SEDUCIENDO AL VILLANO
GIANNY 17
CAPÍTULO 2
GIANNY 17
CAPÍTULO 2
---Pero señorita su padre dijo claramente que debería usar este vestido para el encuentro de hoy.- Una de las mucamas tomó el bello vestido color verde agua entre sus manos y lo miró con emoción.- Además dijo que no permitiéramos que saliera con algunas de las suyas.
---Rose ¿A quién sirves en estos momentos? .- El cejo fruncido de la joven hizo suspirar a la mucama que con cuidado volvió a colocar sobre la cama el bello vestido.
---A usted señorita, pero por hacer caso a cada uno de sus disparates es que hoy estamos metidas en esto y digo metidas porque también fui participe de cada una de las excusas que lograron su soltería de hoy.
---Rose guarda silencio. - Pujó Candy al ver como su mucama tomaba su cabello para peinarlo.- Ahora más que nunca no puedo casarme…no con Somerset.
---Yo le dije que escogiera al joven conde Luke, estaba guapo y digno heredo de su familia
---¡Rose!
---Lo sé, lo sé… no le gustaba. - La joven negó ante la actitud de su señorita.- Pero era mejor un conde joven y guapo que un viejo marques rico amigo del emperador.
El quejido de la joven logró que al fin la joven muchacha guardara silencio, la imagen de ambas mujeres en el espejo dejó una extraña sensación en la habitación y aunque se realizaba una rutina diaria la atmosfera era lúgubre.
---¿Y tiene planeado hacer algo para evitar la cita de hoy?.-La voz de Rose hizo que los ojos de Candy la miraran a través del espejo.- Porque planeo algo verdad.- Una sutil pero agradecida sonrisa se formó en sus labios. – Me imagino que debemos apoyarnos para evitar que termine como la esposa de alguien tan viejo como su padre.
---Gracias Rose.
Con esas palabras ambas mujeres empezaron su preparación para la cita programada y al cabo de un par de horas una joven era despachada en un carruaje hacia el centro de la ciudad.
---¿Hiciste lo que te pedí?.- Preguntó algo ansiosa Candy al ver como se acercaban a su destino.
---Si, tuve que pagar algo más, pero todo está listo.
---Bien.
---Pero señorita.- El titubeo que observó en su joven mucama no la ayudo a relajarse. – No cree que puede ser peligroso contratar este tipo de servicios, no sabemos si al final solo se conformaran con el pago ofrecido.
---No te preocupes todo saldrá bien.
---Pero señorita es el collar de su madre…
---Por eso será más real.
De pronto el carruaje se detuvo y Candy esperó a que la puerta se abriera y tal como lo había predicho, en la entrada del local se hallaba el marqués de Somerset esperando escoltarla hacia el interior, suspiró y antes de bajar dio un vistazo rápido alrededor para verificar el ambiente que la rodeaba.
Rose la ayudo a bajar del carruaje y acomodó su vestido una vez ella tocó el suelo, Candy miro al elegante hombre parado a unos metros de ella y sintió un estirón en el estómago, como lo odiaba.
Automáticamente sonrió y acomodando su cabello hacia un costado dejó ver su elegante cuello adornado por el hermoso collar de esmeraldas que brillaban como sus bellos ojos.
Y mientras Somerset la miraba engatusado por su belleza sin poder moverse, le bastó un paso a Candy para poder iniciar el show de ese día.
Una fuerte mano tomó el collar y jalándolo con fuerza lo arrancó del delgado cuello femenino, obligándola a caer de rodillas sobre el duro suelo.
---¡Señorita!.- El grito de Rose se escuchó al ver el estado de su ama.- ¿Esta bien?
---El collar de mi madre.- Los ojos de Candy se abrieron y miraron la dirección del ladrón.
---¡Señorita Arlington!.- La voz del marqués se escuchó confundido al ver como la joven dama corría detrás del ladrón.- Ustedes.- Ordenó al ver toda esa escena.- Vayan detrás de ella y recuperen ese collar.
Asintiendo algunos de los caballeros corrieron a buscar lo encomendado por su señor.
