LEE AQUÍ EL CAPÍTULO 11 PARTE 1
LEGADO GRANCHESTER.
CAPÍTULO 11.
PARTE 2
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Candice salió a platicar con el doctor Leonard, quién le daría algunas instrucciones sobre la dieta para su esposo, la septicemia ya era casi inexistente, y de momento no había rastro de alguna secuela, pero debía continuar con el tratamiento.
Mientras tanto, Terence en su habitación, era atendido por una de las enfermeras, en donde Scott, el guardaespaldas vigilaba todo, desde una esquina.
Candice olvidó su celular sobre la mesa que ocupaba como escritorio. El aparato empezó a vibrar, no una, ni dos, sino varias veces. Terry, pensando en que sería alguna emergencia de Daisy, quién estaba supervisando las sucursales en lugar de Candy; le pidió favor a la enfermera que se lo alcanzará, y la dispuesta mujer así lo hizo.
Terry contestó—¿Bueno! ¡Aló? —El silencio fue su respuesta, y luego le cortaron la llamada. Vio la pantalla con el ceño fruncido, pero esta, ya se había bloqueado. Estaba seguro de que no había sido un número desconocido.
Candice entró con el galeno, quién traía en sus manos la orden de egreso. El aparato empezó a vibrar, el castaño que aún conservaba el celular, notó que el contacto estaba registrado bajo las iniciales "J.A.", Candy se apresuró, y cogió el móvil… Se disculpó y salió al pasillo a tomar la llamada. Terence saludó al galeno, y leyó las recetas, sin embargo, esa llamada lo había dejado intrigado, y más con la actitud de su esposa; ya que ella siempre tomaba las llamadas en la habitación.
Candice entró con un rostro serio.
—¿Todo bien? — Cuestionó el castaño.
—Sí mi cielo—. Ella le dedicó un gesto dulce.
Agradecieron las atenciones del médico y procedieron a retirarse.
Entre Scott y Stewart, llevaron las cosas personales de la pareja a los autos. Candice se detuvo a cancelar en caja, y Terry la esperó sentado en un sofá, de la pequeña, pero elegante sala de espera. No pasaron ni cinco minutos, y algunas enfermeras ya se paseaban frente a él. Incluso una de ellas, fue tan osada, que se acercó a desearle mucha suerte y una pronta recuperación. Candice rodó los ojos al ver las atenciones con las que trataban a su esposo, y entonces notó que algunas llevaban tacones altos, cabello suelto, labios maquillados… Y ¿Desde cuándo las enfermeras usaban faldas tan cortas? Negó con la cabeza, firmó el váucher y guardó la tarjeta de crédito de su esposo. Llegó a él, y finalmente lo sacó de ese lugar.
Los esposos Granchester Ardlay estaban de vuelta en su hogar, y fueron recibidos con una pequeña fiesta, estando presentes Mia, Ellie, Eleanor, Patty, el pequeño Stair, la abuelita Martha, Pony y Dorothy. Terry los acompañó poco tiempo, ya que, debido al cambio de ambiente, aquello le produjo mareos. Así que sus hijas muy atentas, lo ayudaron a subir los escalones hasta su habitación. Candice le dio sus medicinas y lo dejaron descansar.
Estaba en un sueño profundo, cuando a lo lejos escuchó la vibración de un aparato. Se giró pensando que estaba soñando, pero el movimiento vibratorio no se detenía, así que vio el móvil de su esposa, sobre la mesita de noche. Lo tomó y contestó.
—Buena tarde.
—Caballero mucho gusto, le saluda Evelyn Strubbe, de JPMorgan Chase Bank, por favor podría comunicarme con la licenciada Candice Granchester.
—Buena tarde Evelyn, le saluda Terence—. La señorita, en la otra línea del teléfono, de inmediato lo saludó, pues lo conocía en persona.
—Ingeniero mucho gusto de saludarle. Perdone que lo moleste, ¿podría dejar con usted el mensaje para su esposa?
—Claro Evelyn.
—Por favor puede comentarle, que ya está realizada la transferencia que me solicitó hace un par de horas. El inconveniente era en la agencia de Chicago, debido a una tormenta eléctrica, pero ahorita ya hay sistema, y está liberado el dinero para disposición de la señora Julia Anderson.
—¿Julia Anderson? — Terence preguntó confuso.
—Así es ingeniero.
Terry estaba perplejo, y con miles de preguntas en su cabeza.
—Gracias Evelyn, yo se lo diré.
—A usted las gracias ingeniero, siempre es un gusto servirles—. La llamada terminó. Entonces alzó su vista, y encontró a su esposa recostada en el quicio de la puerta, con un gesto descompuesto.
