El nombre de los personajes han sido adaptados al estilo y trama del fic.
La conocida Candice White Ardlay como "Dulce Winter"; el asombroso Terrence Greum Grandchester como "Greum Dubois"; el tierno Anthony Brower como "Antoine Brower"; el respetable Richard Grandchester como "Dickhard Dubois" y Duane Moreau como el mayordomo fiel de Greum Dubois.
Rápidamente tomó sus cosas y le pidió ayuda a su amiga para poder verse espléndida ante ese hombre, pues no se siente que puede cautivarlo con su apariencia normal, tampoco considera que tiene esas cualidades que admira de Dulce; ella es segura, alegre, optimista y con una gran madera de líder, cuando de animar se trata es la mejor. Con su temperamento firme e inteligencia puede conseguir que cualquier hombre se enamore de sí no sólo por su físico, también por su intelecto.
-Hanna... recuerda, no debes lanzarte a sus brazos de buenas a primera. Conversa con él, sedúcelo, pero sin dejar que pruebe la manzana; si realmente tiene buenas intenciones para contigo no le importará no tener sexo en la primera cita
Le aconsejaba a la vez que le aplicaba el colorete en el rostro
-Está bien, está bien... lo entiendo. Nada de besos y sexo en la primera cita... pero... ¿Y si por eso no me vuelve a pedir quedar otra vez?
-Entonces quiere decir que ese hombre no te conviene
-Pero
-Nada de peros... por mucho dinero que tenga... eso no quiere decir que se puede comportar como cualquier mindundi... tú eres una chica joven y guapa, mereces un hombre que te valore y respeto; si no es así ¡Mándalo a la porra!
-Ha, ha, ha, ha... qué cosas dices... ¿De dónde aprendiste tanto?
-Eso me lo decía siempre mi madre. Cuando iba a salir con algún chico me decía que "Yo soy la mejor ¡Una reina! Y que por lo tal no debía conformarme con cualquiera.
Explicaba con voz soñadora, casi podía revivir esos momentos que atesora en su corazón.
Terminó de darle los últimos toques y Hanna estaba lista y bella para encontrarse con Benoit Laurus.
Un Maybach negro se estaciona frente de la casa de Dulce y rápidamente la morena sale, el conductor le abre la puerta para que la joven se acomode en el interior. Benoit la saluda tiernamente con un beso muy cerca de la comisura de sus labios, logrando con ellos que Hanna se sonrojara y emocionara más, era evidente que él está interesado.
Fueron a cenar a un restaurante muy lujoso y después la llevo a pasear por los grandes jardines de su mansión; Brighton estaba deslumbrada por la hermosura del lugar, la galantería con la que era tratada y porque ese hombre procuraba tomar de su mano cada dos por tres y decirles cosas bellas.
La deseaba y con un vocabulario muy locuaz le daba a entender que ella es tan especial en su vida, que es lo único que le hace falta para ser completo y feliz. Hanna disfruta de la calidez de su compañía, esa voz la embelesa y pierde el control de la situación.
Bajo el resplandor de la luna y las estrellas Benoit besa los labios de la joven a la vez que con sus diestras manos empieza a desvestirla. En un santiamén se encontraba desnuda, sus pechos rosáceos se movían al compás de la respiración entrecortada por la excitación.
El miembro viril vibraba en las pequeñas manos femeninas, recostada sobre la grama se dejó avasallar por todos esas caricias y besos que la derretían encendiendo deseos de copular. Hanna había olvidado los consejos y las buenas razones, se había olvidado de sí misma y creía que era la mujer única y especial en el mundo, por lo que sin pensarlo tanto se abrió de piernas para darle acceso a su vagina. Laurus recorría ese cuerpo con sus enormes palmas llevándole al borde de la enajenación para conseguir que esa mujer se le entre por completo; se sentía feliz por estar pronto a conseguirlo.
Por lo que se posiciona en ese espacio que ha dejado ella para recibirlo, con la punta de su verga acaricia los labios íntimos, los gemidos le hacen ver que le gusta y la humedad, que está preparada. Benoit respira intensamente deseando impregnarse de la esencia de la joven y segundos después la penetra con dureza. Hanna gimotea del placer sintiendo cuán grande es, espera ansiosa que empiece a moverse para propiciarle placer.
Los ojos del hombre relucen, sus pupilas se dilatan y encogen un par de veces. Cuando de presto cae en cuenta del error. Velos mente se levanta y saca su verga del interior de la joven, resopla con fuerza excesiva, está enojado. Ella se sorprende por su cambio tan abrupto, no entiende muy bien qué es lo que lo ha desanimando… hasta que cae en cuenta
-Benoit… ¿Qué sucede? ¿Por qué estás molesto? ¿Es porque no soy virgen?
-¡Me Has Engañado!
-¡¿Cómo?! ¿De qué hablas? En ningún momento hemos hablado sobre nuestra castidad. El hecho de que no sea virgen no quiere decir que me acuesto con cuanto hombre se pon enfrente
-¡Tú No Eres Ella!
Le vociferó molesto al punto máximo tomándola con fuerza del cuello con ganas de estrangularla, la chica intentó liberarse
-Suéltame, me haces daño
Parece entonces como si Benoit recapacita y la suelta, Hanna termina en el suelo. Entonces logrando contener toda la rabia que lo desbordaba le dijo de manera exigente
-¡Vete! Vete ahora mismo si no quieres que te mate
Y sin más se alejó en dirección a la mansión, sin importarle que fuese desnudo. Por su parte, grandes lágrimas surcaban el rostro de ella, se sentía humillada y despreciada, como una mierda. Llora amargamente mientras cubre su desnudez con la tela, quiere gritar y desahogar toda su frustración.
Pasados los minutos se puso la ropa y salió del lugar con el corazón roto en mil pedazos; horas después llega hasta donde su amiga, quien se sorprende verla en tal lamentable estado, la guió hasta el interior y la dejó que soltara todo el raudal de lágrimas que había estado conteniendo mientras le preparaba un té. No se imagina qué es lo que pudo haber pasado para que todo terminara de ésta manera.
Última edición por Cherry Cheddar el Mar Abr 05, 2022 12:14 pm, editado 2 veces