Hola, espero que todas se encuentren muy bien, vengo a dejar el último capitulo que posteare de esta historia para esta guerra, no quiero hacerlo sin antes agradecerles:
Gracias Yuriko, por animarme a participar en esta guerra, sabes bien que ya estaba tirando la toalla, me habría encantado poder escribir el fic en conjunto, pero conocias la situación por la que atravesaba, aun así me animaste a escribir esta bella historia, te quiero y sigo esperando mi cafe ehhhh!
Gracias Laura, por apoyarme siempre y en todo momento, tambien por la bella edición de la portada quedo tal como la imagine, te amo amiga y también por las correcciones, que aun así se me fueron algunas jejejeje pero ya sabes me estreso.
Gracias Nay, por el apoyo, por siempre estar, tu mejor que nadie conoce todo lo que he pasado y vivido, gracias por no dejarme sola cuando mas te he necesitado, gracias por leerme, han sido años de amitad y creeme que lo valoro mucho, te sigo debiendo la hamburguesa, jajaja saludos a neko.
Gracias a todas las personas que siguieron esta historia, a quienes leyeron y comentaron, a quienes leyeron y no comentaron, no soy de responder mucho los mensajes, pero los leo y en verdad se los agradezco, termino esta guerra muy contenta por el apoyo y la aceptacion recibida, siempre es un honor estar en el foro cada año y mientras dios preste vida, aquí seguiremos, dale que dale.
Gracias al grupo de amazonas por incluirme en el grupo, aun que no lo crean, vi arts, firmas y portadas, como lo dije antes no soy de comentar pero eso no quiere que no viera sus aportes, quien me conoce sabe que yo no leo fics, pero siempre hay una excepcion..
Gracias a las administradoras del foro, por darnos la oportunidad de compartir un gusto en comun, es un placer siempre estar en el foro como cada año.
Antes de concluir quiero decirles a quienes ha leido esta historia, que la seguire publicando en Wattpad apartir del 25 de mayo, los primeros once capitulos seran publicados cada tercer día (solo sera de lunes a viernes) y apartir del capitulo 12 sera una vez por semana, probablemente los viernes o sabados.
Este es mi perfil en wattpad: https://www.wattpad.com/user/ASTARETHVERUCK
Sin mas que decir o agregar, solo me queda desearles que sigan teniendo un excelente año, que sea lleno de cosas buenas y que les traiga felicidad a todas, porque creo que el proposito principal en la vida es "SER FELIZ".
P.D. Si dios y la vida lo quiere, nos vemos el proximo año.... en el lado rosa oscuro.
SAYONARA...
CAPITULO ANTERIOR.
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CAPITULO 11
Mis pensamientos se enfocaron por completo al recital, el auditorio estaba lleno, vi a mis amigos filas más atrás, también los hermanos Leagan se encontraban ahí, Neil con su grupo de amigos, y Eliza con todas “Las Magnolias”. Los murmullos no se hicieron esperar en cuanto Terry hizo acto de presencia en el recinto, la mayoría de las miradas se postraron en él, observaban su recorrido con la curiosidad de saber dónde se sentaría, era obvio, lo hizo junto a la directora, ¡su madre!, yo volteé a ver a Stear que seguía boquiabierto, supongo que se sintió observado y volteó a verme, como burla, extendí mi mano izquierda en señal de que tenía que pagar la apuesta, sonreí ya que la expresión de en su rostro era de, “ rayos, qué mala suerte tengo”, en ese momento sonó mi celular, era una mensaje de Annie. “Candy, ¿no te vas a cambiar?”, cuestionó, yo no entendía nada así que le respondí, “¿cambiarme?”, la volteé a ver, “¡Sí!, de ropa”, explicó, “¿qué?”, fue entonces que observé a ver a mis compañeros, todos llevaban ropa formal, “entonces analicé mi atuendo”, creo que me invadió el pánico, “nadie me avisó que tenía que venir formal”, le envié el mensaje a Annie, ella apretó los labios, “seguramente esto tiene que ver con Las Magnolias”, me respondió el mensaje, mis ojos se clavaron en ese grupo de chicas manipuladas por Eliza Leagan, ellas me miraron y se comenzaron a reír, más obvias no pudieron ser, ya no podía hacer nada, solo tener una estupenda presentación y que eso fuera suficiente para desviar la atención de mí atuendo. La subdirectora fue la presentadora del evento, como en aquella ocasión del casting, la directora