Candice White, la hija de una de las familias más prestigiosas de Escocia, heredera de una enorme fortuna. Ella es una chica cuya hermosura es incomparable, su cabello largo, rizado y dorado como el sol, sus ojos esmeralda tan cautivadores y de blanca piel, siempre hay en su rostro dibujada una sonrisa amable. Ella es la envidia de todas las jóvenes de su edad y la admiración de cada hombre que la ha visto. Posee todo lo que su sociedad admite, riqueza, poder y belleza, una vida de ensueño, ¿Qué podría estar mal en la vida de esa joven? ¿Acaso existe algo en el mundo que puede ensombrecer su corazón? No, cada persona que la ha conocido sabe que no tiene nada porque preocuparse, si quiere algo solo debe pedirlo y la gente a su servicio no permitirían que se esforzara, si quisiera tener algún objeto no hay obstáculo en el mundo que la detenga, siempre está rodeada por los jóvenes Andley, y probablemente, alguno de ellos terminaría por tomarla como esposa. Su vida es PERFECTA, pero…
“Señorita, no debe olvidar sus lecciones de piano, tiene que que medirse el vestido para esta noche, señorita, debe confirmar su asistencia a la invitación de lady Leagan y a la fiesta de los Britter, no olvide que tiene que visitar a la señora Elroy, señorita recuerde que tiene que estudiar literatura”. Una vida perfecta puede convertirse en cadenas del más pesado metal. Las personas solo ven lo que desean tener para ellas mismas, se niegan a ver la falta de alegría en su sonrisa y la sombra siempre presente en sus verdes ojos. ¿Quién podría saber lo que una chica como ella tiene que pagar para tener la vida de ensueño de miles de personas? Así es, solo la misma Candice White. ¿Qué pasaría si hubiera otra persona capaz de entenderla?
Capítulo 1
-Señorita, ha llegado el joven Anthony a visitarla- Su corazón se aceleró ante la emoción de ver a la persona que había querido desde siempre. Estar a su lado le hacía olvidar por unos instantes la agobiante vida que llevaba, sin embargo, no era suficiente para hacerle escapar de su realidad.
-¿Asistirás al baile de esta noche?- se atrevió a preguntar el rubio después de un momento, Ella solo asintió con la cabeza. -¿Qué sucede?- Pregunto preocupado al ver la falta de entusiasmo en ella.
-Es solo que… ¿y si todos se dan cuenta de que no soy quien piensan? ¿Qué pasa si no puedo…-
-Candy- La interrumpió mientras sujetaba sus manos con suavidad y la veía con una sonrisa. -Ya te he dicho que jamás sucederá algo malo, eres toda una dama, eres hermosa y la mujer más perfecta que existe- La abrazó y un nudo se formó en su garganta, trató de sofocar las lágrimas que amenazaban por salir.
-Estoy algo ocupada, será mejor que vuelva a entrar- Fue la excusa que encontró en su mente para poder escapar, así que se disculpó y entró a su hogar, pero se detuvo en uno de los pasillos que estaban vacíos. cerró los ojos con fuerza y llevó una de sus finas manos a su boca sofocando un sollozo. Las lágrimas terminaron por vencerla, ¿Cuándo fue que se volvió débil? ¿Cuándo dejó de soportar todo el peso de su papel en la sociedad?
Flashback
-Candy, no corras- su madre siempre estuvo al pendiente de ella. -Una dama jamás corre-
-Pero es muy divertido- Dijo con su rostro iluminado de alegría, su madre la abrazó y puso en su rostro una sonrisa amable.
-Mi niña, eres una White, y un día deberás hacer honor a ese nombre y tendrás que comportarte como la dama que eres, mi dulce Candy, eso te dará mucho orgullo-
Fin del flashback
¿Orgullo? eso algo completamente desconocido para ella, lo que sentía en su alma estaba muy lejos de ser orgullo. Suspiro pesadamente, como si estuviera siendo condenada a muerte, y así es como describiría sus sentimientos pues, después de esa vez toda su vida había cambiado, los momentos alegres, las risas y travesuras se quedaron atrás, siendo reemplazados por lecciones ridículas y órdenes sin sentido “párate derecha, no llores, no debes causar problemas, se educada, recuerda la etiqueta, mantén la calma, no te enojes, sonríe siempre, cuida de no ensuciar tu vestido, debes aprender piano, un día te casarás”. Sin darse cuenta, toda su vida había sido planeada, pensada para ser una linda muñequita.
Continuará...