Aqui el segundo capitulo de esta micro historia creada a partir de los arts de Jeann Pollifrodi...
CAPITULO II
Sonrio, de pronto se sintio tonto al estar en aquel lugar, camino hasta su yegua y en vez de preocuparse, la monto con prisa y la hizo correr sin saber bien a donde iba.
El conocía bien el lugar, podia ver bien donde se encontraba, pero ya no importaba en ese momento. Mientras algunas hojas secas que se habian aferrado a los arboles a pesar del duro invierno, caian arrancadas por aquella brisa primaveral le acompañaban revoloteando a su alrededor, el cabalgo a toda velocidad con la espada imaginaria desenvainada cual príncipe rescatando a su princesa.
¿Una espada? Un arma de cualquier especie seria mas apropiado, aunque en realidad su única arma eran sus manos en ese momento y su única defensa su voz y su férrea voluntad de ser libre.
Aquel pensamiento cruzo su mente sin pensarlo. Continuo cabalgando, sintiendo por primera vez en mucho tiempo aquella libertad que solo habia gozado en ciertos momentos de su existencia cuando joven.
El dibujo de su silueta sobre el caballo era el de alguien experto en escapar, en correr, en huir, pero tambien demostraban la seguridad de los guerreros de antaño, la elegancia de un noble, la fiereza de un hombre.
Siguio su paso por horas sin descanso, el lugar estaba lejano a pesar de no parecerlo y el tiempo apremiaba, no quería ser alcanzado.
Continuara…