-¡¿Qué?!- gritó sintiendo que todo a su alrededor se desmoronaba.
-Lo que oíste, te vas a casar con Anthony, ¿no es maravilloso? siempre te ha gustado y tu a él- Dijo ocultando su nerviosismo y rogando al cielo para que su hija aceptara sin protestar, aunque su intuición de madre le decía que no iba a ser de esa manera.
-No, no no, esto no puede ser verdad, por favor, dime que es una mentira- Suplicó con sus ojos brillosos.
-No te entiendo, deberías estar feliz, tendrás un buen esposo y…- Se detuvo al ver las lágrimas que comenzaron a rodar por las blancas mejillas. -¿Qué te sucede hija?-
-No deseo casarme con Anthony- Se arrodillo frente a su madre. -Te imploro que detengan esto- El corazón materno se partió en dos al ver la tristeza y desesperación en su hija; sabía que los sentimientos en ella por el joven rubio había cambiado, desde el primer instante vio como aquel extraño se robó la atención de Candy, la única manera de hacerla comprender su situación era decirle la verdad, la cual sería un peso enorme sobre su espalda que tenía que aceptar.
-Querida, cuando acababas de llegar a nuestras vidas, tu padre hizo negocios con un extranjero quien resultó ser un estafador y además, inculpó a tu padre por un robo de una cuantiosa cantidad al duque de Grandchester. Nos amenazó con dejarnos en la ruina si no paga la deuda, así que recurrió Elroy Andley para que lo ayudaran a pagar la deuda, y ella aceptó con la condición de que te casaras con alguno de sus sobrinos- En el momento en que termino la ultima palabra, el llanto de Candy cesó y en su rostro se hizo presente la ira.
-¿Qué? entonces… ¿Fui parte de una negociación todo este tiempo?- Gritó al borde de la histeria.
-Por favor entiéndelo, no podíamos dejar que crecieras en la miseria privándote de todo lo que tienes- La señora White también estaba desesperada ¿Cuándo se salió la situación de sus manos? ¿Cuándo su propia hija se salió de su control?
-¿Y jamás se te ocurrió, o a papá, pensar que no necesitaba nada de esto?-
-¿Qué sucede?- Preguntó el aludido quien recién ingresaba a la habitación.
-Tu hija se niega a casarse- respondió la mujer mayor. -Incluso después de saber toda la verdad- El hombre se sintió mal por su hija pero al mismo tiempo molesto.
-Lo hacemos porque es lo mejor para ti-
-¿Lo mejor para mi o para ti? Si pensaran en mí se darían cuenta de que nunca he estado orgullosa de ser la dama perfecta que todos creen que soy y me niego a seguir con esa farsa- Sabiendo que quedarse ahí solo alargaría la discusión, salió corriendo. Se sentía asfixiada y necesitaba alejarse de todo.
Mientras corría, pensaba en que si se casaba con Anthony tendría aún más dinero, un rango social más alto y muchos más lujos y comodidades. Era un buen hombre pero nunca había podido ser ella misma con él, por lo que su papel se limitaría a ser una buena esposa y madre, pero ahora ella deseaba más, mucho más, algo que hiciera a su alma vibrar de emoción y felicidad, alguien que la comprendiera, que la escuchara y tratara como una persona libre, así es, si se casaba quería que fuera un amor intenso y profundo, como… como lo que sentía con Terry.
Por fin aceptó lo que siente por Terry