Bandoleras de Terry/ Destino Capítulo 1 parte 4/Song Fic/ by Maru Segura.

Capítulo 1 parte 4.

“ En esta No, aunque duela tanto aceptarlo, y me quede con ganas de dar lo que me quema el corazón.

En esta no, nuestra historia nunca comenzó.”

En esta No/ Sin Bandera

Entre al hotel, ya sabía cuál era la habitación de William, tenía que hablar con él.

Cuando entré a la habitación ninguno de los dos dijo nada, nos sentamos en la pequeña sala que complementaba el lugar

- Han pasado varios años, y veo que sigues siendo el “arrebatado” de siempre- había cierto aire de sarcasmo en sus palabras

- ¿Qué pretendes? Ella está viviendo si duelo, y vienes a importunarla, no crees que tardaste un poco? – lo encaré

- Sé que no tengo derecho, pero, quiero pedirte, suplicarte que no me juzgues, en el pasado fuimos Amigos..!-

- ¿ Qué quieres, otra Amante? Porque te equivocaste de lugar, y de persona..!- se puso de pie

- NO!! La quiero a ella, a ella a quien nunca deje de Amar!- se me hizo un nudo en mi garganta, estaba llorando, con un Demonio, cometí muchos errores, lo aceptaba, pero, era lo único de lo que estaba seguro: ya no podía callar, era cosa del Destino, me estaba dando otra oportunidad, y yo deseaba tomarla pese a todo. Me miró detenidamente, sabía que estaba siendo sincero, puso su mano en mi hombro

- Debo ser sincero contigo, antes de venir por ella yo renuncie a la Fortuna Familiar, hice mi especialidad como Zootecnista y tengo una oferta de trabajo en Chicago, no es mucho pero a ella y a su hija no les hará falta nada.. resuelve tu vida, sabes que ella siempre ha sido para mi una hermana, estoy seguro que sabrá esperarte, creo en ti, si esta vez el destino les está dando una nueva oportunidad no la eches a perder!- asentí, me pidió que esperara un momento, me senté y trate de componerme, era cierto no podía irme así, empeoraría mi situación, despeje mis pensamientos y salí de la habitación, bajé despacio la escalera, cuando escuché mi nombre:

- ¡ Terrice!!- era ella, parada escalera arriba, su rostro a pesar de su ropa de luto se veía radiante, bajó lentamente hasta estar a dos peldaños de mi, miré su blanca mano reposada en el pasamanos,

- Discúlpame… Yo, no debí ser tan dura..!- bajó la mirada, ascendí un escalón para estar a la altura de su rostro

- Debo volver, tengo que finiquitar mi situación.. pesé a que tú aceptes o no, no voy a seguir así… busqué sus ojos – Yo, realmente te Amo..!- su mano cubrió mi boca, sus ojos brillaban, supe que había una esperanza

- No tardes mucho por favor, esperaré, creo en ti!- tomé su mano y la besé, ella sonrió levemente, y entonces me besó, ¡Dios!! Supe por un instante lo que era el paraíso en esos labios que me llevaron por segundos a la gloria, se ruborizó y yo la abracé, era la segunda despedida en una escalera, pero está vez con la promesa de volvernos a ver, había esperanzas!

Me costó tanto desprenderme de ella, pero debía volver.

Espere a verla zarpar, llevaba a su pequeña entre los brazos, era Hermosa como Madre; regresé por mi equipaje a mi hotel, cuando iba de salida me sorprendió ver a Susana estaba en el lobby me miró nerviosa

- Terrice por favor.. mi madre, ella no acepta que yo sea una mujer divorciada, no quiero que te haga daño..!!- estaba fuera de sí

- Que tonterías dices!- entonces apareció, estaba llena de odio, esa mujer estaba aterrada por la idea de perder mi fortuna!

- No te vas a librar de tu responsabilidad de Esposo, mi pobre hija no merece que tú la dejes, si haces eso vamos a acusarte de Bigamia y tu Amante sufrirá la vergüenza!- decía levantando la voz

- Señora le pido por enésima vez que no se meta en mi Vida! Su hija y usted van a quedarse con lo que hay aquí, la mansión y una pensión que le aseguro le garantizará la vida a la que siempre soñaron.- grito iracunda

- Nos vas a someter a mi hija a vivir mi misma Pena, la de una mujer divorciada!- metio la mano a la bolsa que llevaba y sacó un pequeño revolver

- La prefiero viuda..!!- disparó sin pensarlo, entonces sentí aquel jalón, Susana se afianzó de mi sacó y se puso de pie recibiendo la bala en la espalda, la alcancé a tomar en mis brazos, pronto la deposité en un sofá entre los gritos de los empleados del hotel que detenían a la mujer, y los de ella horrorizada por saber que había herido a su propia hija

- Terrice… por el Amor de Dios! Sé Feliz.. ¡- trate de calmarla

- No hables, ya viene una ambulancia… porque siempre quieres salvar mi Vida? – le dije a manera de reproche

- Por egoísmo… pero está vez… por Amor… a ti… y a mi hijo...-

Era sincera, porque en ese momento exhalo su último aliento. “

Candy estaba impactada, había algo en esa última parte que le recordó algo, fue a su colección de Video Casetes y buscó uno en particular, lo puso dentro del VHS, recorrió la cinta hasta esa parte:

"Las campanas de la iglesia suenan tristemente, anunciando una despedida. Todo en este día es gris: el cielo, el canto apagado de las aves, el viento, incluso el rostro desencajado de los dolientes, de entre todos el de él, su mirada parece perdida en la nada, o tal vez en los recuerdos, como si con ello buscará una respuesta a todo cuanto siente en este momento.

