Sueño de Ballet
Capítulo 11
Todo llega a su debido tiempo, y para Candy, el haber sido paciente y saber esperar a que llegará la oportunidad de alcanzar su sueño, había llegado, ahora tenía que realizar todo lo aprendido, y mostrar todas sus habilidades para interpretar a la Cenicienta, la cual era su boleto para realizar su sueño.
Todos en la mansión Ardley estuvieron felices por Candy, le desearon los mejores éxitos y la motivaron a nunca darse por vencida, pero a veces no todo es felicidad porque siempre existirá la maldad, envidia y los cómplices, y estas, merodeaban ya a Candy.
-Disculpen, mi nombre es Luisa soy nueva aquí, me tomé el atrevimiento de traerles el té -dijo la joven criada que se dedicaba a la cocina
-Gracias Luisa, pero ¿dónde está Dorothy? -preguntó Candy
-Ella tuvo que salir a comprar algunas cosas que le hacían falta para la cena, señorita -respondió Luisa,
-Muy bien, ¡entonces puedes servirnos el té Luisa gracias! -le dijo Candy sonriendo
La sirvienta se acercó con la bandeja de los tés y empezó a repartirlos a cada quien, dejando la última tasa señalada para Candy, después de servirla salió inmediatamente de la estancia.
Unos minutos después, Candy empezó a sentirse mal, sintió temblor en su cuerpo y dificultad para respirar, luego sintió náuseas, se levantó del sofá y se excusó para retirarse, pero al momento de dar un paso sintió que todo le dió vuelta y se desmayó
-¡Candy, Candy! ¿Qué tienes hija? -dijo Paulina angustiada quien había estado sentada junto a la rubia
-!No hay que perder más tiempo!, ¡tengo que llevarla al hospital! ‐dijo Albert cargándola y dándole instrucciones a George de sacar el auto inmediatamente
-¡Yo iré con usted! -le dijo Paulina siguiendolo a lo que Albert asintió
-¡Y nosotros te seguimos en nuestro coche tío! -pronunció Anthony apresurandose junto con sus primos y las chicas
Mientras tanto en otra residencia, un celular sonaba y una mujer esperaba impaciente a responder.
-¡Todo listo señorita Elisa!, se la llevaron al hospital, pero dudo que llegue viva pues esa hierba que le dí, nadie a sobrevivido al ingerirlas -dijo la mucama quien por dinero, había estado informando a Elisa todo lo que pasaba con los Ardley,
-¡Muy bien Luisa! ahora toma tus cosas y sal inmediatamente de ahí, la otra mitad del dinero está enterrado bajo el árbol de manzanas en el jardín, tómalo y desaparece y recuerda tú no me conoces -dijo Elisa felizmente creyendo que Candy ya no sería un obstáculo más, y así la herencia de la tía abuela sería solo para ella
-¡Siii salud por mi grandioso futuro, ahora todo será mío! y tú maldita bastarda nunca debiste aparecer y cruzarte en mi camino disfruta tu dulce muerte ja,ja,ja,ja -dijo Elisa levantado una copa de licor al aire
Mientras tanto en el hospital los doctores y enfermeras, competían contra el reloj haciendo todo lo posible para salvarle la vida a Candy, los Ardley esperaban nerviosos en la sala de espera y los minutos que pasaban se les hacía una eternidad
-¿Qué pasa que no salen a informarnos del estado de salud de mi hermana? -dijo un angustiado Anthony
-Calma sobrino ya vendrán, los mejores médicos la están atendiendo -dijo Albert acercándose a Anthony para darle un abrazo de consuelo
Después de una hora, el doctor Leonard les informaba
-¿Doctor cómo está mi niña? -dijo Paulina inmediatamente al ver venir al doctor
-La señorita se encuentra ya fuera de peligro, en estos momentos se encuentra dormida, pero los exámenes de sangre que le practicamos para determinar la causa detectaron veneno en su organismo, e inmediatamente tuvimos que desintoxicarla
-¡Que,! -dijeron todos al mismo tiempo
-¿Ustedes saben si tenía tal vez algún problema grave que la hizo tomar esa decisión de ingerir el té de esa planta? -preguntó el doctor?