agradeció a los académicos y alumnos su presencia en el recital, dijo que nunca habían tenido una audiencia tan grande como ahora, fue entonces que miré el lugar y estaba a reventar, incluso había gente de pie y entre los pasillos, también le agradeció a su hijo por estar presente en el evento. Después de esa breve introducción, comenzaron las presentaciones de los alumnos, la primera en pasar fue Marina Jane, una chica mulata, con unos ojos grandes en color aceituna, que contrastaba con su hermoso color de piel, ella venía de Nueva Orleans y cantaba Soul, con un estilo muy parecido al de Nina Simone, interpretó el tema “sentirse bien”, además tocaba el piano, todo estábamos anonadados, incluyendo Terry, su madre le entregó una libreta y él empezó a hacer anotaciones. Y así fueron pasando cada uno de los compañeros, algunos demostraron sus dotes en canto lirico, otros más con la guitarra, el violonchelo, y con él violín; a la mitad del evento, nos dieron un descanso de quince minutos, algunos salieron a estirar las piernas otros más se quedaron en el recinto, había tanto talento entre todos estos chicos que yo me sentía con la responsabilidad de dar lo mejor de mí, Annie se me acerco.
- Candy, ¿estás bien? – se sentó en una butaca que estaba desocupada detrás mío.
- ¡Sí! – traté de sonar tranquila, aunque no me sintiera así.
- Me alegro – puso su mano en mí hombro – te ves hermosa – dijo, como para darme confianza por mí vestuario – siento no haberte dicho sobre la vestimenta – se disculpó – Paty y yo creímos que te explicaron todo sobre el recital – añadió, en realidad sí me lo habían explicado, solo que supongo que, en ese momento, mi mente estaba en otro lado, no pude evitar que mis ojos se clavaran en Terry.
- Está bien, no tienes por qué disculparte - le dije al tiempo que le regalaba una sonrisa – tal vez me distraje un poco – me encogí de hombros.
- ¿Ya afinaste el violín? – me cuestionó, asentí afirmativamente con la cabeza - ¿Qué tocarás? – me siguió preguntando.
- Nos dijeron que ninguno podía repetir las piezas – le hice saber – así que estuve practicando “llévame a la iglesia” – susurré.
- Es muy hermosa esa pieza en violín – Annie sonrió, en ese momento anunciaron que el recital continuaría, mi amiga se fue a su lugar. Rápidamente, el auditorio se fue llenando de nueva cuenta, pocos minutos después el espectáculo continuó, el chico que se atrevió a cantar, opera dos de Vitas, tuvo un traspié en las notas más altas, su voz de silbido no salió como esperaba y su vibrato estuvo fatal, fue un poco molesto, a decir verdad, cuando terminó, bajó muy apenado del escenario ante la mirada inquisitiva de los presentes, “Las magnolias” comenzaron a burlarse, mi turno casi se acercaba y yo comenzaba a estar nerviosa, pensé mucho en tía Mary, en que tocaría como solía hacerlo en Lakewood, en la sala, solo para ella, el siguiente en subir al escenario fue Ian Sato, un chico de compleción delgada y de estatura promedio, de descendencia japonesa, el tocaría el violín, se veía nervioso, y Neil y Eliza lo veían como si sus ojos fueran afiladas navajas, el chico bajó la cabeza ante las miradas intimidantes de los hermanos Leagan, incluso la subdirectora lo veía de esa forma, pobre que les habrá hecho para que lo amedrenten así. Las luces se apagaron y una luz blanca que proyectaba un reflector se postró en el joven, que ya había adquirido la postura clásica para un violinista. Presté mucha atención, ya que cinco personas después, pasaría yo, en ese momento se escucharon los primeros acordes de la melodía que interpretaría, sentí que el techo se me venía encima cuando reconocí la música, estaba tocando “llévame a la iglesia”, ¿cómo podía pasar eso?, por inercia volteé a ver a Annie, ella estaba igual de sorprendida que yo, también vi de reojo a Terry, se notaba tenso, él era el único al que yo le había revelado la pieza que tocaría, ¡no, él no podría haberme hecho esto!, entonces recordé aquel día cuando iba caminando por la calle después de salir de la escuela, iba platicando con mi tía Mary, y le dije lo del recital y la pieza que tocaría, en ese momento un chico chocó conmigo, era “Ian Sato”, pero ¿Por qué haría algo así?, como si hubiera adivinado la respuesta a mí