—¿Quién era? —Ella le cuestionó.
—No sabía que tenías comunicación con tu tía—. Candice no respondió.
—¿Cómo la encontraste? ¿Qué hace en Chicago? ¿Por qué le estás transfiriendo dinero?
—No creo que sea oportuno que hablemos de eso ahora. Además, ya mañana tengo que presentarme a la empresa…— Ella no terminó de hablar, porque él velozmente se levantó, y la haló de un brazo, obligándola a sentarse sobre la cama.
—Lo siento cariño, pero de acá no te mueves sin explicármelo todo.
—En verdad Terry, no…
—Por favor Candy, creo que tengo el derecho de saberlo…
Candice no soportó la mirada de su esposo, y se quedó en silencio, buscando las palabras correctas, para decir lo que había estado ocultándole desde hace mucho tiempo.
—Terry…. Es que tú no comprenderías…
—Si no me lo explicas, no lo haré. Pero por favor, necesito escucharlo. No me hagas sentir de nuevo como un miserable esposo.
—No. No. No pienses eso, es que… —La rubia empezó a sollozar.
—Por favor, dime que pasa… Habla mi amor, confía en mí.
—Prométeme que pase lo que pase, estarás a mi lado.
—No necesito prometer algo tan absurdo —. Terry se preocupó.
Candice respiró hondo y empezó a relatar, con la vista perdida hacia una de las paredes de la habitación— Hace un par de años, yo estaba en una de las giras, y recibí una llamada de la tía abuela—. Terry frunció el ceño— Me pidió ayuda.
—¡Ja!... Lo sabía—. Él la interrumpió.
—¿Me vas a dejar terminar de hablar?
—Perdona…
—Entonces, me contó, entre otras cosas, que finalmente se había quedado sola, y que estaba arrepentida del daño que me hizo.
—Demasiado tarde.
—Empezaba con problemas de salud…
—Y aquí viene el chantaje…
—¡No me interrumpas! O juro que me voy, y ya no te digo nada…— Terry tensó la mandíbula. Ella continuó — Me mandó imágenes con los resultados médicos, en sus ojos empezaban a salirle cataratas, y le estaba afectando mucho en su visión. Así que me pidió ayuda, y no dudé en brindársela, porque a pesar de lo mala persona que fue conmigo, gracias a ella, logré salir adelante—. Terence estaba tragando bilis, quería tener en sus manos a esa bruja y estrangularla— Así que le mandé dinero, fue con los mejores especialistas, pero definitivamente ya no se podía hacer nada. Estaba muy mal Terry, ella sufría al estar en esa condición. Entonces, entre pláticas, le dije que se buscara a una muchacha para que la ayudara en sus cosas. Porque ya sabes que, al quedar viuda, no pudo seguir con el negocio que administraban, y se vino a la ruina. Buscó a una persona, y por cuestiones del destino, mi tía Julia llegó solicitar el trabajo. Mi vida, yo no sabía que era ella, hasta que ella misma me lo dijo por medio de una llamada, y no sabes lo feliz que me hizo encontrarla, porque, aunque no tenga recuerdos presentes a su lado; sabía que, para mis padres, ella era muy especial. Así que sin dudarlo la contraté, claro que la tía abuela desconoce la verdad, porque no logró reconocerla al perder el cien por ciento de su visión.
—No sé qué decir, o más bien, no sé qué quieres escuchar… Esto fue muy importante para ti, y no encuentro el motivo por el cual me lo ocultaste Candy. Además, me conoces y sabes que yo no le hubiera negado la ayuda.
—Lo sé, pero quería hacerlo por mi propia cuenta, con el dinero que gano mes a mes. Además, se lo debía a la tía abuela, ya que, gracias a ella, es que pude traerme a la nana Pony desde México. Era una deuda personal, Terry.
—Claro… Lo has manejado muy bien.
—Es verdad que sufrí mucho de niña, pero a pesar de todo, agradezco a los Ardlay por apoyarme.
—Ahora quiero preguntarte, ¿cuándo pensabas contármelo? — Candice limpiaba sus lágrimas…— Responde mi amor…
—Perdóname por favor, yo… No pensé…
—No pensaste que me enteraría. Estamos haciendo las cosas mal mi amor, y eso conlleva la falta de comunicación, quizás de confianza, exceso de trabajo, en fin. Pero te prometo que eso va a cambiar, te apoyaré, porque lo que para ti es importante, para mí también lo es ¡Grábatelo en la mente! —él pasó sus dedos sobre las mejillas de Candy, y limpió su último rastro de lágrimas.
Continuará...
Última edición por AstridGraham el Vie Mayo 05, 2023 6:25 pm, editado 1 vez (Razón : Actualización de link de lectura.)