-¡No doctor Leonard, mi sobrina no tiene ningún problema! ¿Pero dígame de qué tipo de planta se trata? -le dijo Albert preocupado
-"Hiedra del diablo", es una planta venenosa que usualmente nace en las selvas, y la sustancias venenosa de esta es mortífera si no se trata a tiempo
-¿Doctor Leonard, será que podremos llevarnos a casa a mi hermana en cuanto despierte? -preguntó Anthony
-Me temo que no joven, será mejor que pase esta noche en el hospital para estar monitoreando su estado de salud, pero si todo sale bien será dada de alta hasta mañana por la mañana
-Muchas gracias por informarnos doctor Leonard, y muchas gracias por salvarle la vida a mi sobrina -le dijo Albert extendiendo su mano hacia el doctor
-Pero ¿quién querrá hacerle daño a mi niña? -preguntó Paulina
-No lo sé señora Paulina, pero llegaré al fondo de esto, porque esto debe de ser una acción planificada y lo voy a investigar -respondió Albert molesto
-Por lo pronto chicos, pueden regresar y llevar a Paulina a casa, ya escucharon al doctor, yo me quedaré aquí -les dijo Albert
-¡Por favor señor Ardley déjeme quedarme también! - le dijo Paulina
-¡Yo también me quedo tio! -dijo Anthony
-¡Esta bien!, entonces los demás pueden regresar, George por favor ven temprano mañana
-¡Claro que sí señor Ardley! -respondió George
Llegando a la mansión, Patty, Annie y Samantha se despidieron de los hermanos Cornwell, prometiendo estar temprano en el hospital, al entrar a la mansión Stear y Archie encontraron a Dorothy muy nerviosa caminando de un lado a otro
-¡Oh gracias a dios que ya regresaron! el personal del servicio me informó de lo que pasó ¿dónde está la señorita Candy? -preguntó Dorothy
-Dorothy Candy pasará la noche en el hospital, ella fué envenenada con algo que tomó -respondió Stear
—¡Oh por dios! dígame joven ¿alguien del servicio les ofreció té ó café esta tarde?
-Si, una joven nueva que no había visto antes, dijo que su nombre era Luisa y que ella servía el té porque tu no estabas
-¡Dios Santo! entonces fué ella -dijo Dorothy sorprendida llevandose las manos al rostro -con razón sus cosas no están en su habitación
-¡Qué has dicho Dorothy, entonces no cabe duda que fué ella y por eso ha escapado! -dijo Archie
-¿Pero qué razones tendría una sirvienta para envenenar a Candy? -questionó Stear
-No lo se hermano, por lo pronto vayamos a descansar para ir al hospital temprano mañana, Albert y Anthony tienen que saber esto -le dijo Archie
-¿Jóvenes desean que les prepare algo rápido de comer? -preguntó Dorothy
-No, gracias Dorothy puedes ir a descansar -le respondieron los hermanos
Al día siguiente los Ardley y acompañantes esperaban la respuesta del doctor Leonard y al salir de su oficina les dijo
-Buenos días, la señorita Candy está mucho mejor, le daré de alta para que puedan llevarla a casa, pero tendrá que reposar un par de días más y que tome estos antibióticos -dijo el doctor entregando la prescripción a Albert
-Claro que sí doctor Leonard, y nuevamente muchas gracias por todo -dijo Albert despidiéndose
Ya en la mansión Ardley, Patty, Annie y Samantha acompañaron a Candy a su habitación, para ayudarle a tomarse una ducha, y Paulina le preparaba un caldo
Mientras tanto en el despacho se encontraban Albert y sus sobrinos junto con George muy molesto, al saber que posiblemente sería la criada quien envenenó a Candy, Dorothy fué llamada al despacho y cuando llegó Albert le dijo
-¡Por dios Dorothy! ¿A quién metistes a mi casa? ¡a una asesina que casi acaba con la vida de mi sobrina!
-Lo siento señor, pido disculpas por lo sucedido, no volverá a pasar -dijo Dorothy bajando la cabeza
-¡Por supuesto que no volverá a pasar! desde ahora en adelante cualquier personal del servicio que se contrate, se le hará una verificación de antecedentes que Stear se encargará de esto y se me notificará primero ó a George antes de ser contratado, ¿queda claro? -dijo Albert seriamente
-¡Sí señor! -respondió Dorothy
-Bien, ¿ahora tienes copias de la identificación de Luisa?
-Si, aquí tiene señor -le dijo Dorothy entregando los papeles
-Por favor George encárgate de buscar a esta mujer hasta debajo de las piedras si es necesario -dijo Albert
***Continuará….
Nota: muchísimas gracias queridas lectoras por seguir mi historia, ahora sí es el último capítulo que posteo por aquí cuídense mucho