A su mente llegan un cúmulo de recuerdos, el primero, cuando la vió por vez primera:

"- Un médico, un médico por favor!! - gritaba aquella chica desesperada, con una gaviota inherente entre sus manos, aunque parecía descabellado, parecía no importarle a nadie, el la observó desde un rincón del restaurante del Mauritania, y se topó por primera vez con aquel par de inolvidables ojos color esmeralda."

En la iglesia, el ministro se acercó al ataúd, y con agua bendita daba el último adiós, mientras rodaba una lágrima en la mejilla de él, y con ella revivía aún más recuerdos.

"Aquella tarde en Escocia: - Porqué me abofeteo? Pensé que también deseaba ése beso! Ese beso que supo a gloria a paraíso, a eternidad-"

Seis hombres cargan el ataúd a cuestas, directo al cementerio, tras ellos les sigue un cortejo: él adelante del brazo de Eleanor su Madre, la mujer que le brindó todo su apoyo en tiempos de decisiones y que estaba ahí por él y para él.

"- Vete conmigo no importa que seamos tan jóvenes, Huyamos!! Yo no quiero estar lejos de tí, ni sin ti- fué lo último que le dijo antes de irse de ahí, de Londres, del Colegio San Pablo, pero ella no lo escucho, se había quedado dormida de tanto llorar, y él regresó a América, con la idea de tener Éxito y regresar algún día por su Candy!.. Cuando la vió otra vez: se veía Hermosa con su uniforme de enfermera, estaba en América, y él no había tenido el valor de saltar de aquel tren en marcha y ya no separarse de ella, otra vez tenía que esperar, pero está vez con una esperanza."

El cortejo llega a su destino: una tumba fría, todos los asistentes rodean el ataúd y comienzan una oración, la lluvia que parecía no resistir más empieza su cometido en pequeñas gotas, pareciera que entienden su pena, mientras esperan el destino final.

"Por cuánto tiempo guardó aquellas viejas cartas? Cuanto tiempo guardó el recuerdo de ése su primer Amor? La de veces que cerró los ojos y apretó los puños al recordar aquella despedida:

- No te vayas Candy! Que no te das cuenta lo que significas para mí? No te vayas porque al irte se va contigo mi Vida! Mis sueños: de despertar contigo, de hacer juntos la cama, de compartir mis sueños, mis anhelos, ni siquiera tenemos una historia juntos, y aquí se termina..!!-

Si tan solo hubiera tenido el valor de decírselo, de salir corriendo tras ella aquella noche fría en Brodway, pero ambos decidieron eso, Candy le dejaba el camino libre a ella, quien le había salvado a él la vida."

Llegó el momento: el ataúd fue bajando lentamente a su oscuro destino, tan oscuro con deslumbró su vida cuando se perdió en el alcohol, cuando sin querer regresó a Chicago, y la vió de lejos, fuerte, llena de energía, y decidió regresar y tomar las riendas de su vida, tenía que hacer que valiera el sacrificio de ambos.

La lluvia comenzó a caer con más ímpetu todos corrieron a resguardarse, todos excepto él, tomando una Rosa blanca, evocó un último recuerdo, el que su mente jamás pudo borrar, y permanecía intacto, después de 5 años de aquella despedida:

" Se veía tan Hermosa esa tarde con su vestido blanco, llevaba entre sus manos un rosas iguales a esta, sonreía radiante al entrar a la iglesia del brazo de Albert, me había olvidado! Y unía su vida a alguien más..

- Te Amo Candy, mi pecosa, nunca pude Amar, ni a Susana, ni a nadie más.. No será más algún día, no en está Vida! -"

Así se despedía de la que fuera su esposa, que se interpuso a aquella bala que iba directo a él, sentía dolor, pero era más la impotencia de saber que tendría que esperar otra vez para reencontrarse con el Amor se su vida, ella no sabría porque tardó tanto en buscarla, y una vez más se abría ese enorme abismo.

Esa era la parte cumbre que ella atesoraba de aquella película: “La Calumnia” cuando se estrenó, mucho se rumoró que era parte de la Vida de Graham, era cierto, acababa de descubrirlo. Hasta ahí llegó la lectura, aún quedaban mucho por leer, pero había un escrito al final de aquella página en el que el autor le pedía:

“Las siguientes páginas serán leídas en mi presencia, hay mucho por revelar..”

Candy dio un largo suspiro, y resignada guardó el escrito, eran casi las 2 de la madrugada, y había que preparar el equipaje, pensó para sí misma: ¿Qué habrá pasado con “ella” quien fue y que fue de ella? nunca se supo que Graham tuviera una mujer, que difícil será esperar, y saber que Destino habría tenido aquella triste historia de Amor, 

FIN del Capítulo 1.

Continuará…

(Fragmento tomado de En esta No, de mi Autoria)