En fin, estas en específico, fueron mis vacaciones de puente vacacional que comenzaron un jueves y terminaron un domingo, debido a los días de asueto y al mantenimiento del edificio por aquello del Covid en tiempos de escuela; las vacaciones veraniegas ya las tenía programadas junto a toda la pandilla Rebelde.
Con tiempo ahorré para hacer este mini viaje a un lugar que me encanta, el Caribe. Fue una Odisea convencer a mi padrino para que me dejara ir, Terry quiso abogar por mí, pero era el menos indicado para hacerlo, seguramente echaría por tierra mis planes gracias a su temperamental carácter, igualito a su padre, así que le exigí no intervenir en nada.
La aceptación de mi padrino vino gracias a mi querida prima política, Loli, ella dijo que viajaríamos juntas, con su nana, y que todo el tiempo tendríamos chaperona, que nos cuidaría y vigilaría al mismo tiempo. El día que comenzó el descanso, salimos rumbo al aeropuerto, donde nos despedimos con un beso, abrazo y un: "a gozar que el mundo se va a acabar", mientras estallábamos en carcajadas y la veía tomar un camino diferente a mi puerta de salida. Me subí al avión y comencé mi modo zen, 4 días que debía disfrutar al máximo. Gracias a mi apellido no tuve inconveniente en viajar sola, pese a ser menor de edad... Amo el favoritismo .
Nueve horas y media después, llegué a Cancún, donde comenzaría mi travesía. El taxi me dejó en la entrada de mi Airbnb, un condominio súper nice donde tendría vista directa al mar, Tower Shark, justo sobre la zona hotelera. Dejé mi equipaje, cargué mi teléfono, puse la alarma y me recosté por unas horas antes de comenzar mi experiencia pues, a las 4am, no podía hacer mucho que digamos.
A las 10am, luego de pasar al restaurante por un desayuno bien nutrido, me fui a la playa privada de ese lugar, sin sombrillas ni sombrero, quería broncearme de todo a todo. Fui a nadar y a disfrutar de tan paradisíaco lugar. Para la tarde me fui de compras a la súper exclusiva plaza Cancún y por la noche me dirigí a mi destino pagado de lujo: Fiesta en barco All White Night Rockstar, donde bailé de todo un poco y conocí chicos de todas partes, a quienes les prometí vernos al día siguiente, algo que nunca ocurriría, pero me gusta dejarlos con la idea de que pasarán una buena y gratuita noche. Pasadas las 2am, llegué a mi habitación a medio dormir 2 horitas.
A las 4:30am, aún con el cansancio pegado a mis ojos y cuerpo, empaqué mis cosas y solicité un taxi a recepción para llegar a mi siguiente destino: Playa del Carmen. Me dejaron justo donde deseaba, con maleta y todo, y una oscuridad que comenzaba a desaparecer, anunciando la llegada del amanecer. Me coloqué debajo del portal maya, dejando mis maletas a un lado, y respiré profundo mientras me relajaba con el sonido del mar y la llegada del sol... Fue una experiencia indescriptible... El amanecer más bello que me ha tocado vivir, en equilibrio con la naturaleza y conmigo misma... Fue la paz real y natural que necesitaba, liberando toda la energía negativa y llenándome de la energía del sol y de la vida que de él emana. Pasados esos momentos, me fui a mi Airbnb, The City. Dejé mis maletas, y me encaminé hacia la terminal de autobuses, disponiéndome a pasar el día en dos tours específicos: Chichén Itzá, en donde conocí Valladolid y su hermoso pueblo, y el Gran Cenote; alrededor de las 4pm, regresé a Playa y me dirigí derechito a mi segundo tour, Xcaret; no podía perderme el show de la noche, una representación hermosa de la cultura maya y su juego de pelota... Miraba a la gente emocionarse, y yo misma lo hice, sintiéndome parte de esta cultura y su algarabía. 11 pm y el show terminó, la hora perfecta para disfrutar de la noche, y nada más y nada menos que, en Cocobongo.
En este antro súper wow, te olvidas de ti misma... Bailé con israelitas, cubanos, puertorriqueños, una mezcla de culturas, única... Platiqué de sus costumbres, comidas, planes... Probé diversos licores, un poquito de todos, tampoco quería caer en la inconsciencia, necesitaba la lucidez al 100%... Obviamente no faltaron los tallones y uno que otro manoseo, pero nada que implicara un acercamiento más íntimo, aunque a muchos les dejé la promesa de que así sería . 4am arribaba a mi departamento, con sandalias en mano y más cansada que esclavo en tiempo de conquista...
