PARTE V
Cuando la joven sintió el tirón del animal, se giró para poder reñirle por su comportamiento, pero al parecer sus movimientos fueron demasiado lentos pues sólo vió cuando el animal ya estaba a varios metros lejos de ella; Hanna no entendía muy bien lo que pasaba, hasta que las palabras de su amiga le aclararon muy bien los hechos
-¡"Muson"! ¡Ven aquí "Musone" no huyas!
Las dos chicas van tras el animal, pero no logran alcanzarlo. Cuando llegaron al otro extremo del callejón lo llamaban insistentemente, sin embargo, sólo encontraron la cadena y el collar tirados en el suelo.
-Dulce ¿Será que habrá reconocido a su amo y por eso salió corriendo?
-No sé Hanna... todo ésto es tan extraño... aun no entiendo qué es lo que acaba de pasar... ¿Y si lo han secuestrado? ¿O la protectora de animales se lo llevó porque es muy grande y les pareció amenazador?
-Pues si es así, podemos ir a las oficinas y preguntar.
Así decidieron hacer, pero no obtuvieron resultados positivos. Cuando finalmente Dulce regresó a su casa se sentía cansada y triste, dejó el collarín sobre el buró de su habitación y se tumbó sobre la cama; finalmente sentía un sentimiento de soledad, el cual había estado intentando ignorar desde la muerte de su madre.
-Estoy sola... realmente estoy sola... tan mala soy que ni siquiera "Musone" se quiso quedar a mi lado...
Suelta un suspiro lastimero y no puede evitar sentir las emociones acumularse en su garganta. Se gira sobre su costado y desde su lugar puede ver tras la ventana como la luna resplandece. Su color le recuerda al cabello de su madre, el corazón le empieza a latir dolorosamente... se queda inmóvil por tanto tiempo, como hipnotizada por la imagen, que no se da ni cuenta cuando finalmente termina dormida.
Al día siguiente la joven Winter estaba muy triste y su rostro lo gritaba fuertemente, aunque ella no se atreviese a decir palabra alguna. Cuando su amiga la ve desde su lugar cómo trabaja, entiende las emociones que se le han mezclado. Hace poco que ha llegado a vivir a esa ciudad y justo entonces se muere su madre, su único familiar; de presto aparece un "perro" que la mantiene entretenida por un par de días, pero en realidad ello lo había utilizado para ignorar su duelo y enfocarse en otra cosa. Ahora el animal ha vuelto a escapar, y Dulce se encuentra sola y tal vez no sabe cómo afrontar sus sentimientos, esos que se descontrolan cuando se ha perdido a un ser querido, Hanna lo entendía muy bien, pues hace cinco años que su madre Lane había muerto también.
Finalmente, el día había terminado y con ello su semana laboral, por lo que la joven Winter regresa a su casa desganada y triste, aunque con una pequeña esperanza de que el animal aparezca por su lado en cualquier momento. Dejó caer las llaves en el cuenco de la entrada, se quitó los zapatos y se tumbó en el sofá. Su casa estaba silenciosa y vacía.
Estaba por quedarse dormida cuando el timbre de la puerta suena, perezosamente Dulce se levanta, escucha el ruido de bolsas y quejido del otro lado de la hoja, le da la intuición que sabe muy bien quién es antes de abrir y verlo
-¡Hola Dulce!
-Hola Hanna ¿Qué haces aquí?
-¡Noche de chicaaas!
Exclama jubilosa a la vez que levanta las bolsas y hace una pose sensual, la rubia frunce el ceño, realmente no se siente con ganas de nada, pero accede a dejarla pasar. Prefiere eso al tormentoso silencio de su casa. Observa cómo su amiga prepara las margaritas en el vaso de la licuadora.
Beben, mientras se hacen unas mascarillas. Beben y se hacen la manicura. Beben se ríen. Beben y Dulce se le olvida su tristeza.
A la mañana siguiente, se despertaron pasada las diez, con un ligero dolor de cabeza debido a la resaca, pero con mejor ánimo, Dulce le agradecía enormemente a su amiga el haber llegado a pasar la noche con ella. Después de desayunar, entre risas y bromas dieron un paseo por la ciudad, regresando a tiempo para poder prepararse para ir a la gala en el museo. Hanna ayudó a su amiga a maquillarse y hacerse un peinado, y tras hacer lo mismo con su cabellera, observa el resultado en el espejo y no puede evitar sentirse satisfecha
-Estas muy guapa Hanna, estoy segura que robarás más de un corazón de los hombres ahí presentes
-Y que sea rico, por favor... ha, ha, ha...