Como era una hora en la que la nobleza y otros se juntaba para hacer vida social, las calles estaban llenas de gente y el caminar se hacía difícil, pero este pequeño detalle no molesto para nada a Candy, al contrario estaba agradecida de poder perder a los hombres del marqués entre los diferentes callejones por los cuales se metía. Su único problema en estos momentos era poder recuperar el collar que había pedido robar.
Había pagado a algunos hombres para robarlo ante los ojos del marqués y huir lo más lejano del lugar y después entregarlo para poder recibir una recompensa, el problema era hacer que estos hombres no cambiaran de pensar y se quedaran con el collar, lo cual sería fatal ya que era un recuerdo de su madre.
---¿Era por aquí?.- Habló mientras intentaba recordar las indicaciones de Rose .- Dijo que era por la calle Marle .- Miró confundida el oscuro callejón que se le presentaba.- ¿Dónde diablos estoy?
Se detuvo al ver como las luces de los faroles empezaban a prenderse detrás suyo y el sonido de los negocios se hacía presente.
---¿Hola?.- Llamó con algo de temor.- Estoy aquí por el collar.- Los pasos titubeantes la hicieron perder dentro del callejón. - ¿Hay alguien ahí?
De pronto la enorme figura frente a ella la hizo detenerse y apretar la bolsa de sus manos con fuerza, el hombre que sostenía del cuello a otro se giró al sentir su presencia y la observó en silencio.
Candy sintió como el miedo invadía su cuerpo ante la violenta escena y sin poder decir nada intentó retroceder su andar.
Pero apenas cuando pudo dar un paso, vio como este soltada a su oponente y lo arrojaba sobre el suelo para después girarse y caminar hacia ella, por instinto cerró los ojos y espero algún movimiento pero se sorprendió al no sentir nada, poco a poco abrió ojos y lo que observó la dejó sin palabras.
Al frente suyo una enorme mano se extendía y sobre ella se hallaba el collar robado.
---Esto es suyo.- La voz varonil sonó tan cautivadora que le puso la piel de gallina, sus ojos volaron hacia el rostro del hombre y un calambre en su vientre se hizo presente.
“Dios mío”
Pensó al verlo de frente.
La mano de Candy se movió por inercia y tomó el collar y aunque sus ojos miraban la joya, una sensación extraña llenaba su ser, estaba inquieta y no se sentía segura, un leve sudor empapo la palma de su mano y un temblor en su garganta amenazó su tranquilidad.
---Debería salir de aquí, es peligroso. - El hombre que se había girado y se hallaba de espaldas a ella, caminó nuevamente hacia el gamberro caído. - A la próxima no salga corriendo detrás del villano no sabe lo que podría pasarle.
Solo ahí Candy se dio cuenta de lo que había sucedido, este hombre había golpeado al ladrón de su collar, ladrón que ella había pagado para salir del alboroto de hoy.
Cerró los ojos y pidió disculpas internas al pobre hombre que se hallaba inconsciente en el suelo y para acabar de una buena vez se dirigió a su benefactor.
---Gracias y si hubiera algo que pueda darte en compensación por recuperar el collar, solo pídelo.
Los movimientos del hombre se detuvieron y una risa ahogada se escuchó apenas.
---¿Quieres compensarme?
Candy comprendido que había cometido un error al sugerir aquello.
---¿Qué tal un beso de la señorita?
Oooooooooooo//ooooooooo
---Me estas diciendo que lo hiciste de nuevo.- Los ojos de Paty la miraban con diversión mientras tomaba un sorbo de su te.- Volviste a armar una escena para evitar una cita.
---Era necesario. - Soltó Candy al ver como ambas mujeres cruzan miradas cómplices entre ellas.
---Pero …¿Cómo piensas anular un matrimonio aprobado por el mismo emperador?
---Yo no lo voy a anular, lo hará el marqués.
---¿Pero no es mejor que aceptes la unión?. - La voz de Annie hizo que Candy frunciera el ceño . – Es un negocio comercial que beneficia mucho a tu familia, además estoy segura que le gustas al marqués.
