –Archie miró a su hermano, pero cayó en la sorpresa de verlo aplaudiendo al igual que el resto del público
-¿Qué dices hermano? –preguntó, pues no se había percatado de lo que el menor le había dicho
-Nada Stear, olvídalo
Al voltear hacia el otro lado, vio a su primo y su amiga dándole las ovaciones a quienes habían actuado, solo rodó los ojos y se hundió un poco en su asiento.
-Se nota que ese chico tiene un talento innato –comentó Anthony
-Sí, creo que lo hizo muy bien –estuvo de acuerdo Candy
Cuando las palmas cesaron, se dispusieron a ir al taller de dibujo y pintura, en el cual Anthony quedó embelesado con las obras que vio.
Por último, asistieron al taller de baile, en esa ocasión Archie fue invitado por el presidente para que demostrara un poco de las habilidades aprendidas a lo largo del año anterior. El joven, aceptó y se lució con los diversos movimientos que su cuerpo realizaba al son de la música, pero el último baile que hizo, fue el que cautivó más a las féminas. La música latina, aquella a la que llamaban “salsa”, se oyó en esa pequeña pista de baile y el cuerpo de Archie derrochó incluso sensualidad mientras bailaba con una muchacha del mismo grupo. Al acabar de brindar su demostración, recibió aplausos tanto de sus amigos como del resto de espectadores, con las mejillas encendidas por el calor que sentía, dio las gracias y volvió con sus compañeros junto a una amplia sonrisa que se reflejaba en su rostro.
-¿En serio aprendiste todo eso en este taller? –preguntó Anthony
-Claro que sí Tony –respondió con la respiración aún agitada
-¡Eres sensacional! –le felicitó su amiga
-Cuando quieras, te puedo enseñar, gatita
-Espero que llegue la ocasión
Esa noche, Candy se fue a la cama recordando al Romeo que había visto por la mañana, teniendo en cuenta que al día siguiente sería la última presentación que brindarían, le dio curiosidad ver a Terry en otro papel. De esta manera es como por la mañana, se se escabulló sola al taller de teatro. Un buen detalle, era que la presentación se realizaba al inicio, esto le daría tiempo de irse rápidamente y encontrarse con sus amigos. Debía llegar con ellos ya que Stear estaba ansioso por mostrarle cómo era el taller de electrónica, y aunque sabía que no se inscribiría en él, de todas formas, deseaba estar presente.
Las luces iluminaron el escenario, había dos camas, en una se encontraba una muchacha de larga cabellera, recostada y observando a una silueta que se deslizaba a través de la oscuridad, los efectos utilizados formaban una especie de niebla alrededor de ellos. Terry, esta vez poniéndose en la piel del legendario Drácula, ese que fue creado por Bram Stoker, se acercó hasta el pie de la cama de la muchacha y la miró fijamente mientras señalaba hacia la otra cama, en la cual estaba durmiendo un joven.
-¡Silencio! Si hace algún ruido le romperé los sesos a Jonathan delante de sus propios ojos –dijo el castaño con voz amenazadora, luego se acercó hacia la muchacha y con una sonrisa burlona se dispuso a tomarla por uno de sus hombros, mientras que con la otra mano, dejaba al descubierto su cuello- Primero, quiero refrescarme un poco como recompensa a mis esfuerzos. Es mejor que se quede quieta no es la primera vez, ni la segunda, que sus venas claman mi sed –su víctima no se opuso, pues era presa de un hechizo que él le había lanzado
La escena concluyó. Candy se retiró tan rápido como pudo de aquel lugar y se dirigió hacia el taller de electrónica, una vez llegó, sus amigos la vieron.
-¡Candy! –exclamó Anthony- creímos que no llegarías, Stear no quiso hacer demostraciones porque dijo que esperaría a que llegues
-Lo siento mucho, debí venir antes
-Ya no importa, avisémosle a mi primo que estás aquí
Archie levantó ambas manos para llamar la atención de su hermano y luego señaló a Candy, quien hizo ademanes para disculparse con él por la demora, él solo le correspondió con una sonrisa y luego tomó la palabra para que los estudiantes lo observaran y procedió a conectar algunos cables, entre otros movimientos para lograr que unos intercomunicadores funcionaran.
Los talleres habían concluido por fin, todos los estudiantes o al menos la gran mayoría ya sabían a cuál de ellos inscribirse y al día siguiente los presidentes esperarían listos para apuntar el nombre de toda persona que hubiera decidido unirse. Sin embargo, Candy aún no había elegido a cuál se incorporaría y tenía que darse prisa porque el plazo de tiempo estaba a punto de culminar.
Continuará...