Dice jocosa mientras se coloca del perfume de la rubia y luego la rocía a ella. Finalmente toman sus bolsos de sobre y suben al taxi que las espera en la entrada de la residencia.
Cuando llegan al lugar, es innegable que es un evento que llama la atención. Hay varios reporteros y fotógrafos apostados a ambos lados de la alfombra, listos para retratar a los asistentes VIP que llegan a la gala. Unos enormes reflectores iluminan la fachada del edificio y varios caballeros vestidos de traje oscuro se encargan del orden. Las chicas pasan por uno de los laterales y muestran sus entradas al hombre que las saluda en el portal.
Ambas se pasean por los diferentes pasillos del lugar con copa en mano, Hanna desea hacer un pequeño escrutinio de los hombres ricos ahí presentes. Dulce por su parte sólo desea poder distraerse y apreciar de las obras que ahí hay. De presto un caballero se les acerca, les saluda muy amablemente y se presenta como Benoit Laurus, para Winter es claro que ese caballero muestra interés en ambas, su mirada brilla de lascivia y eso a ella le incomoda, sin embargo, su amiga está más que complacida por las atenciones.
Benoit sostiene su copa con su diestra y pasa su mano libre por sus cabellos queriendo dar un aire desenfadado, le es inevitable pasar sus ojos de una chica a otra; una tiene los cabellos oscuros y ojos color miel mientras que la otra tiene una melena ensortijada rubia y ojos aceitunados. Una sonríe coquetamente y la otra conserva una apariencia retraída, más su olfato le hace percibir un aroma de azucena blanca, madreselva y musgo de roble, con un ligero cambio de matiz en cada una por lo que le dificulta saber a quién pertenece la verdadera esencia. De lo que sí está seguro es que la joven Hanna Brighton está completamente atraída por él y puede que ese sea un buen indicio.
En un instante el barullo que se percibía en la estancia disminuyó y segundos después la gente susurraba; eso fue algo que llamo la atención de los tres por lo que dirigieron sus ojos hacia el punto que había llamado la atención de la gente. Es entonces que se ve a un caballero de cabellos castaños, aura imponente y mirada azur desafiante caminar por el salón, es seguido por unos hombres de negro que seguro serán sus guardaespaldas; de su brazo se cuelga una joven con unas curvas endiabladamente sexy que resalta el vestido rojo satén ajustado.
La dama desprendía elegancia, su sonrisa podía fácilmente seducir a cualquier hombre que quisiera, pero sus ojos y atención sólo estaban fijos en él
-¿Ese es el señor Dubois?
-Madre mía qué hombre tan guapo
-Lo que daría por ser la mujer que está a su lado...
Eran los comentarios que las personas susurraban
-Es usa sorpresa que Dubois esté en ésta gala, se dice que no suele presentarse a los eventos
-Quizás pueda ser una buena oportunidad para hacer contacto con él y proponerle hacer negocios juntos
-Se dice que muy quisquilloso, en sus acuerdos es muy estricto
-De todas maneras, hay que intentar
Maquinaba uno que otro hombre ahí presente, pues saben de sobra que un contrato con G&B aseguraba muy buenas ganancias, pero era muy pocos los que de ese privilegio contaban.
Dulce escuchaba y no terminaba de entender a qué se debía esa gran fascinación, a excepción por el real éxito en los negocios, no veía la razón para querer meterse en sus sábanas como deseaba más de una mujer ahí presente. Laurus por su parte instintivamente un odio hacia el castaño activó y sus facciones se endurecieron.
Cuando Dubois pasó cerca de ellos alzó una ceja de manera significativa hacia el hombre que estaba junto a las dos amigas, rápidamente las examinó y eso lo confundió más. ¿A caso Benoit no estaba interesado en la señorita Winter? Más no dijo nada, siguió de largo. La mujer que iba de su brazo miró con desprecio a Dulce, había comprobado que era una mujer insignificante e insulsa.