---Claro que le gusto, Annie.- Le recriminó enfadada la rubia.- Tengo 40 años menos que él, soy el juguete perfecto para su habitación.
---Pero serias su juguete favorito.- Ahora fue el turno de Paty de fastidiarla.- Has rechazado a cada buen hombre que se te presentó, solo por la loca idea de la emancipación masculina que buscas y bueno hasta cierta parte tenías razón, eran críos que aun no asumían roles importantes en su familia.
---Pero el marqués es un hombre maduro y es guapo. - Añadió Annie mientras tomaba su taza de té.
---¡Se está quedando calvo!.- Chilló Candy al recordar la figura vista días antes.
---Todos pierden un poco de pelo con el pasar de los años. – Le restó importancia Annie mientras cogía una galletita.
---Mientras te reconozca como la única señora de la casa y tengas todo a tu alcance, el matrimonio es bien recibido.
---Lo dicen ustedes que se casaron enamoradas.- Las palabras de Candy sonaron heridas.- ¿Porque he de casarme sin amor solo por un negocio comercial? …no necesito eso.
---Candy.- Paty la llamó al verla guardar silencio .- El amor es un sentimiento que nace de la convivencia, yo no amaba a Stear a un inicio.
---A mi si me gusto Archie, desde que lo vi desee ver ese pecho descubierto.
---Annie guarda silencio. - Paty la mandó a callar. - Como te decía, yo no amaba a Stear a un inicio, pero el vernos todos los días y aprender a conocernos nos llevó a donde estamos hoy.
---Yo no voy a amar al marqués.
---¿Por qué?
---Porque conozco a los tipos como él, está detrás del poder de mi familia y yo soy la llave para obtener todo aquello de mi padre.
---¿Y no puede amar a Candy?.- La miro con una sonrisa tranquila.
---Eso es difícil. - La voz de Annie se escuchó divertida. - Ella es un problema serio y estaría loco si le gustara de verdad.
---Annie.- Paty pateo a su amiga por debajo de la mesa.- Deberías darle una oportunidad.
---O buscar a un pretendiente que realmente te caliente el cuerpo.- Esta vez fue una galleta que voló hasta la cabeza de la pelinegra para hacerla callar.- ¿Por qué hiciste eso?
---¿Por qué hablas de esos temas con ella?.- La retó Paty al ver la actitud de su amiga.
---Toda mujer pasa por eso.
---¡Cuando está casada!
---Ay que mojigata me resultaste Paty.
Candy observó como ambas discutían y suspirando dejó que sus pensamientos volaran hacia otro lado, al cabo de unos minutos se percató que ambas la miraban expectantes.
---¿Qué?.- Preguntó al no comprender su actitud.
---Te preguntamos si asistirás a la fiesta de inicio de primavera de este año. – Annie espero con ojos entrecerrados. -Ya que el año pasado no lo hiciste para evitar ser material de casamiento...otra vez.
---Lo cual no funciono. - Soltó por lo bajo Paty. – Pero ya que estas comprometida será más fácil mantener lejos a los lobos de ti.
---Que graciosas. - Respondió Candy con total seriedad.
---Nadie se te acercará y con respecto al marqués será suficiente un baile, luego puedes indicar estar indispuesta. – Soltó Annie intentando convencerla.
---Durante toda la noche.- La apoyo Paty.- Podemos pasear por el palacio y chismear de todas las nuevas debutantes.
---Tal vez encuentres a tu príncipe azul.- Annie le guiño un ojo mientras tomaba un poco de té, ganándose con ello una mirada de reproche de parte de Paty.
---¿Iras verdad?
Candy miro a ambas mujeres y estrujando su vestido asintió convencida, se había mantenido alejada de las reuniones sociales para evitar un matrimonio de conveniencia y ahora estaba arruinada, si volverse una socialité impedía su matrimonio lo haría con mucho gusto.
---Iré y más les vale no frenarme.
Ambas jóvenes se miraron inquietas y sin saber la razón creyeron haber cometido un error.
POR AQUÍ EL CAPÍTULO 1
Última edición por gianny17 el Jue Abr 13, 2023 8:41 pm, editado 1 vez