Ahora vengo a dejarles la siguiente anécdota de una Rebelde muy calladita pero súper talentosa... Cuando supe lo que le pasó, morí de risa y de pena al mismo tiempo
Así sin más, leamos su... Muyyyy usual historia:
Bajé del avión, junto a mis padres, y después de todo el protocolo aduanero, fuimos por nuestras maletas, otra larga espera. Mi maleta, para variar, había perdido el plástico que la recubría, porque ya sé que luego las avientan como sacos de papas y todo se desparrama, afortunadamente, o al menos eso quiero creer, que no sucedió tal cosa. Tomamos las maletas y salimos.
Mis tíos y primas nos esperaban en el área de llegadas, corrimos y nos abrazamos emocionadamente. Hace 5 años mi tía, hermana de mi mamá, se vino a vivir a la tierra de su esposo, mi tío, después de haber vivido 18 años cerca de su familia, nosotros, así que ha sido mucho tiempo fuera.
Nos montamos a la SUV y nos movimos rumbo la casa de mis tíos. El paisaje nevado me atrapó de inmediato, y pese a traer ropa térmica, el frío estaba haciendo mella en mí, obvio somos de tierra caliente y a la menor cantidad de grados ya estamos tiritando, ahora imagínenme Amsterdam.
Llegamos a la casa, el jet lag empezaba a pasar factura, pero no seríamos descorteces, así que pasamos a nuestras habitaciones, dejamos las maletas y bajamos a comer, pues ya era más de mediodía.
Platicamos alegremente, luego pasamos al salón a tomar té (algo a lo que no estamos muy acostumbrados, pero que supo delicioso) y, mientras los adultos seguían en sus pláticas, mis primos y yo nos pusimos a jugar X-Box.
Tiempo más tarde, sentía que los ojos se me cerraban solitos; mis padres, al notar mi cansancio, se disculparon con mis tíos y primos y me acompañaron a mi habitación donde no supe más del mundo.
No sé cuánto tiempo dormí, pero al despertar, me sentía radiante, con energías y mucha hambre. La recámara estaba calientita por la calefacción, así que no estaba segura de si tomar un baño inmediatamente o bajar a desayunar, opté por lo último.
Todos estaban ya de un lado para otro, el pan recién tostado y el café olían delicioso, mi estómago cobró vida inmediatamente. Desayunamos y empezamos con el itinerario.
Mis papás habían decidido que fuéramos al teleférico perimetral a dar un grato paseo por las alturas de la ciudad, así que me pidieron que me abrigara bien para salir, tenía una hora para arreglarme.
Me metí corriendo al baño, donde me quité mi atuendo anterior para tomar una calientita ducha. Qué deliciosa la sentí. Después de quitarme los últimos resquicios de pereza, salí del baño.
Tomé mi maleta para buscar mi atuendo y la muy desgraciada no abría, no leía el código que le puse. Volví a ponerlo como 3 veces y nada, entonces fui por mi bolsa de mano y revisé la libreta donde tenía anotado el código, tal vez estaba poniendo mal un número, pero no...
Me cansé de batallar, así que llamé a mi mamá para que me ayudara, lo cual tampoco surtió efecto... Al poco rato estaban mis padres y tíos luchando contra la desgraciada maleta, hasta que al fin se cansaron y decidieron cortarla con un cuchillo, ero eso o quedarme sin ropa.
Cuando finalmente el cierre de la maleta fue quitado, mi grito hizo brincarlos a todos :"¡¡¡Noooooooooo!!!".
¿Qué clase de embrujo era este?
Una bien doblada y apilada ropa de playa, bikinis, trajes de baño, pareos y ropa demasiado caribeña, se presentaba ante mi vista y la de todos. Mi mamá tomó un brassier y se notaba que la chica estaba súper dotada, pero eso era irrelevante... Lo realmente relevante era que... Yo no tenía ropaaaaa... Mi maleta le quedó a alguien más, o no, pero lo cierto es que estaba extraviada.
Todos miraban mi cara de sufrimiento, sin saber qué decir, pero fue mi primo, el más pequeño, el que soltó una carcajada al decir que seguro me vería muy chistosa usando ese atuendo mientras iba montada en la telesilla...
Todos explotaron en risotadas, incluída yo; sólo imaginarme esa escena, totalmente momificada a causa del frío y con mi inusual atuendo, me hizo relajarme y pensar... Una gran oportunidad para ir de compras...
Y de esta manera, mis supuestas fallidas vacaciones, fueron las mejores de mi vida.:
Sin más, recibamos a nuestra querida editora estrella...:
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