pregunta, volteé a ver a los Leagan, Eliza y Neil sonreían gloriosos, triunfantes, ahora no me quedaba duda que ellos me habían arruinado el recital, nadie podía tocar la misma pieza porque costaría una baja puntos dentro de la clase de historia de la música, miré a la subdirectora, también sonreía altiva, no puedo creer que existan personas tan perversas, ¿qué hago?, me cuestioné una y otra vez, solo faltaban un par de alumnos y seguía yo, ¡dios ayúdame!, empecé a encomendarme a todos los santos que conocía, ¡no, no les iba a dar el gusto!, en ese momento recordé la otra pieza que había estado practicando últimamente, cuando mí arrendatario no estaba en el departamento. Se me vino a la mente, cuando una noche escuché que Terry tocaba una melodía bastante intensa y brava, era muy buena, así que en secreto comencé a hacer la composición en violín para su pieza, pensaba mostrárselo en estos días, cuando él no estuviera tan ocupado, ¡no, no puedo hacerlo!, me recriminé, cómo podría presentarme con una pieza que no me pertenece, eso sería un plagio, lo miré como queriendo mandarle señales telepáticas para que me otorgara el permiso para tocar su canción. Por varios minutos estuve pelando conmigo misma, al grado de sentirme bloqueada, siquiera recordaba las notas de mí composición “tus ojos desde el cielo”, solo resonaba en mí cabeza la música de la guitarra de Terry.
- ¡Candice White! – la subdirectora dijo mi nombre, y yo salí del trance en el que me encontraba – se quedará ahí, o subirá al escenario – en el rostro de la mujer se dibuja una sonrisa burlesca, miré de reojo a Eliza y Neil, ahora entendía de dónde habían sacado ese gesto tan soberbio, me puse de pie, tratando de demostrar toda la seguridad posible, la mujer y sus hijos se quedaron sorprendidos de que yo me atreviera a subir al escenario, aun así no quitaron la sonrisa de triunfo de sus nefastos rostros. Cuando pasé frente a Sarah Leagan me miró de arriba abajo - ¡vaya atuendo! – masculló, pero la alcancé a escuchar, poco me importó su comentario, cuando ya estaba arriba del escenario, me percaté de que los ojos de Terry estaban fijos en mí – adelante – la mujer bajó del escenario.
- “Perdón” – de manera discreta articulé la palabra con la esperanza de que Terry hubiera leído mis labios y me entendiera por lo que iba hacer. Las luces se apagaron, y el reflector me iluminó, adopté la postura clásica del violinista, tomé el diapasón y puse el arco entre este y el puente; empecé golpeando el suelo con la suela de la bota, como contando el tiempo para saber cuándo entrar con el violín, pasaron dieciséis tiempos, Detaché en mi mayor, y saltamos a sol, bajamos a fa y pasamos a si, se repite dos tiempos más, cambiamos a Legato y piso la cuerda en sol, se repite. Mientras empezaba a tocar miré al público, desde la entrada la música era muy intensa, todos estaban boquiabiertos, pero en quién más pensaba yo en ese momento era en Terry, mis ojos lo buscaron, su rostro estaba lleno de desconcierto, conocía bien la pieza, sabía cada nota de ella, obvio era de su composición, yo solo había echó el arreglo para violín, a pesar de todo yo lo estaba disfrutando tanto, como no me había pasado antes, la música que hacia Terry era apasionante, y así me sentía llena de energía y pasión, mis pies se despegaron del suelo y comenzaron a moverse, era una costumbre mía danzar mientras tocaba el violín, no bailaba tan intensamente, no quería desafinar así que cuidaba cada movimiento de mis pies y manos, que coordinaran lo más posible, “ahora viene la parte que más me gustaba, Ricochet” casi en el clímax de la melodía, “Terry me ha contagiado por el gusto de la música flamenca”, sonreí un poco al pensar en ello, para este punto ya no pensaba en nada, solo en conjuntar las armonía de mi violín con la guitarra de Terry, después de un par de notas más, finalicé con un Detaché extendido, levanté el rostro extasiada. Mi respiración era acompasada, miré al público, todos estaban en silencio, con los rostros lleno de asombro, pero mis verdes ojos se postraron únicamente en una persona, Terry miraba al suelo, parecía que también su respiración era agitada, apretaba los labios, ¡está molesto!, pensé para mis adentros, me mordí el labio.
