LAS ESTRELLAS DE BROADWAY PRESENTAN APORTE 10.
CURITAS para un corazón roto.
CAPÍTULO 10.
Jamás le había ocurrido algo así. Normalmente conocía a una chica en un bar, hablaban un rato y luego se iban a su piso. Esa era su rutina últimamente. Sin embargo, a hora mismo frente a ella era diferente.
El rostro de Candy mostró una sonrisa momentáneamente, combirtiendose inmediatamente en una mueca, cuando recordó los gritos de sus amantes y todo lo que lo que había oído con sus amigos. ¿Ese era el chico que últimamente ocupaba sus pensamientos?
¿El que la había rescatado de su agresor y atendido de aquella forma tan amable? ¿El que había visto cómo algo hermoso? No, no podía ser, pensó se volvío para mirar a través de la mirilla. Se fijó en su cabello castaño oscuro, en sus ojos zafiros, sus facciones sinceladas, su sonrisa de lado.
"Joder "susurró asustada. "Madre mía, Dios mío, Jesús …" —gimió.
—¿Vas a abrir? —preguntó Terry impaciente. Candy caminó nerviosa frente a la puerta, moviendo sus manos con nerviosismo. Aquella situación no podía estar pasándole a ella. Recordaba qué era él chico más atractivo que había visto nunca. La forma en que la había tratado, cómo la había sujetado, cómo se había preocupado por ella en todo momento… su fortaleza al derribar a los delincuentes y cómo lo había mirado. Tragó saliva y se quedó mirando la puerta. Pero era el vecino con un comportamiento fuera de control, con chicas diferentes que hacía gritar exageradamente. Apretó sus dientes enfadada.
Abrió la puerta bastante furiosa. Terry aún permanecía saludando hacia la mirilla cuando ella apareció ante él con gesto de pocos amigos. Bajó su mano con una sonrisa divertida.
—Hola —dijo como si estuviera divirtiéndose —, qué casualidad, ¿eh? —bromeó aún con su sonrisa de lado. Ella apretó los labios y dio un paso hacia delante.
—¿Qué clase de persona eres tú? —preguntó molesta.
—¿Qué? — Ptegunto sorprendido —, calma —dijo levantando las manos como si estuviese sufriendo un atraco—. El otro día me pareciste más…
—¡No digas nada! —Lo amenazó con el dedo. Luego señaló hacia el piso de él que tenía la puerta abierta—. ¿A eso te dedicas ? Terry enarcó una ceja.
—Pues. mmm..
— ¿Enserio?— Candy soltó con ironia— Acaso no haces otra cosa. más que llevarte a difrerentes chicas, y que no recuerdas como se llaman como si fuera tú platillo del día.
Terry levantó ambas cejas sorprendido por los gritos de la joven, no quiso responder a su pregunta, por que no tenía una respuesta que fuera agradable, dado la situación decidió que lo mejor era desviarse de ese camino y dijo.
— Bonito camisón… —susurró ensimismado. Ella lo miró con los ojos como platos. En ese momento se dio cuenta de la poca ropa que llevaba. No se iba a intimidar. Lo miró. Bonitos pectorales, pensó Candy , aunque en su lugar solo resopló.
—¿Ves como no soy un degenerado? —comentó Terry serio, lo que hizo que Candy enarcase una ceja. Vaya, aquella chica era más dura de lo que pensaba. Creía que diciendo una idiotez así sonreiría, pero no, lo único que hacía era mirarlo fijamente con una actitud muy, pero que muy enfadada. Por Dios, tenía una mirada capaz de helarle la sangre y le estaba poniendo nervioso e incómodo.
—¿Eres abogada? —preguntó confundido.
—No —respondió ella sin comprender a qué venía aquella pregunta, dando un paso hacia atrás, intentando calmarse y asimilar todo aquello.
A pesar de todo Terry estaba contento, había creído que formaría parte de un momento, un bonito recuerdo de una bonita chica, independientemente de la situación en que la había conocido. Incluso a pesar de pensar en ella últimamente, la dio por perdida. Pero allí estaba y lo que más quería era conocerla . No es que no tuviese ganas de llevársela a la cama, que también, pero había algo más. Las ganas de pasar más rato junto a ella, de hacerla sonreír, de saber más sobre su vida… "Mierda". Aquello no era bueno. Él no era de una relación y ella no aparentaba ser el tipo de chica que uno conocía en un bar y más tarde se acostaba con él, sin ataduras, ni remordimientos.Trató de aligerar la situación
—No era mi intención. Y lo de antes… era… —Tragó saliva .— Lo siento. Ella soko pudo asentir mientras evitaba su mirada. Las únicas palabras que volaban por su mente eran: “Hermoso, bonitos ojos, bonitos labios, joder”.
