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BANDOLERAS DE TERRY--NO BUSCAMOS SUPERAR A NADIE, SINO A NOSOTRAS MISMAS--RENUNCIO A TI CAP. 10 --POR LADY FLOWERS

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LadyFlowers2021

LadyFlowers2021
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Renuncio a Ti
By Lady Flowers 
Capítulo 10




"No es la puñalada por la espalda la que duele, es cuando te volteas y miras quien tiene el cuchillo"


  Èl hombre de dorados cabellos sintió un  dolor punzante en su pecho cuando al abrir el libro de anatomía encontró como siempre dos blancos tulipanes cuyos pétalos marchitos guardaba entre las páginas de aquel libro, se los había obsequiado ella el dia  que partió a Springfield la capital del estado de Illinois a estudiar medicina.


    Nuevamente recordo como ese día todo su ser estaba dividido entre la emoción de hacer realidad su sueño de ser doctor y el dolor que sentía al separarse de la joven que había robado su corazon desde hacía tres años cuando ella sólo contaba con catorce, la recordaba como si hubiese sido ayer que la había visto por última vez, la chica tenía una piel muy blanca casi perfecta si no fuesen por las pequeñas pecas color almendra que bordeaban su respingada nariz y sus mejillas, de ojos aceitunados y cabellos color canela, ensortijados pero tan suaves como el algodón y que él disfrutaba sentir entre sus dedos, ella olía a miel y durazno,  el joven recordo sus hermosos ojos inundados de lágrimas cuando lo despidió esa fría mañana antes que tomara la carreta que lo llevaría a la estación de tren más próxima. Esther, la madre de la chica  tenía muchos años  trabajando como  cocinera en casa de la familia de él, y sabia que ninguno de los familiares del joven apoyaban la absurda idea que se dedicará a la medicina  esa mañana decidió acompañar a su hija, la noble mujer los dejo solos para que se despidieran como debían ser.


   Las lágrimas de ella que rodaban hasta los labios le daban un dulce sabor salado bendito,  cuanta pasión y lamentos de amor quedaron escritos en los corazónes de ambos jóvenes.


–No me olvides–decia ella entre sollozos 


–Nunca lo haré, sabes que te amo, vendré por ti amor mio.


–¿Me lo juras?– pregunto ella casi entre susurros al tiempo que secaba sus lágrimas.


–Te lo juro, vendré por ti para hacerte mi mujer legalmente–respondio el rubio mientras le tomaba las manos para besarlas–En un año vendré, nos casaremos y te llevaré conmigo para culminar mis estudios.


–¿Sere la esposa de un doctor?–pregunto la joven con un sutil sonrojo en sus mejillas.


–Por supuesto y nunca más nos separaremos, te prometo que repare el daño que hice.


–Shhh dijo ella entre dientes  colocando su dedo índice sobre  los labios de él y acercándose hasta su oído le dijo muy bajito–Jamas pienses que fue un daño el haberme hecho tu mujer–su rostro se tornó tan rojo como el sol naciente y le sonrió mostrándole sus pequeños dientes.


–¡Doctor Andrew!  ya es hora de ir al hospital se le hace tarde.–lo llamo su asistente desde el otro lado de la puerta.


–Gracias George,  voy enseguida–le respondió el doctor guardando en su maletín aquel viejo libro de anatomía que contenía entre sus paginas aquellos tulipanes como si se tratara de un tesoro.


   Cerro los ojos mientras George manejaba el auto que lo llevaria al hospital donde asumiría el cargo de director, otra vez los recuerdos acudían a su mente y golpeaba su corazón así como los remordimientos.


–¿Como pude por un segundo creer en lo dicho por Jackson Leroy en esa carta?... ¿Como pude haber creído que ella me había traicionado de esa manera?–se repetía en voz baja mientras daba pequeños golpes a su maletín–debí saber que lo dicho por Jackson Leroy en sus cartas no era más que una treta que mi familia había orquestado para separarnos, ella nunca había sido del agrado de  ellos y mis hermanos mayores la detestaban solo por ser la hija de una pareja de humildes  campesinos analfabetas que se ganaban la vida trabajando para la familia  y vendiendo el producto de sus tierras, una vez más repitió palabra por palabra lo escrito en esa desgraciada carta.


