LA OBSESIÓN.
Capítulo I
Las horas de guardia en el hospital se hacían eternas, Candy estaría libre por la tarde y había quedado con
Terry por medio de una carta que ella le envió, verse en un restaurante romántico en Chicago, estaba
nerviosa era la primera vez que ella y él salían en esos términos, Terry a veces era tan insoportable, no
paraba con eso de decirle mona o Tarzán, no podía imaginarlo en un tono más romántico, pero eso la ponía
aún más nerviosa, ¿cómo le hablaría él? ¿Seguiría comparándola con un mono o ahora la vería como una
hermosa señorita? Decidió no prestar más atención al reloj y ocupar su mente en su trabajo, pero era
imposible no centrarse en pensamientos como ¿qué me pondré?, probablemente Annie sepa más de esto
que yo, por fin dejaré de usar estos lazos en mi cabello, ya es hora, tengo que liberarme de una vez por
todas de estos lazos color rosa, ¿me estaré volviendo muy superficial? Candy divagó por mucho tiempo a lo que ella le parecía una eternidad, Frannie la
sacó de sus cavilaciones pidiéndole a regañadientes que vendara la pierna lastimada de un chico recién
llegado y por supuesto haciéndola sentir mediocre pensó, observó
nuevamente el reloj, habían pasado solo 5 minutos, el reloj parecía retroceder, se resignó y fue a hacer su
labor.
Finalmente llegó el final de su turno, Candy no lo podía creer, se vistió con un glamuroso vestido y soltó sus
rizos, fue hasta el restaurant y para su sorpresa Terry no estaba allí esperándola, eso la enfureció y comenzó
a hacer su cara de mona, no podía creer que tuviera que esperarlo. El tiempo pasaba, sentada en aquella
mesa, varios chicos se le acercaban, pero ella sin ocultar su disgusto los rechazaba, a diferencia del hospital
el reloj en ese lugar avanzaba con bastante prisa y Candy no apartaba la mirada de la puerta de entrada, la
gente entraba y salía y nadie se parecía a Terry, ¿acaso era capaz de plantarla? ¿O será que le había
pasado algo? Sea como fuere decidió huir de aquel lugar humillada, su rabia se había transformado en
preocupación, quizás algo le había ocurrido a Terry, él no era capaz de hacerle algo así. Estaba decidida, iría
al teatro a verlo…