No olviden decirme qué taller les gustó más
y no se pierdan el próximo capítulo que tendrá un toquecito de intriga 
Y de paso, espero que les guste el bailecito que les dejé por ahí 
Capítulo 5: Teatro y más...
-¡Candy! ¿Qué haces? –sintió que una mano se posaba en su hombro y ella se volteó- ¿Dónde estabas? Te estuve buscando
-¡Stear!, me perdí entre tantos estudiantes
-Trata de no separarte de nosotros, tienes suerte de que te haya visto, eres algo pequeña
Ella frunció el ceño y los labios, Stear le sonrió en son de broma y se rascó la cabeza.
-Bueno, eres más bajita que nosotros… y ya sabes, ¡mira! Allá viene Archie
-¡Candy! –exclamó el hermano menor mientras se acercaba a ellos
No venía solo, otro muchacho lo acompañaba.
-Él es nuestro primo, Anthony –presentó el mayor- recién va incorporándose al San Pablo, y va a compartir aula con ustedes
-Tú eres Candy –afirmó el rubio mientras la miraba fijamente- Archie ya me estuvo contando sobre ti
La muchacha le sonrió y agitó su mano a modo de saludo. En lo que quedaba de la jornada escolar, los cuatro se dedicaron a pasear por algunos talleres para ver las presentaciones que habían organizado. Al concluir el día, se despidieron y Candy se dirigió a su habitación para descansar. Cuando estuvo en la cama, nuevamente recordó un par de ojos, aquellos que pertenecían a quien se había atrevido a llamarla “pecosa”, pensando en ello, se quedó dormida.
A la mañana siguiente, Candy tuvo curiosidad por ir a ver el taller de teatro. Ya habían pasado por el de música y fotografía.
-Hoy entraremos a los de baile, teatro, dibujo y pintura, , ¿a cuál quieren ir primero chicos? –preguntaba Stear
-Me gustaría ir al de teatro –dijo Candy
-Claro que sí, vamos para allá
Juntos se dirigieron hasta llegar a su destino y no tuvieron que esperar mucho para ver la interpretación que brindarían los integrantes del taller.
-Grandchester va a hacer su gran actuación –bufó Archie
Todo el lugar quedó en silencio y en completa oscuridad, hasta que las luces alumbraron al escenario, en esta ocasión se veía a un Terry en el rol de Romeo. Sobre el estrado habían acomodado una pequeña torre y en la parte alta se encontraba una muchacha interpretando a Julieta, mientras Romeo estaba al pie de esta y levantando la mirada para dirigirla hacia ella, comenzó a hablar.
-¡Se burla de las llagas el que nunca recibió una herida! Pero, ¡silencio!, ¿qué resplandor se abre paso a través de aquella ventana? ¡Es el oriente, y Julieta el sol! ¡Surge, esplendente sol, y mata a la envidiosa luna, lánguida y pálida de sentimiento porque tú, su doncella, la has aventajado en hermosura! ¡No la sirvas, que es envidiosa! Su tocado de vestal es enfermizo y amarillento, y no son sino buenos lo que lo usan. ¡Deséchalo! ¡Es mi dueño! ¡Oh, es mi amor! ¡Oh, si ella lo supiera!... Habla… más nada se escuchar, pero ¿qué responderé? Soy demasiado atrevido. No es a mí a quien habla. Dos de las más resplandecientes estrellas de todo el cielo, teniendo algún quehacer, ruegan a sus ojos que brillen en sus esferas hasta su retorno. ¿Y si los ojos de ella estuvieran en el firmamento y las estrellas en su rostro? ¡El fulgor de sus mejillas avergonzaría a esos astros, como la luz del día a la de una bóveda celeste unos rayos tan claros a través de la región etérea, que cantarían las aves, creyendo llegada la aurora!... ¡Mirad cómo apoya en su mano la mejilla! ¡Oh! ¡Quién fuera guante de esa mano para poder tocar esa mejilla!
El intercambio de palabras, los diálogos que salían de los labios de Romeo, dejaba embelesado a su público, las muchachas presentes sentían que el corazón se les aceleraba al ver a Terry declamando tales palabras de amor, cada una deseaba estar en el lugar de aquella que interpretaba a Julieta. La escena culminó cuando se despedía de la dama y se retiraba, el telón se cerró para que luego la sala quedara completamente iluminada. Los aplausos se oían en todo el lugar.
-Tampoco es para tanto, ¿No Stear? –Archie miró a su hermano, pero cayó en la sorpresa de verlo aplaudiendo al igual que el resto del público
-¿Qué dices hermano? –preguntó, pues no se había percatado de lo que el menor le había dicho
-Nada Stear, olvídalo
Al voltear hacia el otro lado, vio a su primo y su amiga dándole las ovaciones a quienes habían actuado, solo rodó los ojos y se hundió un poco en su asiento.