..."Al poco tiempo de tú partida, ella se olvidó de ti para siempre se casó con un tal  Arthur McNicol mucho más viejo que ella y con mucho dinero, que más nunca se preocupó ni vio por sus padres, incluso se le ve pasear por las polvorientas calles del pueblo del brazo de su esposo mostrando su abultado vientre"


–Abultado vientre, el amor de mi vida estaba embarazada de otro hombre, esas palabras taladraron su cerebro y su corazón sintiendo como sendas gotas de sangre emanaban del órgano que le recordaba que aún seguía viviendo.


    Apenas el tren se había detenido bajo lo más rápido que pudo, no quería perder más tiempo tenía que ir a la humilde casa donde vivia la chica con sus  padres  para preguntarle personalmente
que era todo eso que se decía de ella, se preguntó si la viuda Wilson le habria leído y entregado las cartas que le había enviado, se reprochó por no haberle enseñado a leer ni escribir.


    Cuando llegó al lugar se llevó una desagradable sorpresa solo una casucha sin techo ni puerta apenas se asomaba entre la espesa maleza que la cubria nada quedaba de la humilde casa de madera con un lindo jardín  cubierto de peonías, dalias y tulipanes que adornaban la entrada con sus brillantes colores.


–¿Quién es usted y a quién busca?– se escuchó una voz ronca y cansada detrás del joven, al verlo merodeando  lo que quedaba de casa.


–Busco a los Adams Charles y Esther Adams ¿Donde están?...y su hija?


–¿Para que los busca?–respondio el corpulento hombre que arrastrando los pasos se acercó lentamente al joven.


–Soy amigo de los Adams, bueno  ellos trabajan para mí familia–dijo el espigado rubio ante la imponente figura del anciano.


–¿Sabe dónde está el señor Adams?


–Espero que en las pailas del infierno–respondio el hombre haciendo que las piernas del rubio flaquearan.


–No puedo entender ¿porque dice eso señor?


–Despues de lo que ese maldito viejo hizo a su esposa e hija es lo mínimo que merece.


–¿Lo...lo que  hizo?..y que fue lo que hizo?–pregunto el joven sintiendo que le era difícil respirar


–Luego de perder la casa y su terreno en una carrera de caballos, Charles las recupero vendiendo a su hija al viejo Arthur McNicol.


   El joven rubio sintió como sus piernas perdían fuerzas mientras escuchaba lo que decía aquel desconocido.


–Aun me parece escuchar los gritos de descesperación cuando Arthur  McNicol vino a buscar a la chica y la saco en hombros como un costal de patatas de la casa, la pobre Esther por más que quiso no pudo ayudar a su hija, fue tanto el dolor que sintió que su corazón no resistió más y murió ahí mismo dias después el hijo de perra de Charles apareció colgado de un árbol de roble en el bosque.


   El joven sintió desfallecer y apenas con voz audible pregunto.


–Ella..Carrie ¿dónde está?


–Junto a su madre, debajo del árbol de Nogal


–¿Ella? ¿está?...¿está?


–Muerta, murió  después de haber parido.


   Esas palabras bastaron para que el joven cayera de rodillas, coloco su frente sobre el suelo y con las manos empuñadas comenzó a llorar.


–Dicen que el viejo Arthur la compro como doncella–prosiguio hablando el hombre– dicen las malas lenguas que al parecer ya no lo era, la paseaba por el pueblo como un trofeo, ella siempre tenía una mirada perdida y triste, al pasar los meses lucia más pálida y delgada, después anuncio embarazo y ya no se le vio más hasta el momento de dar a luz.


–Mi pobre Carrie tuvo un hijo del mal nacido que la compro, cuando debió sufrir, debí haberme quedado a su lado–decia el joven sin poder contener las lágrimas.


–Hija


–¿Que?


–Su pobre Carrie no tuvo un hijo tuvo una hija rubia como usted.


   El joven había escuchado bien, su amor había tenido una niña rubia como él, se levantó lo  más rápido que pudo y tomandolo del cuello de la roida camisa le gritó.


–¿Donde esta?..¿donde está la niña?


–El viejo Arthur dijo que había muerto junto a la madre– respondió pausadamente


–¿Que dice? ..¿si ambas murieron en el parto como sabe que la niña era rubia?


–Eso fue lo que Arthur les dijo a todos, pero Rose mi esposa fue la partera y ella ayudo a salir a la pequeña,  Arthur McNicol era un hombre de piel tostada y ojos negros al ver a la niña tan rosada y rubia entro en cólera no permitiría que nadie supiera que su mujercita había parido la hija de otro por eso la desaparecio.