Once de la mañana y ya estaba en órbita nuevamente, encaminada a mi siguiente ruta: Tulum, el lugar mágico. Llegué hasta el pueblo, donde estaba mi Airbnb, dejé maletas y a andar... Visité la zona hotelera, obviamente me retraté en la Ahau y me trasladé a ese maravilloso museo de las esculturas gigantes... Qué preciosidad de lugar. Aunque soy más bien citadina, no puedo negar que el lugar es bellísimo para disfrutar de unas vacaciones relajadas. Esta vez, en lugar de ir a la playa, me fui a la ruta de los cenotes y me pagué, de último momento, un mini tour de snorkel con tortugas. Para la tarde noche me fui a un exclusivo restaurante ubicado en la zona hotelera, propiedad de un personaje llamado el Diamante Negro, y luego de eso, otra vez a rumbear, esa vez en una fiesta "alegre".... Qué me iba yo a imaginar que los pasteles, bebidas y churritos de cigarro, verdes, eran el toque especial de esa fiesta, la cual no estuvo tan mal... Un pastelillo bastó para que no parara de reír en toda la noche , menos mal que muchos más me acompañaban en esa ridícula actividad... Un buen y sudoroso baile ayudó a bajarme un poco los efectos... Luego de eso, ya nadie podría contarme al respecto . Tres de la mañana y era hora de dormir antes de irme a mi siguiente ruta.
A las 9am en punto estaba tomando mi camino hacia Santa fe, un hotel con unas pequeñas cabañas, muy aisladas, y una característica muuuuuy particular. Dejé la maleta en la habitación, me cambié de ropa y me coloqué sólo mi pareo, tomando mi bolsa de playa. Caminé un poco por la solitaria playa hasta que divisé los temazcales, que en realidad son spas con jacuzzis, y obviamente me metí en uno de ellos... Sin ropa... Así es, un hotel nudista, era algo que debía experimentar y vivir sin prejuicios. Disfruté del agua tibia por varios minutos, y al poco tiempo, una chica del hotel llegó a darme mi debido masaje relajante... Qué manos tan delicadas, valían cada dólar pagado... Hora y media después, cuando terminó, me recomendó meterme al mar, y ni dos veces lo pidió, tal cuál lo hice... Que delicia fue sentir el agua fresca y constante sobre todo mi cuerpo desnudo, sin obstáculos de por medio. A lo lejos divisé a una pareja haciendo el delicioso dentro del mar, y más allá, sobre la arena, otra pareja también disfrutaban de su libertad sexual, yo me contenté con ver el espectáculo a la distancia, nunca sabes cuándo esos detalles podrán servirte para un futuro, no sé qué tan lejano.
A eso de las 2 de la tarde, toda la comunidad nudista se reúne en una cabaña, alrededor de un fogatero, y cuentan anécdotas de su vida; yo, no rompiendo por completo las barreras del pudor, decidí dejarme mi sexy traje de baño en hilo dental, regalo de mi querida Marishka, para no sentirme tan expuesta. Sólo media hora pude escuchar y divertirme con ellos, pues debía arreglarme para regresar al aeropuerto...
A las 6pm retornaba a Londres, con una nostalgia grande de dejar esos bellos lugares que me habían regalado tan inolvidables y preciados momentos. Exactamente a las 4am ya estaba nuevamente en mi lugar de residencia permanente, por ahora. A lo lejos divisé a mi querido "primito" esperando por mí, con su típica pose: manos dentro de los bolsillos del pantalón. Me abrazó y regaló un beso tronado, dejó su brazo sobre mis hombros y tomó mi maleta mientras caminábamos.
–¿Te divertiste, negrita? –Preguntó socarronamente, debido a mi excesivo bronceado.
–Vieras que no... –Respondí con sarcasmo.
–Se nota. –Contestó sonriendo con malicia. –Creí que ya no regresarías, que tendría que ir a buscarte por toda la Riviera Maya.
–Ganas no me faltaron, pero aún me queda mucho por hacer por estos lares. Si me voy, ¿qué será de ti sin mí?
Terry soltó una carcajada mientras sobaba su puño en mi cabeza. Dentro de su carro ya estaba Loli, con una sonrisa de oreja a oreja, no hacía falta que dijera nada, se notaba que lo había pasado de lujo, ya me imaginaba cómo . Ambas habíamos gozado a placer y a nuestro modo...
Y así, los 3 Grandchester volvimos a casa, y al colegio, ese mismo día... Cada uno con vivencias, recuerdos y secretos... Inolvidables...