-Se nota que ese chico tiene un talento innato –comentó Anthony
-Sí, creo que lo hizo muy bien –estuvo de acuerdo Candy
Cuando las palmas cesaron, se dispusieron a ir al taller de dibujo y pintura, en el cual Anthony quedó embelesado con las obras que vio.
Por último, asistieron al taller de baile, en esa ocasión Archie fue invitado por el presidente para que demostrara un poco de las habilidades aprendidas a lo largo del año anterior. El joven, aceptó y se lució con los diversos movimientos que su cuerpo realizaba al son de la música, pero el último baile que hizo, fue el que cautivó más a las féminas. La música latina, aquella a la que llamaban “salsa”, se oyó en esa pequeña pista de baile y el cuerpo de Archie derrochó incluso sensualidad mientras bailaba con una muchacha del mismo grupo. Al acabar de brindar su demostración, recibió aplausos tanto de sus amigos como del resto de espectadores, con las mejillas encendidas por el calor que sentía, dio las gracias y volvió con sus compañeros junto a una amplia sonrisa que se reflejaba en su rostro.
-¿En serio aprendiste todo eso en este taller? –preguntó Anthony
-Claro que sí Tony –respondió con la respiración aún agitada
-¡Eres sensacional! –le felicitó su amiga
-Cuando quieras, te puedo enseñar, gatita
-Espero que llegue la ocasión
Esa noche, Candy se fue a la cama recordando al Romeo que había visto por la mañana, teniendo en cuenta que al día siguiente sería la última presentación que brindarían, le dio curiosidad ver a Terry en otro papel. De esta manera es como por la mañana, se se escabulló sola al taller de teatro. Un buen detalle, era que la presentación se realizaba al inicio, esto le daría tiempo de irse rápidamente y encontrarse con sus amigos. Debía llegar con ellos ya que Stear estaba ansioso por mostrarle cómo era el taller de electrónica, y aunque sabía que no se inscribiría en él, de todas formas, deseaba estar presente.
Las luces iluminaron el escenario, había dos camas, en una se encontraba una muchacha de larga cabellera, recostada y observando a una silueta que se deslizaba a través de la oscuridad, los efectos utilizados formaban una especie de niebla alrededor de ellos. Terry, esta vez poniéndose en la piel del legendario Drácula, ese que fue creado por Bram Stoker, se acercó hasta el pie de la cama de la muchacha y la miró fijamente mientras señalaba hacia la otra cama, en la cual estaba durmiendo un joven.
-¡Silencio! Si hace algún ruido le romperé los sesos a Jonathan delante de sus propios ojos –dijo el castaño con voz amenazadora, luego se acercó hacia la muchacha y con una sonrisa burlona se dispuso a tomarla por uno de sus hombros, mientras que con la otra mano, dejaba al descubierto su cuello- Primero, quiero refrescarme un poco como recompensa a mis esfuerzos. Es mejor que se quede quieta no es la primera vez, ni la segunda, que sus venas claman mi sed –su víctima no se opuso, pues era presa de un hechizo que él le había lanzado
La escena concluyó. Candy se retiró tan rápido como pudo de aquel lugar y se dirigió hacia el taller de electrónica, una vez llegó, sus amigos la vieron.
-¡Candy! –exclamó Anthony- creímos que no llegarías, Stear no quiso hacer demostraciones porque dijo que esperaría a que llegues
-Lo siento mucho, debí venir antes
-Ya no importa, avisémosle a mi primo que estás aquí
Archie levantó ambas manos para llamar la atención de su hermano y luego señaló a Candy, quien hizo ademanes para disculparse con él por la demora, él solo le correspondió con una sonrisa y luego tomó la palabra para que los estudiantes lo observaran y procedió a conectar algunos cables, entre otros movimientos para lograr que unos intercomunicadores funcionaran.
Los talleres habían concluido por fin, todos los estudiantes o al menos la gran mayoría ya sabían a cuál de ellos inscribirse y al día siguiente los presidentes esperarían listos para apuntar el nombre de toda persona que hubiera decidido unirse. Sin embargo, Candy aún no había elegido a cuál se incorporaría y tenía que darse prisa porque el plazo de tiempo estaba a punto de culminar.
Continuará...
No olviden decirme qué taller les gustó más
y no se pierdan el próximo capítulo que tendrá un toquecito de intriga
Última edición por T.G. el Sáb Abr 17, 2021 11:08 pm, editado 1 vez
Voy por el taller de baile, me imaginé a Terry bailando una rica y sensual salsa. 
🥰