–¿Que quiere decir con que la desaparecio?


–Se ve que usted es un joven estudiado, por lo tanto debe saber que significa eso.


–¿No puedo creer que alguien sea  capaz de matar a una criatura que acababa de nacer?


–Asi se libraría Arthur McNicol que  lo llamaran cornudo y ser la comilla de todos en el pueblo.


   El joven sintió desfallecer y cayó nuevamente al suelo el dolor que sentía en su pecho no le permitía respira, sintió que su cabeza daba vueltas quiso vomitar, gritar, golpear


–¿Digame, donde puedo encontrar al maldito de McNicol?


–Junto a Charles en las pailas del infierno, se libro de que lo llamaran cornudo, pero no de los cascos de su caballo cuando cayó de esté totalmente ebrio.


–Fue su Rose la que desapareció a mi hija?–pregunto el rubio lleno de ira y dolor.


–No, fui yo.




           **********************




   Candy paso las primeras horas de la mañana en el quirófano ella era una de las enfermeras con conocimiento de instrumentación quirúrgicas más respetadas del hospital, esa mañana hubo más movimiento de lo habitual no solo por la asistencia de pacientes sino por los preparativos de bienvenida del nuevo director del hospital, lo único que se sabía de él era lo joven, trabajador e inteligente que era además que traía experiencia  de hospitales del extrajero. 
   
   Luego de estar en dos intervenciones quirúrgicas Candy se tomó un tiempo y se dirigió al área de descanso de las enfermeras ahí se encontró con la enfermera Juliet que  arreglaba su  uniforme.


–Ya deja de estirar ese uniforme Juliet te ves muy bien–bromeo Candy al ver a su compañera estirar una y otra vez la falda del uniforme con su manos.


–De verdad quiero darle una buena impresión al nuevo director del hospital, no quiero que me agarré idea y me este regañando a cada instante como lo hacía el antiguo director.


–El director Richarson no te regañaba por el uniforme, sino por tu mal desempeño en el trabajo Juliet–le comento la rubia


–Bah por lo que sea, quiero dar una buena impresión, y tú debes de hacer lo mismo en media hora debemos ir al salón de conferencia para la presentación del nuevo director.


–Lo se, lo sé, solo cerraré los ojos unos diez minutos antes de ir al salón de conferencias, estaré allí antes de que llegue el nuevo director–Decia Candy mientras cerraba los ojos y se recostaba en una cama disponible para el descanso de las enfermeras pero  esos diez minutos se convirtieron en veinte, al despertar entro en pánico y lo más rapido que pudo se arregló la cofia el uniforme y salió corriendo hacia el salón de conferencias con tan mala suerte que al abrir la puerta trompezo con la alfombra cayendo de bruces ante la vista de todos allí presente.


  Unos de los asistentes en el salón la ayudo a levantarse el  hombre de cabellera y barba dorada le pregunto si se encontraba bien a lo que la chica respondió afirmativamente, era la primera vez que Candy veia aquel hombre alto de buen porte de unos treinta y tantos años.


–Disculpe ¿Ya presentaron al nuevo director? Es que me quedé dormida.


–No aún no–respondio el hombre rubio cuyos lentes cubrían sus impactantes ojos  azul cielo.


   Justo en ese momento el director Richarson invito al nuevo director al frente de la sala y Candy vio como la persona que la ayudo a levantarse del piso caminaba   y se colocába al lado del director saliente tomo la palabra y se presentó.


–Buenas tardes soy el Dr Albert Andrew y desde hoy seré el nuevo director.







Gracias a todas por leer...


Les anuncio atraves de este medio que pronto estaré compartiendo esta historia en Wattpad,  espero que me acompañen  BANDOLERAS DE TERRY--NO BUSCAMOS SUPERAR A NADIE, SINO A NOSOTRAS MISMAS--RENUNCIO A TI CAP. 10 --POR LADY FLOWERS 463717

A Evelyn Rivera Strubbe, Yazmin7u7, Ximena Torres y a EliRoseZafiro les gusta esta publicaciòn

Evelyn Rivera Strubbe

Evelyn Rivera Strubbe
Niño/a del Hogar de Pony
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Gracias por continuar la historia en Wattpad. Buenísima :clap_tone2::clap_tone2::clap_tone2::clap_tone2::two_hearts:

Evelyn Rivera Strubbe

Evelyn Rivera Strubbe
Niño/a del Hogar de Pony
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Puedes proveer tu link de Wattpad? Gracias

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