—Ya, pues… —acabó mirándolo—, pues ya está todo aclarado —reaccionó incómoda.
—Sí, eso parece —continuó él—. Uhm… ¿cómo… cómo tienes el golpe?
Ella lo miró atónita.
—Te dieron un buen golpe. Candy puso los ojos en blanco y se metió en su piso colocando una mano en la puerta.
—Está bien, pero tengo sueño —continuó, desesperada por salir corriendo.
—Ya, pues a dormir —dijo señalando a su piso—. Prometo ser silencioso. ¿Estaba de broma? Candy seguía con la ceja enarcada cuando la puerta se cerró ante las narices de él. Terry resopló, fue hasta su piso y cerró su puerta también, aunque nada más cerrarla se llevó la mano a los ojos .
Candy caminó hacia la habitación y se quedó mirando la pared. No se oía nada, absolutamente nada. Parecía que se había tomado en serio lo de no molestar. Fue al cuarto de baño y sé observó en el espejo. ¿Qué diablos le sucedía? Lo que menos necesitaba en su vida eran problemas. Ella no había planeado conocer a alguien, pero alli estaba el vecino que resulto ser su salvador, ¿En serio podría suceder algo asi?. De todas las partes en el mundo, tenía que terminat viviendo en el mismo lugar que él. Se fue a la cama,, contrita. No iba a poder dormir, y no era por qué él vecino estuviera con una chica gritona, si no por la situación en la que ambos estaban. Ahh! Gimió.
Terry soltó un bufido y se fue a su habitación. Aquella noche no iba a poder dormir estaba seguro. Se giró y se tiró sobre la cama mientras resoplaba. Lo mejor era tomárselo con calma y dejar que los días siguieran y ver que pasaba.
"Esto se puede complicar y mucho" —susurró Candy. Lo único que tenía claro era que Anthony había salido del todo de su vida y que, aunque pareciese egoísta, la presencia de Terry le estaba ayudando a superarlo. El problema era qué Terry podía llegar a despertar algo mucho más intenso en ella. ¿Se estaría volviendo loca? ¿Aquellos sentimientos eran reales? ¿O simplemente una vía de escape para curar la herida en su corazón que Anthony había dejado en ella ? Tragó saliva cuando escuchó unos pasos al otro lado de la pared. Caminó dentro de su habitación y se colocó ante la pared. "Maldita pared" susurró.
Terry Se había despertado hacía media hora y había escuchado cómo el grifo de la ducha de su vecina se abría. Se había quedado tumbado en la cama hasta que comprendió que de nada iba a servir quedarse ahí. No obstante, cada vez que pasaba por delante de la pared se quedaba observándola, mirándola con atención e intentando escuchar algo. Sabía que estaba despierta, si bien era muy, muy silenciosa. ¿Acaso iba de puntillas por el piso?
No era un hombre de armar y desarmar sus emociones, pero lo ocurrido con Candy había sido raro y también lo más intenso que había vivido en mucho tiempo.
Candy se encontraba sentada en el sofá, inclinando su cabeza para ver la pared de su habitación. Llevaba más de una hora levantada. Ni ordenador, ni investigación. No podía concentrarse en nada.
Escuchó el sonido de su móvil que permanecía sobre la mesa y se levantó de un salto.
— Miró el móvil. Su corazón iba a salirse del pecho , sintió como la sangre se le helab, cuando vio que la llamada era del buffet de abogados "D&D". Richard Grandchester. Pensó.
Continuará...
HOLA... FORO ROSA!. Quiero disculparme por no haberme presentado correctamente, mil disculpas. Primero quiero darles las gracias por segunda ves abrirme la puerta de un lugar tan especial creado para divertirse respetuosamente. Hacer un honor recordando la serie que nos robo el corazón y la mente " Candy Candy" . Donde nuestros sentimientos se expresan por los personajes preferídos. Los míos van por el chico rebelde. Terry G Grandchester . Gracias también a Bandoleras por ser un grupo de chicas con grandes corazones, y fuerza inalcanzable , por darme un espacio en su grupo. Las quiero Bandoleras.!. Gracias también a mi querida Cherry B. Por su comprensión y su apoyo continuo. Por haberme enseñado este lugar mágico. Siempre tendrás mi lealtad mi querida amiga. Gracias a los administradores (a) del foro rosa por el recibimiento que me han dado, y su ayuda en mis historias. Espero nunca defraudar sus buenas intenciones.
Ahora si... Que les parece CURITAS para un corazón roto? Todos necesitamos siempre uno. Cuantos ya lo encontraron?
