Art.Betty Graham
Los almuerzos cesaron, y muchas veces, los sándwiches que le daba a Felix para que le llevara volvían sin ser probados. Comenzó a llegar tarde a cenar, algunas noches sin presentarse. Al principio, fui a buscarlo, pero cada vez me encontraba a Felix afuera de su oficina y simplemente sacudía su cabeza.
"Ahora no, Candy."
Terry subía a la planta alta cada vez más tarde y a menudo, estaba dormida para cuando se iba a la cama. Por lo general se había ido cuando yo despertaba. Las raras ocasiones que se aparecía antes que me durmiera, se duchaba, se metía en la cama y sin decir nada, me tomaba, sus caricias necesitadas y demandantes. Las únicas palabras que pronunciaba eran en la pasión del momento, al gemir y temblar sobre mí.
"Te necesito, pecosa," susurraba. "Te amo, Candy."
Pero ya no me abrazaba.
Cuando desperté esta mañana, me di cuenta que no me había tocado en una semana. Las últimas tres noches, dormí sola.
En mi desesperación, hablé con Pony, que me escuchó en silencio mientras yo hablaba.
"Me siento como si ya lo estuviera perdiendo. No sé qué he hecho mal."
Suspiró, frotando mi brazo. "Nada, Candy. Terty es muy nuevo en esto." Hizo una pausa. "No debería decírtelo, pero están trabajando en una nueva misión . Creo que es la forma en que Terry trata de protegerte. Él se obsesiona y se vuelve diferente cuando esto pasa."
"¿Diferente?"
"¿Recuerdas cuando lo conociste?"
"Sí." Me estremecí, pensando en esa noche. Su frialdad, y el hecho que lo había visto matar gente sin inmutarse o mostrar arrepentimiento.
"Creo," empezó a decir, y suspiró otra vez, "Creo que lo está encontrando más difícil, debido al lado más tierno que tú has despertado en él. Hay dos lados en él, y está intentando mantenerlos separados."
"Sé con quién me casé. Acepté eso cuando consentí en ser su esposa."
"Lo sé. Y él encontrará el equilibrio. Sé paciente, y ámalo. Volverá a ti, y una vez que lo haga, puedes hablar con él al respecto."
"Muy bien, lo intentaré."
"Ven a almorzar con nosotras la próxima semana. Dale a Annie la oportunidad de conocerte más."
"Se ve muy tensa cuando estoy cerca."
"Algunas veces necesita que la presionen. Nunca sería descortés con la esposa de su hermano, así que ven y acompañanos a comer.
"¿Tal vez podría preparar algo?"
"Le encantan las galletas. Terry le lleva en ocasiones."
"De acuerdo, lo haré."
Miró por encima de mi hombro. "Estás preparando muchas cosas."
"Es nuestro aniversario de un mes. Le estoy preparando a Terry su cena favorita. Incluso hice galletas especiales que Felix le llevó temprano para recordarle."
"Estoy segura que no olvidará la fecha." Se puso de pie. "¿Te veré la próxima semana?"
"Sí."
Ella se fue, y yo terminé las preparaciones para la cena. Fui arriba a ducharme y ponerme uno de los vestidos favoritos de Terry. Color azul oscuro, con un escote al hombro que dejaba mis clavículas al descubierto. Él me dijo que eran sexies, y quería que esta noche todo fuera tal y como le gustaba.
Puse la mesa con velas y flores. A las ocho, dejé lista la comida.
Entonces esperé.
A las ocho treinta, toqué en la puerta de su oficina, pero nunca se abrió. Intenté abrirla, pero estaba cerrada con seguro.
A las nueve, apagué las velas.
A las nueve treinta, guardé la comida, luego demasiado cansada y triste como para preocuparme por el resto de la cocina, me fui a la cama.
Preparé un baño y me metí, todavía esperando que Terry entrara corriendo lleno de disculpas, y haríamos el amor en la bañera. Entonces podríamos bajar y saquear juntos el refrigerador como lo habíamos hecho en otras ocasiones, y se salvaría la noche.
Pero él nunca vino.
Justo como esta casa.
No era un hogar. Era una fachada para el grupo de trabajo de Terry. Era donde planeaban sus misiones, donde tramaban la muerte de aquellos que atrapaban.
Me estremecí. Terry había expresado que quería una familia. Hijos. Miré alrededor, tratando de imaginar alegres pequeñines en este enorme caserón. ¿Se oirían sus risas o serían silenciados, exiliados a un lugar de la casa que no se utilice para que no molesten a nadie?
Las lágrimas llenaron mis ojos al pensarlo. No permitiría eso. Quería que mis hijos crecieran en un hogar lleno de luz y amor. Que fueran felices.
Continuará...