- ¿Cómo se llama la pieza? – la voz de la directora me sacó de mis pensamientos, me volví a verla, no sabía que responder, porque en verdad no sabía cómo se llamaba, ¿qué iba decirle?, pregúntele a su hijo, es composición de él, ¡claro que no!
- La directora le hizo una pregunta – la dura voz de la subdirectora Leagan hizo que me sobresaltara, yo no podía articular palabra alguna, era tanta la vergüenza con Terry que ni la voz me salía – responda – me gritó la mujer, se notaba enardecida.
- Yo… - tartamudeé, y sin pensarlo dos veces, bajé despavorida del escenario y salí huyendo como lo que era, “una ladrona”, mi mente estaba casi en blanco, ya que la única imagen que me pasaba por la cabeza, era el rostro de Terry, ¿estaba decepcionado?, ¿cómo fui capaz de robar su canción?, él que tanto me ha ayudado, que vil manera de pagarle, eran los pensamientos que me invadían, mientras huía de la escuela. Con violín en mano llegué a Central Park y ahí permanecí varias horas, reprochándome, sintiéndome miserable – no solo merezco que me bajen puntos en la clase de historia de la música, merezco reprobar todo el semestre – decía una y otra vez, me senté en una banca por largo rato, puse el violín en mis piernas y me llevé las manos a la cabeza, reprochando mi actitud. Había pasado mucho tiempo en la calle, siquiera tenía el celular a la mano, lo había dejado en la mochila, espero que Annie la haya recogido, ¡tía Mary, se me cae la cara de vergüenza!, porque me dejé llevar por la molestia que tenía de saber que los Leagan me quisieron arruinar mi presentación, ahora, mi acción ¿arruinaría mi amistad con Terry?, no quería pensar más, debía de enfrentarme a las consecuencias de mis actos. Me fui al departamento y cuando estuve en la entrada, sentí las piernas pesadas, mi corazón latía a mil por hora, metí la clave de acceso, esperando que él no la hubiese cambiado, tal vez pensaba que me iba a robar otra cosa, al entrar lo vi sentado en su gran sofá, con la mirada fija en la gran pantalla, me di cuenta de lo que observaba sentí más vergüenza que antes, no tenía cara para verlo a los ojos, él miraba el video de mí presentación, era obvio que nos grabarían – Oye… – arrastré las palabras, él siquiera volteó a verme - ¡perdón! – fue lo único que me atreví pronunciar, de que me serviría dar explicaciones, nada justificaba mi acción, miré que en sillón individual estaban mi mochila y el estuche del violín, observé el video, cada detalle, no sabía que nos grabarían en diferentes tomas, ahora estaba más avergonzada que antes. Él seguía sin dirigirme la palabra, me acerqué al sofá, me quedé detrás de este, podía apreciar la sedosa cabellera castaña de Terry, un enorme deseo por acariciar su pelo se apoderó de mí, tal vez ilusamente creía que ese mimo absolvería mi mala acción, extendí la mano de manera instintiva, como si Terry fuese un imán que me atrae hacia así contra mí voluntad. En ese momento el video se detuvo, él se giró sobre el sillón quedando frente a mí, traté de retirar mi mano pero ya era tarde, él la sujetó y me jaló hacia sí – ¿Qué haces? – me asustó un poco su actitud, él tomó mi mano y la puso a la altura de su rostro, la miró a detalle con sus bellos ojos aguamarina; después de unos segundo me observo fijamente, agarró mi mano y con un movimiento más suave y delicado, hizo que tocara su mejilla con la palma de la mano, no pude evitar acariciar su piel, era más suave de lo que imaginaba, Terry cerró los ojos y llevó sus labios a mí mano, y le plantó un beso, sutil, casi etéreo, mientras una descarga eléctrica se desbordaba por todo mi cuerpo, desde la punta de los pies hasta la cabeza para luego explotar en el corazón.
CONTINUARÁ…