Bendiciones...
JillValentine.x.
CURITAS para un corazón roto.
CAPÍTULO 10.
Jamás le había ocurrido algo así. Normalmente conocía a una chica en un bar, hablaban un rato y luego se iban a su piso. Esa era su rutina últimamente. Sin embargo, a hora mismo frente a ella era diferente.
El rostro de Candy mostró una sonrisa momentáneamente, combirtiendose inmediatamente en una mueca, cuando recordó los gritos de sus amantes y todo lo que lo que había oído con sus amigos. ¿Ese era el chico que últimamente ocupaba sus pensamientos?
¿El que la había rescatado de su agresor y atendido de aquella forma tan amable? ¿El que había visto cómo algo hermoso? No, no podía ser, pensó se volvío para mirar a través de la mirilla. Se fijó en su cabello castaño oscuro, en sus ojos zafiros, sus facciones sinceladas, su sonrisa de lado.
"Joder "susurró asustada. "Madre mía, Dios mío, Jesús …" —gimió.
—¿Vas a abrir? —preguntó Terry impaciente. Candy caminó nerviosa frente a la puerta, moviendo sus manos con nerviosismo. Aquella situación no podía estar pasándole a ella. Recordaba qué era él chico más atractivo que había visto nunca. La forma en que la había tratado, cómo la había sujetado, cómo se había preocupado por ella en todo momento… su fortaleza al derribar a los delincuentes y cómo lo había mirado. Tragó saliva y se quedó mirando la puerta. Pero era el vecino con un comportamiento fuera de control, con chicas diferentes que hacía gritar exageradamente. Apretó sus dientes enfadada.
Abrió la puerta bastante furiosa. Terry aún permanecía saludando hacia la mirilla cuando ella apareció ante él con gesto de pocos amigos. Bajó su mano con una sonrisa divertida.
—Hola —dijo como si estuviera divirtiéndose —, qué casualidad, ¿eh? —bromeó aún con su sonrisa de lado. Ella apretó los labios y dio un paso hacia delante.
—¿Qué clase de persona eres tú? —preguntó molesta.
—¿Qué? — Ptegunto sorprendido —, calma —dijo levantando las manos como si estuviese sufriendo un atraco—. El otro día me pareciste más…
—¡No digas nada! —Lo amenazó con el dedo. Luego señaló hacia el piso de él que tenía la puerta abierta—. ¿A eso te dedicas ? Terry enarcó una ceja.
—Pues. mmm..
— ¿Enserio?— Candy soltó con ironia— Acaso no haces otra cosa. más que llevarte a difrerentes chicas, y que no recuerdas como se llaman como si fuera tú platillo del día.
Terry levantó ambas cejas sorprendido por los gritos de la joven, no quiso responder a su pregunta, por que no tenía una respuesta que fuera agradable, dado la situación decidió que lo mejor era desviarse de ese camino y dijo.
— Bonito camisón… —susurró ensimismado. Ella lo miró con los ojos como platos. En ese momento se dio cuenta de la poca ropa que llevaba. No se iba a intimidar. Lo miró. Bonitos pectorales, pensó Candy , aunque en su lugar solo resopló.
—¿Ves como no soy un degenerado? —comentó Terry serio, lo que hizo que Candy enarcase una ceja. Vaya, aquella chica era más dura de lo que pensaba. Creía que diciendo una idiotez así sonreiría, pero no, lo único que hacía era mirarlo fijamente con una actitud muy, pero que muy enfadada. Por Dios, tenía una mirada capaz de helarle la sangre y le estaba poniendo nervioso e incómodo.
—¿Eres abogada? —preguntó confundido.
—No —respondió ella sin comprender a qué venía aquella pregunta, dando un paso hacia atrás, intentando calmarse y asimilar todo aquello.
A pesar de todo Terry estaba contento, había creído que formaría parte de un momento, un bonito recuerdo de una bonita chica, independientemente de la situación en que la había conocido. Incluso a pesar de pensar en ella últimamente, la dio por perdida. Pero allí estaba y lo que más quería era conocerla . No es que no tuviese ganas de llevársela a la cama, que también, pero había algo más. Las ganas de pasar más rato junto a ella, de hacerla sonreír, de saber más sobre su vida… "Mierda". Aquello no era bueno. Él no era de una relación y ella no aparentaba ser el tipo de chica que uno conocía en un bar y más tarde se acostaba con él, sin ataduras, ni remordimientos.Trató de aligerar la situación
—No era mi intención. Y lo de antes… era… —Tragó saliva .— Lo siento. Ella soko pudo asentir mientras evitaba su mirada. Las únicas palabras que volaban por su mente eran: “Hermoso, bonitos ojos, bonitos labios, joder”.