La rubia se disgustó por la altanería de la acompañante de su salvador, y los pocos modales de él al no saludarla habiendo pasado a su lado. De presto se percata que hay un hombre en su campo de visión y que la está observando, tal vez él no sepa lo que pasa por sus pensamientos, pero se ha dado cuenta que está enojada; cuando se dió cuenta que Dulce lo estaba observando hizo una sonrisa nerviosa e inmediatamente se sonrojó y sin proponérselo logro que Winter riera. Entonces sintió una mirada siniestra sobre él y que lo reclamaban, así que se alejó sin decir o hacer más.
Benoit Laurus las hubiese acompañado toda la velada, ya que era esa su intención principal, pero Dulce le susurro a su amiga que se retiraba de la fiesta, ella que no quería hacerla sentir mal decide en acompañarla. Benoit las ve marcharse no muy satisfecho con el resultado, no había logrado tener un encuentro intimo con la señorita de su interés. La había investigado con anterioridad y sabía que estaba sola y vulnerable tras la muerte de su madre, aunque quiso encontrarse con ella no se pudo realizar por un imprevisto, por lo que decidió presentarse en la gala y procurar relacionarse con la joven sin utilizar intermediarios.
Antes de que finalizara la fiesta Dulce y Hanna regresan al apartamento de la rubia, ríen y comentan de las personas que vieron y después se fueron a dormir. Pasaron el fin de semana juntas y cuando se llegó el lunes ambas se presentaron a trabajar como si nada extraño hubiese pasado, pero la sorpresa llegó casi antes de que se fuera a comer cuando un repartidor llegó con un hermoso ramo de flores.
-¿La señorita Hanna Brighton?
-Sí... soy yo
-Éste pedido es para usted ¿Puede firmar aquí por favor?
La joven hace lo solicitado y finalmente tiene en sus manos un hermoso ramo de girasoles, rosas y gentianes azules; está más que feliz, nunca en su vida alguien había tenido semejante detalle como ese con ella, y lo más curioso aún es que no tenía ni la más mínima idea de quién estaba tras el detalle. Por lo que toma el sobre que les acompañaba y lee
-Me ha cautivado el resplandor de tu sonrisa. BL ¿BL? ¿Será "Benoit Laurus"?
-Mhhh... no lo sé... puede ser, creo que lo dejaste muy impresionado al hombre
-¿Tú crees, Dulce? Oh, qué feliz que soy... todo parece un cuento de hadas
-Ha, ha, ha... fantaseas mucho Hanna... pero quién quita y en verdad hayas encontrado a tu príncipe azul
-¡Ay, Dulce! ¡Me ha tocado la lotería! No solamente es guapo ¡Está guapísimo! Y tiene mucho dinero... ahora mismo firmo para que me haga suya
-Ha, ha, ha... déjate de locuras y vamos, que muero de hambre. ¿O te piensas quedar aquí todo el rato?
-Já, sólo lo dices porque tienes envidia
-Sí... sí... sí... como digas, pero me siento famélica, o te mueves y nos marchamos ya, o te tocará llevarme en brazos
-¡Ay querida! Cuando sea la señora de Laurus nos llevarán en limosina sólo a restaurante con cinco estrellas michelín
-Bien... bien, me parece estupendo, pero mientras llega ese momento nos tendremos que conformar con ir caminando hasta la cafetería de siempre
Y sacándole la lengua la toma del brazo para finalmente llevarla consigo a comer. Las jóvenes caminan sonriendo despreocupadamente sin percatarse que desde un coche estaban siendo vigiladas.
Los siguientes días se reproducía casi la misma escena; Brighton recibía un fragante arreglo floral y un poema, pero el señor Laurus no se presentaba. La joven no podía estar más emocionada y con frecuencia hablaba de cómo sería su boda con él; Benoit no es que tuviera intenciones alejadas a las fantasías de ella, pero por otras razones. Creía que si lograba emparejarse con Hanna podría afianzar su posición.
De presto los ramos de flores dejaron de llegar sin previo aviso, Hanna no lo entendía y pronto se dió a la desesperación. No comprendía cómo de repente Laurus perder el interés, si ni siquiera ha tenido la oportunidad de desplegar todos sus encantos en una cita. Dulce intentó animar a su amiga haciéndole bromas, invitándola a salir y pasar la noche juntas.
Hasta que finalmente esa persona tan añorada apareció.
Última edición por Cherry Cheddar el Mar Abr 05, 2022 4:08 pm, editado 2 veces