—Ya, pues… —acabó mirándolo—, pues ya está todo aclarado —reaccionó incómoda.
—Sí, eso parece —continuó él—. Uhm… ¿cómo… cómo tienes el golpe?
Ella lo miró atónita.
—Te dieron un buen golpe. Candy puso los ojos en blanco y se metió en su piso colocando una mano en la puerta.
—Está bien, pero tengo sueño —continuó, desesperada por salir corriendo.
—Ya, pues a dormir —dijo señalando a su piso—. Prometo ser silencioso. ¿Estaba de broma? Candy seguía con la ceja enarcada cuando la puerta se cerró ante las narices de él. Terry resopló, fue hasta su piso y cerró su puerta también, aunque nada más cerrarla se llevó la mano a los ojos .
Candy caminó hacia la habitación y se quedó mirando la pared. No se oía nada, absolutamente nada. Parecía que se había tomado en serio lo de no molestar. Fue al cuarto de baño y sé observó en el espejo. ¿Qué diablos le sucedía? Lo que menos necesitaba en su vida eran problemas. Ella no había planeado conocer a alguien, pero alli estaba el vecino que resulto ser su salvador, ¿En serio podría suceder algo asi?. De todas las partes en el mundo, tenía que terminat viviendo en el mismo lugar que él. Se fue a la cama,, contrita. No iba a poder dormir, y no era por qué él vecino estuviera con una chica gritona, si no por la situación en la que ambos estaban. Ahh! Gimió.
Terry soltó un bufido y se fue a su habitación. Aquella noche no iba a poder dormir estaba seguro. Se giró y se tiró sobre la cama mientras resoplaba. Lo mejor era tomárselo con calma y dejar que los días siguieran y ver que pasaba.
"Esto se puede complicar y mucho" —susurró Candy. Lo único que tenía claro era que Anthony había salido del todo de su vida y que, aunque pareciese egoísta, la presencia de Terry le estaba ayudando a superarlo. El problema era qué Terry podía llegar a despertar algo mucho más intenso en ella. ¿Se estaría volviendo loca? ¿Aquellos sentimientos eran reales? ¿O simplemente una vía de escape para curar la herida en su corazón que Anthony había dejado en ella ? Tragó saliva cuando escuchó unos pasos al otro lado de la pared. Caminó dentro de su habitación y se colocó ante la pared. "Maldita pared" susurró.
Terry Se había despertado hacía media hora y había escuchado cómo el grifo de la ducha de su vecina se abría. Se había quedado tumbado en la cama hasta que comprendió que de nada iba a servir quedarse ahí. No obstante, cada vez que pasaba por delante de la pared se quedaba observándola, mirándola con atención e intentando escuchar algo. Sabía que estaba despierta, si bien era muy, muy silenciosa. ¿Acaso iba de puntillas por el piso?
No era un hombre de armar y desarmar sus emociones, pero lo ocurrido con Candy había sido raro y también lo más intenso que había vivido en mucho tiempo.
Candy se encontraba sentada en el sofá, inclinando su cabeza para ver la pared de su habitación. Llevaba más de una hora levantada. Ni ordenador, ni investigación. No podía concentrarse en nada.
Escuchó el sonido de su móvil que permanecía sobre la mesa y se levantó de un salto.
— Miró el móvil. Su corazón iba a salirse del pecho , sintió como la sangre se le helab, cuando vio que la llamada era del buffet de abogados "D&D". Richard Grandchester. Pensó.
Continuará...
HOLA... FORO ROSA!. Quiero disculparme por no haberme presentado correctamente, mil disculpas. Primero quiero darles las gracias por segunda ves abrirme la puerta de un lugar tan especial creado para divertirse respetuosamente. Hacer un honor recordando la serie que nos robo el corazón y la mente " Candy Candy" . Donde nuestros sentimientos se expresan por los personajes preferídos. Los míos van por el chico rebelde. Terry G Grandchester . Gracias también a Bandoleras por ser un grupo de chicas con grandes corazones, y fuerza inalcanzable , por darme un espacio en su grupo. Las quiero Bandoleras.!. Gracias también a mi querida Cherry B. Por su comprensión y su apoyo continuo. Por haberme enseñado este lugar mágico. Siempre tendrás mi lealtad mi querida amiga. Gracias a los administradores (a) del foro rosa por el recibimiento que me han dado, y su ayuda en mis historias. Espero nunca defraudar sus buenas intenciones.
Ahora si... Que les parece CURITAS para un corazón roto? Todos necesitamos siempre uno. Cuantos ya lo encontraron?
Bendiciones...
JillValentine.x.